viernes, 28 de diciembre de 2012

BREVE REVISIÓN HISTÓRICA DE LA VETERINARIA EN EL MUNDO Y EN CHILE. Alfonso Sánchez 2011

Breve revisión histórica de la Veterinaria en el mundo y en Chile. Brief historical review of Veterinary in the world and in Chile. Sánchez, Alfonso1. MV, MSc. Resumen: Los orígenes de la Veterinaria se remontan a varios siglos a.C. iniciándose como un arte desde la antigua Mesopotamia, pasando por Grecia, Roma y hasta Bizancio, donde se origina el connotado manuscrito sobre medicina equina hippiátrika. En el siglo XVIII en occidente, con una visión científica, se crea la primera Escuela de Veterinaria en Lyon en 1776. En general la actividad se fragua en relación con la actividad militar, por la necesidad del cuidado de los animales de trabajo. En Chile, el inicio de la Veterinaria se remonta a 1898 por iniciativa del Ejército; desde allí se comienza a forjar el desarrollo de la profesión al alero universitario, creándose la primera facultad en 1927 en la Universidad de Chile. En el derrotero seguido por la profesión surgen figuras particularmente destacadas como el Dr. Hugo K. Sievers y el Dr. Eduardo Fuenzalida. En 1954 se crea la Escuela de Veterinaria de la Universidad Austral en Valdivia y en 1955 el Colegio Médico Veterinario de Chile. En 1972 se crea la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Concepción en Chillán. El objetivo de este artículo es contribuir, en el año mundial de la Veterinaria, a la cultura profesional mediante la revisión de algunos aspectos históricos de la Veterinaria tanto a nivel mundial como nacional. Palabras Clave: Veterinaria, Historia de la Veterinaria, Medicina Veterinaria. 1Médico Veterinario, Universidad de Chile. Docencia y Clínica Reproductiva (profesanchez@gmail.com). investigación biomédica, la protección del medio ambiente y de la diversidad biológica. En este contexto y tomando en consideración que el conocimiento de los orígenes y desarrollo de una profesión son el sustento para la particular valoración de lo que se hace y también del respeto necesario para con lo que hacen los pares, el objetivo del presente artículo es realizar un aporte a la ilustración de estudiantes y profesionales a través de la revisión de algunos aspectos históricos de la Veterinaria tanto a nivel mundial como nacional. El término Veterinario, ria. Según la Real Academia Española (RAE), el vocablo veterinario, ria se refiere a la ciencia y arte de precaver y curar las enfermedades de los HOSPITALES VETERINARIOS - Vol. 3 Nº 1 - 2011 2 halla legalmente autorizada para profesar y ejercer la veterinaria. El término veterinario proviene del latín culto veterinarius que, según el escritor romano Catón, era el conocedor y practicante del arte de cuidar y curar las veterinae o veterina, es decir, las bestias de carga. El nombre de estos animales parece proceder de vetus (viejo), porque se trataría de animales envejecidos y, por ende, no aptos ya para las carreras ni para los carros de guerra y sólo útiles para el transporte. Un sinónimo de Veterinario es la palabra Albéitar, de origen árabe, cuyo significado hace referencia a la persona encargada de curar a los caballos. Con el propósito de uniformar la nomenclatura que se utilizará en este artículo, cabe señalar que el término Medicina Veterinaria o Médico Veterinario correspondería a un pleonasmo, es decir una figura de construcción, que consiste en emplear en la oración uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho, por ello optaremos por el uso genérico del término Veterinario, ria. ALGUNOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA VETERINARIA EN EL MUNDO Parafraseando a los ilustres colegas Sergio Rosende y Patricio Berríos, podríamos señalar que el génesis de nuestra profesión se pierde en la noche de los tiempos, sin embargo, los antecedentes indican sin ambages que sus primeros esbozos se encuentran indisolublemente ligados a la relación hombre-animal; ya sea esta con fines alimentarios, como ayuda en labores agrícolas, en acciones bélicas, como representación religiosa o simplemente como compañía.1,2 Los primeros antecedentes sobre la preocupación por el cuidado y la sanación de los animales se remontan al mundo mesopotámico. En Babilonia, aproximadamente hace 1.700 años a.C., en el famoso Código del Rey Hammurabi (primer conjunto de leyes de la historia) aparecen referencias a la actividad pecuaria y a la acción del curador de los animales. Así también, los caldeos poseían un amplio conocimiento sobre producción animal y tratamientos médicos para los animales. En el año 1.500 a.C. se registra el hallazgo de un tratado de cura de animales en Ugarit, ciudad ubicada en la costa mediterránea al norte de Siria, en el que se expone el tratamiento de los equinos enfermos y débiles.3 En la cultura egipcia, durante el período del Reino Nuevo (1.500 – 1.000 años a.C.), los animales juegan un papel importante en la religión, razón que motiva la emergencia de una medicina más racional, como algo no místico, acumulado empíricamente y obviamente recordado, que tenía como finalidad paliar la sintomatología del animal enfermo, así como cuidar a los animales al nacer, con medidas médicas y algo de cirugía. Los sacerdotes cuidaban de los animales y les hacían curaciones o daban medicamentos naturales para tratar enfermedades.1,3 Las tribus israelitas, alrededor del año 1.200 a.C., dictan normas sanitarias en relación con el consumo de carne animal, de aves y peces, las cuales supuestamente fueron escritas por el gran dirigente y legislador Moisés en el Deuteronomio (Antiguo Testamento). Algunas de estas normas poseen un valor religioso hasta nuestros días, como la prohibición del consumo de carne de cerdo por considerársele sucia. Cabe señalar que los pueblos beduinos de origen semita fueron los primeros, mucho antes que judíos y musulmanes, en prohibir el consumo de carne de cerdo.3,4 En el mundo helénico, desde alrededor de 800 años a.C. en adelante, la sanación de las enfermedades era asignada a la acción de los dioses, donde Asclepio (Esculapio para los romanos), hijo de Apolo (dios de la Sabiduría), fue el dios de la Medicina; venerado en varios santuarios donde se preparaban remedios en base a plantas medicinales y que eran lugar de enseñanza y curación para personas y animales. Es importante señalar que el símbolo antiguo de la serpiente enrollada a lo largo de una vara, que se conoce como la vara de Asclepio o Esculapio, es usado en la actualidad como el símbolo internacional de la Medicina y la Veterinaria. Los cultores de los oficios relacionados con la salud en Grecia, al igual que en otros pueblos antiguos, tenían sus raíces en la mitología y la magia. Los dioses debían tener un doctor que curase sus heridas y les prescribiera hierbas medicinales.3,5 Posteriormente, en el desarrollo del arte de la sanación de animales, una mención especial requiere la figura de Aristóteles (384 - 322 años a.C.). Sabio macedonio, particularmente interesado en la naturaleza y sus fenómenos, produjo varios Tratados físicos, dos de los cuales se relacionan con los animales: Historia de los Animales y Sobre las Partes de los Animales. En los cuatro volúmenes de Sobre las Partes de los Animales, que es un libro de anatomía comparada, explica además las funciones de los órganos. En su Historia de los Animales entrega información de casi 500 especies, describe dos métodos de castración y sus consecuencias en el crecimiento del animal joven y menciona las enfermedades de las abejas, de las aves, del cerdo, del buey y de los caballos, sus síntomas yen algunos casos - la prevención y curación.1,3 Según la leyenda, Roma fue fundada en HOSPITALES VETERINARIOS - Vol. 3 Nº 1 - 2011 3 el año 753 a.C.6 y las raíces culturales del arte Veterinario se remontan a los etruscos (700 años a.C.), que eran grandes amantes de los animales. En sus tumbas se han encontrado relieves de finos caballos y toros. Los etruscos desarrollaron la adivinación y el presagiar en dos modalidades: el Augury basado en el vuelo y gritos de los pájaros, y el Haruspicy mediante la observación de las entrañas de animales sacrificados, especialmente del hígado. Los Haruspex eran una autoridad en las enfermedades de los animales. Durante el período temprano del imperio romano, la medicina humana y la medicina veterinaria no tenían un alto rango social. La Veterinaria era un arte empírico al servicio del ejército y producción ganadera. El fuerte de los veterinarios eran los tratamientos de traumas y heridas, sangrías, maniobras de obstetricia y cirugía mayor, lo que requería una gran destreza. La escuela metódica se adecuó a las actividades de los primeros veterinarios romanos, sin embargo, hubo un escaso progreso intelectual en el estudio de las enfermedades de los animales en esta fase de empirismo.1,3 En el tiempo de los romanos, la medicina aplicada a los equinos (caballos, asnos y mulas) fue conocida con el nombre de mulomedicina y el doctor dedicado a tratar a esos animales como mulomedicus, medicus equorum, medicus equarius, mulosapiens y medicus iumentarius (doctor de animales usados para tiro), kteniarius y ktiniatros (latinizado del griego que significa doctor de animales). Los doctores de cabras, ovejas y cerdos eran llamados medicus pecoris y medicus pecuarius.3 En el Imperio Romano, en el curso de los siglos V y VI a.C., el transporte mediante animales era fundamental, por lo cual el cuidado de los cascos fue imprescindible en caballos, asnos, mulas y bueyes de tiro. Para ello se utilizaron almohadillas protectivas o hiposándalos, que se colocaban en los cascos para mantenerlos limpios o para fijar los remedios in situ. Los romanos no utilizaban herraduras. Durante los siglos I y II d. C. la profesión veterinaria alcanzó el alto rango de “inmune” en las unidades militares; así, entre 180 y 192 d.C., el veterinario estaba ubicado dentro de los individuos con protección por su competencia en una importante especialidad.1,3 Antes de la caída del Imperio Romano, la crianza y salud de los caballos siguió siendo el deber más importante de los veterinarios de la época, además de la ganadería. Tras el derrumbamiento del Imperio de Occidente por los pueblos germanos del norte de Europa, en el año 476 d.C., con la deposición del último emperador romano Rómulo Augusto por el germano Odoacro, el Imperio Bizantino quedó como depositario de la cultura clásica. Bizancio supo oponerse a la invasión de los pueblos bárbaros, logrando mantener su hegemonía durante más de un milenio. Precisamente estas batallas que tuvo que sostener contra sus invasores, en las que la caballería desempeñaba un papel fundamental, fueron una de las causas que estimularon a los emperadores para fomentar la medicina hipiátrica.7 Además, en relación con los equinos, cabe señalar que la ciudad de Bizancio era agitada y accidentada; el público se excitaba con las carreras de caballos en el hipódromo.6 Durante el Imperio Bizantino hubo un gran desarrollo de la Veterinaria. Un libro famoso generado en dicho período fue hippiátrika, manuscrito solicitado por el propio emperador Constantino. Hierokles fue uno de los principales autores con 107 contribuciones; fueron 17 los autores de esta obra que trataba sobre los males de los caballos. Apsyrtos, veterinario militar, contribuyó con la dentición de los caballos, tema tratado por primera vez en la historia de la veterinaria. Hippiátrika es un clásico de la Veterinaria y una extraordinaria pieza de literatura. La obra de los hipíatras bizantinos no fue una continuidad de la de los romanos, si no de la lejana tradición helénica.3,7 Después de la caída del Imperio Romano, entre los Siglos VI y VI d.C., la cultura grecolatina sólo fue conservada por la cultura árabe.6 Con el abandono de las ciencias, la superstición y la invocación a los santos ocuparon la medicina, de tal modo que las plegarias, hechizos y encantamientos fueron comunes en la prevención y el tratamiento de las enfermedades tanto del hombre como en los animales. Cabe señalar que durante la Edad Media fueron los árabes quienes desarrollaron las prácticas de diagnóstico y tratamiento de enfermedades del hombre y los animales. No obstante, éstos se preocupaban principalmente de solucionar problemas prácticos antes que entender el concepto del proceso íntimo de la enfermedad.3,5,7 El mundo árabe dio una importancia crucial al caballo como elemento clave en la misión de expandir la doctrina de Mahoma, realzando con ello al especialista en su cuidado y curación, denominándolos Albéitares (al Baitar), cuyo significado en árabe es médico de caballos. El caballo árabe se hizo famoso por su velocidad y resistencia. Posteriormente el conocimiento médico y veterinario árabe se diseminó hacia Europa y España, sur de Italia y al Imperio Otomano, hasta que el imperio árabe se desmoronó.5 En el Siglo X se forma un nuevo orden en Europa, el feudalismo, con el cual se genera un especial desarrollo relacionado al arma de caballería.6 En el Siglo XIII, el cuidado y curación de animales en España era más avanzado que lo HOSPITALES VETERINARIOS - Vol. 3 Nº 1 - 2011 4 guerrera (caballeros). El rey Alfonso X de Castilla, llamado el sabio, quien fue patrono de las ciencias, en su inquietud por el desarrollo del conocimiento requirió la escritura de un libro sobre manejo equino y veterinaria, el que fue conocido más tarde como Libro de Albeitería. Así también en España, una vez expulsados los moros (1491), los Reyes Católicos reglamentaron e instauraron el Protoalbeiterato, un tribunal conformado por maestros de la herrería quienes adiestraban a los aspirantes hasta lograr impartirles los conocimientos que le permitieran optar al título de Albéitar y obtener la autorización para ejercer en forma independiente.4 La albeitería se entendió como un arte y, por lo tanto, no tuvo acceso a las Universidades que sólo se ocupaban de profesiones como el derecho, la teología, la medicina y las humanidades. Por tal razón, la albeitería se orientó básicamente al herraje y al cuidado de los aplomos de los equinos, con menoscabo de los conocimientos acumulados por los griegos, romanos y bizantinos, durante siglos, sobre la disciplina hipiátrica. El tribunal de Protoalbeiterato funcionó durante tres siglos hasta la creación de la primera escuela veterinaria en España a fines del siglo XVIII, época en la que se introdujo la palabra Veterinario y donde finalizó la práctica de la albeitería, después de sortear serias dificultades con dicho gremio.4,5,7 Durante el período de influencia del pensamiento ilustrado, en 1761, se fundó y se puso en funcionamiento la Escuela de Veterinaria de Lyon, la primera institución educativa en esta especialidad en el mundo. Este hecho cristalizó la iniciativa de Claude Bourgelat (1712 – 1779). Este destacado Veterinario francés en el mismo año publica Eléments de l’art vétérinaire, obra fundadora de una verdadera Veterinaria científica, y es nombrado director de la recién creada Escuela Nacional Veterinaria de Lyon. Bourgelat es considerado como el fundador de la medicina equina en Francia y en 1776 participa en la fundación de Escuela Nacional de Veterinaria de Maisons-Alfort en París.3,4 La hegemonía de la enseñanza de la Veterinaria en Francia se sustentaba en la investigación avanzada para la época, por parte de los sabios y estudiosos en campos como las causas de enfermedades y fenómenos biológicos, al tiempo que se nutría con el avance las ciencias médicas humanas dado el gran número de experimentos que se realizaban con las especies animales, situación que originó escuelas dedicadas al estudio de la morfofisiología y de la patología comparada.8 Posterior a la creación de las escuelas francesas de Veterinaria siguieron las demás en el resto de Europa, destacándose las de Turín (1769), Copenhague (1773), Viena (1775), Dresde (1776), Hannover (1778), Budapest (1787), Berlín y Munich (1790), Londres (1792) y Madrid (1793).3 Las escuelas Veterinarias europeas surgieron como consecuencia de los desafíos planteados por la intensificación de la agricultura y explotación animal que tuvo lugar en el siglo XVIII. La necesidad de especialistas Veterinarios fue percibida por varias sociedades europeas, las que promovieron el desarrollo de las primeras escuelas de Veterinaria.4 Hasta principios de la segunda mitad del siglo XIX, los veterinarios del continente americano eran graduados de escuelas españolas, francesas o de otros países europeos y, durante mucho tiempo, según el país, se mantuvo el abasto de veterinarios hacia los países americanos, por la carencia de escuelas especializadas donde formar sus propios técnicos. Cabe mencionar que en 1853 se funda la primera escuela de Veterinaria en México, le siguen Canadá en 1862, EE.UU en 1879 y Argentina en 1883.9 ALGUNOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA VETERINARIA EN CHILE El desarrollo de la novel nación y los importantes cambios en la agricultura, paulatinamente fueron exigiendo la presencia de profesionales Veterinarios. Una primera aproximación ocurre en 1842 cuando el Presidente Manuel Bulnes dispone la creación de la Quinta Normal de Agricultura10, lo que da pie a la formación de la Escuela Práctica de Agricultura y comienza a destacarse la necesidad de velar por el patrimonio zootécnico.8 Años más tarde, en 1874, durante la administración del Presidente Federico Errázuriz Zañartu, se concreta la presencia de un profesional extranjero para asesorar al país en las materias pertinentes; para ello llega Julio Besnard, zootecnista de la Escuela de Lyon, quien organiza en la Quinta Normal de Agricultura de Santiago un hospital Veterinario, una estación de monta equina y un jardín zoológico.2 En 1884 al término de la Guerra del Pacífico10, en el ejército se constató la necesidad de contar con profesionales Veterinarios a raíz de los graves problemas clínicos y de herraje presentes en el ganado equino. Así, en el año 1887, durante el gobierno del Presidente José Manuel Balmaceda, se tomaron medidas tanto en el ámbito militar como civil conducentes a solucionar el problema de la atención Veterinaria, decretándose la modificación del plan de estudios de la Escuela Militar; es decir, se establece que los cadetes destinados al arma de caballería, una vez recibido el título de Alférez, HOSPITALES VETERINARIOS - Vol. 3 Nº 1 - 2011 5 debían continuar en la escuela por seis meses más y así completar su instrucción con un curso de Hipología y Veterinaria.2,8 En la progresión de hitos trascendentes para el desarrollo de la Veterinaria chilena, en 1887 se inaugura el Instituto de Vacuna Animal en la Quinta Normal de Agricultura, destinado a la preparación de la vacuna anti-variólica de uso humano y la anti-canbunclosa de Chauveau para los animales. Luego, finalizada la Revolución de 1891, el Estado Mayor General del Ejército adopta los primeros pasos para integrar al Ejército a los Veterinarios, lo que en primera instancia no se plasma dada la escasez de profesionales. Más tarde, en la primera mitad del año 1898, se estructuraron las bases de la enseñanza de la Veterinaria en el Ejército, mediante la creación de la Escuela Militar de Veterinaria; 1898 es considerado el año de inicio de la formación Veterinaria en Chile.2 A días del nacimiento de la Escuela Militar de Veterinaria, específicamente el 1° de mayo de 1898, se da inicio a las clases del primer curso de Veterinaria de la historia de Chile. El Plan de Estudios incluía ramos de Anatomía, Fisiología, Histología, Farmacología, Patología, Inspección de Carnes y Forrajes, Cirugía, Hipología y Arte de herrar, todo ello distribuido en 4 semestres. En 1900 se crea el Servicio de Veterinaria dependiente de la Sección de Remonta del Estado Mayor General. A partir de 1903, los estudios en al Escuela Militar de Veterinaria aumentan a tres años para así dar mayor énfasis a los aspectos de práctica en terreno; además, se aumenta el cupo de alumnos de 10 a 20.2,8 Durante el gobierno del Presidente Juan Luis Sanfuentes, en 1915, por Decreto Supremo se crea en la Quinta Normal de Agricultura la Escuela de Medicina Veterinaria Civil, dependiente de la Dirección General de los Servicios Agrícolas. Así también, por Decreto Supremo, en 1916 se cierra la Escuela Militar de Veterinaria después de 18 años de haber impartido la enseñanza Veterinaria en el país. Entre los antecedentes que se argumentaron para la creación de una escuela civil y cierre de la militar, estuvo la preocupación del Ejercito de Chile por la temporalidad de los Veterinarios, ya que en la realidad la Escuela Militar era formadora de profesionales que rápidamente eran contratados por organismos de gobierno o bien se retiraban para ejercer libremente la profesión.8 En dicha época, debido a los variados y continuos problemas de enfermedades infecciosas que afectaban al ganado equino, bovino, ovino y caprino, las primeras acciones gubernamentales estuvieron orientadas a desarrollar productos biológicos como sueros y vacunas. Por ello, el Instituto de Vacuna Animal se transforma en el Laboratorio de Investigaciones Veterinarias, encargado en un comienzo de controlar la vacuna anti-carbunclosa. En 1925, el Laboratorio de Investigaciones Veterinarias se transforma en el Servicio de Investigaciones Veterinarias dependiente del Departamento de Sanidad Animal y, en 1935, se transforma en Instituto de Investigaciones Veterinarias del Ministerio de Agricultura que contribuye con importantes conocimientos en el área de las patologías enzoóticas en el ganado bovino y equino. En 1926 se forma la Sociedad de Medicina Veterinaria de Chile.2,8 En el desarrollo de la Veterinaria chilena existe un hombre que por sus méritos y entrega amerita toda nuestra veneración y respeto, se trata del Dr. Hugo K. Sievers (1903-1972), perteneciente a la última promoción de Veterinarios de la Escuela de Veterinaria Militar. El Dr. Sievers es señalado indiscutidamente como líder y maestro por sus pares y discípulos, quien siendo profesor de la Escuela de Medicina Veterinaria Civil mostraba una valiosa preocupación en el ámbito científico y gremial, destacándose su ahínco para mejorar la formación de los profesionales y el prestigio de la misma; por ello fue artífice en hacer de la Veterinaria una profesión universitaria, objetivo que logra con la incorporación de la enseñanza de la Veterinaria a la Universidad de Chile, siendo rector de la prestigiosa casa de estudios el Dr. Carlos Charlín y Ministro de Educación del Gobierno del Presidente Carlos Ibáñez del Campo el connotado escritor Don Eduardo Barrios.8 Así, en 1927 por Decreto Supremo, se crea la Facultad de Agronomía y Veterinaria, la cual inicia sus actividades en abril de 1928 con dos Escuelas: Escuela de Agronomía y Escuela de Veterinaria, situación que se mantiene hasta el año 1938 en que el Consejo Universitario de la Universidad de Chile, siendo rector Don Juvenal Hernández, crea en forma independiente la Facultad de Medicina Veterinaria, siendo el Dr. Hugo K. Sievers su primer Decano.2 El profesor Hugo K. Sievers dirigió los destinos de la Facultad por cerca de 22 años con dinamismo y perseverancia, incorporando paulatinamente nuevas y precisas disciplinas que, junto con delinear novedosas áreas de orientación profesional, significaron puntos de partida para la consolidación de otras tantas. Este período se caracterizó por estructurar y dar prestigio a una profesión hasta ese momento no bien apreciada por la ciudadanía.11 En 1943, la Sociedad de Medicina Veterinaria de Chile, celebraba su aniversario con las Primeras Jornadas de Medicina Veterinaria y, en la ocasión, HOSPITALES VETERINARIOS - Vol. 3 Nº 1 - 2011 6 un colegio profesional, iniciativa que esperó varios años hasta que en 1955, bajo el gobierno del Presidente Carlos Ibáñez del Campo, se promulga la Ley que daba origen Colegio Médico Veterinario de Chile, organismo gremial que considera entre sus principales funciones el velar por el correcto desempeño profesional en todo el país. Cabe recordar que bajo el estatus legal vigente en aquella época, la colegiatura profesional era obligatoria para ejercer.2 Un hito científico y aporte de la Veterinaria chilena fue que en 1954 se da a conocer el desarrollo de la vacuna antirrábica de cerebro de ratón lactante por el connotado colega Dr. Eduardo Fuenzalida (1911-1976), vacuna que superaba sin discusión a la vacuna original de Pasteur y a las existentes en el mundo en ese momento, debido principalmente a que no producía accidentes postvacunales de tipo neuropático y también a su alta potencia inmunológica. Esta vacuna se utilizó por varias décadas tanto en animales como en humanos.12 El Dr. Fuenzalida ha sido calificado como ”Un émulo de Pasteur” y un profesional brillante, cuyo recuerdo y estímulo es conveniente perdure para las nuevas generaciones.8 Con el devenir de los años y acorde con las necesidades de un país en desarrollo, la enseñanza de la Veterinaria ve nacer una nueva Escuela en Valdivia en 1954, con la creación de la Universidad Austral de Chile y su Facultad de Medicina Veterinaria y, posteriormente en 1972, la Universidad de Concepción da vida a la Facultad de Veterinaria con sede en la ciudad de Chillán. Así, hasta la década de los 80, la formación de Veterinarios estuvo en manos de las tres Universidades tradicionales (Universidades pertenecientes al Consejo de Rectores) quienes se constituyeron en el pilar del desarrollo de las Ciencias Veterinarias.2 Cabe destacar, en esta breve reseña, que en los años 1987 y 1989 los veterinarios Dr. Danko Brncic (Genética) y Gustavo Hoecker (Inmunología), ambos investigadores de la Universidad de Chile, obtuvieron respectivamente el Premio Nacional de Ciencias. Hacia fines de los años ochenta se conforma la Sociedad de Médicos Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales (MEVEPA), la cual adquiere su personalidad jurídica como asociación gremial en 1990; dicha agrupación ha jugado un papel importante en el perfeccionamiento de miles de colegas dedicados a la clínica menor, así como también a fortalecer la imagen de la profesión ante la sociedad chilena. Con la Constitución Política de 1980 se vinieron cambios importantes en la enseñanza universitaria, ocurriendo una reestructuración de la Educación Superior, lo cual dio pie a la instalación de Universidades Privadas, algunas de las cuales a partir de los años 90 comienzan a dictar la carrera de Medicina Veterinaria. De esta manera, en los últimos 20 años la matrícula de estudiantes de Veterinaria ha experimentado una progresión exponencial, para algunos reconocida como masificación inorgánica 13,14; indudablemente esto ha tenido repercusiones cuantitativas, según palabras del Dr. Luis Godoy “una explosión demográfica de veterinarios impresionante”15 y posiblemente también cualitativas, al no existir una adecuada función reguladora frente a demanda creciente por formación profesional13. Para finalizar este artículo, quisiera transcribir algunas palabras del Dr. Eulalio Fernández que me parecen de suyo significativas como mensaje para las nuevas generaciones de Veterinarios: “La docencia formativa, presionada en nuestros días por la evidencia de lo que se ha dado en llamar nuevos tiempos, ha debido rectificar la orientación de sus planes de estudio, a fin de obtener un profesional más sofisticado y en posesión de un acervo conceptual que lo capacite para mejor integrarse a las líneas de especialización en que, por afinidad o circunstancialmente, deberá actuar. Esto implica un efectivo cambio en su actitud mental para afrontar los nuevos requerimientos: pero… ¡que todo sea preservando su identidad básica de raigambre biológica!” 8 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Berríos P. Historia de la Medicina Veterinaria. Sus orígenes I. 2006. Disponible en: http://www.patologiaveterinaria.cl/ Monografias/MEPAVET2%202006/html/Mepavet2006-4.htm. (Consultado, febrero 15, 2011). 2. 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