LA
MEDICINA VETERINARIA Y YO. Capítulo 2.
Patricio
Berríos Etchegaray
La
medicina veterinaria y yo
CUREPTO (1948 – 1956)
CUREPTO (1948 – 1956)
De Calbuco a Curepto, o desde un pueblito rodeado de mar a otro
rodeado de cerros. Vaya cambio. De los moscardones a los zancudos, de la arena
a la greda, de las grosellas y murtas o murtillas a las zarzamoras. De los
bosques de avellanos a los bosques de pino o eucaliptos; del mar a la erosión y
dunas de arena… De los botes a las carretas y caballos… De los barcos a los
trenes...En fin todo un cambio, la greda con que hacía cacharros me produjo
alergia y se acabó mi vena artística, para que decir el litre alergénico, hasta
que aprendí que hay que saludarlo tres veces y así no pasa nada…Y no llovía
nunca. Un día cayeron unas gotitas de agua, nada que ver con los aguaceros del
sur… y salimos de la casa a ver llover en Curepto…
En
este antiguo corredor frente a la plaza jugábamos ping-pong
Curepto era bien huaso! De dónde venís le preguntaron a un
hombre de los cerros, de Rapilermo contestó, y adónde vay, a Cureuto, y que
llevay ahí, sandillas, tumates, cirguelas y uraznos, y que vay a hacer en
Curepto, voy al Espital… Cierto, ciertísimo, así hablaban los huasos, no como
en Calbuco que lo hacían cantadito… y en muy buen español…
En Curepto había tres o cuatro automóviles y dos camiones… y el jeep del cura norteamericano de los Mericknoll; mi papá se compró un Ford 35 descapotable (convertible) patente XG 371 Ñuñoa (No lo olvido) …en ese autito aprendí a manejar casi solo, guiado por el maestro Garay. Bueno en Calbuco sencillamente no había autos ni nada parecido, en aquel entonces…
En Curepto había tres o cuatro automóviles y dos camiones… y el jeep del cura norteamericano de los Mericknoll; mi papá se compró un Ford 35 descapotable (convertible) patente XG 371 Ñuñoa (No lo olvido) …en ese autito aprendí a manejar casi solo, guiado por el maestro Garay. Bueno en Calbuco sencillamente no había autos ni nada parecido, en aquel entonces…
Ford
35 (parecido al de mi papá)
Bicicleta
Centenario (casi igual a la que tenía en Curepto)
Ahora recuerdo que lo más parecido a veterinarios eran los mariscales de carabineros, que atendían y herraban a los caballos de carabineros. Y harto que anduve en esos caballos, (mi papá era médico de carabineros). Nunca me caí en esos caballos, pero si en una yegua de gran alzada, corriendo en un fundo, frente al fundo Lora, o sea al otro lado del río Mataquito. Quedé inconsciente con el golpazo y rota la cara…
En Curepto vi matar gallinas apretándoles el cogote contra el brazo, matar cerdos con un cuchillazo en el corazón, y a los pavos de un hachazo en el cogote. Cosas del campo… Un buen día mi papá les aconsejó a unos huasitos que construyeran un pozo para hacer sus necesidades, y ellos contestaron que no porque qué iban comer las gallinitas…cosas del campo de los ´60.
Mi
primera comunión en Curepto 1950
Tantas carretas chanchas (de rueda chica), tantos bueyes;
trillas a yeguas, carreras de caballo a la chilena… recuerdo el olor a pasto
seco en el verano, la clara agua del estero, y los cerros de la cordillera de
la costa típicos… Y tanta fruta, sandías, uva que no había en Calbuco. Y las
flores hermosas de Calbuco dalias y amapolas, y en Curepto las famosas camelias
blancas y rojas! De mi mamá heredé el amor a las flores, y yo le puse mi amor a
las flores silvestres como el dedal de oro (Scolcia californiana)…
La
plaza de Curepto
Pero… a Curepto sólo lo conocí en vacaciones porque estuve interno en el Liceo de Hombres de Talca, donde terminé mis preparatorias y luego en el Instituto San Martín de Curicó, colegio donde terminé mis humanidades. Estas vivencias estudiantiles fueron fundamentales en mi vida pre universitaria. En estos colegios estuve interno.
Liceo
de Hombres de Talca
En ambos colegios tuve muy buenos profesores, a la antigua los
del Liceo, y muy pero muy eficientes los “mochitos” del Instituto. Por recordar
algunos, el barraco Mariano González, el pelao Carlos Marchant, la zorra
Villarroel, monsieur Aguilera, el temblorcito Norambuena, don Guillermo Solar
Cruz, el señor Rubén Valdez, “topaze” Gastón Lagos Urbeta, entre otros. Y de
los curitas, los mejores el “palmeras” hermano Pedro Estalisnao, el “micrón”
hermano Hilario, y el hermano Cristóbal, viejito sabihondo; todos ellos
exigentes y de primera, realmente eran buenos profesores, todos ellos.
Internado del LHT. Edificio oriente
Durante 4 años viajé en tren de Licantén a Curicó (tren de
trocha angosta), y de Curicó a Talca, y los últimos años sólo de Curicó a Licantén.
Una vez viajé solo a Santiago en tren, partí en tercera de Talca y llegué
Santiago en primera clase. Nadie me dijo nada porque era cabro chico...
Bus
carril o góndola carril
Anécdotas de aquella época hay muchas, pero las dejaré para otra oportunidad. Valga recordar que una vez fui elegido representante de mi curso para asistir a un evento en el Liceo de Niñas de Talca, no olvido a las chiquillas con sus hermosos trajecitos, sus bailes y sus actuaciones… En el Instituto fui obligado por mis malas notas en música a ingresar al coro del colegio, lo que hice con gran gusto y con gran mala voz, incluso canté en la catedral de Santiago para un 8 de diciembre con la suerte que mi mamá que estaba en Santiago, asistió, y se dio cuenta que estaba yo porque según ella, el que desafinaba era su hijo… También recuerdo que en 6° Humanidades los alumnos de todos los cursos me eligieron como el mejor compañero. Una gran cosa para mi!!!
Volviendo a Curepto propiamente tal, recuerdo los velorios que duraban toda la noche, con comida y trago, y hartos chistes… recuerdo haber visto, cerca de mi casa, a una guaguita muerta, exhibida en una ventana y muy adornada con cosas de colores. Ví algunos muertos en la morgue del Hospital, a donde tenía entrada liberada... Recuerdo a una chiquilla totalmente azul, muerta por problemas cardíacos y a un ahogado en el río Mataquito que ya estaba verde…No olvido haber acompañado a mi papá a realizar una autopsia a un señor enterrado una semana antes. Le abrieron la cabeza y mi papá rápidamente dictaminó que había muerto por un golpe contundente…la verdad es que lo que no olvido es el hedor que despedía, terrible, espeso…
Un día en que andaba en bicicleta por el pueblo, por la calle Lien, vi un tumulto en una casa y me bajé a ver que pasaba, se había matado un señor de un balazo en la cabeza y todo estaba disperso, pegado en una pared… en eso estaba, medio espantado, cuando alguien me agarra de un brazo y me echa para afuera, era mi papá que junto al cura y al juez eran los primeros en llegar a constatar este tipo de macabros hechos…
En
esta casa vivímos en Curepto
En Calbuco era algo parecido, recuerdo en un gran temporal,
llegaron a buscar a mi papá para ir a ver un enfermo de una isla vecina, y él
tenía sus dudas de embarcarse en un chalupón, pero lo convencieron al decirle
que el cura ya estaba en el muelle… Ahora, me han contado que en esos pueblitos
de no más de 3000 habitante, hay 2 ó 3 médicos, con ambulancia y buenos
hospitales, nuevos como el recientemente inaugurado en Curepto… Con buenos
Liceos, por lo que me imagino que los cabros no tendrán que ir a estudiar a
Curicó o a Talca…
Un día me arranqué de mi casa enojado y furioso, caminé unos4 kilómetros hacia
Licantén. No pensaba volver, pero, un camión con gente se paró cerca del puente
donde yo estaba, y me subí pero volví a la casa... Algo de gatos, un día, en
verdad en la noche, una de las gatas parió en mi cama sobre mis pies... toda
una experiencia veterinaria. Otra: teníamos una gatita, la gatita alzada, que mi
mamá se la regaló a una viejecita del campo la señora Peta (Petronila) que
vivía lejos del pueblo. Echábamos de menos a la gatita alzada tan dulce y
bonita, pero brava, hasta que apareció de nuevo en casa, nunca se supo como lo
hizo para volver, yo sí lo supe, en camión…
Un día me arranqué de mi casa enojado y furioso, caminé unos
Familia
Berríos Etchegaray en Curepto (1950)
Vuelvo al Instituto curicano, cuando íbamos a jugar fútbol al
Estadio La Granja ,
volvíamos al internado y nos pasábamos a tomar una cerveza al local de la Sra. Zenobia que
estaba en la esquina enfrente del colegio… o cuando en 6° año íbamos a escuchar
música en un Burlitzer que tenía un localcito cercano a la estación de
ferrocarriles, por supuesto nos tomábamos 1 ó 2 cervezas, no más, hasta que
unas señoras de cierta edad nos acusaron, porque nuestro uniforme nos había
delatado como alumnos del Instituto San Martín el colegio más “high” de
Curicó…y hasta ahí llegó nuestra incursión por la vida…
Instituto
San Martín de Curicó. Antiguo edificio que se quemó
Del edificio en que estudié no queda nada. Actualmente hay un
edificio moderno, y es un colegio mixto y su rector es rectora… ¡Cómo cambian
los tiempos!
Seleccionado
de basquetbol del ISM (1955)
Seleccionado
de ping pong del ISM 1955
No cabe
No tengo la menor duda que el Bachillerato de aquel entonces, marcó la
transición de mis estudios de las humanidades a los de Medicina Veterinaria.
Tuve mucha suerte en el mentado Bachillerato, en el sorteo de asignaturas a
rendir me tocó francés, zoología y física. Obtuve 29 puntos distribuidos de la
siguiente manera: un 6 en Comprensión Redacción (nunca bajé de 6 en los
ensayos), un 5 en historia (no me acordé de quienes eran Los tres Antonios), un
6 en francés (con un artículo muy parecido al castellano), un 6 en Zoología (con
atiparasitarios y cosas parecidas que conocía desde Calbuco), y un 6 en Física,
en un examen oral en que pasé a la pizarra muerto de miedo, mi dictaron un
problema y yo dije aquí estoy frito, pero era solamente una sumatoria sobre
valores obtenidos por las leyes de Kirkov o algo así, con la trampita que había
que manejar fracciones, y como yo sabía, obtuve un resultado concordante con el
esperado. Con estos 29 puntos salí hasta en el diario La Prensa de Curicó, como los
mejores puntajes de esa temporada junto a Benjamin Rodrigo Mellado V.
En ese mismo año mi papá se trasladó a Santiago, y yo empecé a estudiar veterinaria enla Chile ,
lo que en sí mismo es otro cuento… y desde allí empezamos realmente con la
veterinaria
En ese mismo año mi papá se trasladó a Santiago, y yo empecé a estudiar veterinaria en
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