Lautaro Gómez Ramos (1923- 1996)
Avances en Ciencias Veterinarias, Vol. 11 (1), Enero - Junio 1996.
El 14 de enero pasado, fallece inesperadamente en Santiago el Dr. Lautaro Gómez Ramos, quien fuera un destacado profesional Médico Veterinario. Reconocido por sus muchas cualidades de hombre honesto, emprendedor, vehemente, compañero y amigo, de un enorme espíritu de servicio que lo llevaron a ejercer grandes responsabilidades y asumir siempre nuevas y diversas tareas, las que realizaba con entusiasmo, dedicación y entrega.
El Dr. Gómez nació en Antofagasta el 20 de enero de 1923. Sus estudios secundarios los realizó en el Instituto Nacional de Santiago y luego estudió en la Universidad de Chile, recibiendo su título de Médico Veterinario el 17 de noviembre de 1948, especializándose en Salud Ambiental, Producción Lechera e Inseminación Artificial.
De 1948 a 1950, toma a su cargo el Servicio Clínico de Emergencia y de los controles de Producción de la Cooperativa Lechera de Santiago.
Entre los años 1951 y 1958, ejerce el cargo de Médico Veterinario en la Asociación de Productores de Leche de la Provincia de O'Higgins y posteriormente, asume la jefatura del Servicio de Inseminación Artificial de la misma Asociación.
En 1958 ingresa al Departamento de Ganadería de Agricultura y Pesca del Ministerio de Agricultura, para luego en noviembre de 1967 asumir el cargo de Director de la Subdivisión de Salud Animal del Servicio Agrícola y Ganadero. Paralelamente, desempea de manera exitosa el cargo de jefe del Plan Nacional de Control de la Fiebre Aftosa. También fue representante y Delegado del Gobierno en varios encuentros internacionales de Sanidad Animal en Estados Unidos, Argentina, Brasil, Uruguay y Chile.
A partir de 1959 ingresa a la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile como ayudante de Cátedra, luego como Profesor Suplente y Profesor de las Cátedras de Explotación Lechera y Zootecnia, posteriormente Profesor de Anatomía y Fisiología Animal. En sus últimos años en la Universidad ejerció el cargo de Profesor de la Asignatura de Inspección e Higiene de los Alimentos hasta su retiro en 1985 y luego continuó colaborando con igual interés y dedicación hasta su deceso.
Siendo miembro de Colegio Médico Veterinario participa en numerosas actividades científicas, gremiales, culturales y sociales. Fue Consejero por largo tiempo, luego Secretario General durante dos períodos y posteriormente Presidente Nacional los años 1980 a 1982. Terminado su período directivo colaborando en el Colegio con la misma seriedad y dedicación en distintas comisiones, siendo una de ellas, la organización del XIII Congreso Panamericano de Ciencias Veterinarias, efectuado con gran éxito en Santiago.
Como Presidente de la Sociedad de Medicina Veterinaria, desde 1993 hasta su fallecimiento, se preocupó de organizar y realizar numerosas charlas y actividades científicas que el mismo se encargaba de promocionar.
Sus compañeros y colegas le recordaremos por sus excepcionales condiciones de solidaridad y generosidad con sus semejantes, fuerza y energía para defender sus posiciones, su gran dedicación al trabajo y su gran espíritu gremial, será para nosotros un ejemplo en lo humano y profesional.
Al momento de su partida le sobreviven su esposa Alicia Méndez Nacarella y sus dos hijas María Alejandra y María Isabel.
...Yo lo conocí... El "tatarita" era un hombre activo, trabajador, emprendedor, CORRECTO y HONRADO. Era un buen profesor y amigo. En 1961 nuestro curso fue a Buenos Aires y a Montevideo, y él estaba a cargo de todo. Me llamó la atención esa vez que no se quedaba callado ante ningún profesor del Atlántico. Antes habíamos ido en gira por el sur de Chile llegando hasta Calbuco, y él a cargo, organizando todo. Enfrentando situaciones y dando la cara, eso también me llamó la atención... Después lo tuve en mi examen de grado! Luego de jubilar iba a la Escuela de Veterinaria de la U como todos los jubilados. Siempre me iba a ver y creo que me contó 100 veces cuando le puso los puntos a las ies a un Ministro de Agricultura. Nos vimos mucho en la Sociedad de Medicina Veterinaria, y curiosamente noté que me estimaba de verdad. Vivía en Seminario cerca de Providencia. Recuerdo verlo caminar por esos entornos con su paso rápido y decidido, apurado, feliz de la vida. Era un gran conversador. Lo recuerdo porque no era político, y si lo era no se le notaba, lo que es mucho decir en nuestro ambiente profesional y universitarios!!!
Puedo decir que era amigo mio!
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