domingo, 27 de junio de 2021

ERRADICACIÓN DE LA PESTE BOVINA EN EL MUNDO. Patricio Berríos E. 2021

 

ERRADICACIÓN DE LA PESTE BOVINA EN EL MUNDO

Patricio Berríos E.

2021

 La peste bovina fue declarada erradicada en 2011, lo que la convierte en la primera enfermedad animal en ser eliminada en la historia de la humanidad. Durante siglos, la peste bovina causó la muerte de millones de vacas, búfalos, yak y animales silvestres.  Aunque esta enfermedad no afecta de forma directa a los seres humanos, durante muchos siglos tuvo serias consecuencias para los medios de vida de las personas , la preparación del suelo, el bombeo del agua para regar los cultivos, las cosechas, y el transporte de esos productos al mercado, causando graves hambrunas. Esta enfermedad animal se convirtió en la segunda enfermedad en ser erradicada oficialmente del mundo, tras la erradicación de la viruela en 1980. Estas enfermedades erradicadas lo fuero en gran medida al uso de campañas de vacunación efectivas.

La peste bovina (o peste del ganado) fue una enfermedad viral infecciosa que atacaba al ganado, al búfalo doméstico y a algunas especies de animales . El virus causante se clasifica en el Género: Morbillivirus. Familia: Paramyxoviridae. Especie:  virus Rinderpest. Clase: Monjiviricetes

La erradicación de la peste bovina se hizo posible gracias a la combinación del uso de una de las vacunas más eficaces del mundo con una estrecha coordinación internacional y con el compromiso de las personas tanto en el plano de las comunidades como en el ámbito nacional, regional e internacional, combatirla y eliminarla de la faz de la Tierra es realmente un extraordinario logro para la humanidad

El 25 de mayo de 2011 la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) declaró oficialmente conseguida la erradicación mundial de la peste bovina, logro alcanzado con el uso de una vacuna atenuada. Hoy, la viruela y la peste bovina son las dos únicas enfermedades infecciosas erradicadas con vacunas.

La OIE fue fundada en París en 1924, con el nombre de Oficina Internacional de Epizootias (OIE). En 2003 cambió su nombre (Organización Mundial de Sanidad Animal), pero mantuvo el acrónimo original. Hoy mantiene su sede en París, reúne a 178 países, tiene su web oficial en francés, inglés y español, y actúa de forma complementaria a otras organizaciones auspiciadas por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como la OMS (fundada en 1948) y la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, fundada en 1945).

Ahora, entre el 24 y el 28 de mayo de este 2021 se está celebrando la 88.ª Sesión anual de la OIE en París, siendo el tema de One Health/Una sola salud uno de los principales debatidos.

 

LA PESTE BOVINA

La peste bovina (rinderpest en alemán) es una infección viral que afecta al ganado bovino, pero que también ha causado miles de víctimas humanas, por la dependencia de estos del ganado, tanto para la alimentación (carne y leche), como para el abono para la tierra (estiércol) y como fuerza motriz que, décadas atrás y ahora todavía en algunas áreas poco desarrolladas, ha sido usada para llevar a cabo tareas como el cultivo de la tierra. El ganado vacuno es el más afectado, aunque también afecta a otros bóvidos, como antílopes y ovejas (en general los ungulados de pezuña hendida). Ocasionalmente también a otros animales silvestres, mamíferos herbívoros.

 Los síntomas clínicos comprenden: anorexia, fiebre alta, manchas rojizas alrededor de los ojos, la nariz y la boca, con secreción; espuma en la boca; estreñimiento y diarrea. Pocos días después, el animal infectado muere. También pueden ser vistos casos graves con estomatitis necrótica, descarga oculonasal, conjuntivitis, neumonía y diarrea.

La peste bovina puede propagarse de animales enfermos a animales sanos a través del contacto directo. El virus se encuentra en secreciones de los ojos, nariz, boca, heces, orina, sangre, leche, o fluidos de animales infectados. Afortunadamente no es patógeno para el ser humano, pero para el ganado vacuno la tasa de mortalidad puede llegar al 90%.

 

El virus de la peste bovina

Es un virus de la familia Paramyxoviridae, género Morbilivirus. El virus del sarampión, de este mismo género, se cree que pudo tener su origen en mutaciones del virus de la peste bovina, varios siglos atrás

Epidemiología y desarrollo histórico de la lucha contra la enfermedad

Es un virus con elevada contagiosidad, la infección da lugar a manifestaciones clínicas en pocos días, y tenía una elevada letalidad. Las epidemias se extendían con rapidez y podían causar la pérdida de la mayoría o todo el ganado de una región. En ocasiones, esto se seguía de unos años de intensas hambrunas y muchas víctimas humanas añadidas. En la península ibérica entró a través de la frontera con Francia a finales del siglo XVIII.

 Desde los inicios se aprendió que el sacrificio precoz de los animales sospechosos era la clave para evitar la extensión de la infección, pero no era sencillo convencer de ello a los dueños de los animales, por las pérdidas que suponía. A finales del siglo XIX, Austria impulsó una conferencia que reunió a numerosos países interesados en desarrollar mecanismos de protección frente a las epidemias. El acuerdo más importante fue el compromiso de alertar a los países vecinos de la presencia de un brote para que estos vigilaran el comercio de animales con las áreas afectadas. En África la enfermedad se extendió con facilidad; Robert Koch asesoró a las autoridades surafricanas un tiempo, estaba convencido de que se trataba de un microorganismo transmisible y probó a inocular bilis de un animal enfermo a otros, pero sin éxito. Más tarde se probaron otros métodos con resultados variables, como la inyección de suero y otros productos derivados de órganos de animales enfermos.

Tras la primera conferencia de la OIE en 1928 se dio un importante impulso a la investigación de vacunas inactivadas; Filipinas fue el primer país que puso en marcha campañas de vacunación del ganado con virus inactivados por métodos químicos obtenidos de la sangre y bazo de animales enfermos.

 En la Segunda Guerra Mundial, EE. UU. temía un ataque japonés con armas biológicas (el virus de la peste bovina entre ellos) y decidió acelerar el desarrollo de vacunas atenuadas (aprovechando las enseñanzas de la polio). Ambos países emprendieron una carrera por lograr una vacuna que protegiera a su cabaña animal. Las pruebas fueron numerosas, y, finalmente, el virólogo estadounidense Richard Shope encontró una fórmula para obtener vacunas mediante el pase de los virus por huevos de aves. Antes de acabar la guerra EE. UU. tenía dispuesta una vacuna para defenderse del supuesto ataque japonés, que según lo sabido después sí estuvo entre los planes nipones.

Una vez acabada la contienda se reanudó la colaboración entre países y se aceleró la investigación. En China se probó con éxito una vacuna atenuada obtenida de la infección de conejos (vacuna lapinizada), y en 1955 notificaron su último caso. Asia acabó con la peste bovina en 1957.

 En los años 60 el veterinario británico Walter Plouwright consiguió reproducir el virus en cultivos celulares de riñón de vaca. Este hallazgo permitía prescindir de los animales vivos o huevos para mantener al virus vivo en el laboratorio. La nueva vacuna TCRV (Tissue Culture Rinderpest Vaccine) era segura para todas las especies de ganado, de todas las edades, confería protección de por vida y era barata y fácil de producir, aunque necesitaba estar refrigerada. Más adelante, el veterinario estadounidense Jeffrey C. Mariner logró una vacuna termoestable (TRV o ThermoVax) utilizando cultivos celulares de riñón de mono (células Vero), lo que abrió la puerta para el control de la enfermedad en el continente africano.

La peste bovina puede propagarse de animales enfermos a animales sanos a través del contacto directo. El virus se encuentra en secreciones de los ojos, nariz, boca, heces, orina, sangre, leche, o fluidos de animales infectados.

Robert Koch desarrolló la primera versión de la vacuna contra la peste bovina en 1897, cuando se dio cuenta de que podía proteger a los animales inyectándoles sangre y bilis de un animal infectado

 La peste bovina (rinderpest) fue erradicada de Europa a principios del siglo 20. El linaje 1 se ha reportado sólo en África y el Medio Oriente y fue visto por última vez en el 2001. El linaje 3 (de Asia") fue encontrado en Rusia, Turquía, y partes de Asia y el Medio Oriente, este linaje no se ha visto desde el 2000.

 Antes de su erradicación en 2011, la peste bovina era la enfermedad del ganado con mayor impacto, ya que podía ser 100% fatal en algunos rebaños de ganado, puesto que se transmitía y afectaba rápidamente a búfalos, yaks y a muchos otros artiodáctilos domésticos y silvestres. Se piensa que se originó en Eurasia, extendiéndose posteriormente hacia Europa y Asia, siguiendo las rutas comerciales y migratorias. La presencia de la enfermedad también fue notificada en Américas y Australia con menor incidencia.

 La peste bovina provocó extensas hambrunas en África y representó un obstáculo para el desarrollo agrícola en Asia.

 

Los esfuerzos por comprender la patogenia de la enfermedad y suministrar los tratamientos y la prevención adecuados fueron la fuerza motriz de los avances científicos en los siglos XVIII y XIX.

En 1924, las repercusiones económicas de la peste bovina fueron uno de los principales motivos que condujeron a la creación de la OIE, en busca de para el control de enfermedades infecciosas de los animales a nivel internacional y luego a la creación de varias escuelas de Medicina Veterinaria de toda Europa y Asia.

 En 1920, la peste bovina resurgió de manera inesperada en Bélgica, a causa de un rebaño de cebúes (Bos primigenius indicus) infectado, procedente de la India y destinado a Brasil, que estaba en tránsito en el puerto de Amberes, Bélgica.

 Distribución:

La enfermedad ha estado presente en Europa, África y Asia desde la época de los romanos y ha causado cientos de millones de muertes de cabezas de ganado a lo largo de cientos de años. Por eso, las epidemias de peste bovina no sólo han estado asociadas a grandes pérdidas económicas si no también han ocasionado grandes hambrunas en la población humana. Los animales que se recuperan de la peste bovina tienen inmunidad permanente y no vuelven a padecer la enfermedad. Además, no existen animales que actúen como “reservorios” o almacén de la enfermedad.

 Las primeras vacunas contra la peste bovina ya las desarrolló Robert Koch a finales del siglo XIX, y luego se han ido mejorando con vacunas cada vez más eficaces. Por todas estas razones, en los años ochenta comenzó un programa mundial para la erradicación de la peste bovina. El último caso registrado de peste bovina data de 2001, y diez años después la OIE declaró oficialmente que el mundo estaba libre de la enfermedad. Gracias a las vacunas hemos sido capaces de erradicar del planeta dos grandes plagas, la viruela y la peste bovina.

 

AntecedentesJuan Pascual. Cómo un puñado de veterinarios salvaron millones de vidas humanas y erradicaron una enfermedad de la faz de la Tierra. Naukas, 25 de mayo de 2021.

Sara Soto. One Health (una sola salud) o cómo lograr a la vez una salud óptima para las personas, los animales y nuestro planeta. Instituto de Salud Global, 6 de abril de 2021.

Breve historia de la peste bovina. OIE, boletín n.º 2 de 2011.

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