domingo, 27 de junio de 2021

ERRADICACIÓN DE LA PESTE BOVINA EN EL MUNDO. Patricio Berríos E. 2021

 

ERRADICACIÓN DE LA PESTE BOVINA EN EL MUNDO

Patricio Berríos E.

2021

 La peste bovina fue declarada erradicada en 2011, lo que la convierte en la primera enfermedad animal en ser eliminada en la historia de la humanidad. Durante siglos, la peste bovina causó la muerte de millones de vacas, búfalos, yak y animales silvestres.  Aunque esta enfermedad no afecta de forma directa a los seres humanos, durante muchos siglos tuvo serias consecuencias para los medios de vida de las personas , la preparación del suelo, el bombeo del agua para regar los cultivos, las cosechas, y el transporte de esos productos al mercado, causando graves hambrunas. Esta enfermedad animal se convirtió en la segunda enfermedad en ser erradicada oficialmente del mundo, tras la erradicación de la viruela en 1980. Estas enfermedades erradicadas lo fuero en gran medida al uso de campañas de vacunación efectivas.

La peste bovina (o peste del ganado) fue una enfermedad viral infecciosa que atacaba al ganado, al búfalo doméstico y a algunas especies de animales . El virus causante se clasifica en el Género: Morbillivirus. Familia: Paramyxoviridae. Especie:  virus Rinderpest. Clase: Monjiviricetes

La erradicación de la peste bovina se hizo posible gracias a la combinación del uso de una de las vacunas más eficaces del mundo con una estrecha coordinación internacional y con el compromiso de las personas tanto en el plano de las comunidades como en el ámbito nacional, regional e internacional, combatirla y eliminarla de la faz de la Tierra es realmente un extraordinario logro para la humanidad

El 25 de mayo de 2011 la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) declaró oficialmente conseguida la erradicación mundial de la peste bovina, logro alcanzado con el uso de una vacuna atenuada. Hoy, la viruela y la peste bovina son las dos únicas enfermedades infecciosas erradicadas con vacunas.

La OIE fue fundada en París en 1924, con el nombre de Oficina Internacional de Epizootias (OIE). En 2003 cambió su nombre (Organización Mundial de Sanidad Animal), pero mantuvo el acrónimo original. Hoy mantiene su sede en París, reúne a 178 países, tiene su web oficial en francés, inglés y español, y actúa de forma complementaria a otras organizaciones auspiciadas por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como la OMS (fundada en 1948) y la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, fundada en 1945).

Ahora, entre el 24 y el 28 de mayo de este 2021 se está celebrando la 88.ª Sesión anual de la OIE en París, siendo el tema de One Health/Una sola salud uno de los principales debatidos.

 

LA PESTE BOVINA

La peste bovina (rinderpest en alemán) es una infección viral que afecta al ganado bovino, pero que también ha causado miles de víctimas humanas, por la dependencia de estos del ganado, tanto para la alimentación (carne y leche), como para el abono para la tierra (estiércol) y como fuerza motriz que, décadas atrás y ahora todavía en algunas áreas poco desarrolladas, ha sido usada para llevar a cabo tareas como el cultivo de la tierra. El ganado vacuno es el más afectado, aunque también afecta a otros bóvidos, como antílopes y ovejas (en general los ungulados de pezuña hendida). Ocasionalmente también a otros animales silvestres, mamíferos herbívoros.

 Los síntomas clínicos comprenden: anorexia, fiebre alta, manchas rojizas alrededor de los ojos, la nariz y la boca, con secreción; espuma en la boca; estreñimiento y diarrea. Pocos días después, el animal infectado muere. También pueden ser vistos casos graves con estomatitis necrótica, descarga oculonasal, conjuntivitis, neumonía y diarrea.

La peste bovina puede propagarse de animales enfermos a animales sanos a través del contacto directo. El virus se encuentra en secreciones de los ojos, nariz, boca, heces, orina, sangre, leche, o fluidos de animales infectados. Afortunadamente no es patógeno para el ser humano, pero para el ganado vacuno la tasa de mortalidad puede llegar al 90%.

 

El virus de la peste bovina

Es un virus de la familia Paramyxoviridae, género Morbilivirus. El virus del sarampión, de este mismo género, se cree que pudo tener su origen en mutaciones del virus de la peste bovina, varios siglos atrás

Epidemiología y desarrollo histórico de la lucha contra la enfermedad

Es un virus con elevada contagiosidad, la infección da lugar a manifestaciones clínicas en pocos días, y tenía una elevada letalidad. Las epidemias se extendían con rapidez y podían causar la pérdida de la mayoría o todo el ganado de una región. En ocasiones, esto se seguía de unos años de intensas hambrunas y muchas víctimas humanas añadidas. En la península ibérica entró a través de la frontera con Francia a finales del siglo XVIII.

 Desde los inicios se aprendió que el sacrificio precoz de los animales sospechosos era la clave para evitar la extensión de la infección, pero no era sencillo convencer de ello a los dueños de los animales, por las pérdidas que suponía. A finales del siglo XIX, Austria impulsó una conferencia que reunió a numerosos países interesados en desarrollar mecanismos de protección frente a las epidemias. El acuerdo más importante fue el compromiso de alertar a los países vecinos de la presencia de un brote para que estos vigilaran el comercio de animales con las áreas afectadas. En África la enfermedad se extendió con facilidad; Robert Koch asesoró a las autoridades surafricanas un tiempo, estaba convencido de que se trataba de un microorganismo transmisible y probó a inocular bilis de un animal enfermo a otros, pero sin éxito. Más tarde se probaron otros métodos con resultados variables, como la inyección de suero y otros productos derivados de órganos de animales enfermos.

Tras la primera conferencia de la OIE en 1928 se dio un importante impulso a la investigación de vacunas inactivadas; Filipinas fue el primer país que puso en marcha campañas de vacunación del ganado con virus inactivados por métodos químicos obtenidos de la sangre y bazo de animales enfermos.

 En la Segunda Guerra Mundial, EE. UU. temía un ataque japonés con armas biológicas (el virus de la peste bovina entre ellos) y decidió acelerar el desarrollo de vacunas atenuadas (aprovechando las enseñanzas de la polio). Ambos países emprendieron una carrera por lograr una vacuna que protegiera a su cabaña animal. Las pruebas fueron numerosas, y, finalmente, el virólogo estadounidense Richard Shope encontró una fórmula para obtener vacunas mediante el pase de los virus por huevos de aves. Antes de acabar la guerra EE. UU. tenía dispuesta una vacuna para defenderse del supuesto ataque japonés, que según lo sabido después sí estuvo entre los planes nipones.

Una vez acabada la contienda se reanudó la colaboración entre países y se aceleró la investigación. En China se probó con éxito una vacuna atenuada obtenida de la infección de conejos (vacuna lapinizada), y en 1955 notificaron su último caso. Asia acabó con la peste bovina en 1957.

 En los años 60 el veterinario británico Walter Plouwright consiguió reproducir el virus en cultivos celulares de riñón de vaca. Este hallazgo permitía prescindir de los animales vivos o huevos para mantener al virus vivo en el laboratorio. La nueva vacuna TCRV (Tissue Culture Rinderpest Vaccine) era segura para todas las especies de ganado, de todas las edades, confería protección de por vida y era barata y fácil de producir, aunque necesitaba estar refrigerada. Más adelante, el veterinario estadounidense Jeffrey C. Mariner logró una vacuna termoestable (TRV o ThermoVax) utilizando cultivos celulares de riñón de mono (células Vero), lo que abrió la puerta para el control de la enfermedad en el continente africano.

La peste bovina puede propagarse de animales enfermos a animales sanos a través del contacto directo. El virus se encuentra en secreciones de los ojos, nariz, boca, heces, orina, sangre, leche, o fluidos de animales infectados.

Robert Koch desarrolló la primera versión de la vacuna contra la peste bovina en 1897, cuando se dio cuenta de que podía proteger a los animales inyectándoles sangre y bilis de un animal infectado

 La peste bovina (rinderpest) fue erradicada de Europa a principios del siglo 20. El linaje 1 se ha reportado sólo en África y el Medio Oriente y fue visto por última vez en el 2001. El linaje 3 (de Asia") fue encontrado en Rusia, Turquía, y partes de Asia y el Medio Oriente, este linaje no se ha visto desde el 2000.

 Antes de su erradicación en 2011, la peste bovina era la enfermedad del ganado con mayor impacto, ya que podía ser 100% fatal en algunos rebaños de ganado, puesto que se transmitía y afectaba rápidamente a búfalos, yaks y a muchos otros artiodáctilos domésticos y silvestres. Se piensa que se originó en Eurasia, extendiéndose posteriormente hacia Europa y Asia, siguiendo las rutas comerciales y migratorias. La presencia de la enfermedad también fue notificada en Américas y Australia con menor incidencia.

 La peste bovina provocó extensas hambrunas en África y representó un obstáculo para el desarrollo agrícola en Asia.

 

Los esfuerzos por comprender la patogenia de la enfermedad y suministrar los tratamientos y la prevención adecuados fueron la fuerza motriz de los avances científicos en los siglos XVIII y XIX.

En 1924, las repercusiones económicas de la peste bovina fueron uno de los principales motivos que condujeron a la creación de la OIE, en busca de para el control de enfermedades infecciosas de los animales a nivel internacional y luego a la creación de varias escuelas de Medicina Veterinaria de toda Europa y Asia.

 En 1920, la peste bovina resurgió de manera inesperada en Bélgica, a causa de un rebaño de cebúes (Bos primigenius indicus) infectado, procedente de la India y destinado a Brasil, que estaba en tránsito en el puerto de Amberes, Bélgica.

 Distribución:

La enfermedad ha estado presente en Europa, África y Asia desde la época de los romanos y ha causado cientos de millones de muertes de cabezas de ganado a lo largo de cientos de años. Por eso, las epidemias de peste bovina no sólo han estado asociadas a grandes pérdidas económicas si no también han ocasionado grandes hambrunas en la población humana. Los animales que se recuperan de la peste bovina tienen inmunidad permanente y no vuelven a padecer la enfermedad. Además, no existen animales que actúen como “reservorios” o almacén de la enfermedad.

 Las primeras vacunas contra la peste bovina ya las desarrolló Robert Koch a finales del siglo XIX, y luego se han ido mejorando con vacunas cada vez más eficaces. Por todas estas razones, en los años ochenta comenzó un programa mundial para la erradicación de la peste bovina. El último caso registrado de peste bovina data de 2001, y diez años después la OIE declaró oficialmente que el mundo estaba libre de la enfermedad. Gracias a las vacunas hemos sido capaces de erradicar del planeta dos grandes plagas, la viruela y la peste bovina.

 

AntecedentesJuan Pascual. Cómo un puñado de veterinarios salvaron millones de vidas humanas y erradicaron una enfermedad de la faz de la Tierra. Naukas, 25 de mayo de 2021.

Sara Soto. One Health (una sola salud) o cómo lograr a la vez una salud óptima para las personas, los animales y nuestro planeta. Instituto de Salud Global, 6 de abril de 2021.

Breve historia de la peste bovina. OIE, boletín n.º 2 de 2011.

sábado, 12 de junio de 2021

AISLAMIENTO DEL VIRUS DE LA ENCEFALITIS VENEZOLANA DE UN MURCIELAGO FRUGIVORO (ARTIBEUS TURPIS) EN MEXICO l Dres. C. Wong-Chis* y W.F. Scherer

 AISLAMIENTO DEL VIRUS DE LA ENCEFALITIS VENEZOLANA DE UN MURCIELAGO FRUGIVORO (ARTIBEUS TURPIS) EN MEXICO 

C. Wong-Chis* y W.F. Scherer

Se aisló el virus de la encefalitis venezolana de las vísceras de un murciélago Artibeus turpis capturado en el sudeste de México. Los aislamientos de arbovirus procedentes de murciélagos, las características de las infecciones experimentales arbovíricas de estos animales y sus pautas naturales de conducta hacen que los murciélagos sean de importancia potencial, con respecto a algunas enfermedades producidas por arbovirus, como fuentes de virus para los mosquitos u otros artrópodos vectores. Introducción Existen numerosas pruebas de que los murciélagos influyen en el curso natural de diversas enfermedades víricas (1). Si se tienen en cuenta su intima relación con los mosquitos, y otros vertebrados, su distribución omnipresente, el concepto de portadores asintomáticos y el fenómeno de la hibernación en determinadas especies de murciélagos (21, se puede atribuir a estos animales importancia potencial en las enfermedades causadas por arbovirus. Una de estas, en las Américas, es la encefalitis venezolana (EV), producida por un virus que, según se ha demostrado experimentalmente, infecta a diversas especies de murciélagos insectívoros (3). En el presente artículo se describe el aislamiento del virus EV de los órganos de un murciélago Artibeus turpis, capturado en 1963 en Sontecomapan, Veracruz, en la costa tropical del este de México. ‘Estas investigaciones se realizaron en colaboración con la OPS y el Gobierno de México y contaron, en parte, con el apoyo de la subvención 5-Tl-AI-231 del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos y, en parte, con el contrato DA-49-193- MD-2295 del ejército de este país. *Jefe de la Sección de Virología, Instituto de Investigaciones Biomédicas, Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F. 3Profesor y Jefe del Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Comell, Nueva York, E.U.A. 339 

 Materiales y métodos Situación y captura de los murciélagos Los murciélagos fueron capturados de noche con redes invisibles japonesas, en un pequeño sector de selva tropical de unos 300 por 400 m aproximadamente, a 1.2 km al noroeste de Sontecomapan, aldea situada al nivel del mar, al sudoeste de Veracruz, México (4). Se extrajeron asépticamente trozos de tejido cardíaco, pulmonar y hepático de cada murciélago en un cercano laboratorio de campo y, después de reunidos y cerrados herméticamente en ampollas de vidrio, se almacenaron a-60°C en hielo seco hasta el momento de la prueba. Pruebas de los virus Se deshelaron los tejidos cardíacos, pulmonares y hepáticos y se maceraron en un mortero con el fin de preparar una suspensión al 10% en albúmina bovina, enfriada al 1% en solución de Hanks, que contenía 100 unidades de penicilina por ml y 100 pg de estreptomicina, también por ml. Después de centrifugado a 400 G durante 10 minutos a YC, se inoculó el líquido sobrenadante a camadas de ocho ratones de dos a tres días de edad, en cantidades de 0.01 ml por vía intracraneana (ic) y 0.02 ml por vía subcutánea (SC). Los ratones lactantes inoculados se mantuvieron con sus madres y se examinaron diariamente durante 14 días para descubrir los síntomas de enfermedad.  prob6 también el inóculo para determinar la esterilidad bacteriana en agar sangre y en caldo de soja con tripticasa. Se extrajeron asepticamente los cerebros y los músculos de las extremidades traseras de los ratones muertos o moribundos y se preparó una suspensión al 10 % que serviría de fuente subsiguiente de virus. Para la prueba en cultivos celulares en embrión de pollo (CEP), preparados en la forma antes descrita (51, se inoculó 0.1 ml de suspensión vírica en cada uno de los tres tubos de cultivo que se incubaron a 37OC. Se examinaron diariamente los cultivos y se reunieron y mantuvieron a-60°C los líquidos de cultivos celulares en los que se observaron pronunciados efectos citopáticos para que sirvieran de fuente subsiguiente de virus. Identificación inmunológica de los virus aislados Se identificó el agente vírico mediante las pruebas de fijación del complemento (FC) y neutralización. Se preparó un antígeno con cerebros de ratones moribundos inoculados con material del pase 2 desangrando a los animales y utilizando una suspensión al 20 % en 0.15 M NaCl. Después de conservada a 4OC durante la noche, se centrifugó la suspensión a 10,000 G por una hora, a SOC, y se introdujo el sobrenadante en ampollas, manteniéndolo a-60°C. Los antisueros eran de ratón o conejo inoculados con virus EV, cepa 63U2 (4), o procedían de una persona convaleciente que contrajo una infección de laboratorio con virus 63U2. Los sueros se calentaron a 60°C durante 20 minutos, efectuándose pruebas de fijación del complemento (4). La nueva identificación de virus comprendía una prueba de neutralización cualitativa en CEP de virus EV, cepa 63U2, utilizándose antisuero de conejo preparado con virus de ratón lactante en el pase 3 a una dilución de 1:20, frente a dos o tres diluciones de virus al céntuplo, como suspensión al lO%de cerebro y músculos de ratón. La neutralización positiva se mdicó mediante células normales de embrión de pollo en cultivos en tubo, con medio líquido inoculado con l-3 diluciones de virus y antisuero, y la total destrucción celular en cultivos inoculados con diluciones correspondientes de virus sin antisuero, después de 3 a 5 días, a 37oc. Resultados En la noche del 6 de agosto de 1963 se reunieron 6.5 especímenes de murciélagos capturados en la selva de Sontecomapan (cuadro 1). Se aisló una cepa de virus, la 63Y75, de una suspensión de 10 % de un conjunto de tejidos cardíacos, pulmonares y hepáticos tomados de un macho Artibeus turpis (cuadro 2). Se produjeron ocho defunciones al segundo día en la camada original de ocho ratones lactantes inoculados y en el material original se obtuvieron

 CUADRO 1 -Vísceras de murciélago obtenidas en la selva de Sontecomapan, Veracruz, México, el 6 de agosto de 1963, sometidas a prueba para determinar la presencia de arbovirus. Especie Carollia perspicillata Artibeus turpis Glossophaga soricina Otrosb Machos 19 9 3 2 Sexo Hembrasa 13(3) 8(I) 4 Desconocido 6 1 Total 32 23 7 3 Total a( ) número de hembras preñadas. bl macho Artibeus lituratus, 1 macho Artibeus jatnaicensis y 1 Vampiroides majar de sexo desconocido. Wong-Chiu y Scherer . ENCEFALITIS VENEZOLANA 341 títulos de 10-4.5 por 0.03 ml de tejido, cuando se inoculó en ratones lactantes por las vías ic y SC. Una suspensión al lO%, preparada con cerebro y músculo de ratón muerto y representativa del pase 1 en ratón lactante, produjo la muerte de un segundo grupo de ocho ratones lactantes en el primer día; otro grupo de 10 ratones lactantes murieron en el primer día, después de la inoculación del virus en el pase 2. En un antígeno fijador del complemento preparado con cerebros de ratón, después de los pases del virus en ratones, se obtuvo un título de 1: 16 frente a ocho unidades de EV, cepa 63U2, antisuero de ratón o suero convaleciente humano, pero el antígeno 63Y75 no reaccionó en una dilución de 1:4, con ocho unidades de anticuerpo de suero específico de ratón, con respecto al virus de Tlacotalpán, cepa 61D240 (6), o al virus Patois, cepa 63A49 (7). Se aisló de nuevo el virus satisfactoriamente de una suspensión de víscera original congelada, alrededor de siete semanas después del primer aislamiento (cuadro 2). La suspensión produjo la muerte a los nueve ratones lactantes de una camada en los días 1-3, y pases subsiguientes en ratones o cultivos celulares en embrión de pollo produjeron la muerte inmediata o efectos citopáticos. En un antígeno de FC, preparado con cerebros de ratón lactante con el virus aislado de nuevo, se obtuvo un título de 1: 16 frente a ocho unidades de suero EV de convaleciente humano, y el virus se neutralizó en CEP mediante una dilución de 1:20 de EV, cepa 63U2, de antisuero de conejo. Resumen La encefalitis venezolana (EV) se reconoció primeramente como enfermedad de los equinos (8), pero han ocurrido infecciones recientes de virus de EV en proporciones epidémicas en las poblaciones humanas (9), habiéndose aislado el virus de varios animales (1, 10). 

El presente informe de un aislamiento de virus EV procedente del murciélago frugívoro Artibeus turpis, en México, extiende la gama de huéspedes del virus EV. La validez del aislamiento fue corroborada por el hecho de que el antígeno 63Y75 fue el cuarto de una serie de siete especímenes, elaborados en el mismo cubículo en las primeras horas de una mañana; los otros seis especímenes, tres elaborados antes del 63Y75 y tres después resultaron negativos. No era probable la contaminación en el campo, porque sólo 

 CUADRO 2-Aislamiento y reaislamiento de virus EV, cepa 63Y75, de las vísceras de un murciélago macho Artibeus turpis. Fecha de la prueba Material Aislamiento 31 de enero de 1964 5 de febrero de 1964 ll de febrero de 1964 Reaislamiento 20 de marzo de 1964 24 de marzo de 1964 24 de marzo de 1964 Sistema utiiizadoc Mortalidad de ratones 0 razón entre CEP y ECPd Día de la muerte de ratones o ECPe CPHa RL-plb RL-P~~ RL RL RL CPH RLpl RL-p 1 RL RL CEP 8/8 2 818 1 lO/lO 1 919 l-3 ll/11 l-2 616 2 %Ionjunto de tejidos cardíacos, pulmonares y hepáticos de murciélago. bSuspensiÓn de cerebro y músculos de ratón lactante, pases 1 6 2. ‘RL=ratón lactante: CEP=cultivo celular en embrión de pollo. dECP=efecto citopático. eEl día de inoculación se consideró como el día 0. 

 uno de los 65 murciélagos capturados y prepa- can que los murciélagos pueden tener imporrados el 6 de agosto de 1963, con el fin de co- tancia potencial con respecto a algunas enferlocar las vísceras en ampollas sobre hielo seco, medades arbovíricas. En cuanto a su función, produjo un virus. Por lo tanto, este aislamiento podrían servir indudablemente como fuentes de virus EV, junto con los informes de otros de virus para los mosquitos vectores durante los aislamientos de arbovirus procedentes de mur- períodos de viremia, pero es preciso realizar esciélagos (II), las características de la infección tudios ulteriores para evaluar la excreción o seexperimental por arbovirus de estos animales creción de virus EV por los murciélagos y la po- (3, 12) y su frecuente proximidad natural a los sible propagación directa del virus al hombre o mosquitos, hombres y equinos vectores, indi- los equinos. 0

 REFERENCIAS (1) Sulkin, S.E. ‘“The bat as a reservoir of viruses in nature”. Progr Med Virol 4: 157-207, 1962. (2/ Sulkin, S.E., Allen, R., Sims, R. y Taylor, S.K. “Batsin relation to arthropod-borne viruses: An experimental approach with speculations”. AmerJPublHlth 55:1376-1385, 1965. (3) Corristan, E.C., La Motte, L.C. Jr. y Smith, D.G. “Susceptibility of bats to certain encephalitis virus.“Fed Proc 15:584, 1956. (4) Scherer, W.F. et al. “Venezuelan equine encephalitis virus in Veracruz, Mexico, and the use of hamsters as sentinels”. Science 1451274-275, 1964. (5) Scherer, W.F. “Inapparent vira1 infection of cells in vitro. I. Conversion of mapparent to apparent infection by environmental alteration of chicken embryonic cells m cultures inoculated with Japanese encephalitis virus”. Amer J Path 45:393-411, 1964. (61 Scherer, W.F. et al. “Isolation of Tlacotalpan virus, a new Bunyamwera-group virus from Mexican mosquitoes”. Amer J Trop Med Hyg 16:79-91, 1967. (7) Zarate, M.L., Geiger, R.H., Shope, R.E. y Scherer, W.F. “Intergroup antigenic relationships among arboviruses manifested by a Mexican strain of Patois virus and viruses of the Bunyamwera, C, California Capim and Guama groups”. Amer J Epid 88:273-286, 1968. (8) Kubes, V. “La peste loca de las bestias. Sus manifestaciones, tratamientos y prevención”. Min de Agr y Grfa de Venezuela, 1936. (9) Sellers, R.F., Bergold, G.H., Suárez, O.M. y Morales, A. “Investigations during the Venezuelan equine encephalitis outbreaks in Venezuela 1962-1964”. Amer J Trop Med Hyg 14:460-469, 1965. (10) Sidwell, R.W., Gebhart, L.P. y Thorpe, B.D. “Epidemiological aspects of Venezuelan equine encephalitis virus infections”. Bact Rev 31:65-81, 1967. (Il) Sulkin, S.E., Sims, R.A. y Allen, R. “Isolation of St. Louis encephalitis virus from bats&Czdarida b. mexicana) in Texas”. Science 152:223-225,1966. (1.2) Sulkin, S.E., Allen, R y Srms, R. “Studies of arthropod-borne vrrus infections m Chiroptera. 1. Susceptibility of insectivorous species to experimental infection with Japanese B and St. Louis encephahtis viruses”. Amer J Trop Med 12:800-814, 1963. Isolation of Venezuelan encephalitis (VE) virus from a frugivorous bat (Artibeus turpis) in Mexico (Summary) Venezuelan encephalitis was first recognized as a disease of equines (8) but recent VE virus infections have occurred in epidemic proportions in human populations (9), and the virus has been isolated from a number of animals (1, IU). 

This report of an isolation of VE virus from a frugivorous bat, Artibeus turpis, in Mexico extends the host range of VE virus. The validity of the isolation was substantiated by the fact that 63Y75 was the fourth of a series of seven specimens processed in the same cubicle early one morning; the other six specimens, three processed before and three after 63Y75, were negative. Contamination in the field was not likely to have occurred because only one of the group of 65 bats caught and processed on 6 August 1963 to put organs in ampules on dry ice yielded a virus. Wang-Chia y Sch& . ENCEFALITIS VENEZOLANA 343 Therefore, this isolation of VE virus, together arbovirus diseases. Their role could certainly be with reports of other arbovkus isolations from as sources of virus for vector mosquitoes during bats (II), the characteristics of experimental periods of viremia, but further studies are also arbovirus infection in these animals (3, I2), needed to evaluate excretion or secretion of and their frequent natural proximity to vector VE virus by bats and possible direct spread of mosquitoes, man and equmes, indicate that virus to man or equmes. bats may be of potential importance to some Isolamento do vík da encefalite venezuelana (EV) num morcêgo frugívoro (Artibeus turpis) no México (Resumo) A encefalite venezuelana foi identificada primeiramente como doenca dos equinos (8) mas têm ocorrido infeccóes recentes por virus de EV em proporcões epidêmicas nas populacões humanas (9), tendo-se isolado o virus de &ios animais (1, IU). 

A presente comunicacão do isolamento de virus EV procedente do morcêgo frugivoro Artibeus turpis, no MBxico, amplia a gama de hospedenos do virus EV. A validez do isolamento foi corroborada pelo fato de que o antfgeno 63Y75 foi o quarto de urna serie de sete espécimes, elaborados no mesmo cubículo, nas primeiras horas de urna manha; os outros seis espécimes, três elaborados antes do 63Y75 e três depois, derdm resultados negativos. Náo era provável a contaminacão no campo, porque apenas um dos 65 mor&gos capturados e preparados a 6 de agosto de 1963, com o fim de colocar as visceras em ampolas sobre gêlo seco, produziu um vírus. Portanto, êsse isolamento de vírus EV, com as comunicacöes de outros isolamentos de arbovírus procedentes de morcêgos (1 l), as características da infeccáo experimental por arbovírus dêsses animais (3, 12) e sua,freqüente proximidade natural aos mosquitos, homens e equinos vetores, indicam que os morcêgos podem ter importancia potencial com respeito a algumas doencas arbovíricas. Quanto å sua funcão, poderiam servir indubit%vehnente como fontes de virus para os mosquitos vetores durante os períodos de viremia, mas é preciso fazer novos estudos para avaliar a excrecão ou secrecão de vírus EV pelos morcêgos e a possível propagacão direta do virus ao homem ou aos equinos. Isolement du virus de l’encéphalite vénézuélienne (EV) d’une chauve-souris frugivore (Artibeus turpis) au Mexique (Résumé) L’encéphahte vénézuéhenne est surtout connue comme maladie des équins (8) mais récemment des infections du virus EV dans des proportions endémiques ont été enregistrées dans certaines populations humaines (9), le virus ayant Bté isolé dans plusieurs animaux (1, 10). Le présent rapport traite de l’isolement du virus EV provenant de la chauve-souris frugivore Artibeus turpis, au Mexique, ce qui étend encare la gamme des hôtes du virus EV. La validité de l’isolement a été corroborée par le fait que l’antig%ne 63Y75 est le quatrigme d’une série de spécimens, analysés dans la même éprouvette aux premiEres de la matinée. Sur les six autres spdcimens, trois ont bté analysés avant le 63Y75 et trois apr& et ont donné des résultats nhgatifs. Il n’est pas probable que la contamination ait lieu sur le terrain, car une seule des 65 chauves-souris capturées et préparées le 6 août 1963, afin de placer les vis&res dans des ampoules sur de la glace skhe a produit un vhus. En conséquence, l’isolement du virus EV, ainsi que les rapports sur les autres isolements d’arbovirus provenant de chauvesouris (Il), les caract&istiques de l’infection experimentale de ces animaux au moyen d’arbovirus (3, 12) et le fait que fréquemment ils soient naturellement pr&s des moustiques (II), des hommes et des équins vecteurs, indiquent que les chauves-souris peuvent avoir une importance potentielle par rapport I certaines maladies “arboviriques”. En ce qui concerne leur fonction, elles pourraient certainement servir de sources de virus pour les moustiques vecteurs durant les périodes de virémie, mais il convient de mener des études ultérieures pour évaluer I’excrétion ou la sécrétion du virus EV par les chauves-souris et l’éventuelle propagation directe du virus 2 l’homme ou aux équins.

MURCIÉLAGOS Y VIRUS: UNA RELACIÓN SIMBIÓTICA MILENARIA. II Patricio Berríos e. 2021

 MURCIÉLAGOS Y VIRUS: UNA RELACIÓN SIMBIÓTICA MILENARIA. II

Patricio Berríos Etchegaray
Médico Veterinario. Ph.D.
2021
La antigua relación simbiótica entre murciélagos y virus es un contacto muy útil pero que se ha tornado peligrosa al portar virus zoonóticos. Sin embargo, lejos de causarnos daño, los murciélagos han sido siempre nuestros aliados y son inofensivos. Los murciélagos no llegan a la puerta de nuestra casa a infectarnos de COVID-19. Tampoco a chuparnos la sangre o traernos una maldición. Ha sido el ser humano quien ha invadido y destruido sus hábitats y, en cualquier caso, quien los ha llevado hasta su mesa (Osiris Gaona y Beatriz Pascual, 2020).
Los murciélagos son reservorio de virus como el Ébola, Hendra, Marburg, Nipah, rabia y coronavirus
Murciélagos y COVID-19
La especie Rhinolophus affinis, popularmente conocidos como murciélagos de herradura, parece ser el foco más probable. Algunos investigadores no descartan que el virus apareciera en otros lugares cercanos a la provincia china de Yunnan, como Myanmar y Laos donde los murciélagos de herradura son comunes.
Estudios recientes que han analizado decenas de genomas de 3 cepas diferentes de SARS-CoV-2, sugieren que la aparición y evolución del SARS-CoV-2 fue debida a la combinación y la selección genética entre diferentes coronavirus de murciélago y de pangolín que dieron lugar a un nuevo coronavirus. La fabricación artificial del virus está descartada.
Hay 1.200 especies de murciélagos. No es sorprendente. El 60% de las enfermedades infecciosas y el 70% de las infecciones emergentes de los humanos son zoonóticas, de origen animal. Dos tercios proceden de animales salvajes.
La preponderancia de las zoonosis asociadas a murciélagos y roedores no hace otra cosa que reflejar la enorme cantidad de especies diferentes que existen de estos tipos de animales. Son los dos grupos de mamíferos con mayor representación. De las aproximadamente 5.500 especies conocidas de mamíferos, los roedores agrupan a unas 2.300 y los quirópteros en torno a 1.200. Entre ambos constituyen cerca del 60% de los mamíferos.
Una hipótesis denominada del “reservorio especial” sugiere que algunos taxones (grupos animales) que presentan rasgos fisiológicos o ecológicos singulares son más propensos a mantener virus zoonóticos o a transmitirlos a los humanos.
Otra hipótesis, bautizada como “riqueza del reservorio”, vincula el predominio de la zoonosis con los taxones amplios como consecuencia de la riqueza de especies. Los murciélagos cumplen las dos hipótesis: son un grupo de especies muy numeroso y diverso y presentan adaptaciones evolutivas singulares como ser el único mamífero con capacidad de vuelo activo.
Al parecer, las adaptaciones al vuelo de estos animales han tenido un efecto secundario en su sistema inmune. Ha progresado para permitir la convivencia del animal con muchos tipos de virus diferentes, sin que el murciélago muestre síntomas graves o desarrolle la enfermedad.
Además, un estudio reciente de la Universidad de California ha mostrado que la respuesta inmune de los murciélagos ante los virus es contundente. Los mantienen a raya pero, como consecuencia, provocan una reproducción más rápida de los virus y un aumento de la virulencia y de la infectividad que puede causar estragos cuando estos virus saltan desde el murciélago para infectar a otros animales con sistemas inmunes distintos como son los humanos.
Los murciélagos actúan como reservorio de una gran cantidad de diferentes y peligrosos virus como son el virus del Ébola, el virus del Marburg, el virus Hendra, el virus Cedar, el virus Nipah, el virus de la rabia, diversos hantavirus o varias especies de los famosos coronavirus entre otros. En los últimos años diferentes artículos de investigación han alertado sobre el peligro potencial que podrían representar nuevos coronavirus provenientes de murciélagos u otros animales.
La necesidad de una vigilancia más amplia fue la razón por la que se creó hace unos años el “Proyecto viroma global”, promovido por la USAID (Agencia de los EE.UU. para el Desarrollo Internacional). Su objetivo es identificar la diversidad de virus desconocidos que existen en la fauna silvestre del planeta. Un mejor conocimiento del viroma global puede ayudar en la lucha contra las enfermedades infecciosas emergentes. Algunos trabajos relacionados con esta iniciativa ya han detectado en murciélagos multitud de secuencias genéticas que podrían corresponder a cientos de nuevas especies de coronavirus.
El papel ecológico del murciélago
Sin embargo, los murciélagos no deben ser considerados una amenaza ya que tienen un impacto positivo en la naturaleza y su importancia ecológica es colosal. Son esenciales en el mantenimiento y regeneración de selvas y bosques. Actúan como polinizadores. Los que se alimentan de fruta son vitales para la dispersión de las semillas de los árboles.
Muchas especies controlan las poblaciones de insectos que son, también, portadores y transmisores de enfermedades humanas o se convierten en plagas que acaban con las cosechas, lo que repercute en utilizar menos cantidad de pesticidas y por tanto cuidar el medio ambiente. Los murciélagos también son presas de otros depredadores por lo que juegan un papel esencial en el equilibrio de los ecosistemas. Sin olvidar que algunas características de los murciélagos como las alas membranosas y la ecolocalización han inspirado avances tecnológicos en ingeniería.
Los murciélagos son animales que deben ser protegidos, cuidados y tratados con respeto, pero es necesario ser prudentes. Si nos topamos con algún ejemplar, tenemos que evitar la manipulación, sobre todo si no se poseen los medios o la experiencia adecuada ya que, al igual que ocurre con el resto de los animales silvestres, existe la posibilidad de que puedan transmitirnos algún tipo de enfermedad.
Con respecto al Covid -19 existe evidencia científica que indica que este nuevo coronavirus podría provenir de los murciélagos. Así lo sugieren los resultados de la investigación de Zhou y colaboradores (2020) publicados en la revista científica Nature. Cuando compararon el genoma del nuevo coronavirus con otros -ya conocidos- del mismo grupo, encontraron una similitud del 96% en sus genomas. Estos resultados sugieren que los murciélagos podrían ser también el reservorio natural del SARS-CoV-2.
El descubrimiento de virus almacenados en murciélagos fue el resultado de una investigación sobre el síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) que reveló que el virus que causa esta infección procedía de estos animales; en este caso el virus pasó de este animal a las civetas, un animal exótico, y luego al hombre.
Los murciélagos son una fuente de gran cantidad de virus peligrosos. Y no solo los murciélagos, algunos autores estiman que en los mamíferos puede haber unos 320.000 virus distintos, la inmensa mayoría desconocidos (Raúl Rivas 2020)
Hasta el momento, se conocen más de 1.400 especies de murciélagos, éstos habitan en todos los lugares del mundo -excepto en los casquetes polares- y se conocen aproximadamente 66 virus aislados de diferentes especies de murciélagos. Así mismo, se ha encontrado evidencia de la infección de murciélagos por virus a nivel serológico, es decir, a través de su sangre.
Los murciélagos, cuyo nombre científico es quirópteros (Chiroptera), son un tipo de mamíferos cuyas extremidades superiores se desarrollaron como alas. No son roedores, son los únicos mamíferos voladores. Los murciélagos representan aproximadamente un 20% de todas las especies de mamíferos. Dentro de los mamíferos, son después de los roedores el grupo más numeroso.
Existe una larga historia de convivencia entre murciélagos, virus, bacterias y otros microorganismos.
Los murciélagos son portadores de numerosas enfermedades potencialmente reemergentes en el hombre y animales. En un estudio realizado en colaboración con los investigadores del IRD (1) y publicado en Nature communications, se reveló que los murciélagos constituyen una amenaza planetaria. Estos pequeños mamíferos voladores serían quienes transmiten varios agentes infecciosos a todo el reino animal, por lo que se les considera como reservorios de numerosos virus zoonóticos. Es sabido que los murciélagos son portadores de paramixovirus y son responsables del sarampión, de las paperas y de numerosas infecciones respiratorias, entre otras, siendo estas unas de las primeras causas de mortalidad infantil en el mundo. La existencia de semejante reservorio animal compromete la esperanza de erradicar algunas enfermedades humanas, como el sarampión. Otros virus, como los virus Hendra y Nipah que hacen estragos en Asia y en Australia, también fueron detectados en estado de latencia en África. Los investigadores identificaron 60 nuevas especies de paramixovirus. Pero sobre todo descubrieron que los murciélagos tienen formas genéticamente parecidas a los paramixovirus que se creían propios del hombre.
Se ha demostrado que los murciégalos son el hospedero natural de muchos virus zoonóticos que causan infecciones algunas muy graves en humanos: desde los recientes casos de filovirus Ébola y Marburg, hasta el virus de la rabia y otros Lyssavirus, coronavirus que causan síndromes agudos respiratorios como el SARS o el MERS, y muchos tipos de Paramyxovirus como los virus Nipah y Hendra.
A pesar de ser portadores de tanto virus, parece que los murciélagos son inmunes a su infección. ¿Por qué los murciélagos son portadores de virus? ¿por qué ellos mismos no se infectan y mueren por la acción de tanto virus?
Algunos investigadores piensan que los murciélagos tiene algo peculiar que les hace ser reservorio de tanto tipo distinto virus. Por ejemplo, se ha secuenciado el genoma de un par de especies de murciélagos y se ha encontrado que, a diferencia de otros mamíferos, los genes del sistema de detección y reparación de daños en el ADN está activo de forma constitutiva. Se especula que esto pueda estar relacionado con el tipo de vuelo de los murciélagos que consume mucha energía, requiere un metabolismo muy activo que genera mucho estrés que a su vez causa daño en el ADN de las células, que rápidamente es detectado y reparado. Esos sistemas suelen ser además la diana que utilizan muchos virus, por lo que tenerlos tan activos ha podido hacer a los murciélagos inmunes y capaces de ser portadores de virus sin sufrir ellos las consecuencias.
2.- Infección por el virus Nipah (VNi)
La infección por el virus Nipah (VNi) es una nueva zoonosis emergente que causa cuadros graves tanto en animales como en el ser humano. El hospedero natural del virus es el murciélago frutero de la familia Pteropodidae, género Pteropus.
El VNi se detectó por vez primera durante un brote de la enfermedad que se declaró en Kampung Sungai Nipah, Malasia, en 1998. En esta ocasión el hospedero intermediario fue el cerdo. Sin embargo, en brotes posteriores de VNi no hubo hospederos intermediarios. En Bangladesh, en 2004, las personas afectadas contrajeron la infección tras consumir savia de palma datilera contaminada por murciélagos fruteros infectados. También se ha documentado la transmisión entre personas, incluso en un entorno hospitalario en la India.
En el hombre la infección por VNi se asocia a un espectro de manifestaciones clínicas que van desde un proceso asintomático hasta un síndrome respiratorio agudo o una encefalitis mortal. El VNi también puede afectar a los cerdos y otros animales domésticos. No hay ninguna vacuna para el hombre o los animales.
El reservorio o almacén donde se esconde el virus Ébola en la naturaleza probablemente sean los murciélagos frugívoros, que se alimentan de fruta, como las especies Hypsignathus monstrosus, Epomops franqueti y Myonycteris torquata. Aunque en realidad todavía no se ha aislado el virus en ellos, sí que se han detectado anticuerpos contra el virus y ARN genómico del virus.
Referencias
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Simmons, N. B. 2005. Order chiroptera. En D. E. Wilson y D. M. Reeder (Eds.), Mammal species of the world: a taxonomic and geographic reference (pp. 312-529). JHU Press.
3.- Influenza en murciélagos
La influenza en murciélagos fue descubierta en "pequeños murciélagos de hombros amarillos" en Guatemala, durante un estudio realizado por expertos de los CDC y la Universidad del Valle en 2009 y 2010 en Guatemala (1). Desde entonces, los virus de la influenza en murciélagos han sido detectados en otras especies de murciélagos en América Central y América del Sur. Las investigaciones de laboratorio realizadas en los CDC y otros lugares sugieren que estos virus tendrían que someterse a cambios significativos para poder diseminarse fácilmente entre los seres humanos e infectarlos. Las especies de murciélagos que en este momento se conoce que transportan la influenza en murciélagos no son oriundas de los Estados Unidos continentales pero son comunes en América Central y América del Sur.
¿Representa la influenza en murciélagos una amenaza para la salud humana?
Investigaciones preliminares de laboratorio en los CDC sugieren que las células humanas no resisten el crecimiento de los virus de influenza en murciélagos en el tubo de ensayo. Esto sugiere que los virus de influenza en murciélagos no pueden crecer o duplicarse en los seres humanos y tendrían que sufrir cambios significativos para poder diseminarse fácilmente entre los seres humanos e infectarlos. Sin embargo, pruebas del genoma de los virus de influenza en murciélagos plantean que sus genes internos son compatibles con los virus de influenza en seres humanos, por lo que los científicos de los CDC no pueden descartar la posibilidad de que estos virus puedan llegar a infectar a los seres humanos
¿Cómo podrían los virus de la influenza en murciélagos diseminarse entre los seres humanos e infectarlos?
Los genes internos de los virus de influenza en murciélagos son compatibles con los virus de la influenza humana, por lo tanto, es posible que estos virus puedan intercambiar información genética con los virus de la influenza humana a través de un proceso llamado "realineamiento". El realineamiento se produce cuando dos o más virus de influenza infectan una célula única, que permite a los virus intercambiar información genética. El realineamiento a veces puede llevar a la aparición de nuevos virus de la influenza capaces de infectar a los seres humanos.
Sin embargo, aún no se conocen las condiciones necesarias para el realineamiento entre los virus de influenza humana y los virus de influenza en murciélagos. Otro animal (como por ejemplo: cerdos, caballos, perros o focas) tendría que actuar como "puente", lo que significa que este animal tendría que ser infectado con este nuevo virus de influenza en murciélagos y el virus de influenza humana para que ocurra el realineamiento. Desde que se descubrió la influenza en murciélagos, se ha realizado al menos un estudio para evaluar la posibilidad de que ocurran realineamientos entre los virus de la influenza en murciélagos y otros virus de la influenza (3). Hasta el momento, los resultados de estos estudios siguen indicando que es muy poco probable que los virus de la influenza en murciélagos se realin en con otros virus de la influenza para crear virus nuevos potencialmente más peligrosos o infecciosos. En su forma actual, los virus de la influenza en murciélagos parecen no representar ninguna amenaza para la salud humana.
¿Por qué es importante para la salud pública el descubrimiento de la influenza en murciélagos?
El descubrimiento de la influenza en murciélagos es importante para la salud pública porque los murciélagos representan una nueva especie animal que puede actuar como una fuente de virus de influenza. Los virus de influenza ya son conocidos por causar enfermedades y diseminarse entre otros animales, incluyendo aves domésticas y silvestres, cerdos, caballos y perros, con brotes esporádicos entre focas, ballenas, hurones y gatos. Los CDC y expertos en enfermedades de todo el mundo controlan los virus de influenza que circulan en los animales porque las pandemias anteriores del siglo 20, así como la pandemia de influenza H1N1 2009, fueron causadas por virus de influenza en animales que tenían la capacidad de infectar y diseminarse fácilmente entre los seres humanos.
El descubrimiento de la influenza en murciélagos ha aclarado la evolución de los virus de influenza A, B y C. Es posible que muchos de los genes internos de los virus de influenza en murciélagos sean descendientes de familias de virus de influenza que alguna vez circularon más ampliamente en siglos anteriores, y que ahora están extintas, o aún por descubrir. Las comparaciones establecidas entre los diferentes virus de la influenza en murciélagos detectados por medio de un proceso llamado análisis filogenético en América Central y América del Sur han demostrado que existe una diversidad genética considerable entre estos virus de la influenza en murciélagos. Esta diversidad es tan amplia que algunos investigadores de la influenza concluyeron que los virus de la influenza en murciélagos encontrados en las poblaciones de murciélagos en América Central y América del Sur pueden presentar una diversidad genética tan grande en algunos segmentos de genes que aquellos encontrados en los virus de la influenza de todas las otras especies de mamíferos y aves juntas. Esto indica que estos virus han estado evolucionando en los murciélagos durante un largo tiempo, posiblemente durante siglos (2).
Los virus de la influenza en murciélagos descubiertos en América Central y América del Sur son muy diferentes de otros virus de la influenza detectados en seres humanos y animales. Todos los virus de influenza A tienen proteínas de superficie hemaglutinina (HA), y hasta el descubrimiento de estos virus, solo se sabía de la existencia de 16 tipos diferentes (o "subtipos") de proteínas HA en la naturaleza. Los nuevos virus de la influenza en murciélagos son tan diferentes de los subtipos preexistentes que los científicos de los CDC los han clasificado como nuevos subtipos, denominados "H17" y "H18" (1,2). El otro gen que codifica la proteína de superficie del virus, neuraminidasa (NA), también es extraordinariamente diferente de los virus de influenza conocidos. Es posible que este gen provenga de antiguos virus de influenza en murciélagos que están extintos o aún por descubrir. Los científicos de los CDC han propuesto nuevas designaciones para los subtipos de NA encontrados en murciélagos: "N10" y "N11."
Los científicos creen que las proteínas de superficie HA y NA de los virus de la influenza en murciélagos funcionan de manera diferente de como lo hacen estas proteínas en los virus de la influenza en seres humanos, en otros mamíferos y aves. Por ejemplo, las proteínas de superficie HA en los seres humanos participan en la infección al permitir que un virus de la influenza se adhiera y logre ingresar a las células de las vías respiratorias de los seres humanos. Asimismo, las proteínas de superficie NA que se encuentran en los virus de la influenza y que infectan a los seres humanos, las aves y otros mamíferos también participan en la infección al permitir que un virus de la influenza se escape de una célula infectada e infecte a otra célula sana. Sin embargo, las proteínas HA y NA encontradas en los virus de la influenza en murciélagos en América Central y América del Sur no ejecutan estas funciones de la misma manera, según un análisis de sus estructuras de cristales. Los investigadores concluyeron que estas proteínas de superficie deben contar con un mecanismo de acción diferente en los murciélagos. Por lo tanto, siguen siendo una incógnita los medios por los que estos virus de la influenza en murciélagos entran o salen de las células para infectar estos mamíferos.
El descubrimiento del virus de influenza en murciélagos fue posible por el trabajo de campo realizado por el Centro de Regional de Detección Global de la Enfermedad (GDD) de los CDC en Guatemala, en colaboración con el Programa de Descubrimiento de microbios patógenos, de los CDC; el Programa sobre la Rabia, de los CDC, y la Universidad del Valle de Guatemala.
Se capturaron un total de 316 murciélagos sanos de 21 especies diferentes en ocho localidades en el sur de Guatemala durante dos años consecutivos, 2009 y 2010. Como parte del estudio, se recogieron 180 murciélagos en mayo de 2009 y 136 murciélagos en septiembre de 2010. Con la ayuda del Centro Regional de GDD en Guatemala y la Universidad del Valle, el programa sobre la Rabia de los CDC de la Oficina de enfermedades infecciosas y GDD de los CDC marchó a la vanguardia en el hisopado de los murciélagos. Se recogieron muestras rectales y tejidos de cada uno de los murciélagos.
El Programa de descubrimiento de microbios patógenos de la División de Enfermedades Virales de los CDC analizó los hisopados que dieron negativo para la rabia con el objetivo de detectar otros virus patógenos. Las pruebas iniciales para la detección del virus llevadas a cabo por el Programa de Descubrimiento de microbios patógenos determinó que tres de los 316 murciélagos dieron positivo para la influenza. Todos eran de una sola especie conocida como murciélagos de hombro amarillo de tamaño pequeño.
El Programa de descubrimiento de microbios patógenos de los CDC pudo identificar y secuenciar el genoma completo del nuevo virus utilizando instrumentos de secuenciación de alto rendimiento en el laboratorio (específicamente secuenciación 454 Pyro y Illumina GAIIx) en los laboratorios de los CDC en su sede de Atlanta y en la unidad de secuenciación de la Universidad de Emory, respectivamente.
Referencias
Suxiang Tong et al. "A distinct lineage of influenza A virus from bats." PNAS 2012.Externo
Suxiang Tong et al. "New World Bats Harbor Diverse Influenza A Viruses." PLOS Pathogens. 2013.Externo
M Juozapaitis et al. "An infectious bat-derived chimeric influenza virus harbouring the entry machinery of an influenza A virus." Nature Communications. 2014. 5:4448