sábado, 28 de enero de 2012

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA MEDICINA DE PEQUEÑOS ANIMALES EN CHILE. Alfonso Court 2011

Antecedente históricos de la medicina de pequeños animales en Chile

Alfonso Court (MV)
Hospitales Veterinarios 3(3): 82 - 87, 2011

Resumen  El ejercicio de la medicina en las especies menores en Chile se inicia a mediados del Siglo XX, representando una actividad profesional desarrollada por unos pocos, que fueron pioneros en esta especialidad y cuyas semblanzas se relatan en este trabajo, como los doctores Luis Schmidt Herman, titulado en 1914 en la antigua escuela de veterinaria militar y autodidacta en la medicina de pequeños animales, quien abrió un camino para las generaciones siguientes; el Dr. Eulalio Fernández Navas, recibido en 1935 en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Chile, quien nos relata antecedentes de los estudiantes de veterinaria en los años treinta y explica también como se realizaba el ejercicio de la clínica menor en esa época. Hay antecedentes históricos de valor, como conocer el primer lugar donde se atendieron perros y gatos en Chile en 1918 en la Quinta Normal, por el Dr Enrique Amión L., fallecido trágicamente de rabia; como también el primer Hospital para perros y gatos que funcionó en el país desde la crisis económica de 1930; también se refiere a la Dra Teresa Acchiardo, la primera mujer en obtener el título de Médico Veterinario en Chile en el año 1938.

INTRODUCCIÓN

Para tratar de escribir la historia de la medicina de pequeños animales en Chile, las fuentes de información disponibles para llevar a buen término este cometido no son abundantes, pues no se ejercía esta especialidad dentro de la medicina veterinaria chilena hasta, por lo menos, mediados del siglo XX. A esto se suma que los pocos veterinarios que trabajaban en el país, orientaban su quehacer básicamente a la atención de de animales mayores en predios agrícolas, caballares del ejército, o de la hípica; algunos en la preparación de vacunas y control de carnes en mataderos. No era costumbre en la época consultar por perros o gatos enfermos. 1

Entre los médicos veterinarios que laboraban en Chile, se mencionan algunos franceses contratados por el gobierno para ejecutar funciones muy específicas como los Drs. Broyuart, Mabilais, Varichon, Dumont, Blier, Lucet y Descazeaux, la mayoría de ellos, terminados sus contratos, volvieron a Francia. 2

LOS PRIMEROS ANTECEDENTES

Los primeros antecedentes que se tienen sobre la medicina de pequeños animales en Chile, se remontan a partir del siglo XX.

La carrera de medicina veterinaria se inicia en el ejército en 1905, al crearse la escuela de Veterinaria Militar y cerrarse los cursos de veterinaria y herraje que se realizaban esporádicamente desde 1898 en esa institución. Esta Escuela de Veterinaria Militar, anexa a la Escuela de Caballería, estaba ubicada en Santiago, en una zona que en esos años era rural y que corresponde actualmente a la calle José Manuel Infante al llegar a Irarrázabal: en la cual los cadetes después de tres años de estudios egresaban con el grado de subteniente de veterinaria, para servir en las distintas unidades montadas a lo largo del país. Estos estudios sólo contemplaban la medicina de las especies mayores y, casi exclusivamente, todo lo relacionado con la medicina de los equinos. 1


En 1915 se crea la primera Escuela de Medicina Veterinaria (civil) en la Quinta Normal (se cierra la Escuela de Veterinaria Militar. En esta nueva escuela, dependiente de la dirección General de los Servicios Agrícolas, se inauguró en 1918 una pequeña sala acondicionada como consultorio para perros y gatos, gracias a una donación de la benefactora doña Dolores Pinto, destinada a crear un lugar de atención para estos animales, que no existía en la capital. El consultorio funcionaba una vez a la semana en un reducido horario y era atendido por el Dr. Enrique Amión Ligardes, titulado en los primeros cursos de la Escuela de Veterinaria Militar. El Dr. Amión desempeñaba el cargo de profesor de Fisiología y de Clínica de Animales Mayores en la Escuela de Medicina Veterinaria y, por no existir ningún veterinario capacitado ern medicina de animales menores, tuvo que asumir el cargo en el consultorio, adaptando sus conocimientos estas especies. 1

Este consultorio sólo tenía funciones asistenciales, pues no existía la enseñanza de esta especialidad. El consultorio cerró en 1926 al fallecer el Dr. Amión, víctima de la rabia, contraída al examinar en el campo una vaca muerta por esa enfermedad. También en 1926, en el Instituto Sanitas en Santiago de Chile, los médicos Dr. W. Heegewald y Dr. Otto Riedel, obtienen en forma experimental las primeras radiografías en perros en América. 2

A partir de 1927, la enseñanza de la medicina veterinaria pasa a depender de la Universidad de Chile, creándose la Facultad de Agronomía y Veterinaria. Se nombra el año 1928, por Decreto Supremo Nº 6138 de fecha 28 de diciembre, al  Dr. Luis Schmidt Herman (1896 - 1970) como el primer profesor de clínica de animales menores de la Facultad, con lo cual en marzo de 1929 se inicia la enzeñanza de esta especialidad en el país, permaneciendo en el cargo hasta 1936, fecha en que renunció para dedicarse a sus actividades privadas en el Instituto Sroterápico "Dr. Luis Schmidt Herman", de su propiedad. Este centro abrió en Santiago en 1920 en la calle Monjitas, próximo a la Plaza de Armas. Este Instituto, destinado a la venta de instrumentales y productos de uso veterinario, funcionó por más de 40 años, manteniendo en el local la única clínica privada para pequeños animales con que contó la capital hasta la década de los 40. Entre los años 1930 y 1940, estuvieron a cargo de esta clínica los doctores Fernando Barraza y Luis Monardes. 1 Debido a la renuncia del Dr. Luis Schmidt Hermann a la cátedra de clínica de animales menores en la Facultad, asumió el cargo en 1936 el Dr. Benjamín Cornejo (1911 - 1991) quien había sido su alumno poco antes, permaneciendo en el cargo hasta 1967 en que se acogió a jubilación.

En la época del Dr. Luis Schmitd Hermann, el consultorio funcionaba dos veces a la semana en la misma sala que años antes atendía el dr. Amión. El horario de atención se restringía a los días martes y viernes, de 11.00 a 12.00 horas para las clases de clínica menor, y los pacientes eran llevados por los propios alumnos del último año de la carrera.  El Dr. Schmidt Herman había recibido su título de Oficial de Veterinaria en 1914, en la Escuela de veterinaria Militar, siendo un autodidacta en la especialidad. Viajó a Buenos Aires, donde realizó práctica en el hospital veternario de la Sociedad Protectora de Animales de ese país, experiencia que trajo a nuestro país. Luego, organizó el primer hospital para animales menores en Chile, antes que existiera la enseñanza de esta especialidad. 1

DR. LUIS SCHMIDT HERMAN (1896-1970)

Veamos lo que nos relata en su crónica: "En los años veinte, comenzaban las consultas y los llamados para atender perros y gatos enfermos, lo aprendido era escaso, libros sobre la materia ninguno; experiencia por aquiris. ¿Por qué no habría cátedras en la Escuela? Seguramente en países avanzados existirían, pero en Chile... Cada enfermo que examinar era un suplicio. ¿Cómo empezar, cómo refinar, acomodar una técnica más adecuada a las especies menores y de acuerdo al medio en que viven y la susceptibilidad de los amos? Había que adoptar una terapéutica mejor dirigida, ya sea en razón de dosis, susceptibilidad de las especies, olores medicamentosos, medios y manejos para curar.

Con la experiencia adquirida en el hospital veterinario de Buenos Aires, organicé un hospital para animales menores en un local adyacente al antiguo matadero de santiago, en calle Franklin, el que contaba con una sección de farmacia, gabinete de cirugía y diversas salas para la atención de enfermos, separados los perros y los gatos, también una sala para infecciosos. Había una cocina especial para la elaboración de alimentos y dos vacas para el suministro de leche. Como médico veterinario residente estaba el Dr. Juan Cáceres Azócar y un estadístico se encargaba de la vigilancia de los enfermos y de la administración del recinto. Había bastante trabajo y se logró formar un buen equipo de practicantes muy abnegados y competentes.

Para la mejor atención al público se adquirió una máquina Ford nueva y se le hizo una carrocería especial, como un cajón dividido en dos en la parte baja y a su vez un segundo piso subdividido en tres compartimientos chicos por cada lado, los dos de abajo servían para perros grandes y los pequeños para perros chicos o gatos. Por fuera un rótulo "Abulancia para perros y gatos". El día que entregaron el carro, fue solicitado por el "Diario Ilustrado" para sacarle una fotografía frente a su imprenta, que afortunadamente funcionaba en la Moneda al llegar al Palacio de Gobierno, digo afortunadamente, porque a los pocos minutos de parase la máquina y rodeada por un grupo de curiosos, alguien gritó: "¡No hay camas en los hospitales para la gente, faltan ambulancias en la Asistencia Pública, éste es un insulto a la pobreza, una burla al pueblo, destruyamos al momento esta perrera!" La oportuna intervención de la policía salvó a la ambulancia de ser destruída antes que transportara el primer enfermo: muchas veces después fue apedreada. Prestó muchos años de servicio y en 1935 cuando visité el hospital de la Sociedad Protectora de Animales en Nueva York, encontré en una oficina la fotografía de nuestra ambulancia, destacada como la caridad por los animales en Chile.

Nuestro hospital se defendía con grandes dificultades económicas; muchos enfermos recuperados con gran esfuerzo y abnegación eran olvidados por sus amos, a otros teníamos que darlos de alta, recibiendo a título de donación lo que el amo quería o podía dar. Con frecuencia el costo de la hospitalización era mayor que las entradas. Se mantenía el hospital por razones sentimentales y porque fue el primer paso hacia la enzeñanza profesional; algunos jóvenes estudiantes iban a practicar y a connaturalizarse con la medicina de pequeños animales. La gran crisis económica de 1930, fue el epílogo del primer hospital veterinario para perros y gatos que existió en Chile. 1

DR. EULALIO FERNÁNDEZ NAVAS

Este médico veterinario graduado en la Universidad de Chile en el año 1935, ejerció su carrera académica por 42 años en esa Universidad, como profesor en las Cátedras de Cirugía y de Higiene y Tecnología de los Alimentos. En estas semblanzas y recuerdos de medio siglo de medicina veterinaria (3), se evoca la historia de años pasados en nuestra profesión y sus vivencias en la medicina de pequeños animales.

El Dr. Fernández nos relata: "En nuestra época de estudiantes de la década de los años treinta, el consultorio de animales menores funcionaba dos veces por semana al medio día (11:00 a 12:00 horas). La llegada del Dr. Schmidt Hermann a dictar su clase de clínica menor era en verdad espectacular. El profesor era puntual: minutos antes de las 11:00 horas le veíamos descender de uno de los dos automóviles que solía alternar (lujo inusitado en esa época) y seguido por sus alumnos que le esperaban agrupados en la puerta del Policlínico, irrumpía riodosamente en el consultorio, requiriendo perentoramiente con su tonante vozarrón nasal, la presencia inmediata del gordo Leoncio, auxiliar encargado de introducir y sostener sobre la mesa de examen al inquieto paciente, que lo mismo podía tratarse de un corpulento mastín, un escurridizo minino o un frágil canario enjaulado. De maciza estampa, ademanes teatrales y atildad elegancia en el vestir, concitaba la atención de sus alumnos por la expedición y seguridad que ponía en el diagnóstico que emitía tras un rápido examen clínico.

Sus enseñanzas claras y exentas de retórica científica, eran captadas sin dificultad, así como el conocimiento y manejo del escaso arsenal terapéutico con que contaba la farmacopea de aquellos años. Estaba lejana aún la incorporación de drogas sulfas y antibióticos, que habrían de revolucionar radicalmente el arte de curar y los conceptos clínicos a partir de la década siguiente (1940). El "ojo clínico" gozaba de plena vigencia y las patologías que desfilaban ante nuestros ojos eran frecuentemente espectaculares: el distémper canino revestía formas severas y pese a ser considerada una infección de la primera edad, su virulencia se exacerbaba hasta e punto de afectar indiscriminadamente a canes jóvenes y adultos, con un índice de mortalidad de casi 50%. Fue así que en 1935 provocó la desaparición de casi un tercio de la población de galgos del Canódromo de Santiago, de efímera existencia en la rivera norte del Mapocho (Av. Balmaceda).  El tratamiento de dicha enfermedad era sólo sintomático, pues no se disponía de vacunas ni elementos biológicos eficaces para combatirla con éxito. La proteinoterapia inespecífica (autohemoterapia, leche aséptica) y algunos productos de la industria farmacéutica (Omnadina) eran recursos que solían usarse con resultados aleatorios. Muchos casos derivaban a complicaciones graves y de difícil o imposible tratamiento, como ocurría con las de tipo neurológico (cuadros mioclónicos o parapléjicos). 3

LA RABIA, UN PELIGRO LATENTE EN ÉPOCAS PASADAS

A mediados del siglo XX, esta mortal zoonosis estaba siempre presente en las posibilidades diagnósticas realizadas por los clínicos de animales menores. Las variaciones en la tendencia de la rabia se pudieron estudiar, gracias al establecimiento de un centro de diagnóstico en el Instituto Bacteriológico de Chile en 1929 (actual Instituto de Salud Pública). A partir de 1935, se hacen perfectamente apreciables brotes y, con el mejoramiento de las denuncias y el registro, se observa que a partir de 1945 este ciclo se hace mucho más evidente. 4  En 1940, 1950 y 1955 hay un alza brusca de la enfermedad, que culmina en 1960, año que se diagnostica el mayor número de muestras positivas, enviadas desde diferentes lugares del país: ese año se diagnosticaron 558 caninos y 28 felinos positivos a rabia en Chile. correpondiendo el 62% a la ciudad de Santiago. 5

La rabia en Chile, hasta fines de la década de los años sesenta, se caracterizó por una enzootia en perros (gran cantidad de casos). A partir de 1962 se produjo una disminución drástica de los casos de rabia en perros y gatos. Se detectaron casos humanos transmitidos por perros hasta el año 1972. Las campañas de vacunación antirrábica canina masiva y la recolección de perros vagos en la perrera municipal, permitió obtener el control de la rabia urbana y prácticamente su eliminación a mediados de la década de los ochenta. En las últimas décadas no se ha registrado en el país la variante antigénica canina del virus de la rabia. A partir de 1991 en adelante, los casos positivos detectados corresponden en su totalidad a variante murciélago insectívoro. A la fecha actual, el último caso de rabia confirmado en animales menores, correpondió a un perro en 2007, siendo de origen murciélago. 6

EL SURGIMIENTO DE LAS CLÍNICAS VETERINARIAS

Hasta fines de la década de los años treinta, la ciudad de Santiago contaba solamente con una clínica veterinaria privada, ubicada en las dependencias del Instituto  Seroterápico "Schmidt Hermann" en calle Monjitas, en pleno centro de la ciudad. En provincias no existía atención para animales menores. 3 En 1928, la Sociedad Protectora de Animales "Benjamín Vicuña Mackenna", estableció un consultorio semi-gratuito en calle Libertad, al que concurrían años después a practicar los interesados en la medicina de los pequeños animales. 1  En los años cuarenta empiezan a establecerse otros centros de atención clínica en la capital.

El Dr. Georges Mebilais, médico veterinario francés, nacido en 1876 y titulado en la Escuela de Medicina Veterinaria de Alfort (Francia) en 1899, contratado por el gobierno para trabajar en el "Instituto de Vacuna Animal" que funcionaba en la Quinta Normal para la preparación de vacunas, al terminar su contrato se queda a vivir en el país. Al inicio de la decada de los cuarenta abre una clínica para animales menores, junto a su casa habitación en la calle Lord Cochrane al llegar a la Alameda, la cual atendió por muchos años, hasta su fallecimiento en 1963 a los 87 años. 1.2

En 1942, el Dr. Julio Baytelman inaugura la "Clínica veterinaria Americana", ubicada en calle Condell, que permaneció en funciones hasta fines de los años sesenta.

Mención especial merecen las hermanas gemelas Teresa y Agustina Acchiardo Marín, por ser las primeras mujeres en titularse en el país. La Dra. Teresa Acchiardo (1914-1962) fue la primera mujer en obtener el título de Médico Veterinario en Chile en 1938. 7 Tiempo después su hermana Agustina obtiene el mismo título. La Dra Agustina Acchiardo, titulada en 1938, ingresa a trabajar al Instituto Biológico de la Sociedad Nacional de Agricultura. A partir de 1946, instala su clínica de animales menores (Cruz Azul" en calle Lord Cochrane), dedicándose durante toda su vida laboral a esta especialidad. En los años sesenta, traslada su clínica a la comuna de Las Condes, donde ejerció por muchos años. 8

En las décadas de los cincuenta y sesenta, a pesar que empezaban a aparecer nuevas clínicas privadas, el mayor número de consultas se atendían en la escuela de Medicina Veterinaria en Quinta Normal, lugar al que concurría el público desde diferentes puntos de la ciudad.  En los años siguientes, el aumento de clínicas se hace notorio, no solamente en Santiago, sino a lo largo del país.

En 1974, la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Chile, Alma Mater de la medicina veterinaria chilena, se traslada desde Quinta Normal, donde permaneció por casi sesenta años, hacia su nueva sede en Avenida Santa Rosa, comuna de La Pintana. En agosto de ese año, la Clínica de Animales Menores, inicia la atención al público en ese lugar.  En octubre de 1974, es llevada a esa clínica un perro adulto mestizo de pastor alemán, con un gran número de ectoparásitos, desconocidos en el país; se enviaron las muestras al laboratorio de parasitología de la Escuela y el examen microscópico realizado por el Dr. Isaías Tagle, profesor de enfermedades parasitarias, reveló que se trataba de Rhipicephalus sanguineus, la garrapata del perro. Para mayor seguridad, el Dr. Tagle envió muestras a Estados Unidos al Dr. H. Hoogstral, jefe del departamento de zoología médica, el cual confirmó el diagnóstico. Se consideró de gran importancia establecer si esa garrapata existía en otros perros, para lo cual se visitó su casa en la comuna de la Granja. Según el propietario, el perro había sido criado en ese domicilio sin salir de el. Se examinaron otros canes de las vecindades, sin encontrar ninguna garrapata. Después de este caso, no se presentaron otros. Esta es la primera observación de garrapatas del perro en Chile. 9  En 1976, fallece el Dr. Tagle, poco después empiezan a aparecer nuevos casos, primero en las comunas de La Granja y La Pintana, y en los años posteriores el problema se extiende a todo Santiago y al resto del país.

Otra afección que era desconocida en Chile, la parvovirosis, fue descrita por primera vez en Estados Unidos en 1978; mientras que en el país, los primeros casos se observaron en seis cachorros llevados por su dueño a la clínica de animales menores en 1960, provenientes de la comuna de San Miguel, cuyos cadáveres fueron diagnosticados en el servicio de anatomía patológica de la Facultad. A fines de 1980 y comienzos de 1981, se aisla el virus en el laboratorio de Virología de la misma Facultad. 10

 En 1995 se describe el primer caso de Nocardiosis en perros en Chile, en un canino llevado en interconsulta a la clínica menor de la Facultad, aislándose Nocardia asteroides. 11

En la clínica de animales menores se diagnostica por primera vez en el país, en 1986, un caso de Haemobartonella felis en gatos, (actualmente el agente se denomina Mycoplasma haemofelis) en una muestra de sangre de un felino mestizo de un año de edad, enviada al laboratorio de la Facultad, siendo reproducida experimentalmente la enfermedad en un gato hematológicamente negativo. 12

En la misma institución, se realiza el primer diagnóstico de peritonitis infecciosa felina en el país en 1986, utilizando los exámenes de laboratorio recomendados en la literatura de la época. 13.

Esta revisión bibliográfica de hechos, datos y fechas, que constituyen parte de la memoria histórica de nuestra especialidad, nos permite conocer la evolución de esta actividad, desde los pioneros que laboraron en épocas pasadas, enfrentando dificultades, incomprensiones y poca aceptación social, hasta llegar al desarrollo alcanzado en la actualidad.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Schmidt Hermann L. Historia y evolución de la medicina canina en Chile. Primeras Jornadas de Animales Menores. Facultad de Medicina Veterinaria. Universidad de Chile. 1959

2. Sievers W. H. Chile: desarrollo de la Medicina Veterinaria durante la República. Imprenta Horizonte. Santiago. 197.

3. Fernández E. Medio Siglo de Medicina Veterinaria. Editorial Universitaria. Santiago, Chile, 1994.

4. Mora E. Aspectos epidemiológicos de la rabia. Tercera Convención Nacional de Médicos Veterinarios. Chillán. 1958.

5.  Alvarez M, Townsed G. contribución al estudio epidemiológico de la rabia en chile. 1950-1960. Cuarta Concención Nacional de Médicos Veterinarios. Santiago, Chile. 1961.

6. Favi M. Primera Jornada de Actualización en Rabia. Universidad Santo Tomás. Julio 2007.

7.  Historia del Colegio Médico Veterinario. Santiago, Chile. 2006.

8. Diccionario Biográfico de Chile. Duodécima edición. Santiago, Chile. 1964.

9. Tagle I. Presencia accidental de Rhipicephalus sanguineus en un perro de Santiago de Chile. Agricultura Técnica (Chile) 36: 136, 1976.

10.  Berríos P. Aspectos epidemiológicos y control de la parvovirosis canina. Tópicos en enfermedades parasitarias e infecciosas en especies menores. Fac. Cs. Vet y Pec. U de Chile. Junio 1988.

11. Court. A. Un caso de Nocardiosis canina.Monografías de Medicina veterinaria 7(2), 1985.

12. Correa J., Court A., Mora I. Hallazgo de Haemobartonella felis en Chile.  Av. Cs Vet. 1(1), 1986.

13. Albala A., Court A., Peritonitis infecciosa felina en Chile. Comunicación preliminar. Monografías de Medicina Veterinaria  8(2), 1986.

miércoles, 25 de enero de 2012

DETERMINACIÓN DE TÍTULOS DE ANTICUERPOS DE DOS VACUNAS COMERCIALES CONTRA INFLUENZA EQUINA, MEDIANTE LA TÉCNICA DE INHIBICIÓN DE LA HEMOAGLUTINACIÓN. Alejandra Jiménez N. 2010

1. INDICE

1- Índice…………………………………………………………………………...1-2

2- Introducción…………………………………………………………………....3-4

3- Revisión bibliográfica………………………………………………………...5-15

4- Objetivos

4.1 Objetivo general………………………………………………...……16

4.2 Objetivo específicos ……………………………....………….…....16

5- Materiales y Métodos ..……………………………………….………….......17-18

6- Resultados y Discusión………….……………………………...…………..19-28

6.1. Tabla Nº 1- Títulos de anticuerpos para Influenza equina según dos
vacunas comerciales………………………………………….…………19-20

6.2. Gráfico 1: Títulos de anticuerpos obtenidos con Vacuna 1(Americana)
en cada uno de los diez ejemplares………………………….……….21

6.3. Gráfico 2: Títulos de anticuerpos obtenidos con la Vacuna 2 (Chilena)
en cada uno de los diez ejemplares .. ………………………………....22

6.4. Gráfico 3 y 4: Frecuencia de presentación de cada título de anticuerpo
de Vacuna 1……………………………………………………………....23

6.5. Gráfico 5 y 6: Frecuencia de presentación de cada título de anticuerpo
de Vacuna 2………………………………………………………………24

7- Conclusión…………………………………………………………………...29


8- Bibliografía…………………………………………….……………………30-34

9- Anexo…………………………………………………………….................35-36

9.1. Informe de Análisis……………………………………...……….35

9.2. Esquema del Virus de la Influenza Equina………….…….…..36

9.3. Placa micrométrica utilizada para la determinación de títulos de
anticuerpos…………………………………………………….………36


2. INTRODUCCIÓN

 Las enfermedades del Aparato Respiratorio son las segundas en
importancia, después de las del Aparato Músculo Esquelético en la limitación
del rendimiento deportivo del caballo. Dentro de éstas, las infecciosas son de
gran importancia económica, especialmente, las de origen viral; debido a su
alta morbilidad afectando a un gran número de animales, llegando a producir
brotes de gran magnitud. Por esto su prevención es de gran importancia y debe
ser abordada bajo estrictos conocimientos sobre enfermedades infecciosas que
se refieren básicamente a su diagnóstico e inmunización.

En el caso de los caballos, una de las enfermedades virales respiratorias
más importantes por su alta morbilidad es la Influenza Equina, que afecta a un
gran número de ejemplares y se dispersa rápidamente abarcando un radio
amplio de contagio. Debido a esto, se puede ocasionar importantes pérdidas
económicas en un hipódromo, ya sea por el costo del tratamiento o cese de las
prácticas deportivas.

El primer brote en Chile fue descrito el año 1963. Luego han seguido a
las grandes pandemias ocurridas en el continente Americano y algunos de
estos brotes, se produjeron luego de la entrada de caballos aparentemente
sanos desde Argentina. Éstos fueron diagnosticados mediante la técnica de
laboratorio llamada Inhibición de la Hemoaglutinación, obteniéndose entonces
altos títulos de anticuerpo coincidentes con la enfermedad.

Debido a que ésta es una enfermedad altamente contagiosa, su
prevención y control son fundamentales a través de la Inmunización. En el
caso de la Influenza Equina se utilizan vacunas bivalentes, que contienen los
dos subtipos del virus, para así crear inmunidad y disminuir la posibilidad de
contagio.


 Actualmente en Chile se ocupan vacunas nacionales e importadas, las
cuales tienen diferencias de precio notables. El presente estudio pretende
determinar los títulos de anticuerpos de dos vacunas comerciales contra el virus
de la Influenza, mediante la Técnica de Inhibición de la Hemoaglutinación

3. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

La Influenza Equina es una enfermedad infectocontagiosa de origen viral
que afecta las vías respiratorias superiores del equino y se caracteriza por ser
de aparición repentina y epizoótica. La Influenza Equina fue descubierta en la
antigüedad, ya que fue descrita hace varios siglos por veterinarios árabes en
Yemen. La enfermedad Clínica fue registrada en 1754. El primer virus de la
Influenza Equina fue aislado en Checoslovaquia en 1956 durante una epizootia
ocurrida en Europa del Este y se denominó A1 Praga. El segundo subtipo viral
fue aislado en Miami en 1963 y se conoce como A2 Miami (Berríos y Celedon,
1992.).

Es una enfermedad altamente contagiosa, de baja mortalidad (menor al
1%), pero de alta morbilidad aproximadamente 100% (Rolle y Mayer, 1984), de
denuncia obligatoria y aparición brusca, presentándose en grandes brotes
epizoóticos. Tiene una amplia distribución geográfica, presentándose brotes en
Norte y Sur América, Europa, India, África, China y Japón donde se efectuó el
último seguimiento de la OIE el 01/04/2009, sin encontrar nuevos focos. Por
esto, la Oficina Internacional de Epizootias, OIE, recomienda que la importación
de equinos sea de áreas libres de Influenza, exigiendo que los caballos vengan
vacunados y con un refuerzo booster dado dos a ocho semanas previo al viaje
(OIE, 2005).

La Influenza Equina es una enfermedad de denuncia obligatoria y de
notificación internacional a la OIE. En Chile se ha presentado en forma
esporádica y en algunas ocasiones ha mostrado un carácter de epizoótico
(Méndez y col. 2006).

En Chile, el primer brote de Influenza Equina fue descrito en 1963. Los
brotes han seguido a las grandes pandemias ocurridas en el continente


Americano y algunos de estos brotes, se produjeron luego de la entrada de
caballos aparentemente sanos desde Argentina (Berrios y Celedón, 1992).

La Influenza Equina es producida por un virus de la Familia
Orthomyxoviridae, estos virus están constituidos por un genoma formado por
ocho segmentos de ARN de simple cadena y polaridad negativa; cada uno de
estos segmentos, se encuentra unido a nucleoproteínas, dentro de la
nucleocápside también se localizan las tres polimerasas virales (PB1, PB2, PA)
y dos proteínas no estructurales (NS1 y NS2) que actúan como reguladoras de
la trascripción, a su vez, la nucleocápside se encuentra recubierta por una
envoltura lipídica que está tapizada por las proteínas de matriz y membrana. La
superficie externa de estos virus, está cubierta por dos glicoproteínas con forma
de Espículas: neuranimidasa y hemoaglutinina (Sguazza, 2006), siendo esta
última la más abundante y es el principal antígeno contra el cual se producen
anticuerpos neutralizantes del hospedador (Hidalgo y col, 1999). La HA, permite
la adsorción viral a receptores celulares que contienen ácido siálico, siendo
incorporado a la célula en una vesícula endoplasmática por endocitosis. La
acidificación de la vesícula cambia la conformación de la HA e induce la fusión
del manto viral con la membrana endocítica, liberando al citoplasma el complejo
ARN - nucleoproteína (NP) - polimerasas (PA-PB1-PB2), el cual es
transportado al núcleo. Allí se transcriben los 8 ARN mensajeros que originarán
proteínas estructurales y no estructurales (NS1, NS2). Los nuevos viriones se
ensamblan en la superficie celular y se liberan por yemación. En esta etapa, la
neuraminidasa juega el papel fundamental de separar el ácido siálico de las
glicoproteínas viral y celular, permitiendo la liberación del virus y evitando su
aglutinación en la mucosa. En este proceso algunas células mueren por efecto
del virus o de la respuesta inmune celular; otras permiten varios ciclos
replicativos virales.

Los diferentes subtipos de virus influenza se originan por los cambios en
los antígenos de superficie H y/o N. Estas variaciones antigénicas ocurren por
recombinaciones genéticas o por mutaciones puntuales, fenómenos frecuentes
en estos virus debido a la fragmentación del ARN y a la baja fidelidad de la
replicación viral (Luchsinger, 2009).

La partícula viral posee tres componentes antigénicos, uno de ellos es la
nucleoproteína, cuyas diferencias antigénicas permiten clasificarlos en tres
grandes tipos (A, B y C). Los virus del tipo A son los únicos que a su vez se
pueden subdividir en diferentes subtipos de acuerdo a la composición de las
otras dos proteínas antigénicas: H y N. Los virus del tipo B y C son patógenos
predominantemente humanos aunque también han sido aislados a partir de
mamíferos marinos y cerdos respectivamente y solamente producen
infecciones respiratorias muy leves (Sguazza, 2006).

Presenta 2 subtipos: A equi 1 Paraga y A equi 2 Miami, que no presentan
reacción antigénica cruzada, actualmente se denominan H7N7 y H3N8, ambos
se han presentado en Chile. El subtipo H7N7 no se ha detectado en el mundo
desde 1980. Sin embargo, en 1996 se reportó la detección de 53,9% de
positivos contra el subtipo A/equino-1 en equinos no vacunados provenientes
de tres regiones de Croacia, planteándose además que su circulación en la
población equina es subclínica (Berrios, 2005). H3N8, por otra parte, se ha
demostrado que circulan en grandes partes del mundo con exclusión de Nueva
Zelandia e Islandia.

Estudios recientes del subtipo H3N8 del virus de la gripe equina han
demostrado que estas cepas se han ido distanciando en dos linajes evolutivos,
el significado funcional de esta dicotomía filogenética ha sido examinado en dos
estudios de antigenicidad del virus, que emplean a un suero policlonal y el otro
que emplean anticuerpos monoclonales para estudiar la hemaglutinina (HA) de
proteínas de los virus (Oxburgh y Klingeborn, 1999).

El virus tiene capacidad de mutar por medio de dos tipos de cambios
antigénicos. Uno produce modificaciones menores y graduales dentro del
subtipo (“Drift” o deriva antigénica), con participación de la respuesta inmune. El
otro genera cambios mayores bruscos (“Shift” o recombinación de alta
frecuencia) a causa de recombinación genética durante una infección mixta
(Pinotti y col, 2002).

A pesar de su gran circulación entre los equinos, ambos subtipos
mostraron relativa estabilidad antigénica en comparación con el alto grado de
variabilidad serológica mostrado por los virus humanos en el mismo período de
tiempo (Donatelli y col., 1991).

En Chile, en el brote de Influenza Equina ocurrido en 1985 y causado por
el subtipo H3N8, se comprobó la existencia de anticuerpos contra el subtipo
H7N7 en animales no vacunados contra la IE y que habían presentado una
enfermedad respiratoria muy suave en los últimos meses de ese año, la que
había pasado casi desapercibida (Berríos, 2005)

Clásicamente, la IE se propaga a través de aerosoles, ya que un caballo
infectado con el virus, al toser o estornudar puede expulsar el virus a varios
metros de distancia. Hay pruebas que sugieren que cuando hay una
concentración de caballos enfermos en un solo lugar, podría generar una nube
de virus que podría viajar kilómetros de distancia, favorecida por el viento. Virus
de la gripe equina también tiene un desagradable truco: En el período previo al
desarrollo de la enfermedad, conocido como “el periodo de incubación”, los
caballos se observan aparentemente sanos, pero pueden eliminar el virus, y
propagan enfermedad en silencio (Forrest, 2007).

La enfermedad clínica se inicia con fiebre de 38.5 a 41ºC, el signo
dominante es tos seca que puede persistir durante una a tres semanas. Se
aprecian abundantes lágrimas, decaimiento. La inamovilidad, cansancio, rigidez
para echarse o levantarse con síntomas muy comunes. La mucosa respiratoria
se presenta congestiva, pudiendo detectarse Faringitis, Laringitis y Traqueítis.

Ocasionalmente se detecta Bronconeumonía y Miocarditis. Los ganglios
linfáticos del cuello pueden estar aumentados de volumen.
El animal con Influenza también presenta dolores musculares y está decaído e
inapetente. La recuperación ocurre entre 7 y 10 días. La tos puede persistir
durante 2 y 3 semanas. Las complicaciones de la IE comprenden: neumonía
bacteriana secundaria, pleuresía, bronquitis crónica, y enfermedad pulmonar
crónica obstructiva (Poleo, 2008).

La recuperación completa de los animales ocurre en 2 a 3 semanas
(Hidalgo y Col, 1999), siempre y cuando no existan infecciones secundarias, de
lo contrario la recuperación tarda más en concretarse, provocando grandes
pérdidas.

Los signos clínicos asociados al subtipo H7N7 son menos severos que
los producidos por el subtipo H3N8 (Hidalgo y col, 1999), además hace largo
tiempo no se ha encontrado un brote producido por este subtipo.

 El diagnóstico serológico tradicional se realiza por la prueba de
inhibición de hemoaglutinación, en la cual los anticuerpos, presentes en el
suero del animal infectado, inhibirán la capacidad del virus de aglutinar glóbulos
rojos de pollo (Hidalgo y col, 1999).

Para entender mejor la Hemoaglutinación se basa en algunos antígenos
virales que tienen la capacidad para aglutinar eritrocitos de diversas especies,
sin embargo, la presencia de anticuerpos específicos en el suero del paciente
evitan la aglutinación de los eritrocitos por tales antígenos; cuando esto ocurre
se evidencia la presencia de anticuerpos. Para cuantificarlos se hacen diversas
diluciones del suero con el fin de hacer una titulación y determinar el nivel de
anticuerpos del paciente (Crespo, 2003).

El Ensayo de Inhibición de la Hemaglutinación es utilizada por muchos
laboratorios de diagnóstico y vigilancia para la detección de anticuerpos contra
el virus de la gripe (Boliar y col, 2006). Esta prueba fue descrita por Hirts en
1942 y luego modificada por Salk en 1944. Se realiza en placas de
microtitulación, mezclándose en una cantidad estandarizada de antígeno con
antisuero diluidos en forma seriada; posteriormente se añaden eritrocitos para
determinar la unión específica del anticuerpo a la molécula. Es una técnica
extremadamente confiable, pero es requisito indispensable que los antisueros
de referencia se separen basándose en las cepas vacunales, que son las
cepas que circulan anualmente (Oropesa, 2003). Es bien sabido que la
Prueba de Inhibición de la Hemaglutinación es afectada por los inhibidores
inespecíficos presentes en el suero equino, Para esto hay varios tratamientos
para eliminar estos inhibidores, como el caolín (Boliar y col, 2006)

Ante la existencia de una enfermedad infecciosa en una población, el
objetivo inicial es su control y posteriormente, su erradicación. Para lograr tal fin
es indispensable establecer la causa, el origen, la transmisión del agente
infeccioso, teniendo en cuenta las especies involucradas, vías de eliminación,
resistencia en el ambiente, vectores, puertas de entrada, etc., intentando
interrumpir esta cadena epidemiológica en su eslabón más vulnerable, o que
más nos convenga desde el punto de vista de efectividad, practicidad o
economía. (Caro y Gutiérrez, 1999).

Por esto, las prácticas sanitarias de separación, eliminación, control de
ingreso, además del uso de tratamientos y medidas profilácticas específicas,
como la vacunación entre otras, han contribuido en reducir e incluso hacer
desaparecer algunas enfermedades infecciosas, sea a niveles locales, de
áreas, países, continentes e incluso mundial (Pinochet y Abalos, 1989.)

Deben establecerse regímenes de desinfección regular y aislamiento de
los animales infectados y períodos de cuarentena adecuados antes y después
de la movilización de equinos. Sin embargo, como consecuencia de la variación
antigénica de las cepas de virus de influenza, que ocurren a través de los años,
deben incorporarse a la vacuna cepas de aislamiento reciente, para el control
efectivo de esta enfermedad (Hidalgo y col 1999). Un estudio en el cual un
grupo de caballos fueron vacunados dos veces al año, fueron expuestos al
virus, demostrando que en ellos la tasa de morbilidad fue un 19%, lo que
concluye que es beneficioso para los recintos deportivos (Sugita y col, 2008)

El uso de vacunas contra la Influenza Equina se ha ido incentivando por
las graves pérdidas económicas que esta enfermedad ha producido en la
Hípica Mundial. En 1977 en nuestro país, la vacuna no se usaba. Cabe señalar
que al tenerse conocimiento de la presencia de Influenza Equina en Argentina,
algunos animales fueron vacunados presentando síntomas clínicos más
suaves. En 1985 y 1992 la enfermedad fue menos grave que en 1977,
probablemente debido al uso de vacunas; sin embargo, hay que señalar que su
aplicación no ha alcanzado la intensidad que las pérdidas económicas
ameritan. Al respecto es indicativo el hecho que en 1992, la enfermedad no se
presentó en el Hipódromo Chile de Santiago, plantel que vacunaba
regularmente (Berrios, 1995).

Cabe mencionar que dicha vacuna no previene completamente la
enfermedad, ya que en el caso de exposición al virus un número de éstos
enferman, pero su sintomatología es leve y en algunos casos pasa de forma
desapercibida, lo cual también es un problema ya que los enfermos subclínicos
la diseminan de forma oculta, este es un gran debate en los países libres de
Influenza Equina. (Newton y col, 2006)

La vacunación por sí sola no tiene como resultado la erradicación de la
enfermedad, por esto las medidas estrictas de bioseguridad y controles de
circulación son sumamente necesarias (Crook y Ada, 2007), sin embargo es
importante destacar que el virus muta año a año, por eso es importante
controlar las gripes extrajeras, además de tener una explicación a las variantes
y esto considerarlo para que se incluyan en nuevas vacunas (Imagawa y col,
1999).

En Chile, están registradas y autorizadas tres vacunas bivalentes contra
Influenza Equina, las cuales tienen altos niveles inmunitarios a fin de prevenir la
infección viral (Méndez y col, 2006), y se recomienda que estas vacunas
contengan un virus de la familia A/eq/South Africa/4/2003 (H3N8) (linaje
americano) y un virus de la familia A/eq/Newmarket/2/93 (H3N8) (linaje
europeo) (OIE,. 2005)

Esta vacuna es inactivada, es decir está formada por el o los
microorganismos completos, pero inactivados por algún método físico o
químico, éstas presentan gran estabilidad y seguridad, pero dan una respuesta
inmunitaria menos que las vacunas atenuadas (Sánchez, 2004)

Estas vacunas deben entregar al animal vacunado una resistencia
específica frente a la enfermedad, la resistencia producida por la vacuna debe
ser lo más larga en el tiempo, No debe producir efectos colaterales
indeseables, debe cumplir una serie de exigencias inherentes al producto
mismo. (Pinochet y Abalos, 1989.)

La reacción post vaccinal hace que la inmunidad del animal cree
anticuerpos protectivos contra el virus de la Influenza Equina, los cuales van
disminuyendo desde los 3 meses post vacunación en adelante. En Argentina
durante años se exigió vacunación anual, pero las últimas investigaciones
indican que la protección que ofrecen muchas vacunas disminuye al cabo de
unos meses. Esto significa que, cuando está por terminar el año de vacunación,
los caballos pueden volver a infectarse, aunque no muestren síntomas de la
enfermedad. Estos casos son particularmente peligrosos porque pueden
diseminar el virus e iniciar una epidemia (Quinlivan y col, 2005)

Se han propuesto diversos protocolos de vacunación:

 Howard en 1971, proponía un calendario de vacunación contra la
Influenza Equina, que se iniciaba con dos dosis, como vacunación base,
aplicadas con un intervalo de 3 meses; en el caso de animales mayores
sin antecedentes de vacunación, este intervalo debería ser solamente de
2 semanas. En equinos menores de 2 años la revacunación debe
hacerse dos veces al año, bastando una sola dosis en animales
mayores.
. Bürki en 1977, preconizaba vacunar a potrillos mayores de 3 meses, los
que presentan un sistema maduro, a la vez que carecen de anticuerpos
maternos (Oirschot y col., 1991). Esta primera vacunación consistía en la
aplicación de dos dosis con un intervalo de 9 semanas. La revacunación
en equinos jóvenes, hasta 2 años de edad, sería en base semianual (dos
veces al año), en julio y enero del Hemisferio Norte, debido
principalmente a que la mayoría de los brotes de influenza equina en
Europa Central, habían ocurrido entre febrero y junio, y entre agosto y
octubre.
. Según Liu (1986) es recomendable aplicar una Dosis de Refuerzo
("Booster") repetida con 2 a 3 meses de intervalo, seguido por
vacunaciones anuales o semianuales. La primera vacunación se hacía a
los 3 meses de edad, considerando la presencia de anticuerpos
maternales; sin embargo, Liu y col. (1985) demuestran que los
anticuerpos maternos persisten en el animal joven durante 2 a 4
semanas, considerándose como títulos de anticuerpos IHA de valor
protectivo mínimo entre 16 y 32. Según estos autores pareciera que un
50% de los potrillos hijos de madres vacunadas un mes antes de la
parición, estarían protegidos durante los dos primeros meses de vida.
. Intervet (2008) primera vacunación a los 4 meses de edad o mayores,
segunda vacunación 4 semanas después de la primera vacunación,
tercera vacunación 6 meses después de la primera vacunación y luego
revacunación anual (detalle de producto Intervet
http://www.intervet.com.co/products/equilis__equenza_t/020_detalle_de_
producto.asp).

Y muchos más, pero cada recinto utiliza el protocolo que rige el país, de
acuerdo a las medidas de control y prevención que la autoridad sanitaria
describa.

En el caso de la Influenza Equina la respuesta inmunitaria post vacunal
es rápida, obteniéndose cantidades de anticuerpos protectivos antes de la
semana después de la vacunación, los que alcanzan un máximo
aproximadamente entre uno y dos meses después, para descender a valores
mínimos entre los dos y tres meses después de la vacunación (Berríos, 1995).

Tras la primera vacunación, se puede encontrar alguna reacción local en
algunos animales, que puede ser provocada en el caso que la aguja pase a
llevar algún vaso, por esto la vacunación es segura para su uso bajo
condiciones de campo normales (Heldens y col, 2002).

En nuestro país las actividades hípicas deportivas se desarrollan durante
todo el año, lo que implica que el riesgo de infección es constante, por el
frecuente traslado de equinos tanto dentro como fuera del país. Esto exige que
los equinos estén protegidos en forma permanente contra la IE, (Keller y col,
1990)

Para la entrada de equinos en Chile se exige: Que el país o zona de
procedencia esté libre oficialmente de Influenza Equina; antes del embarque los
animales deben ser sometidos a un periodo de aislamiento durante 30 días
como mínimo, en el lugar de origen; que sean negativos a las pruebas
diagnósticas y los animales deben ser vacunados con vacuna bivalente
inactivada entre 6 meses a 30 días previos al embarque ; deben venir
amparados con el certificado sanitario oficial otorgado al momento del
embarque por la autoridad sanitaria competente del país de procedencia que
acredita el cumplimiento de las exigencias sanitarias y se ajuste al modelo
aprobado. A la llegada de los animales serán sometidos a una cuarentena en la
Estación Cuarentenaria Pecuaria del SAG.

Es importante mencionar en cuanto a los títulos que podrían conside-
rarse protectivos frente a una infección de campo con virus de la IE, no existe
uniformidad de criterios. Según Jaeger y Barth (1971), títulos de 20 o mayores
serían protectivos. No obstante, otros autores señalan que títulos IHA
protectivos estarían dados por valores de 40 (Dannacher y col., 1977). Además
que la inmunidad óptima no se presenta hasta 7 ó 14 días después de la
segunda vacunación.

4. OBJETIVOS

4.1 Objetivo general

Determinación de títulos de anticuerpos de dos vacunas comerciales contra
influenza equina, mediante la técnica de inhibición de la hemaglutinación.

4.2 Objetivos específicos

- Determinar la respuesta inmunológica obtenida de caballos vacunados con
dos tipos de vacunas comerciales contra influenza equina, mediante la
obtención de títulos de anticuerpos.

5. MATERIALES Y MÉTODOS

Para este estudio se utilizaron 20 caballos Fina Sangre de Carreras,
entre 3 y 5 años de edad, clínicamente sanos, alojados en pesebreras del Club
Hípico de Santiago, y que fueron vacunados dentro del plan normal de
vacunación contra Influenza Equina de esta entidad hípica, es decir, todos
vacunados hace tres meses con 2 vacunas de distinta procedencia; una
nacional y otra americana.

 Todos los ejemplares fueron sometidos a un examen clínico donde se
controló la temperatura corporal, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria,
tiempo llenado capilar y reflejo tusígeno negativo.

Estos ejemplares fueron escogidos al azar y separados en dos grupos
según la vacuna que habían recibido tres meses atrás de acuerdo al plan de
vacunación de esta entidad hípica.

. Grupo Nº 1 constituido por 10 ejemplares que habían recibido tres meses
atrás una vacuna comercial importada Americana: Vacuna subunitaria
bivalente para la inmunización activa contra la Influenza y el Tétanos en
equinos. Contenía las subunidades proteicas del virus de la influenza
equina A equi subtipo 1 (Praga 56); A equi subtipo 2 (Newmarket 1/93) y
A equi subtipo 2 (Newmarket 2/93) más toxoide tetánico inactivado;
. Grupo Nº 2 constituido por 10 ejemplares que habían recibido tres meses
atrás una vacuna comercial. Vacuna viral Anti-Influenza Equina,
elaborada con serotipos A equi 1 y A equi 2, cultivados en embrión de
pollo, inactivados químicamente y absorbidos en hidróxido de aluminio.

Las vacunas utilizadas se encontraban autorizadas y registradas por el
SAG, ambas caracterizadas por sus laboratorios por su inocuidad, por una
rápida inducción y por una alta respuesta inmunitaria.

Las muestras se recolectaron en tubos con silicona, por punción desde la
vena yugular izquierda de cada ejemplar. Estas muestras se tomaron en la
mañana, entre las 8:00 y 9:00 horas, previo a que el ejemplar realice su
ejercicio matinal. Una vez recolectadas, se enviaron al laboratorio de virología
de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile
en un cooler, para ser procesadas y sometidas a la técnica de inhibición de la
hemoaglutinación para la determinación de los títulos de anticuerpos, donde
cada suero se evaluó individualmente mediante la técnica de micrométodo
recomendada para los virus de influenza humana, para lo cual los sueros
fueron diluidos previamente al 1/10 en PBS, luego se realizaron diluciones
seriadas al doble en PBS en volúmenes de 0,025 ml, a las que se adicionó
0,025 ml de una suspensión de antígeno conteniendo 4 UHA de virus. La
mezcla suero-virus se incubó durante 30 minutos a temperatura ambiente,
posteriormente se adicionó 0,05 ml de glóbulos rojos al 0,5%. Paralelamente a
la prueba se controlaron las UHA del antígeno, hemaglutinación inespecífica del
suero y sedimentación de los glóbulos rojos. Las pruebas se incubaron durante
30 minutos a temperatura ambiente. La lectura del título IHA se expresa como
el valor recíproco de la dilución más alta del suero capaz de inhibir
completamente la hemaglutinación de 4 UHA del virus empleado en la prueba.

6. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Los resultados obtenidos a través de las muestras de sangre mediante la
Técnica de Inhibición de la Hemoaglutinación, con los dos subtipos de virus, en
este caso se utilizó el virus A/equi/Santiago 77 H7N7 y el virus
A/equi/Santiago85 H3N8, con un valor recíproco de la dilución que inhibe cuatro
unidades hemoaglutinantes de la cepa viral. Los resultados obtenidos en el
Laboratorio de Virología de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de
la Universidad de Chile.

Por tratarse de un estudio descriptivo se analizaron los resultados en
base a parámetros como la moda y frecuencia de presentación de los títulos de
anticuerpos.

 Están expresados en la siguiente tabla:

6.1. Tabla Nº 1- Títulos de anticuerpos, con un valor recíproco
de la dilución que inhibe cuatro unidades hemoaglutinantes de
la cepa viral para Influenza equina según dos vacunas
comerciales.

VACUNA1



GRUPO A

H7N7

H3N8

1

1:32

1: 8

2

1:32

1: 8

3

1:32

1:32

4

1:64

1:64

5

1: 8

1:8

6

1: 8

1: 8

7

1:8

1: 8

8

1:32

1: 8

9

1:16

1: 8

10

1:8

1: 8




VACUNA 2

GRUPO B

H7N7

H3N8

11

1:16

1: 8

12

1:8

1: 8

13

11:6

1:16

14

1:16

1: 8

15

1:8

1: 8

16

1:8

1:64

17

1:8

1:16

18

1:8

1:16

19

1:8

1:32

20

1:8

1: 8

 


El presente corresponde a un estudio de tipo descriptivo, los resultados
están expresados con el valor de mayor frecuencia en la distribución de datos,
expresados gráficamente:

6.2. Gráfico 1: Títulos de anticuerpos obtenidos con vacuna 1,
Americana, con un valor recíproco de la dilución que inhibe
cuatro unidades hemoaglutinantes de la cepa viral, en cada uno
de los diez ejemplares (Grupo A), donde el eje “y” representa a
los títulos de anticuerpos y el eje “x” es cada uno de los
equinos (1-10):

 

6.3. Gráfico 2: Títulos de anticuerpos obtenidos con la vacuna
2, Chilena, con un valor recíproco de la dilución que inhibe
cuatro unidades hemoaglutinantes de la cepa viral, en cada uno
de los diez ejemplares (Grupo B) donde el eje “y” representa a
los títulos de anticuerpos y el eje “x” es cada uno de los
equinos (1-10):

6.4. Gráfico 3 y 4: Frecuencia de presentación de cada título de
anticuerpo con Vacuna 1 (Grupo A), representado gráficamente

 Grafico 3 Grafico 4




6.5. Gráfico 5 y 6: Frecuencia de presentación de cada título de
anticuerpo con Vacuna 2 (Grupo B), representado gráficamente



Grafico 5 Grafico

En los gráfico 3, 4 ,5 y 6 tienen como medida un valor recíproco de la dilución que
inhibe cuatro unidades hemoaglutinantes
Evaluando cualitativamente los resultados, se aprecia que la moda para
ambas vacunas está dada por títulos bajos (1:8 y 1:16).

Se puede observar en el Gráfico Nº 3 y 4, que el 40% de los ejemplares
muestreados presentaban títulos de anticuerpos contra H7N7 de 1:32 y de 1:8,
mientras que para H3N8, el 80% de los ejemplares presentaban títulos de 1:8.
Esto indica que este grupo de animales tiene una correcta protección frente al
virus H7N7 con la vacuna 1 a los tres meses post vacuna, según Dannache y
col (1977) Sin embargo, el último brote de influenza que se presentó en el país
en el año 2006 (Mendez y col., 2006), la cepa actuante fue la H3N8. Los títulos
que dio esta vacuna para esta cepa son muy bajos y no protectivos.

Como se aprecia en los Gráficos Nº 5 y 6, para la vacuna nacional, un
alto porcentaje de los caballos presentaban bajos títulos de anticuerpos para
ambas cepas del virus. Los títulos para el serotipo H7N7 para esta vacuna
fueron sólo de 1:8 y 1:16, por lo tanto, según Dannacher y col (1977), no
protegen frente a un brote de Influenza equina. Los títulos obtenidos para el
serotipo H3N8 fueron igualmente bajos. Se puede concluir que después de tres
meses de ser vacunados estos caballos presentan títulos de anticuerpo bajos,
lo que lleva a una inmunidad baja para dicha enfermedad, por lo tanto, están
en alto riesgo de contraer la enfermedad en caso que entre el virus a nuestro
país.

La baja cantidad de títulos de anticuerpos demostrados en este estudio
nos lleva a la discusión a un cambio en el plan de vacunación utilizado o a
conseguir otra vacuna que entregue mejores títulos protectivos.

 

Esto es de cuidado ya que aun existen brotes esporádicos de la
enfermedad en países donde se practica la vacunación, esto se debe a que la
vacuna no tuvo buena cobertura o a que nuevas cepas surgen y se introducen
(Crook y Ada, 2007).

El virus influenza presenta variaciones antigénicas constantemente y de
diversa importancia, conocidas como variaciones menores (drif) y mayores
(shift). Las variaciones menores afectan a la hemaglutinina y conducen a la
aparición de nuevas cepas; se producen por mutaciones espontáneas de genes
que codifican la hemaglutinina y dan lugar a la aparición de nuevos brotes
epidémicos. Las variaciones mayores son conocidas como cambios totales del
antígeno H, del N o de los dos, lo que da lugar a la aparición de pandemias
(Juanes y Arraosla, 2002).

Se sabe, por lo mencionado anteriormente, que la vacuna no tiene por si
sola la capacidad de erradicar a la enfermedad, pero sí reduce la
susceptibilidad de los caballos en riesgo, además que reduce la severidad de
los signos clínicos; esto último también se puede tomar como el lado negativo
de esta vacuna, ya que puede enmascarar la enfermedad, produciendo el
contagio de otros caballos; éste es un gran tema de discusión en países como
Australia, en el cual solo se ha producido un brote y Nueva Zelanda que es un
país libre de la enfermedad, según Imagawa y col (1999).

Para esto se utilizan los estudios epidemiológicos basados en la
presencia de títulos de anticuerpos, además éste aporta a identificar si el plan
de vacunación utilizado es el adecuado para la población, de no ser así (como
el presente), optar por otro plan, para obtener los mayores beneficios de esta
vacuna. Este es un punto muy importante a considerar, ya que en Chile se
pueden identificar tres tipos de huéspedes distintos: Los no inmunes, que son
aquellos que nunca se han vacunado, ni enfermado; los inmunizados
completamente, que son animales con correcto plan de vacunación o que han
enfermado durante el último año, ya que la infección natural puede proveer de
protección clínica por lo menos un año (Hannant y col. 1988) y por ultimo los
parcialmente inmunes, que son aquellos con un plan de vacunación pobre;
estos últimos son los mas importante epizoóticamente, ya que pueden
enmascarar la enfermedad.

En cuanto a la muestra y resultados obtenidos en este estudio, con la
técnica antes descrita, al obtener bajos títulos de anticuerpos refleja que la
población en cuestión es altamente susceptible a epizootias, con alta
morbilidad que se traduce en enormes pérdidas económicas, por esto se
debería aplicar otro plan de vacunación, así se incrementaría la cobertura
inmunológica poblacional; a pesar que aumentarían la mantención de cada
ejemplar drásticamente, ya que a la vez es una inversión en el caso de que se
produzca algún brote, más aun cuando en estos momentos se están realizando
competencia a nivel mundial, donde la entrada y salida de caballos es alta,
aumentando el riesgo de contagio tanto en Chile, como en otros países, a pesar
de que exista un gran control por las entidades sanitarias adoptada en cada
país, en este caso el SAG, como cuarentenas, restricciones de ingreso y
egreso del país; es prácticamente imposible asegurar que la infección no
llegara en algún momento a nuestro país.

Con las vacunas disponibles contra influenza equina, se alcanza niveles
requeridos de anticuerpos para una solida protección solo por breves períodos
de tiempo, ya que a los 3 meses post vacuna los títulos de anticuerpos son
bajos. Esta situación hace que la población sea altamente susceptible a la
posibilidad de epizootias de muy alta morbilidad. Por esto, los estudios son de
gran importancia, ya que basados en los títulos de anticuerpos de la población
de caballos FSC, se puede proponer un nuevo plan de vacunación, que nos
proporcione inmunidad constantemente contra esta enfermedad que produce
tantas pérdidas económicas cuando se instala en un recinto deportivo ecuestre.

La mejor protección se producirá cuando exista una vacuna que tenga
estrecha relación entre el virus de campo y la cepa utilizada para crear dicha
vacuna, ya que se ha comprobado que las vacunas utilizadas han sido muy
efectivas para la infección con H7N7, pero no en infecciones por H3N8, porque
como esta última muta levemente, las vacunas se han quedado atrasadas ya
que el virus que contienen son irrelevantes como consecuencia de la deriva
antigénica.

Sin embargo la evolución de la vacuna contra La Influenza Equina no ha
terminado, ni terminará, por los cambios menores que presenta el virus que trae
consigo la necesidad de revacunar. Sería muy interesante encontrar un
antígeno estable, para que así la vacuna dure varios años y al momento de
realizar este tipos de estudios encontrar títulos altos; puesto que hoy en día las
fronteras, océanos y continentes dejaron de constituir un obstáculo para la
entrada del virus.

El seguimiento de los brotes por parte de las entidades sanitarias del
país es primordial, para identificar el virus que está infectando a la población,
estudiar la variabilidad antigénica de este virus, si es que la tuvo (lo que es un
gran aporte a la investigación y creación de nuevas vacunas) y obviamente
impedir la diseminación masiva de este; mediante aislamiento, tratamiento y
disminución de contagio.

Por lo mismo este estudio puede ayudar a los organismos, a la industria
y a los propietarios, a tener una visión más clara en cuanto a las medidas de
seguridad y educación sanitaria que deben instaurar en los recintos deportivos.
Un buen programa de vacunación es parte esencial de la crianza y mantención
de equinos en estos recintos.

7. CONCLUSIÓN

Los títulos de anticuerpos contra Influenza Equina determinados en estos
caballos FSC después de tres meses de ser vacunados fueron bajos para
ambas vacunas comerciales.

7. BIBLIOGRAFÍA

. BERRIOS E., PATRICIO; CELEDÓN V., MARÍA O. 1992. Influenza Equina
en Chile (1963- 1992), Avances en Medicina Veterinaria, vol. 7, nº 1, enero
– junio 1992.
. BERRIOS E., PATRICIO, 1995. Algunas consideraciones para prevenir la
Influenza Equina. TECNO VET; Año N°1, marzo de 1995
. BERRÍOS, PATRICIO E. 2005. Influenza Equina en chile (1963-1992),
Revista Chilena de InfectologÍa Rev. chil. infectol. v.22 n.1 Santiago mar.
2005
. BOLIAR, S. STANISLAWEK, W. CHAMBERS, T. 2006. Inability of kaolin
treatment to remove nonspecific inhibitors from equine serum for the
hemagglutination inhibition test against equine H7N7 influenza virus. J Vet
Diagn Invest 18:264–267, 2006
. BURLINGTON. Principles of Molecular Virology, 2005, 4 edition, USA:
Elsevier. ISBN 0-12-088787-8
. CARO, R.R. Y GUTIÉRREZ, L. R.. 1999. Vet. Arg., Bs. As., Prevención de
Enfermedades Infecciosas en Equinos
. CRESPO, MARÍA DEL PILAR 2003. El diagnóstico viral por el laboratorio,
Bacterióloga Microbióloga, Clínica Fundación Valle del Lili, Cali
. CROOK, A. ADA, R. 2007. Comunicado National Management Group.
Equine Influenza response remains on track. Australia 2007.
. DANNACHER, G., M. COUDERT, M. FEDIDA, M. PERRIN. 1977. La
grippe equine: Étude quantitative de Petat immunitaire post-vaccinal et des
correlations entre ses differents aspects. Revue. Med. Vet. 128: 323-341.
. -Detalle de producto Intervet
http://www.intervet.com.co/products/equilis__equenza_t/020_detalle_de_producto.asp)
. DONATELLI, I.; M. R. CASTRUCCI; L. CAMPITELLI; A. RUGGIERI; L.
SIDOLI & C. BUONAVOGLIA. 1991. First recovery of
A/Equine/Fontainbleu/1/79 Influenza viruses in Italy. Comp. Immun.
Microbiol. Infect. Dis. Vol. 14, 4. 315-323.
. FORREST, S., 10 OCTUBRE 2007, Department of Primary Industries
Equine Influenza Control and Vaccination – Striking a Balance
. HANNANT, D; D.M. JESSET; M.M. BINNS. Veterinary Record. 122 (2).
1988
. HELDENS, J.G.M. POUWELS, H.G.W. 2002. Efficacy and duration of
immunity of a combined equine influenza and equine herpesvirus vaccine
against challenge with an American-like equine influenza virus. Department
of Virological R&D, Intervet International BV, 2002.
. HIDALGO, MARYA. OBANDO, CESAR. MONTOYA, ALIX
INVESTIGADORES Y TAI. 1999. Influenza Equina, FONAIAP divulga Nº
63, Disponible en:
www.ceniap.gov.ve/publica/divulga/fd63/texto/influenza.htm
. HOWARTH. 1971. Manual of infections on diseases. UCD. USA
. -MAGAWA, H; SUGITA, S; FUKUNAGA, Y; KAMADA, M; IZUCHI, T
1999. An Equine influenza Vaccine Containing a Recent epidemic Strain.
Journal equine Sci. vol 8, Nº.1 pp. 1-6, 1999
. JAEGER, O., R. BARTH. 1971. Experiencias con inyecciones simultáneas
de prevacun y toxoide tetánico en el caballo. Libro Azul de la Behringwerke
AG. 4: 33-38.
. JUANES, JR., ARRAZOLA M.P. 2002. Vacunas inactivadas de la gripe.
Servicio de medicina preventiva. Hospital Universitario. Madris, España.
2002
. KELLER F., KLAUS; SEPÚLVEDA S., ONÉSIMO; IBARRA M., LUIS
1990. Influenza Equina: Respuesta serológica en equinos inmunizados con
vacuna anti Influenza Equina bivalente. Avances en Medicina Veterinaria,
Vol.5 (2), Julio-diciembre 1990.
. LIU, I. 1986. Update on respiratory vaccine in the horse. Proc. 32 annual
cony. Am. Assoc. Equine Pract. Nashville, Tennessee. 227-282.
. LIU, I., D. PASCOE, L. CHANG, Y. ZEE. 1985. Duration of maternally
derived antibodies against equine influenza in newborn foals. Am. J. Vet.
Res. 46: 2078-2083.
. LUCHSINGER, V. 2009. Caracteristicas del virus Influenza y diagnostico de
laboratorio. Resvista neumológica pediátrica vol 4 (1), pag 3-5 ISSN 0718-
332
. SAG. 1992. Comunicado Medidas contra la Influenza Equina. Xx pp
. MENDEZ,, P. GARCIA, A. MORENO V. MATHEU, C. BVO N° 7. II
Semestre 2006 Boletín veterinario oficial SAG, 2006. Brote de influenza
equina.
. NEWTON, J.R, DALY,J.M. SPENCER, L. MUMFORD, J.A. 2006.
Description of the outbreak of equine influenza (H3N8) in the United
Kingdom in 2003, during which recently vaccinated horses in Newmarket
developed respiratory disease, The veterinary record. 2006
. NORMAS GENERALES DEL MINISTERIO DE AGRICULTURA, 2006.
Diario oficial de la Republica de Chile nº 38.645, 22 de diciembre 2006
. OIE, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES DE LA REUNIÓN 2005
DEL GRUPO DE EXPERTOS. Grupo de Expertos en Vigilancia sobre las
Vacunas contra la Gripe Equina, OIE Paris, Francia. Disponible en
http://www.oie.int/esp/E-Eq%20inf%20conc%20%20recs%202005.pdf.
. OIRSCHOT, J., G. BRUIN, E. DE BOER-LUYTZE, G. SMOLDERS.1991.
Maternal antibodies against equine influenza virus in foals and their
interference with vaccination. J. Vet. Med. B. 38: 391-392.
. OROPESA, S. 2003. Manual de procedimeintos para el diagnóstico de
laboratorio de las infecciones respiratorias agudas de Etiología.
Organización panamericana de la salud. Capítulo VII. Virus Influenza. 2003
. OXBURGH, L., KLINGEBORN, B. 1999. Cocirculation of Two Distinct
Lineages of Equine Influenza Virus Subtype H3N8. J Clin Microbiol. 1999
September; 37(9): 3005–3009.
. PINOTTI, M., OCCHI,H.,LUCCA,E., BLAINQ,L. LUY,D. 2002. Prevalencia
de anticuerpos contra influenza equina en la region centro-norte de la
provincia de Santa Fe, Argentina, durante los años 1997 – 99. Revista
FAVE - Ciencias Veterinarias 1 (2) 2002.
. PINOCHET V. LAUTARO., ABALOS P. PEDRO 1989. Vacunas y
vacunación. Monografías de Medicina Veterinaria, Vol.11(2).
. POLEO G. MIGUEL 2008, Publicación La Influenza Equina 17 Mar 2008
. QUINLYAN, M., ZAMARIN, D., GARCIA-SASTRE, A., CULLINANE, A.,
CHAMBERS,T., PALESE, P. 2005. Attenuation of Equine Influenza Viruses
through Truncations of the NS1 Protein. 2004 Department of Microbiology,
Mount Sinai School of Medicine, New York, New York 10029,1 Department
of Life Sciences, University of Limerick, Limerick, Ireland,2 Virology Unit,
Irish Equine Centre, Johnstown, Naas, County Kildare, Ireland,3 Department
of Veterinary Science, Gluck Equine Research Center, University of
Kentucky, Lexington, Kentucky 40546.
. ROLLE, M., A. MAYER. 1984. Medizinische Mikrobiologie, Infektions und
Seuchenlehre. Editor A. Mayr. V. Edición. Stuttgart, Ferdinand Enke Verlag.
. SGUAZZA, 2006. Producción de Vacunas de 2º Generación a partir de
Proteínas Recombinantes. Cátedra De Virología - Facultad De Ciencias
Veterinarias 2006.
. SUGITA, S; OKI, H; HASEGAWA, T; ISHIDA,N. 2008. Estimation models
for the morbidity or de horses infected with the equine influenza virus.
Journal Equine Sci.Vol.9, Nº.3 pp. 63-66, 2008
. SÁNCHEZ, JM. 2004. Curso de Introducción a la Inmunología Porcina.
Segunda 2da edición, capitulo 8, vacunas. 2007.
. SÁNCHEZ, D. VEGA BRICENO, L. ABARCA K. 2006. Vacuna anti-
influenza en niños: Estado del arte, Hospital Clínico Pontificia Universidad
Católica de Chile Departamento de Pediatría. Rev. chil.
infectol. v.23 n.2 Santiago jun. 2006

9- Anexos

9.1 Informe de análisis de muestras de la facultad de ciencia Veterinarias y
Pecuarias de la Universidad de Chile


 RESULTADOS TESIS ALEJANDRA JIMENEZ

9.2 Esquema del Virus de la Influenza Equina

9.3 Placa micrométrica utilizada para la determinación de títulos
de anticuerpos utilizada en este estudio.