viernes, 16 de noviembre de 2018

LA MEDICINA VETERINARIA Y YO. Capítulo 2.

Patricio Berríos Etchegaray

La medicina veterinaria y yo

CUREPTO (1948 – 1956)


De Calbuco a Curepto, o desde un pueblito rodeado de mar a otro rodeado de cerros. Vaya cambio. De los moscardones a los zancudos, de la arena a la greda, de las grosellas y murtas o murtillas a las zarzamoras. De los bosques de avellanos a los bosques de pino o eucaliptos; del mar a la erosión y dunas de arena… De los botes a las carretas y caballos… De los barcos a los trenes...En fin todo un cambio, la greda con que hacía cacharros me produjo alergia y se acabó mi vena artística, para que decir el litre alergénico, hasta que aprendí que hay que saludarlo tres veces y así no pasa nada…Y no llovía nunca. Un día cayeron unas gotitas de agua, nada que ver con los aguaceros del sur… y salimos de la casa a ver llover en Curepto…


En este antiguo corredor frente a la plaza jugábamos ping-pong


Curepto era bien huaso! De dónde venís le preguntaron a un hombre de los cerros, de Rapilermo contestó, y adónde vay, a Cureuto, y que llevay ahí, sandillas, tumates, cirguelas y uraznos, y que vay a hacer en Curepto, voy al Espital… Cierto, ciertísimo, así hablaban los huasos, no como en Calbuco que lo hacían cantadito… y en muy buen español…

En Curepto había tres o cuatro automóviles y dos camiones… y el jeep del cura norteamericano de los Mericknoll; mi papá se compró un Ford 35 descapotable (convertible) patente XG 371 Ñuñoa (No lo olvido) …en ese autito aprendí a manejar casi  solo, guiado por el maestro Garay. Bueno en Calbuco sencillamente no había autos ni nada parecido, en aquel entonces…

Ford 35 (parecido al de mi papá)
















Bicicleta Centenario (casi igual a la que tenía en Curepto)


Ahora recuerdo que lo más parecido a veterinarios eran los mariscales de carabineros, que atendían y herraban a los caballos de carabineros. Y harto que anduve en esos caballos, (mi papá era médico de carabineros). Nunca me caí en esos caballos, pero si en una yegua de gran alzada, corriendo en un fundo, frente al fundo Lora, o sea al otro lado del  río Mataquito. Quedé inconsciente con el golpazo y rota la cara…

En Curepto vi matar gallinas apretándoles el cogote contra el brazo, matar cerdos con un cuchillazo en el corazón, y a los pavos de un hachazo en el cogote. Cosas del campo… Un buen día mi papá les aconsejó a unos huasitos que construyeran un pozo para hacer sus necesidades, y ellos contestaron que no porque qué iban comer las gallinitas…cosas del campo de los ´60.

Mi primera comunión en Curepto 1950


Tantas carretas chanchas (de rueda chica), tantos bueyes; trillas a yeguas, carreras de caballo a la chilena… recuerdo el olor a pasto seco en el verano, la clara agua del estero, y los cerros de la cordillera de la costa típicos… Y tanta fruta, sandías, uva que no había en Calbuco. Y las flores hermosas de Calbuco dalias y amapolas, y en Curepto las famosas camelias blancas y rojas! De mi mamá heredé el amor a las flores, y yo le puse mi amor a las flores silvestres como el dedal de oro (Scolcia californiana)…


La plaza de Curepto

Pero… a Curepto sólo lo conocí en vacaciones porque estuve interno en el Liceo de Hombres de Talca, donde terminé mis preparatorias y luego en el Instituto San Martín de Curicó, colegio donde terminé mis humanidades. Estas vivencias estudiantiles fueron fundamentales en mi vida pre universitaria.  En estos colegios estuve interno.




Liceo de Hombres de Talca


En ambos colegios tuve muy buenos profesores, a la antigua los del Liceo, y muy pero muy eficientes los “mochitos” del Instituto. Por recordar algunos, el barraco Mariano González, el pelao Carlos Marchant, la zorra Villarroel, monsieur Aguilera, el temblorcito Norambuena, don Guillermo Solar Cruz, el señor Rubén Valdez, “topaze” Gastón Lagos Urbeta, entre otros. Y de los curitas, los mejores el “palmeras” hermano Pedro Estalisnao, el “micrón” hermano Hilario, y el hermano Cristóbal, viejito sabihondo; todos ellos exigentes y de primera, realmente eran buenos profesores, todos ellos.




Internado del LHT. Edificio oriente


Durante 4 años viajé en tren de Licantén a Curicó (tren de trocha angosta), y de Curicó a Talca, y los últimos años sólo de Curicó a Licantén. Una vez viajé solo a Santiago en tren, partí en tercera de Talca y llegué Santiago en primera clase. Nadie me dijo nada porque era cabro chico...

Bus carril o góndola carril



Anécdotas de aquella época hay muchas, pero las dejaré para otra oportunidad. Valga recordar que una vez fui elegido representante de mi curso para asistir a un evento en el Liceo de Niñas de Talca, no olvido a las chiquillas con sus hermosos trajecitos, sus bailes y sus actuaciones… En el Instituto fui obligado por mis malas notas en música a ingresar al coro del colegio, lo que hice con gran gusto y con gran mala voz, incluso canté en la catedral de Santiago para un 8 de diciembre con la suerte que mi mamá que estaba en Santiago, asistió, y se dio cuenta que estaba yo porque según ella, el que desafinaba era su hijo… También recuerdo que en 6° Humanidades los alumnos de todos los cursos me eligieron como el mejor compañero. Una gran cosa para mi!!!

Volviendo a Curepto propiamente tal, recuerdo los velorios que duraban toda la noche, con comida y trago, y hartos chistes… recuerdo haber visto, cerca de mi casa, a una guaguita muerta, exhibida en una ventana y muy adornada con cosas de colores. Ví algunos muertos en la morgue del Hospital, a donde tenía entrada liberada... Recuerdo a una chiquilla totalmente azul, muerta por problemas cardíacos y a un ahogado en el río Mataquito que ya estaba verde…No olvido haber acompañado a mi papá a realizar una autopsia a un señor enterrado una semana antes. Le abrieron la cabeza y mi papá rápidamente dictaminó que había muerto por un golpe contundente…la verdad es que lo que no olvido es el hedor que despedía, terrible, espeso…

Un día en que andaba en bicicleta por el pueblo, por la calle Lien, vi un tumulto en una casa y me bajé a ver que pasaba, se había matado un señor de un balazo en la cabeza y todo estaba disperso, pegado en una pared… en eso estaba, medio espantado, cuando alguien me agarra de un brazo y me echa para afuera, era mi papá que junto al cura y al juez eran los primeros en llegar a constatar este tipo de macabros hechos…



En esta casa vivímos en Curepto

En Calbuco era algo parecido, recuerdo en un gran temporal, llegaron a buscar a mi papá para ir a ver un enfermo de una isla vecina, y él tenía sus dudas de embarcarse en un chalupón, pero lo convencieron al decirle que el cura ya estaba en el muelle… Ahora, me han contado que en esos pueblitos de no más de 3000 habitante, hay 2 ó 3 médicos, con ambulancia y buenos hospitales, nuevos como el recientemente inaugurado en Curepto… Con buenos Liceos, por lo que me imagino que los cabros no tendrán que ir a estudiar a Curicó o a Talca…

Un día me arranqué de mi casa enojado y furioso, caminé unos 4 kilómetros hacia Licantén. No pensaba volver, pero, un camión con gente se paró cerca del puente donde yo estaba, y me subí pero volví a la casa... Algo de gatos, un día, en verdad en la noche, una de las gatas parió en mi cama sobre mis pies... toda una experiencia veterinaria. Otra: teníamos una gatita, la gatita alzada, que mi mamá se la regaló a una viejecita del campo la señora Peta (Petronila) que vivía lejos del pueblo. Echábamos de menos a la gatita alzada tan dulce y bonita, pero brava, hasta que apareció de nuevo en casa, nunca se supo como lo hizo para volver, yo sí lo supe, en camión…




Familia Berríos Etchegaray en Curepto (1950)


Vuelvo al Instituto curicano, cuando íbamos a jugar fútbol al Estadio La Granja, volvíamos al internado y nos pasábamos a tomar una cerveza al local de la Sra. Zenobia que estaba en la esquina enfrente del colegio… o cuando en 6° año íbamos a escuchar música en un Burlitzer que tenía un localcito cercano a la estación de ferrocarriles, por supuesto nos tomábamos 1 ó 2 cervezas, no más, hasta que unas señoras de cierta edad nos acusaron, porque nuestro uniforme nos había delatado como alumnos del Instituto San Martín el colegio más “high” de Curicó…y hasta ahí llegó nuestra incursión por la vida…



Instituto San Martín de Curicó. Antiguo edificio que se quemó


Del edificio en que estudié no queda nada. Actualmente hay un edificio moderno, y es un colegio mixto y su rector es rectora… ¡Cómo cambian los tiempos!




Seleccionado de basquetbol del ISM (1955)



Seleccionado de ping pong del ISM 1955






No cabe  

No tengo la menor duda que el  Bachillerato de aquel entonces, marcó la transición de mis estudios de las humanidades a los de Medicina Veterinaria. Tuve mucha suerte en el mentado Bachillerato, en el sorteo de asignaturas a rendir me tocó francés, zoología y física. Obtuve 29 puntos distribuidos de la siguiente manera: un 6 en Comprensión Redacción (nunca bajé de 6 en los ensayos), un 5 en historia (no me acordé de quienes eran Los tres Antonios), un 6 en francés (con un artículo muy parecido al castellano), un 6 en Zoología (con atiparasitarios y cosas parecidas que conocía desde Calbuco), y un 6 en Física, en un examen oral en que pasé a la pizarra muerto de miedo, mi dictaron un problema y yo dije aquí estoy frito, pero era solamente una sumatoria sobre valores obtenidos por las leyes de Kirkov o algo así, con la trampita que había que manejar fracciones, y como yo sabía, obtuve un resultado concordante con el esperado. Con estos 29 puntos salí hasta en el diario La Prensa de Curicó, como los mejores puntajes de esa temporada junto a Benjamin Rodrigo Mellado V.

En ese mismo año mi papá se trasladó a Santiago, y yo empecé a estudiar veterinaria en la Chile, lo que en sí mismo es otro cuento… y desde allí empezamos realmente con la veterinaria 

sábado, 13 de octubre de 2018

DISTEMPER CANINO. ASPECTOS VIROLÓGICOS. Patricio Berríos E. Octubre, 2018.


DISTEMPER CANINO.  Aspectos virológicos.
Patricio Berríos E. 2018

Introducción

El virus que causa el distemper canino (VDC) o moquillo canino es un Morbillivirus de la familia Paramyxoviridae. Es un virus ARN de tamaño intermedio. Sus principales proteínas son: proteína H de la hemoaglutinina, proteína F de fusión, y NC de nucleocápside. Tiene envoltura. Es sensible al calor y a la LUV. En frío resiste meses sin perder su infecciosidad.
El VDC es un virus linfopoyético que produce inmunosupresión. Se multiplica en macrófagos.  Este virus es considerado de alta plasticidad. Es muy adaptable. Tiene un alto rango de hospederos en carnívoros. Y produce una enfermedad multisistémica. Sin embargo, su replicación en cultivos celulares es muy restringida. No produce ECP. No se multiplica en huevos embrionados. Y en animales de laboratorio el hurón sería el más susceptible.
Según Terio y Craft (2013), el distemper canino (DC) debería ser denominado como “distemper de los carnívoros” por el gran número de hospederos carnívoros que tiene.
Edward Jenner en 1809 describió magistralmente el DC (Jenner, 1809).
El agente causal fue aislado en 1905 por Henri Carré, de allí el nombre de enfermedad de Carré del DC (Carré, 1905).  Sin embargo, fue Karle el primero en efectuar la transmisión experimental del DC (1844).
De acuerdo con Hensinger el DC pasó de Perú a España en 1753. Ulloa describió el DC en España (1764). En 1763 murieron 600 perros de DC en Madrid (en un día).
El VDC presenta un solo tipo antigénico con varios biotipos y al menos 10 linajes genéticos. Los principales biotipos descritos son:  Cepas Snyder Hill; A75/17 y R52 que son más virulentas y neurotrópicas. Cepa Rockborn que produce polioencefalomielitis. Otras cepas producen desmielinización.
Los antígenos virales se encuentran en las hemoaglutininas, proteínas de fusión y nucleocápsides y son capaces de inducir la producción de anticuerpos seroneutralizantes (Ac SN) protectivos.
El VDC se multiplica inicialmente (24 a 48 hrs post infección) en macrófagos alveolares y bronquiales, hace viremia y luego va a órganos linfoides. Así evade las defensas innatas. Si los títulos de Ac SN son mayores a 100 no se produce la enfermedad, si son menores el VDC invade epitelios y entre 7 y 14 días post infección se produce el cuadro multisistémico que se inicia con síntomas respiratorios o digestivos.
El período de incubación es variable de 3 a 14 días. El VDC se empieza a eliminar 7 días después de la infección y antes que aparezca la sintomatología específica. La eliminación de virus puede durar entre 2 y 3 meses.

Análisis antigénico de variantes genéticas del virus distemper canino (Anis et al, 2018)

A medida que este virus se adapta, el número de especies susceptibles está aumentando (Deem et al., 2000), haciendo de este virus un objetivo muy poco probable para la erradicación. Por lo tanto, el control tiene que ser a través de programas de vacunación.   La mayoría de los casos de DC usualmente ocurren solo en perros no vacunados o vacunados de forma incompleta (Dubovi et al., 2011).   El virus produce una enfermedad grave en los perros y las vacunas contra el DC son, por lo tanto, parte de las vacunas básicas recomendadas para perros.
En los últimos años, ha habido informes de casos de DC en perros vacunados en todo el mundo, incluidos los EE.UU. (Kapil et al., 2008; Gamiz et al., 2011; Budaszewskia et al., 2014; Espinal et al., 2014; Zhao et al., 2014; Riley y Wilkes 2015).  Es probable que estos casos se relacionen con manejo inadecuado de la vacuna, interferencia de anticuerpos, series de vacunación incompletas en cachorros, o vacunación de animales ya infectados con el virus.                                 
La literatura actual no ha abordado adecuadamente el potencial de diferencias antigénicas entre las cepas de vacuna y las cepas de tipo salvaje que circulan actualmente.
Existen muchas cepas del VDC diferentes que circulan en EE.UU. y en todo el mundo, y todas son genéticamente diferente al clado América-1 que contiene la mayoría de las cepas de vacunas contra el DC (Riley y Wilkes 2015).
En un trabajo realizado por Anis et al., 2018, los genotipos del virus del moquillo canino muestran diferencias antigénicas entre las cepas vacunales, incluidas las cepas del genotipo America-1. (Onderstepoort y Synder Hill) y la cepa Rockborn. Estas diferencias antigénicas están probablemente relacionadas con epítopos específicos que no producen anticuerpos de reacción cruzada, como lo que se ha aceptado y determinado para el virus del sarampión (Munoz-Alia et al., 2017) y sugerido para el VDC (Bi et al., 2015).
Una vacuna con el virus de la rabia recombinante que expresa la proteína H de la cepa Onderstepoort no protegió contra una cepa del VDC de tipo salvaje en un estudio de desafío (von Messling et al., 2017). La literatura anterior ha descrito epítopos que producen anticuerpos que no reaccionan de forma cruzada con las cepas de la vacuna (Appel et al., 1994; Bi et al., 2015), pero varios anticuerpos monoclonales han demostrado que reaccionan de forma cruzada entre la cepa de vacuna y la de tipo salvaje. Basado en un estudio de avidez, los hallazgos previos probablemente se mantengan con respecto a estas cepas actualmente en circulación.  Inmunidad mediada por células no se aborda específicamente en este estudio, pero se ha demostrado que los anticuerpos neutralizantes son más importantes para la prevención de enfermedades neurológicas asociadas con el virus del moquillo canino (Summers et al., 1984; Hirayama et al., 1991).
Debido a que existen diferencias antigénicas entre las cepas del VDC, existe la posibilidad de una protección incompleta, y el efecto clínico de esto es probable más significativo para algunas cepas que para otras, dependiendo de las diferencias en los epítopos entre cepas de tipo salvaje y vacunanales (Bi et al., 2015). Sin embargo, se espera que al igual que el virus del sarampión, los epítopos estén ubicados en las regiones necesarias para la configuración apropiada de proteínas para la unión del virus y la célula, por lo que la cantidad de cambio genético (y por lo tanto, el cambio antigénico) que puede tolerarse es limitado (Munoz-Alia et al., 2017). Sin embargo, a diferencia del virus del sarampión, el VDC ha aumentado su plasticidad con mayor rango de hospederos, y cambios genéticos en regiones importantes que darían lugar a la desestabilización del VDC, pero,  parece haber sido compensada por cambios adicionales para neutralizar los efectos negativos (Sattler et al., 2014). Esta adaptabilidad resulta en cambios antigénicos.               La protección parcial puede explicar por qué los casos de DC en animales vacunados no son más altos que los que actualmente estamos viendo. Muchos casos ahora aparecen clínicamente como tos de las perreras (solo signos respiratorios) en lugar de la enfermedad multisistémica clásica (Mitchell et al., 2017). También ha habido casos asociado solo con signos neurológicos (Schatzberg et al., 2009); por lo tanto, es probable que muchos casos de DC no sean reconocidos. Sin embargo, con la vacunación reducida en algunas poblaciones de perros domésticos, la inmunidad del rebaño es menor (Riley y Wilkes 2015), por lo que es probable que se detecten casos más clásicos en animales previamente vacunados debido a una mayor exposición. Varios brotes han sido reportados recientemente en vida silvestre, manteniendo la amenaza de DC para perros domésticos. Es lógico que el riesgo de infección por VDC en perros domésticos será mayor en áreas con mayor acceso a especies de fauna silvestre que son reservorios conocidos del virus (por ejemplo, mapaches), como los que se observaron en Tennessee (Riley y Wilkes 2015).
Los hallazgos en este estudio demuestran aún más la importancia de una respuesta de anticuerpos robusta.
El uso previo de vacunas muertas no proporcionó protección en el campo. Estas vacunas producen una respuesta inmunogénica deficiente (Appel et al., 1984). Asumimos que esto se debió en parte a la anterior metodología utilizados para la inactivación, que probablemente afectó los epítopos del virus. Además, ahora hay mejores adyuvantes disponibles, por lo que esperamos una mejor respuesta. Sin embargo, la respuesta de anticuerpos neutralizantes fue aun significativamente inferior a la que se produce con una vacuna preparada con virus vivo modificado.
Las diferencias antigénicas entre las cepas son mucho más evidentes con una respuesta de anticuerpo más baja, en los animales vacunados con un VVM que se utilizan en la misma comparación.
Es importante tener en cuenta que los animales que recibieron la vacuna VVM en este estudio fueron animales SPF que se vacunaron solo con una cepa de VDC VVM. Por lo tanto, esta comparación representa el mejor escenario y los títulos producidos con vacunas multivalentes en perros en un ambiente normal no pueden producir una respuesta similar. Si el título de anticuerpos neutralizantes producido no es robusto, los anticuerpos contra cepas heterólogas pueden no ser adecuados para ser totalmente protectores. Además, como los anticuerpos disminuyen entre los períodos de vacunación, es probable que haya un margen en el que los anticuerpos ya no serán protectores contra cepas heterólogas.
La determinación de un título de protección solo se puede realizar con precisión con estudios de desafío, pero en este estudio se desafiaron a los perros con una cepa que es del mismo genotipo (América-1) que la vacuna (Gore et al., 2005). Por lo tanto, este tipo de estudios puede no traducirse a lo que podemos esperar cuando los perros vacunados son desafiados en el campo con cepas de tipo salvaje. Además, los ensayos de neutralización utilizados para determinar los títulos de protección se realizan de forma rutinaria con un América 1 cepa (Onderstepoort). De nuevo, esta es la misma cepa que la mayoría de las vacunas contienen, por lo que es probable que los títulos no representen adecuadamente la neutralización contra cepas de tipo salvaje (Riley y Wilkes 2015).

Con base en los títulos producidos en los perros libres de patógenos específicos en este estudio con la cepa del genotipo America-1 en vivo, las cepas vivas modificadas actualmente disponibles (cualquiera de las vacunas disponibles comercialmente, excepto VANGUARD) también deben proporcionar protección para las cepas circulantes de tipo salvaje, si un título de ≥32 se considera protector (Gray et al., 2012). Sin embargo, como se mencionó anteriormente, los resultados se produjeron en una situación de mejor caso con solo 2 perros SPF, y esto puede no representar la situación vista en un entorno natural. Recientemente, se informó que títulos SN eran mucho más bajos de lo esperado en perros vacunados que fueron hospitalizados en una unidad de cuidados intensivos (Mahon et al., 2017). Tampoco vimos una neutralización cruzada tan abundante. como respuesta con una vacuna MLV (cepa America-1) en comparación con la cepa America-4 circulando en los Estados Unidos en nuestro estudio anterior (Riley y Wilkes 2015).
En el estudio de neutralización cruzada, Onderstepoort produjo la menor cantidad de protección cruzada de anticuerpos contra el genotipo America-4, en comparación con las otras cepas. En protección cruzada los anticuerpos contra la cepa America-4 eran muy fuertes, pero cuando el virus inactivado se usó como vacuna, parece haber producido más anticuerpos específicos de la cepa en los perros en los que se estaba usado. Curiosamente, América-5 produjo una respuesta opuesta. Los anticuerpos neutralizantes cruzados producidos por otras cepas para este genotipo fueron más bajos que los anticuerpos de neutralización cruzada de esta cepa producida contra otros genotipos cuando se usa como vacuna la cepa específica. Los de anticuerpos producidos por este virus fueron bastante bajos. Esto se refleja en los valores r para esta cepa, tal como se demostró que no tienen diferencias antigénicas con respecto a las otras cepas, excepto Onderstepoort.
No hay diferencias antigénicas entre las cepas America-3, 4 y 5 y la cepa tipo Ártico. Es interesante notar que la cepa similar a la del Ártico circuló en los Estados Unidos. desde hace varios años (manuscrito en preparación). Un estudio genético más profundo de estos linajes es garantizado en el futuro.                                                                                                                                                             En conclusión, según los resultados presentados, existen diferencias antigénicas entre cepas de vacuna America-1 y cepas de tipo salvaje que circulan actualmente. La magnitud de un título de vacunación parece ser importante para la neutralización cruzada y la protección de tipo salvaje. Teniendo en cuenta este hallazgo, los veterinarios pueden necesitar reexaminar sus políticas de vacunación, particularmente en las regiones de los EE. UU. en las que se sabe que la vida silvestre está infectada con VDC.
Los fabricantes de vacunas deberían considerar la posibilidad de producir una vacuna actualizada para proporcionar mejores reacciones de neutralización para cepas de tipo salvaje. Basado en los resultados de este estudio, una nueva vacuna probablemente deberá incluir múltiples cepas para que sean más efectivas en todo el mundo.

Referencia bibliográfica

Antigenic analysis of genetic variants of Canine distemper virus (1)
Authors: Eman Anis, Amy L. Holford, Gina D. Galyon, Rebecca P. Wilkes
PII: S0378-1135(18)30147-0 DOI: https://doi.org/10.1016/j.vetmic.2018.03.014
 Reference: VETMIC 7907  To apVETMIC 2018.

sábado, 19 de mayo de 2018

2.  LOS VIRUS COMO ENTIDADES FÍSICAS

2. 1.  Tamaño de  los virus

Los virus son tan pequeños que pueden pasar a través de  filtros que normalmente retienen a las bacterias. Comparten esta característica con las clamydias  y mycoplasmas que presentan una fase filtrable.

El tamaño de los virus se ha establecido por procedimientos de ultrafiltración, ultracentrifugación y microscopía electrónica.  Esta característica física se expresa en nanómetros (nm) o milimicras (mμ), unidad que corresponde a 0,000.001 mm. El rango de tamaño de los virus se encuentra entre 25  y 300 nm. Los virus más pequeños son los picornavirus de la fiebre aftosa y de la poliomielitis humana, y los parvovirus que tienen un diámetro de aproximadamente 25 nm. Los virus más grandes corresponden a los virus  pox que causan las viruelas, con un tamaño aproximado de 300 nm. Los filovirus (virus Ebola) pueden alcanzar un largo cercano a los 300 nm.

Los mimivirus  “Acanthamoeba polyphaga mimivirus”  son los virus ADN más grandes con  alrededor de 400 nm de diámetro. Su cápside es de forma icosaédrica, el virión carece de envoltura y el genoma es ADN circular de cadena doble (ADNdh), de 1,2 Mb de longitud y tienen 1.260 genes. En 2010 se ha identificado un virus gigante marino que infecta a la “Cafeteria roenbergensis”, que tendría una gran relevancia ecológica. Estos virus “CroV” tienen un genoma que contiene aproximadamente unos 730.000 pares de bases lo que lo convierte en el virus marino más grande conocido lo que lo convierte en el virus marino más grande conocido. El virus, denominado CroV, posee numerosos genes que suelen utilizar las células vivas para reparar daños en el AND y para sintetizar proteínas y azúcares. El virus, denominado CroV, posee numerosos genes que suelen utilizar las células vivas para reparar daños en el AND y para sintetizar proteínas y azúcares.

El tamaño de las partes constitutivas de los virus se expresa en Angstroms (Aº),  medida que corresponde a una décima de nanómetro. En los virus con forma  de bala (rhabdovirus) el ancho de la partícula viral es de 500 Aº y el tamaño de las proyecciones de superficie  es de 100 Aº. El largo de estos virus es de 180 nm.



2. 2.  Morfología  viral


La morfología viral está dada por la disposición espacial de sus estructuras.  La forma de los virus se ha establecido mediante observación con el microscopio electrónico que es capaz de resolver partículas que se encuentren a una distancia de 0,001 μm. La técnica más usada es la tinción negativa con fosfotungstato de potasio. En cortes de tejido se utiliza la tinción con acetato de uranilo.

Los virus presentan diversas morfologías, pudiendo ser isométricos o esferoidales (virus aftoso), alargados o tubulares (virus mosaico del tabaco) o tener formas mixtas (fagos bacterianos).

Algunos virus  tienen forma de bala (virus de la rabia) o  formas complejas como ladrillos (virus de las viruelas), otros son alargados (virus Lassa).

Químicamente los virus están constituidos por un solo tipo de ácido nucleico (AN), escasas proteínas, y en algunos casos por lípidos y glúcidos de origen celular. Estas moléculas forman las siguientes estructuras: nucleoproteína, cápside, matriz, envoltura o manto lipídico y espículas o proyecciones de superficie (peplómeros).

El ácido nucleico, ARN o ADN, siempre tiene una ubicación central. El ácido nucleico junto a  proteínas que se les adhieren y facilitan su plegamiento conforman la nucleoproteína, también denominada nucleoide o “core”.

Las proteínas constituyen una verdadera cápsula que encierra y protege al ácido nucleico. La envoltura proteica se denomina cápside (del griego capsa: caja) y está formada por pequeñas subunidades de naturaleza polipeptídica, llamados capsómeros. La función de la cápside viral es fundamentalmente protectiva; además es antigénica y le confiere la forma a los virus no envueltos.

Cada capsómero está conformado por subunidades estructurales constituidos por tres polipéptidos o protómeros. Los capsómeros se ensamblan de acuerdo a principios geométricos y se distribuyen generalmente como hexámeros y pentámeros, visibles al microscopio electrónico.

Algunos virus presentan una estructura proteica, ubicada entre la cápside y la envoltura lipídica, llamada matriz, que les da una mayor rigidez.

El conjunto de ácido nucleico y cápside denominado nucleocápside se organiza estructuralmente adoptando dos fomas o simetrías: icosaédrica y helicoidal.

En  los virus con simetría icosaédrica la cápside envuelve como una cápsula al ácido nucleico viral. Estos  virus en microscopía electrónica se observan con formas esféricas debido a que son poliédricos isométricos. La mayoría son icosaédricos, con 20 caras triangulares y 12 vértices.  El número total de capsómeros es característico para una determinada familia viral. Los adenovirus tienen 252 capsómeros y los herpes 162. El número de capsómeros y su presentación geométrica constituyen criterios utilizados en la clasificación viral

En los virus con simetría helicoidal la nucleocápside se presenta como un espiral en que el ácido nucleico sigue la curvatura de la envoltura proteica, distinguiéndose nucleocápsides helicoidales rígidas y flexibles. Los virus con nucleocápside rígidas se observan  en microscopía electrónica como un cilindro o resorte alargado.

Los virus con nucleocápsides flexibles se presentan como estructuras pleomórficas, en que la nucleocápside se enrolla sobre sí misma. En este caso la nucleocápside es envuelta por una matriz proteica y una envoltura lipídica con proyecciones de superficie.

Los virus envueltos presentan una envoltura o manto lipídico originado en la célula hospedadora. La envoltura es típica de los virus herpes.

Ciertos virus presentan proyecciones de superficie de carácter glicoproteico, llamados peplómeros.  Los coronavirus poseen peplómeros que les confieren un aspecto de corona, de allí su nombre.


3.  LOS VIRUS  COMO ENTIDADES  QUÍMICAS

3. 1.  Composición  química

Los virus más simples están formados por el ácido nucleico genómico y escasos polipéptidos, mientras que los más complejos tienen además hidratos de carbono y lìpidos.  Los arenavirus contienen ribosomas de origen celular que adquieren al salir por gemación de la célula donde se han multiplicado; estos ribosomas son afuncionales.

Acidos nucleicos.  El ácido nucleico viral  se encuentra en el interior del virión, enrollado y firmemente unido a proteínas constituyendo el núcleo viral o “core”.  Según sea el ácido nucleico que contengan los virus se clasifican primariamente en: desoxirribovirus con ADN y ribovirus con ARN.  Los ribovirus constituyen el único ejemplo en la naturaleza en que la información genética se almacena exclusivamente en el ARN.

El ácido nucleico viral que constituye el genoma del virión es el responsable del carácter infeccioso del virus y al contener toda la información necesaria para perpetuar una especie viral o linaje es responsable de la continuidad genética de la especie viral. Un virus defectivo que carece de ácido nucleico no es infeccioso; a su vez, un virus tratado con un inactivante como la luz ultravioleta pierde su infecciosidad.

Los ácidos nucleicos virales son haploides, presentan una copia de cada gen  con excepción de los virus de la leucosis que son diploides.

El ADN celular es biténico y el ARN celular es monoténico; sin embargo, los ácidos nucleicos virales  presentan varias excepciones, existiendo ADN monoténicos (parvovirus), ADN cíclicos (virus polioma), ARN biténicos (reovirus) y ARN fraccionados (myxovirus, arenavirus y bunyavirus).

Las cadenas de un ácido nucleico biténico son de polaridad opuesta y complementaria: si una es positiva (+) la otra será negativa (-). Un virus monoténico es (+) o de cadena (+) cuando su genoma tiene la polaridad para actuar como ARN mensajero dentro de la célula, iniciando y completando la síntesis de proteínas virales. Un virus será considerado como (-) si su genoma  no puede actuar como ARNm directo, requiriendo la síntesis de ARNm específico viral. Los virus (+) son capaces de infectar a las células con su ácido nucleico el que actúa como ARNm.

El peso molecular del genoma viral varía entre 2 y 160  millones de daltones. Los virus ADN tienen entre 4,5 y 200 kbp; los virus ARN tienen entre 2 y 18 kb.  Genomas tan pequeños sólo contienen entre 4 y 200 genes que les permiten codificar no más de 200 proteínas.

Proteínas. Son codificadas por el genoma viral y producidas por la célula hospedadora.  Están constituidas por L-aminoácidos corrientes y muchas de ellas son glicoproteínas. Debido al pequeño tamaño del genoma viral su número es escaso por lo que se repiten.

Las proteínas  virales se clasifican  en proteínas estructurales  y no estructurales.

Las proteínas virales estructurales pueden ser internas se ubican en la nucleoproteína, y externas que constituyen la cápside, el manto lipoproteico y las proyecciones de superficie. Las proteínas virales  no estructurales corresponden a aquellas que se producen precozmente durante el ciclo de replicación viral, pueden ser proteínas tempranas de desnudamiento o proteínas que bloquean la síntesis de las macromoléculas celulares.

Las proteínas  de la cápside, envoltura lipídica y proyecciones de superficie constituyen verdaderos receptores que se unen con los receptores celulares, confiriendo la especificidad de los virus por las células lo que se traduce en un marcado tropismo de los virus por  ciertas células, tejidos u órganos comprometiendo, por lo tanto, a determinados sistemas y órganos a la acción patógena viral. Si la célula no tiene receptores para un virus éste no la infectará al no poder introducir su ácido nucleico. Consecuentemente si una especie animal o vegetal no tiene células con receptores para un determinado virus no será infectado por él. Sin embargo, esto se ha conseguido experimentalmente mediante la inoculación de ácido nucleico (transfección)   del virus de la poliomielitis humana en una célula de origen canino no susceptible a este virus, lográndose que estas células repliquen el ácido nucleico viral y produzcan nuevos viriones.

Las proteínas virales conforman los determinantes antigénicos responsables de la antigenicidad del virión, lo que permite al organismo infectado reconocer a los  virus como extraños y montar una respuesta inmunológica para finalmente eliminarlos. Estas proteínas se organizan en cápsides icosaédricas o nucleocápsides helicoidales que además de conferir una determinada forma al virus, protegen el acido nucleico viral de la acción deletérea de las endonucleasas celulares y de  pH extremos.

Los lípidos, de origen celular, se ubican en el manto de los virus envueltos como una capa bilipídica que presenta los enlaces hidrofóbicos hacia el interior del virus.  Los virus adquieren la envoltura lipídica en la membrana citoplasmática por un proceso similar a la gemación. En algunos virus se han detectado glicolípidos, fosfolípidos, colesterol y triglicéridos. Los virus envueltos son susceptibles a la acción de solventes de lípidos como el cloroformo y éter.

Los carbohidratos, también de origen celular, se encuentran asociados a proteínas y lípidos formando glicoproteínas y fosfolípidos. En algunos virus se han encontrado manosa, glucosa, galactosa y glucosamina.

La calidad y concentración de los lípidos y carbohidratos serán semejantes a la de la membrana citoplasmática de la célula en que el virus se replicó.

Las espículas o proyecciones de superficie, constituidas por 2 ó 4 glicoproteínas, tienen propiedades antigénicas, y participan en la unión específica del virus a la célula y en el fenómeno de interferencia viral.

Las enzimas virales pueden ser proteínas estructurales (nucleoproteína) o proteínas tempranas. De acuerdo a su funcionalidad se clasifican en seis grupos:  

1. Enzimas que afectan la interacción del virus con la superficie de la célula. Ejemplo:
   neuroaminidasa, lisozima.
2. Enzimas que transcriben el ADN viral en ARNm. Ejemplo: ARN polimerasa ADN
   dependiente.
3. Enzimas que transcriben  el ARN viral en ADN. Ejemplo: transcriptasa reversa.
4. Enzimas que replican ADN viral. Ejemplo: ADN polimerasa ADN dependiente.
5. Enzimas que adicionan grupos terminales específicos al ácido nucleico viral. Ejemplos:
   nucleótido fosfohidrolasa (convierte el terminal 5`trifosfato en difosfato), guaniltransferasa,
   ARN metilasa, y poli(A) polimerasa.
6. Otras enzimas virales son: proteína kinasa (fosforilan proteínas), ribonucleasas,
   desoxyrribonucleasas, endorribonucleasas y  polinucleótido ligasa.

3. 2.  Inactivación  viral

Se entiende por inactivación viral la pérdida de la capacidad infecciosa de un virus, es decir la propiedad de infectar células susceptibles. La inactivación viral  ocurre cuando el ácido nucleico viral o las proteínas virales son alteradas por tratamientos físicos o químicos, lo que conduce a que el ácido nucleico no se transcriba ni se replique, o a que el virus no se una específicamente a las células. Los principales inactivantes virales son el calor, las radiaciones y ciertas substancias químicas.

1. Calor.  Los virus animales son muy variables en cuanto a su termosensibilidad, siendo más susceptibles los virus envueltos. El tratamiento térmico realizado a temperaturas superiores a 55º C desnaturaliza las proteínas ubicadas en la cápside y envoltura lipídica. La mayoría de los virus pierde totalmente su infecciosidad cuando son tratados a 55 - 60º C.

En términos generales los virus se inactivan rápidamente, en segundos, cuando son sometidos a 60º C;  en minutos cuando son tratados a 37º C; en horas a 25º C y en días a 4º C. Mantenidos a -70º C o a temperaturas más bajas en N líquido (-196º C) no pierden su infecciosidad.  

Algunos virus son muy susceptibles a los  cambios bruscos de temperatura, como por  ejemplo cambios de +37º C a -70º C. Frente a la  acción de la temperatura algunos virus pueden ser  estabilizados con sales (Mg Cl2, Mg SO4 y Na2 SO4) en concentraciones molares; de esta forma pueden ser mantenidos a temperatura ambiente (25º C) durante semanas sin perder su infecciosidad.

En el laboratorio se utilizan autoclaves (calor húmedo)  y el horno Pasteur (calor seco) para inactivar virus y bacterias.

2. Radiaciones. Los virus son inactivados por radiaciones ionizantes y no ionizantes. Las radiaciones ionizantes, raxos X o gamma, producen rupturas en el ácido nucleico viral; las no-ionizantes, luz visible (solar) y luz ultravioleta (LUV) también afectan el ácido nucleico al romper polinucleótidos o al formar dímeros de bases.   Para desinfectar laboratorios se utilizan lámparas de LUV.

3. Sustancias químicas. Se utilizan como desinfectantes o como inactivantes de virus en la preparación de vacunas.

Se agrupan en: agentes oxidantes como el cloro en hipoclorito de Na, y el yodo en tintura; agentes alkilantes: formaldehido y  glutaraldehido; agentes desnaturalizantes de proteínas: alcohol y fenol; agentes desnaturalizantes de ácido nucleico: beta-propiolactona y acetil etilenimina (AEI) binaria; detergentes; y colorantes vitales: rojo neutro, naranja de acridina y proflavina.  Los colorantes vitales se unen con el ácido nucleico viral el que se hace más sensible a la acción de la luz.

3. 3.  Preservación de la infecciosidad viral

En el laboratorio se mantiene la viabilidad de los virus, con fines de estudio o diagnóstico, manteniendo las suspensiones virales en congelación a temperaturas de -70º C (temperatura del hielo seco) o a -196º C (temperatura del N líquido) y adicionadas de elementos protectores como el dimetil sulfóxido (DMSO), glicerol o suero sanguíneo en un medio isotónico y  pH fisiológico. A temperatura de refrigeración, +4º C, la infecciosidad de los virus se mantiene aproximadamente durante una semana. Los virus también pueden ser mantenidos viables en forma liofilizada, agregándoles caseína o suero sanguíneo a la suspensión viral.

3. 4.  Purificación viral

El objetivo de todo proceso de purificación viral es obtener suspensiones virales libres de componentes celulares. Virus purificados son necesarios para estudios morfológicos, caracterización físico-química, aislamiento de ácido nucleico, preparación de antígenos para producir sueros antivirales o para ser utilizados en pruebas serológicas y en la preparación de vacunas subunitarias.

Un adecuado esquema de purificación viral permite no solamente separar a los virus de las partículas subcelulares sino que también concentrarlos.  Primero se centrifuga, la suspensión viral a 1.500 x G para eliminar los contaminantes groseros, y el sobrenadante obtenido se centrifuga a alta velocidad, 100.000 x G para disminuir el volumen de la suspensión viral.

Es  posible  obtener preparaciones virales altamente purificadas utilizando las siguientes técnicas: centrifugación diferencial, que consiste en aplicar ciclos alternados de baja y alta velocidad, precipitación con sales (polietilenglicol, sulfato de amonio, fluorcarbonos halogenados), en que se separan por precipitación las proteínas virales de las proteínas contaminantes, y  ultrafiltración a través de filtros con poros de tamaño menor a 0,10 μ.

Cuando se requiere un mayor grado de pureza se utiliza la centrifugación en gradiente y la isopícnica.  En la centrifugación en gradiente zonal de sucrosa o glicerol, a 90.000 x G durante 1 a 3 horas, los virus se separan de las partículas contaminantes subcelulares como ribosomas o restos de membranas celulares, debido a que poseen coeficientes de sedimentación diferentes.  En la centrifugación isopícnica en gradiente de una sal pesada como el cloruro de cesio, a 100.000 x G durante 14 horas, los virus se separan de los contaminantes subcelulares, que tienen un coeficiente de sedimentación similar,  debido a que su densidad de flotación es diferente.

En la preparación de muestras para el diagnóstico viral, éstas se  centrifugan entre 1.500 y 3.000 rpm durante 15 a 20 minutos para sedimentar los contaminantes más pesados, utilizándose el sobrenadante como inóculo viral. Para evitar las contaminaciones bacterianas el sobrenadante es pasado a través de filtros que retienen a las bacterias (filtros Seitz  de 0,45 μ y Millipore de 0, 10 μ ), o se les agrega antibióticos.