domingo, 4 de julio de 2010

ETOLOGÍA V. Comportamiento del gato

Las principales etapas del desarrollo del gato

El gato es un depredador de desarrollo rápido. Puede considerarse que su desarrollo comportamental finaliza a los tres meses. Se organiza en tres periodos:

1. El desarrollo sensorial y motor.

Inicia durante el periodo prenatal, periodo durante el cual el gatito recibe muy precozmente informaciones sobre su medio ambiente: factores neuroendocrinos (7 semanas antes del parto) y estímulos táctiles (5,5 semanas antes del parto) que van a informar al feto sobre el estado emocional de su madre. Estímulos gustativos también van a ser percibidos antes del nacimiento. Estas conexiones aparecen extremadamente lábiles: en efecto, si no son estimuladas, desaparecerán y no volverán a formarse.

2. Apego y sociabilidad

El apego representa el lazo que se establece entre el individuo que materna al joven. La madre representa un polo de seguridad ya que su proximidad permite un contacto físico apaciguador. Irradiando alrededor de su madre es como el gato va a explorar su medio ambiente.

El lazo de la madre hacia el gatito se instaura durante la gestación. El apego del gatito con su madre toma lugar al final del periodo de transición y es roto violentamente por la madre al final del periodo de socialización.

El período de desapego puede presentarse bajo dos formas:
- si la madre es de nuevo gestante (gata que vive en medio rural), aleja brutalmente a los gatitos hacia la edad de 5 a 6 semanas. Los gatitos de estas camadas presentarán una baja sociabilidad.
- Si no el desapego será más tardío y más progresivo: ocurre entre las 8 y 12 semanas. Los gatitos presentan entonces una alta sociabilidad. Este desapego tardío es característico de las razas asiáticas (Siames y Abisinios).

El comportamiento de eliminación se adquiere progresivamente en función de etapas definidas: El primer mes: Micciones y defecaciones voluntarias desencadenadas por la madre mediante estimulación de la región perianal. Hacia el día 30: primeras eliminaciones voluntarias, favorecidas por la ingestión de alimentos sólidos. Hacia el día 35: el rascado del piso aparece; el gatito rasca pero en lugares distintos del lugar de eliminación. Hacia el día 40: coordinación eliminación, rascado del piso; influencia determinante de la madre. Entre el día 45-50 : eliminación en un solo lugar con entierro. Hacia el día 60: comportamiento de eliminación adulto.

1. El gato: Un animal territorial: El gato, a diferencia del perro, es considerado como un animal territorial, es decir infeudado a un territorio. Este territorio es por definición delimitado y defendido.

2. Los campos territoriales: Este territorio no constituye una superficie única delimitada por marcas olorosas sino que se descompone en múltiples parcelas funcionales en el seno de las cuales el gato organiza sus distintos comportamientos: son los campos territoriales.

Los distintos campos territoriales:

a) Los campos de aislamiento: están representados por los sitios de descanso o refugio en enfermedad. Estos lugares están muy a menudo situados en altura con el objeto de sustraerse a cualquier contacto (DEFORET) [1]. El tamaño y el número de los distintos campos de aislamiento puede cambiar en función de variables ecológicas: así el número de gatos que viven sobre un mismo territorio condiciona la superficie ocupada por los campos de aislamiento.

b) Campos de actividad: entre los campos territoriales, se distinguen los campos llamados de actividad consagrados a una función comportamental precisa. Son los campos de depredación (aves, ratones), campos de juego, campos de reproducción, campos consagrados a la interacción con sujetos de otra especie. La tolerancia de un congénere sobre un campo territorial depende del tipo de actividad, claro esta, pero también del número de gatos que viven sobre el territorio. Así en los campos de juego, la presencia de los congéneres será tolerada. En los campos de reproducción en cambio, constituyen campos llamados de intolerancia : la presencia de un congénere conllevará al enfrentamiento. También, en los campos de depredación, la presencia de un congénere será aceptada si la comida es suficiente.

Las vías de paso:

El territorio representa entonces una organización compleja compuesta de una multitud de parcelas. Estas parcelas están comunicadas entre sí por vías de paso immutables que el gato organiza el mismo en el transcurso de sus distintas actividades de exploración. La estabilización y la funcionalidad dek conjunto del sistema están aseguradas por una balística precisa en los límites de cada parcela.

Las marcas asociadas a los campos territoriales

La balística de los territorios es asegurada mediante marcas sensoriales (feromonas y marcas visuales) las cuales, según Pageat, son repartidas en tres categorías:

Las marcas territoriales :
* rasguños;
* marcas dejadas mediante proyección de orina en la secuencia de marcaje urinario.
Estas marcas tienen por objeto señalar la existencia de un ocupante sobre los lugares. El depósito de feromonas urinarias es la consecuencia de una modificación del estado emocional. Cualquier excitación, sea positiva (ej.: excitación sexual) o negativa (ej.: ansiedad, ira), es susceptible de desencadenar un comportamiento de marcaje urinario.

Las marcas de alarma:
Son liberadas por los cojinetes plantares, los sacos anales o glándulas sudoríparas en una reacción de miedo. Van a llevar al animal a no pasar por el lugar marcado.

Las marcas de familiarización:
Son marcas feromonales apaciguadoras depositadas en particular por la glándulas de la frente sobre objetos del medio o seres humanos, explorados sin daño para el animal. La cosa marcada acaba siendo el objeto de apego u objeto tranquilizante. Estas marcas feromonales corresponden a las feromonas faciales.

Las feromonas
El término feromonas ha sido definido por primera vez por Karlson y Luscher en 1959. Es la asociación de dos raíces griegas "pherein" (transportar) y hormán(excitación). Muy difundidas en el reino animal, rigen las comunicaciones en el seno de una misma especie. Así, las feromonas emitidas por un individuo van a orinetar, modificar los comportamientos de los individuos de una misma especie, incluyendo los del individuo emisor (caso de las feromonas de alarma).

Entre todas las feromonas, son a no dudar las feromonas de los insects las que, a este día, han sido objeto de un mayor número de estudios. En las abejas, por ejemplo, las feromonas influyen de manera determinante la armonía social de la colonia. En efecto, la reina segrega mediante sus glándulas maxilares y algunas glándulas abdominales una feromona comúnmente llamada jalea real. Esta sustancia impide el desarrollo de los ovarios de las obreras y permite sostener en estas últimas comportamientos específicos de su casta. Impide también la construcción de otras células de la reina. Cuando la reina envejece, la secreción de jalea real disminuye firmando el final del dominio sobre las obreras y el abandono de la reina (Borchert).

En las hormigas, varias feromonas con funciones varias han sido identificadas: permiten señalar un peligro (feromonas de alarma), dirigir miembros de la colonia hacia una fuente de comida (feromonas de pista), etc. Por sus propiedades tractivas o repulsivas, las feromonas de insectos, conocen ya aplicaciones en el área fitosanitaria.

Las feromonas del gato:
Los distintos trabajos de Verbene y de De Boer por una parte y de Verbene y Leyhausen por otra han permitido una primera aproximación de las propiedades de las feromonas faciales. Ss estudios experimentales han mostrado que las secreciones faciales, en asociación con las feromonas urinarias, informan los gatos machos de la receptividad de las hembras. El depósito de feromonas faciales es realizado por los dos sexos según una frecuencia propia a cada individuo. Estos investigadores han sido los primeros en evidenciar que las feromonas faciales poseen una función relacional. En efecto, los gatos parecen depositar feromonas faciales cuando se acerca un individuo reconocido y aceptado.

La percepción de las feromonas:
Cuando un gato percibe feromonas adopta un comportamiento particular llamado por los comportamentalistas el "flehmen": levanta la cabeza, abre parcialmente la boca y se queda así inmóvil algunos segundos, el tiempo necesario para que las informaciones contenidas sean transmitidas al órgano vómero-nasal (ú órgano de Jacobson) que se abre atrá del arco incisivo (Wolski). El reconocimiento del mensaje recurre entonces a un órgano sensorial específico y el fenómeno de percepción es distinto del olfato clásico.

Las propiedades identificadas de las feromonas faciales
Las feromonas faciales han sido en lo particular muy estudiadas (Pageat). Poseen en resumen tres grandes funciones:

1 Función de ubicación espacial. Estas marcas son principalmente depositadas sobre objetos que delimitan la articulación entre una vía de paso y un campo territorial. Las encontramos también sobre los objetos "dignos de señalar" por el volumen o la estructura, al interior de los campos de actividad. Estas marcas parecen intervenir para facilitar los desplazamientos del gato.

DESPLAZAMIENTO DEL GATO
2 Función relacional. Cuando los gatos comparten amplias porciones de su territorio, existe un verdadero marcaje recíproco que contribuye en crear un "olor" de colonia. Cualquier nuevo individuo es identificado por la discordancia del mensaje feromonal emitido.

RECONOCIMIENTO DE LOS INDIVIDUOS CONOCIDOS
3 Función de estabilización emocional. Cuando un gato es introducido en un medio desconocido, rico en objetos varios, tiene tendencia muy a menudo o a replegarse en una esquina o a efectuar secuencias de marcaje urinario (tipo de marcaje con fuerte componente emocional). El empleo de compresas estériles impregnadas de feromonas faciales recolectadas sobre el gato, posteriormente depositadas en lugares dignos de señalar ha permitido evidenciar:
- las propiedades de apaciguamiento emocional de las feromonas faciales. El gato presenta un comportamiento exploratorio normal.
- las propiedades antagonistas del marcaje urinario. Ausencia de proyección de orina.
Esta propiedad ha sido demostrada cualquiera sea el tipo de marcaje, sexual o reaccional, después de una modificación del medio ambiente. El empleo de compresas estériles impregnadas es eficaz pero presenta numerosas coerciones para los propietarios de gatos.

Un descubrimiento: El primer análogo estructural de las feromonas faciales (comercialmente el producto se llama FELIWAY)
Las feromonas presentan una estricta especificidad de especie. Rigen las comunicaciones en el seno de una misma especie. En el mamífero, la complejidad de las feromonas es asegurada mediante la asociación de muy numerosos compuestos cuyas proporciones varían en función del individuo, de su sexo, de su edad y de su estado emocional y fisiológico.

Las feromonas faciales pueden contener y entonces transmitir varios tipos de mensajes. Parece a priori iluso esperar aislar la molécula que permita reproducir un mensaje preciso y comprendido por el animal.
Este descubrimiento de un análogo estructural reproduce un mensaje reconocido por el conjunto de los gatos, cualquiera sea su sexo, su edad, su estado emocional y fisiológico. Reproduce las propiedades de estabilización emocional de las feromonas faciales del gato por lo que puede emplearse:
- en cualquier circunstancia de marcaje urinario cualquiera sea el origen (marcaje urinario de origen sexual o reaccional).
- en el marcaje por rasguños.
- para tranquilizar al gato en un lugar desconocido (nueva casa, vacaciones....) o considerado estresante (jaula, cesto, carro...).

El comportamiento sexual del gato se puede calificar de muy activo. Sus periodos de celo son muy seguidos, de hecho si una gata no es fecundada, el próximo celo puede presentarse tan sólo dos semanas después. Se podría decir que tanto los machos como las hembras pasan la mayor parte de la época buscando pareja.

Los periodos de actividad sexual están determinados por las hembras, cuyo ciclo es fotoperiódico, teniendo los periodos más favorables de agosto a marzo, que es cuando hay más horas de luz natural.

En las hembras la pubertad puede aparecer entre los seis y ocho meses, según la raza, por lo que pueden ser madres desde edades muy tempranas. Las que vivan en departamentos se benefician de una iluminación artificial que les permite tener celo durante todo el año. Realmente la domesticación a facilitado la fecundidad de estos animales, de hecho se puede constatar una exacerbación en el comportamiento sexual de las hembras domésticas respecto a las salvajes.

Durante el reposo sexual de la hembra, los machos continúan produciendo espermatozoides, pero su comportamiento estará marcado por la ausencia de líbido. Suelen alcanzar la madurez sexual hacia los doce meses de edad, dependiendo de la raza y condiciones externas. En los adolescentes irán apareciendo los caracteres sexuales a partir de los seis meses.

Otras particularidades físicas aparecerán a más temprana edad, como por ejemplo las espículas del pene, que ya las podemos ver desde los tres meses y medio, influenciada por la producción de testosterona. Después de la pubertad, las hormonas circulan por el organismo en una cantidad suficiente como para provocar un comportamiento reproductor intenso. Salvo raras excepciones, los machos y hembras son polígamos, en raras ocasiones se mantienen parejas estables después de las montas. La hembra es poco sensible al lugar donde se dejará montar, mientras que el macho prefiere aparearse en un lugar conocido o al menos ya explorado. Normalmente en un medio desconocido se inhibe bastante.

Maullidos de amor. Cuando, guiado por los maullidos de la gata en celo, el macho se encuentra con la hembra, éste realiza un marcaje con olores y marcas visuales: marcaje con orina, arañazos verticales, vaciamiento de sacos anales y frotamiento contra las cosas a su alrededor. Estos mensajes tienen una doble finalidad: por un lado tienen la acción de ansiolíticos para él mismo, le dan seguridad, y por otro son señales para los otros individuos. En el caso de la hembra, los olores del macho le permiten conocer al macho, su identidad, su disponibilidad sexual, su estado emocional…

Ella misma marca con orina el terreno que ha marcado el macho. En un principio, la hembra suele mostrarse bastante agresiva con el macho en sus juegos amorosos. Sus pupilas están dilatadas y es capaz de emitir unos maullidos inquietantes de forma intermitente o continua. Es un tipo de maullido muy parecido al que emite el macho.

El acoplamiento se puede dividir en seis fases. Los preliminares duran de 10 segundos a 5 minutos, según la experiencia del macho, que es el que toma la iniciativa. Sus maullidos se encuentran en una frecuencia muy baja y sigue proyectando orina sobre el lugar del encuentro, antes de acercarse a la hembra para realizar los saludos tradicionales; se huelen mutuamente la cara y la zona perineal. El macho huele intensamente la zona vulvar de la gata. Entonces maúlla más suavemente, recordando el sonido que emite la gata en celo. Según la experiencia del animal esta fase puede reducirse a la mínima expresión, con una aproximación de unos segundos seguida de un coito brutal. El gato menos experimentado tendrá más bien tendencia a dar vueltas alrededor de la hembra. En el caso de un ejemplar particularmente neófito, éste puede prestar atención a una sola hembra, ignorando totalmente a las restantes.

No tan tiernos. En el acoplamiento el macho debe inmovilizar a la hembra mordiéndole el cuello. Este tipo de mordisco no es en absoluto para herir, sino que recrea la época de la infancia, cuando la madre cogía sus pequeños por el cuello par desplazarlos. Una vez en el suelo, la gata se deja montar por el macho durante unos segundos. La fase del coito no dura más que de 15 a 20 segundos.

La retirada del macho es dolorosa para la hembra, y provoca una fase agresiva por su parte, pero también puede permanecer cerca del macho a la espera de otra posible cópula. El macho debe esperar de 5 a 15 minutos para poder volver a montar a la hembra. Durante este periodo, permanece a una distancia prudencial de su compañera. Si no se marcha después del apareamiento, será ella la que con frecuencia tome la iniciativa de un segundo coito. Si otros machos se encuentran cerca, puede buscar también a uno de ellos. Recíprocamente, la presencia de otras hembras en celo puede reanimar al macho constantemente, pudiendo éste aparearse hasta nueve veces por hora.

Entendemos entonces porque es tan difícil hacer vivir a un gato sin castrare encerrado en casa y sin dejarle salir al exterior. Fisiológicamente, la ovulación está provocada por el coito, pero la fecundación no se produce hasta 48 horas después. Durante este lapso de tiempo, la hembra continuará desesperadamente buscando machos, mientras que éstos suelen concentrarse en una misma hembra, de ahí sus peleas.

La sexualidad es por tanto vivida intensamente en los gatos, que resulta ser una especie particularmente prolífica. El equivalente a la menopausia no existe en la hembra, y las gestaciones continúan mientras que su salud se lo permite

Debido a las particularidades fisiológicas del comportamiento sexual de los gatos, la esterilización o castración aporta la única solución permanente para poder vivir agradablemente en compañía de ellos. Pero la pregunta que se nos plantea muchas veces es si esta operación es mala para estos animales.

Durante siglos los gatos han vivido bastante próximos a los humanos, pero sin perder su propia intimidad. Convertido más tarde en un animal de compañía, el gato doméstico entró dentro de las casas adaptándose perfectamente al nuevo hábitat.

Aparte de de en las visitas rutinarias al veterinario para las primeras vacunas, la cuestión de la castración se manifiesta rápidamente a partir de una cierta edad, en la que empieza a manifestar su típico comportamiento sexual. La gran fertilidad de los gatos y su marcado comportamiento sexual contribuyen a pensar en su esterilización desde el momento en que adoptamos a uno de ellos.

Este tipo de intervenciones quirúrgicas son avaladas y promovidas por razones sanitarias, ya que así se consigue disminuir el riesgo de tumores mamarios, dejando de existir al mismo tiempo los riesgos de infecciones en útero y ovarios, y al mismo tiempo disminuye mucho el riesgo de transmisión de virus tales como el de la leucemia, FIV, etc.

Otro de los motivos por los que se plantea la esterilización es para evitar las molestias ocasionadas por la conducta sexual tan “escandalosa”: maullidos, peleas, marcado de territorio, etc. Y sin duda también para evitar la sobrepoblación felina descontrolada, que hace que aumente el número de gatos abandonados tanto en la calle como en refugios y protectoras. De todas maneras parece legítimo preguntarse por las consecuencias de este tipo de intervención.

Se ha de tener en cuenta que su comportamiento reproductor desaparecerá, su estatus sexual cambiará y la falta de testosterona o estrógenos repercutirá de forma más o menos cuantificada sobre su comportamiento, alimentación, territorialidad…

La maternidad no formará parte de la vida de los animales esterilizados. Éstos tendrán una vida más confortable y mucho más segura, ya que los accidentes y las peleas serán excepcionales.

Su comportamiento exploratorio disminuirá, lo mismo que su territorio exterior. Algunos propietarios dicen que su carácter se suaviza, que se vuelve más cariñoso y busca más contacto con la familia.

Fisiológicamente, la de testosterona y de estrógenos provoca un aumento de peso que hay que tener en cuenta y controlar a tiempo. La eliminación de las hormonas sexuales hace desaparecer una conducta específica de estos animales, pero para decidir si es conveniente o no operarlos, se deben valorar todas las consecuencias pensando en el bienestar del animal. El comportamiento sexual del gato se puede calificar de muy activo.


REFERENCIAS

DEFORET C. Marquage territorial chez le chat: des signes a décrypter et a traiter. Semaine Vétérinaire no. 773 du 15-22 avril 1995.
DEHASSE J, DE BUYSER C. Socio-ecologie du chat. PMCAC, 1993,28,pp 469-478
PAGEAT P. Rapport d'essai clinique sur la fraction F3 de la sécrétion faciale du chat. Communication personnelle, 1995.
P. KARLSON y M. LUSCHER. Pheromones: a new term for a class of biological active substances. Nature, 1959, 183, 55-56.
BORCHERT A. Les maladies et parasites des abeilles. 1970, VIGOT Freres Editeurs, Paris, pp 7.
VERBERENE G, DE BOER J.N. Chemocommunication among domestic cats. Z. Tierpsycol., 42, 86-109.
VERBERENE G, LEYHAUSSN P. Marking behavior of some Viverridae and Felidae: time interval analysis of the marking patern. Behavior, 58; 192-253
WOLSKI T.R. Social behavior of the cat, Symposium on animal behavior, published in Veterinary Clinics of North America, Vol 12, 4, 1982.

1 comentario:

  1. El apego representa el lazo que se establece entre el individuo que materna al joven gato. La madre representa un polo de seguridad ya que su proximidad permite un contacto físico apaciguador. Irradiando alrededor de su madre es como el gato va a explorar su medio ambiente.

    El lazo de la madre hacia el gatito se instaura durante la gestación. El apego del gatito con su madre toma lugar al final del periodo de transición y es roto violentamente por la madre al final del periodo de socialización.

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