RABIA (Hidrofobia)
I n t r o d u c c i ó n e h i s t o r i a. Es una infección aguda
del sistema nervioso central que puede ocurrir en cualquier animal
de sangre caliente y que se transmite al hombre. Es enfermedad fatal
prácticamente en el ciento por ciento de los casos. La transmisión
ocurre exclusivamente por inoculación traumática.
Existe evidencia de que la rabia es muy antigua en la historia
humana. Imágenes de perros rabiosos aparecen en la mitología griega
y grabados de Roma, Grecia, Egipto. En textos bíblicos anteriores a
la ley Mosaica y en descripciones de Demócrito, Aristóteles y Celso,
se hace mención a una enfermedad que sin duda corresponde a rabia.
Presenta una distribución mundial, ajena a clima o cualquier otra
característica local. Países tan distantes entre sí como Malaya,
Israel, Rodesia del Sur y Honduras han sido víctimas de epizootias
de rabia que han constituido un grave problema de Salud Pública. Sin
embargo, existen ejemplos de países que han logrado erradicar
definitivamente la enfermedad por períodos prolongados. Dinamarca
está libre de rabia desde 1815 y Suecia desde 1824. Inglaterra
constituye otro ejemplo interesante. La rabia era prevalente hasta
1903, año en que fue erradicada de las Islas Británicas. En 1918, se
introdujo un perro rabioso, pero después de una activa campaña de
nuevo quedó erradicada definitivamente desde 1921 hasta hoy día.
Es una enfermedad enzoótica, es decir, que se presenta en forma
continua en diversas especies animales, y con brotes epizoóticos que
a veces pueden adquirir caracteres muy importantes. En Estados
Unidos mueren unas 25 a 50 personas al año con diagnóstico de rabia
y reciben trata, miento unas 30.000 personas anualmente.
Se advierte una tendencia estacional con una elevación de la
incidencia en los meses de verano, probablemente debido a una mayor
pululación animal en esos meses.
M a g n i t u d d e l d a ñ o . Es difícil medir los daños que
ocasiona la rabia sobre la comunidad. Los datos sobre rabia humana
arrojan un saldo de muertes que habitualmente no reflejan su
verdadera magnitud. Una decena de muertes, por lo general, no
constituye argumento suficientemente fuerte para defender la
prioridad de un programa.
En rabia existen otros índices para revelar la porción oculta del
problema, que se refieren a daños económicos y evitables que recaen
sobre los Servicios de Salud y, por lo tanto, sobre la comunidad.
Estos gastos son:
a) Rabia animal. Pérdidas causadas a la ganadería por muertes de
reses, caballares, caprinos, ovejunos y otros;
b) Tratamiento de mordidos: La vigilancia permanente de los mordidos
por perros rabiosos o sospechosos, el despliegue de acciones a fin
de administrar tratamientos prolongados, representan en conjunto una
distracción cuantiosa de personal y recursos, y
c) Control de perros callejeros. La captura de perros, mantención
durante un periodo de rescate, operaciones esporádicas de
exterminio, representan otro drenaje cuantioso de recursos. Esto se
discute más adelante.
Estos y otros gastos representan el volumen real del problema. Si el
epidemiólogo tiene cuidado de computarlos, podrá comprobar que
dispone de buenos elementos de juicio para justificar un programa de
control.
Enfermedad en el perro. Después de un período de incubación que
fluctúa entre 21 a 60 días en la mayoría de los casos, pero que
puede ser tan corto como 10 días, el perro presenta la enfermedad,
que puede adoptar una de las dos formas siguientes:
1) R a b i a f u r i o s a : Los primeros síntomas consisten en un
cambio de carácter en el perro, cuya actitud general se observa
alterada. El animal se pone irritable, muerde y tiende a la fuga a
veces a distancias considerables. Otro signo es que come objetos
extraños, por ejemplo trozos de madera, papeles, paja, tierra. Lanza
mordiscos a las moscas y otros animales y se pone agresivo incluso
para sus propios dueños. Luego se desarrolla una parálisis del tren
posterior y la muerte ocurre en un máximo de 11 días.
2) R a b i a m u d a o t r a n q u i l a: En esta forma el perro cae
en un estado de somnolencia y de apatía, rápidamente aparece una
parálisis del maxilar y de los músculos de la faringe, que le dan
una expresión característica, con el hocico abierto y la lengua
flácida. La gente tiende a interpretar esta sintomatología como
ocasionada porque el perro haya ingerido un hueso o espina que se le
clavó en la faringe e incluso se multiplican las maniobras dentro
del hocico del perro para tratar de extraer el pretendido cuerpo
extraño. En estos casos de rabia muda, la muerte ocurre en un plazo
máximo de tres días.
La rabia en animales silvestres como el lobo, chacal y otras
especies carnívoras, experimenta síntomas parecidos y estos animales
tienden a invadir los sitios poblados o las viviendas humanas, donde
atacan a las personas y animales domésticos.
3) T r a n s m i s i ó n : Se ha dicho que la transmisión se hace
exclusivamente a través de inoculación traumática. Esto quiere decir
contacto de saliva infectada de virus rábico con tejidos lesionados.
Esta transmisión puede operarse a través de mordedura y menos
frecuentemente de lameduras.
Como se puede observar, la transmisión depende de varios factores:
a) Dosis suficiente de virus en la saliva del animal agresor;
b) Situación o localización de la mordedura;
c) Cantidad de tejido lesionado y profundidad de la herida, y d)
Cantidad y clase de ropa que cubre la herida.
Zinke en 1809 presentó la primera prueba para demostrar la
transmisión de la rabia por mordeduras de un perro rabioso, a un
perro sano. El virus se encuentra en la saliva al comienzo de los
síntomas prodrómicos y se ha aislado entre 4 y 14 días antes de los
primeros síntomas. También se han relatado algunos casos abortivos
de rabia en perro, pero no se han registrado jamás perros portadores
sanos.
Respecto a la mordedura hay una serie de factores a considerar. En
general se estima que la mordedura por animales carnívoros es más
grave que la mordedura por animales herbívoros. El sitio de la
mordedura tiene mucha importancia y aquí entran en juego la
distancia hasta el sistema nervioso central y la cantidad de
ramilletes nerviosos periféricos. En un estudio de Dobert,
fallecieron de rabia doce personas de 118 mordidas en la cabeza; 24
personas de 1.225 mordidas en los brazos; falleció sólo una persona
de 564 mordidas en las piernas y no ocurrió ningún caso entre 72
mordidas en el tronco. La profundidad de la mordedura y la
destrucción de tejidos importan mucho por la mayor probabilidad de
que la saliva se ponga en contacto con terminaciones nerviosas. La
cantidad y tipo de ropa que lleva encima el mordido importa mucho
porque puede amortiguar en forma muy importante el efecto de la
mordedura y detener o absorber la saliva. Lo mismo ocurre en
animales de mucho pelo o mucha lana, en que estos fanerios le sirven
en cierta manera de protección.
Debido a la cantidad de variables que intervienen en la transmisión
de la rabia °s difícil conocer la tasa de ataque. Algunos estudios
hechos anteriormente al tratamiento antirrábico permiten tener una idea:
Autor
Nº mordidos
Casos Rabia
Tasa de ataque %
Faber 597 36 6
Kirshner 1.453 38 3
Schuder 14.959 1.325 9
TOTAL
17.009
1.399 8,2
Estos estudios, hechos antes del tratamiento antirrábico, son
difíciles de evaluar porque agrupan a todas clases de mordeduras,
diversos . tipos de animal agresor y una cantidad de variables que
hacen de los grupos un todo muy heterogéneo. De todas maneras la
tasa de ataque parece ser muy baja, inferior a 10%.
R a b i a e n e l h o m b r e . El virus rábico se cita como un
ejemplo de virus neurotropo en condiciones naturales, pero se
concentra en la glándula submaxilar a niveles tan altos casi como el
sistema nervioso central.
Así como las posibilidades de transmisión están sujetas a las
numerosas variables relativas a la mordedura, el periodo de
incubación en cierta manera puede fluctuar en relación con las
mismas variables ya discutidas, con un promedio de 42 días pero en
ocasiones llega a 90 ó 100 días. Periodos de incubación más largos
de 100 días son raros. En general en los niños, el periodo de
incubación es más breve.
La enfermedad en el hombre se dice que es un cuadro típico
caracterizado por la hidrofobia, es decir, la repulsión a todos los
líquidos. El enfermo no sólo rechaza los líquidos, sino que el ver o
el oír líquidos le provocan crisis convulsivas. Sin embargo, en
nuestra experiencia este signo, que es característico puede faltar.
La enfermedad adquiere carácter de una encefalitis, con un cuadro
infeccioso y síntomas neurológicos. No es raro comprobar errores de
diagnóstico, en que rabia ha sido una sorpresa de autopsia en
enfermos que fallecieron con diagnóstico de poliomielitis, etilismo
agudo, estado infeccioso indeterminado y otros. A no mediar la
autopsia y exámenes de laboratorio estos casos pueden quedar
definitivamente rotulados con otros diagnósticos. Esto nos lleva a
pensar que en la mayoría de los países de Latinoamérica no se tenga
una idea exacta de la magnitud del problema cuando se miran las
estadísticas de casos humanos de rabia.
La enfermedad es rápidamente fatal y ordinariamente el paciente
muere en condiciones indescriptibles alrededor de 48 horas después
de los primeros síntomas. Para el diagnóstico, los elementos
clínicos son los menos importantes. Son los antecedentes
epidemiológicos y las pruebas de laboratorio las que pueden orientar
y confirmar el diagnóstico de rabia.
El diagnóstico post mórtem se basa en el estudio del cerebro y
especialmente las astas de Amón. Existen diferentes métodos de
tinción para buscar corpúsculos de Negri, pero en general esta
prueba tiene valor cuando es positiva, porque es muy específica de
rabia y ahorra considerablemente el tiempo. Cuando la prueba es
negativa se ha encontrado que entre un 10 a 20% de los casos
resultaron después positivos al practicar la inoculación
experimental en el ratón. Esta prueba consiste en la inoculación
intracerebral del material sospechoso en ratones, los cuales deben
desarrollar la enfermedad en un plazo entre 5 y hasta 8 días. Es el
test llamado de Webster.
Para la prevención de la enfermedad, tiene muchísimo más importancia
conocer las pruebas de laboratorio para el diagnóstico en animales,
En general, son las mismas ya descritas, pero se insistirá en
algunos aspectos prácticos.
R e s e r v o r i o . Las estadísticas de diversas partes del mundo
revelan que por lo menos en un 70 a 80 ó de los casos de personas
mordidas, el animal agresor ha sido un perro. El perro aparece como
el animal reservorio de mayor importancia y distribución universal,
pero no es el único, porque existe una variedad de animales
domésticos que también pueden enfermar de rabia: gatos, animales
vacunos, cerdos, caballares, ovejunos, caprinos, etc. El problema
más complejo está en que una variedad de animales silvestres o
salvajes enferman de rabia constituyéndose en reservorios locales.
En los Estados de Nueva York y Georgia, Estados Unidos, la rabia del
zorro ha llegado a constituir un problema de Salud Pública e
igualmente en Australia, Alemania, Yugoeslavia y la Unión Soviética.
El chacal constituye un reservorio silvestre de importancia en
África, Sudeste de Asia y países del Mediterráneo Oriental (Israel).
El lobo es un animal de importancia en Canadá, Europa Oriental,
Turquía e Irán. La mangosta es otro reservorio de importancia en
África Meridional y países del Caribe. Existen más de 2.000 especies
de murciélagos, de los cuales la mayoría son habitantes de países
tropicales y varias de estas especies actúan como reservorios y
transmisores de rabia, en México y otros países de América Latina.
En los Estados de Florida y Pennsylvania, Estados Unidos, desde
1953, se ha señalado también la importancia de murciélagos en la
transmisión de la rabia.
En resumen, la rabia ataca una inmensa variedad de animales en
condiciones naturales. Unos son animales silvestres, otros animales
domésticos, donde el perro aparece interpuesto entre estos dos
importantes grupos y el hombre, constituyendo de todos los animales
el reservorio y el transmisor de mayor importancia. El perro puede
recibir la rabia de cualquier otro animal silvestre o puede
transmitirla a animales silvestres o vacunos, gatos y otros animales
domésticos. El esquema resume la transmisión de la rabia, en que se
puede observar la posición muy importante que ocupa el perro en la
cadena natural de transmisión (Véase esquema).
Respecto a la rata, en la literatura se ha informado de casos de
rabia natural en estos roedores. Pero solamente en octubre de 1955,
por primera vez se demostró rabia natural en un ratón por pruebas de
laboratorio. Existe la sospecha epidemiológica de que la rata pueda
contribuir en algunas áreas al reservorio de la enfermedad
Vacuna antirrábica. Desde Pasteur en 1881, se han hecho notables
progresos en el desarrollo de vacunas tanto para uso humano como
para uso veterinario. Recordaremos que en rabia se reconocen dos
tipos de virus: El llamado virus calle, o sea, el que se aísla de
cualquier caso de rabia ocurrido espontáneamente, y el llamado virus
fijo, que en cierta manera es un artificio de laboratorio. Se han
usado diversas técnicas para llevar un virus calle hasta virus fijo,
pero todas ellas se basan en el pasaje repetido de una cepa de virus
calle a través de un animal susceptible hasta conseguir dos cosas
importantes: una, que es un alto grado de adaptación del virus para
ese animal susceptible, con pérdida de su virulencia para otros
animales; segundo, un considerable acortamiento del periodo de
incubación, que para el virus calle es de 14 a 21 días. El virus
fijo tiene un período de incubación de 6 a 7 días para el conejo.
Esta virulencia queda constante para el conejo pero pierde su
potencia para el perro y se hace avirulento para el hombre. Los
animales de laboratorio empleados y las técnicas varían, pero el
principio es siempre el mismo. En el caso de la cepa Flury, Leach y
Johnson la aislaron del cerebro de una niña que se llamaba así y la
inocularon en pollitos de un día. El primer pollito tuvo un período
de incubación de 30 días, pero después de 136 pasajes el período de
incubación se redujo a 6 días. El virus se hizo más virulento para
tejidos aviarios y avirulento para mamíferos, incluso inoculado
directamente en el sistema nervioso central. Koprowski y Cox
cultivaron esta cepa en embrión de pollos. Estudios en gran escala
con perros han demostrado la eficacia de la cepa Flury después de
haberse inmunizado varios millones de perros en el mundo.
El virus rábico es inactivado fácilmente por la luz solar, radiación
ultravioleta, formalina, ácidos fuertes, etc. Se han utilizado
diversos medios para inactivar vacunas. La vacuna Semple está
inactivada en presencia de fenol, la vacuna Remblinger es inactivada
en presencia de éter, pero cualquiera que sea la vacuna, el material
de partida es médula nerviosa y otros tejidos nerviosos infectados
con el virus rábico. De aquí deriva un grave inconveniente y es que
al parecer la materia nerviosa incorporada a la vacuna contiene
algún factor específico que actúa sobre el tejido nervioso, capaz de
sensibilizar y de producir una encefalomielitis desmielinizante con
parálisis temporal o permanente. Por esto numerosos investigadores
se han esforzado por conseguir vacunas con el mínimo posible de
substancia nerviosa. Recientemente se ha hecho el esfuerzo de usar
otros medios de cultivos, como en el caso de Koprowski, quien ha
logrado cultivar virus rábico en embrión de pollo.
La incidencia de parálisis desarrollada después de la vacunación
antirrábica no sólo se ha visto después de tratamiento a personas
mordidas, sino también en animales, particularmente perros
vacunados. En personas que reciben tratamiento antirrábico, es muy
difícil hacer una estimación de la frecuencia de estos accidentes.
Greenwood y Mc Kendrick estiman para la encefalitis alérgica una
frecuencia de 1 por 5.814 y de estos casos murieron aproximadamente
uno de cada 4, o sea, en último término, que murió una persona por
encefalitis alérgica de cada 23.256 tratadas. Sellers registró 7
casos de encefalitis alérgica en un total de 50.000 personas
tratadas. Los datos no son comparables debido a las modificaciones
introducidas a la vacuna en el curso del tiempo, de manera que el
conjunto de observaciones no constituye un material homogéneo.
En cuanto a las parálisis en perros vacunados, esta incidencia varía
muchísimo. En Yugoslavia se ha observado una frecuencia de 5 por
cada 10.000 perros vacunados, pero en otros países europeos la
incidencia ha llegado hasta 3,5%, con inyecciones repetidas.
CONTROL DE LA RABIA
En todas las enfermedades hay que considerar dos situaciones prácticas:
1) Qué hacer frente al foco, y
2) Medidas de control permanente o general.
M e d i d a s f r e n t e a l f o c o (Conducta frente a personas
mordidas) . Las medidas que se adopten frente al foco, es decir,
frente al caso de una persona mordida, tienen importancia decisiva
porque se está jugando la vida de esa persona y de aquí nace una
enorme responsabilidad para el administrador sanitario que está
manejando el problema. Lo que se haga con la persona mordida y lo
que se haga con el perro u otro animal agresor tiene muchísima
importancia porque cualquier evidencia de rabia en el .animal
agresor va a significar o va a determinar la conducta a seguir con
la persona mordida.
Toda vez que sea posible someter a observación al animal agresor,
deberá hacerse por un periodo de unos 10 días o por lo menos una
semana para vigilar la aparición de cualquier síntoma sospechoso (le
rabia. Jamás se deberá matar (le inmediato al animal, que es
precisamente la primera reacción de la gente, con lo cual se
destruye prematuramente el único material de evidencia disponible.
El sacrificio deberá reservarse para aquellos casos que el animal
presente síntomas evidentes de rabia y haya en lo posible testimonio
de un veterinario. Desgraciadamente, en la gran mayoría de los casos
no es posible observar el animal en la forma descrita..En
Latinoamérica existe una alta población canina. Se estima que hay un
perro por cada 10 habitantes y de esta población canina sólo una
pequeña proporción, tal vez un 10 ó 20% son perros que tienen un
dueño definido y responsable del animal. Hay un 60-80°0 de perros
con dueño, pero que no se preocupan del animal, no lo cuidan ni son
suficientemente responsables. Existe otro 10 a 20% de perros que son
absolutamente vagos, sin dueños responsables. La conducta a seguir
en las infinitas cantidades de casos están sistematizadas en el
cuadro que se ha hecho con arreglo a las normas sobre la materia
elaborada por comités de expertos de la Organización Mundial de la
Salud. La persona mordida deberá recibir un tratamiento de la herida
y un tratamiento profiláctico contra la rabia. En el tratamiento de
la herida es importante un aseo prolijo y hay quienes han usado y
postulan el uso de ácido nítrico fumante para cauterizarla.
En cuánto al tratamiento profiláctico humano, se sigue usando
vacunas preparadas en substancias nerviosas, porque las vacunas
desarrolladas en
INDICACIONES PARA TRATAMIENTO ANTIRRABICO (O. M. S.)
/
Condiciones del animal mordedor
/
Tipo de exposición Al tiempo de morder Durante período observación
10 días
Indicaciones
1. Sin lesiones,
solamente contacto indirecto
Sano o enfermo de rabia
Sano o enfermo de rabia Ninguna
2. Lameduras
A. Piel sana sano o enfermo sano o enfermo
Ninguna
B. Escoraciones a) Sano sano Ninguna
b) Sano Rabia confirmada o sospechosa clínica Iniciar
tratamiento al primer signo sospechoso
c) Sospechoso Sano Iniciar tratamiento inmediatamente.
d) Animalrabioso que huyó, muerto o desconocido. Suspender si
el anímal se mantiene sano 3 días seguidos. Iniciar tratamiento
inmediatamente.
3. Alordeduras a) Sano b) Sano Ningún tratamiento, excepto:
mordeduras múltiples; cara, cuello o cráneo (Estos casos tratar como
,3 (c) ) .
b) Sano Rabia confirmada o sospecha clínica Iniciar tratamiento
al primer signo sospechoso
c) Sospechoso Sano Igual a 2 (c) .
d) Animal rabioso;que huyó, muerto o desconocido. Cualquier
mordedura chacal, lobo, zorro,otro animal silvestre Iniciar
tratamiento ínmediatamente.
embrión de pollo y otros medios de cultivo todavía se encuentran en
la etapa experimental en animales y será preciso reunir una
larguísima experiencia antes de incorporarla al hombre. En el caso
de la vacuna Flury, que hemos mencionado, se han desarrollado
campañas de vacunación canina en Estados Unidos, Israel, Malaya y
Rodesia del Sur con un marcado éxito en cuanto a reducción de la
rabia canina. El riesgo o la probabilidad de que el virus fijo
recupere su virulencia para el hombre es todavía un problema
abierto, aunque remoto. En un total de 1.700.000 animales inoculados
se han descrito solamente dos casos de rabia: un perro joven y un
gato. Un principio importante es que el tratamiento con vacuna
antirrábica en el hombre debe instituirse precozmente y completar un
número de dosis adecuado en relación con el sitio de la mordedura,
según el esquema que se adjunta. Ya se ha hecho mención a algunos de
los inconvenientes de la vacuna, como la probabilidad de parálisis
transitoria. Otra complicación postvacunal de muy baja incidencia es
la encefalitis alérgica, que también se ha mencionado, y reacciones
locales que tienen escasa importancia y ninguna gravedad. Se estima
que la inmunidad se establece aproximadamente dos semanas después de
terminado el tratamiento y dura alrededor de 1 año. No existe ningún
estudio controlado y se comprende que así sea, puesto que un estudio
controlado humano implica riesgo mortal para los testigos. La
sección de Salud de la Liga de las Naciones, en manos de Greenwood,
hizo una evaluación en 1945-1946 y se registró un total de 483
muertes de rabia en un conjunto de 228.051 tratados (0,21 por
ciento), pero hay tantas variables envueltas en esta masa en estudio
que la evaluación es casi imposible.
//
S u e r o h i p e r i n m u n e : Koprowski y colaboradores
desarrollaron un suero hiperinmune que se puede administrar en dosis
de 0,5 cc por kg. de peso precozmente dentro de las 72 horas de la
mordedura. Se estima que una combinación de suero y vacuna confiere
una máxima protección.
Hasta hace poco, el valor del suero hiperinmune estuvo en discusión.
La experiencia recogida en Sahané, Irán, a raíz de un episodio único
en que un lobo rabioso agredió y mordió 29 personas (1954) , ha sido
de positiva utilidad. Todos sufrieron mordeduras graves, incluso un
niño que recibió una dentellada que penetró hasta la duramadre.
Aquellos mordidos en cara y cráneo fueron divididos en 3 grupos:
a) Recibieron vacuna solamente;
b) vacuna más 1 dosis de suero, y
c) vacuna más 2 dosis de suero.
En el primer grupo murieron 3 de 5 individuos; en el segundo murió 1
de 7; en el grupo que recibió vacuna y 2 dosis de suero hiperinmune
sobrevivieron los 5. El niño víctima de inoculación intracerebral
recibió 6 dosis de suero y sobrevivió. En cuanto a 11 mordidos en
tronco y extremidades, no se observó ninguna diferencia y
sobrevivieron todos.
Se empleó suero antirrábico preparado en conejos en dosis aproximada
de 65 centigramos por kg. de peso, sin exceder de 50 cc. Se podría
concluir de esta experiencia que parece conveniente usar suero
hiperinmune en todo caso de mordedura grave en cráneo o cara, cuando
haya epizootia o fuerte sospecha de rabia en el animal agresor.
Parece recomendable también usar 2 dosis espaciadas en 5 días.
Q u é h a c e r c o n l o s a n i m a l e s: El administrador local
de salud con mucha frecuencia es consultado sobre urgentes problemas
relacionados con rabia. Uno de ellos se refiere a qué hacer con
perros, gatos y otros animales que hayan sido mordidos por un perro
rabioso. El comité de expertos de la OMS, recomienda su eliminación
inmediata. Pero a veces el dueño desea conservar el animal, o se
trata de un ejemplar valioso. En esos casos se recomienda:
a) Aislamiento absoluto por 6 meses, si no ha sido vacunado nunca
contra rabia;
b) Si no ha sido vacunado el último año solamente, aislamiento por 6
meses, y
c) Si fue vacunado durante el último año, revacunar y encerrar por
30 días.
M e d i d a s d e c o n t r o l p e r m a n e n t e: Las medidas
generales están destinadas a rebajar a un mínimo el riesgo de
enfermedad para el hombre. La experiencia de Inglaterra, Dinamarca y
Suecia demuestran que es posible conseguir la erradicación de la
enfermedad. En esos países el control ha estado centrado en eliminar
la rabió del perro.
Después de haber discutido el reservorio natural de rabia, el perro
se destaca como el animal de mayor importancia en la transmisión y
perpetuación de la enfermedad. Además, de todos los animales,
posiblemente envueltos, el perro ofrece el acceso más fácil. Se
comprende que si se logra proteger a este animal significa
interceptar el camino del virus desde los demás animales hasta el
hombre.
Debe recordarse que la rabia se transmite por animales que corren o
vuelan. En las áreas donde existe un extenso reservorio en especies
silvestres (zorro, chacal, murciélago) el problema de su
erradicación es muy complicado o imposible, pero un sólido programa
dirigido a la protección del perro puede reducir el problema a un
mínimo, ya que el hombre contrae la enfermedad fundamentalmente a
partir de este animal, en forma mucho menos frecuente por agresión
de otros animales domésticos y sólo excepcionalmente por agresión
directa de animales salvajes.
El control del perro se puede formular en 2 acciones: vacunar y
eliminar perros vagos.
La vacuna avianizada Flury ha dado excelentes resultados en perros
mayores de 6 meses. La protección de cachorros es más dudosa, pero
puede intentarse la vacunación. También ha dado buenos resultados
para proteger vacunos, pero el producto empleado requiere un mayor
número de pasajes en embrión de pollo que la vacuna usada en perros.
Se ha empleado en escala importante para vacunar en Honduras
(Schreder, Koprowski y otros) . . En Sao Paulo, Brasil, Carneiro ha
usado un tipo llamado HEP (High Egg Passage). También se puede usar
para inmunizar gatos. La protección conferida en todos estos
animales dura por lo menos 3 años.
El comité de expertos de OMS, recomienda las siguientes medidas
generales:
1) Registro y patente municipal de perros;
2) Eliminación de perros vagos;
3) Vacunación gratuita y masiva;
4) Proveer facilidades adecuadas para diagnóstico (veterinario,
laboratorio) ;
5) Reducir especies silvestres donde sean reservorios de rabia, y
6) Publicidad y educación continuadas.
C o n t r o l d e l a p o b l a c i ó n c a n i n a. Constituye un
aspecto básico del control o erradiación en rabia, sobre el cual se
habla, pero existen pocos planes sólidos en ejecución.
La tarea no es simple, porque incide en patrones culturales
profundamente arraigados en la población y porque cualquier
planteamiento técnico está destinado a chocar con las sociedades
protectoras de animales.
En primer lugar, la idea de matar perros resulta antiestética y
ofende los sentimientos populares. En segundo lugar, las técnicas de
eliminación no están absolutamente desprovistas de riesgos o
brutalidad y se exponen a la condenación pública. Por otra parte,
hemos visto que se descuidan importantes aspectos relativos a la
dinámica (le población, lo que expone a un drenaje de los recursos
en acciones esporádicas o campañas de discutible efecto permanente.
Según estudios del Dr. Mora, en Santiago de Chile, la población
canina tiene un promedio de vida de aproximadamente tres años. En
cada ciclo de 3-5 años se renueva esta población casi completamente.
La experiencia recogida en la captura de perros callejeros ha
demostrado el valor de varias estimaciones importantes, a saber:
a) Aproximadamente un diez por ciento de los perros tienen dueño
responsable que los cuida y los mantiene en la casa. En el otro
extremo, un diez por ciento carecen de dueño y son perros vagos en
forma absoluta. Ninguno de los dos grupos constituye problema,
porque el perro con dueño responsable está vacunado y no causa
mordeduras; el perro vago definido puede eliminarse sin obstáculo.
El problema lo constituye el 80 por ciento restante, de perros
callejeros con dueño descuidado, que solo aparece cuando se trata de
rescatar el animal capturado, y
b) La población canina ha podido estimarse en 1 perro por cada 10
habitantes, hecho que presenta fluctuaciones para las diferentes
áreas. En todo caso, constituye una referencia útil como hipótesis
de trabajo.
Otro dato muy importante que debería tomarse en cuenta al planear un
programa de control canino, es la distribución por sexo, tanto en la
población callejera como en animales capturados y rescatados. Un
programa a largo plazo debería considerar la esterilización (le
machos, hembras, o ambos.
También es básico estimar la tasa de crecimiento de la población
canina. Mientras la tasa de eliminación no la sobrepase, será
imposible efectuar una reducción real de los perros en una comunidad.
Los métodos clásicos de eliminación consisten en: a) Administración
de veneno, generalmente estricnina en dosis de 0,10-0,20 grs. en
píldoras incorporadas a trozos de carne; b) Captura mediante lazos y
colección de animales en la llamada "perrera", seguida de transporte
a un establecimiento para observación y período de rescate. Los
animales no rescatados se sacrifican en una cámara de gas o mediante
inyecciones de cianuro de potasio, y c) Uso de pistolas de aire
comprimido, con un alcance de hasta 50 metros, para matar perros a
campo libre.
La administración de venenos tiene que estar a cargo de personal muy
responsable. Debe recogerse cuidadosamente el veneno excedente para
evitar su ingestión por otros animales o incluso niños. Esta
operación, hecha en las calles, se expone a la condenación pública y
a la agresividad de la gente. Además, el espectáculo de un perro
moribundo por la estrictina es sumamente desagradable.
El uso de pistolas resulta todavía más arriesgado y sus
consecuencias pueden ser fatales. El sistema de captura y rescate
resulta oneroso y difícil. En Santiago, los laceadores son a menudo
agredidos por la población. Se han ideado sistemas de pagar primas
según el número de animales capturados, pero aún de este modo es
difícil mejorar el rendimiento. No menos de un 30 por ciento de los
perros son rescatados y restituidos a la población canina callejera.
Otro sistema que vale la pena considerar es la compra de perros en
sitios determinados. El aliciente económico puede estimular a lo,3
necesitados de dinero a capturar perros callejeros y llevarlos al
centro comprador. En este caso se suprime la máquina administrativa
de la "perrera" y laceadores para reemplazarla por un esquema simple
de adquisiciones. Pero algunos critican que podría estimularse así
el robo de perros de las casas.
Como puede verse, todas las medidas aisladamente ofrecen aspectos
discutibles. Así se explica que muchos individuos que han manejado
estos programas hayan salido un tanto desalentados.
Nosotros creemos que la programación debe considerar todos los
factores arriba analizados y combinar las varias técnicas hasta
encontrar la más operante para la comunidad donde se trabaje. En
resumen, el programa debe partir de las siguientes bases:
-Estimación de la población canina actual.
-Distribución por sexo.
-Tasa de reproducción, tasa de desaparición y duración media de la
vicia canina.
Luego debe fijarse objetivos precisos en cuanto a:
-Límite de población canina deseado.
-Objetivos numéricos de eliminación por etapa, en plazos anuales y a
largo plazo.
De aquí surgirán las técnicas a poner en práctica, por sectores de
la ciudad y por etapas, así como la organización de recursos de
acuerdo a los objetivos prefijados.
DERRIENGUE
Con respecto a Derriengue (Mal de Caderas, Rabia paralítica
transmitida por murciélagos), se trata de una enfermedad sometida
todavía a controversia. Existe inmunidad cruzada con el virus calle,
pero se han observado algunas diferencias en el cuadro clínico que
hicieron pensar en una enfermedad distinta de la rabia transmitida
por el perro. De hecho, es una enfermedad fatal en el ciento por
ciento de los casos, que se caracteriza por parálisis de las
extremidades. Se mantiene en forma enzoótica y eventualmente se
transmite al hombre por mordedura de varias especies de vampiros
hematófagos y algunas especies insectívoras. La mayoría de los casos
han sido informados en Trinidad y México, pero hasta la fecha
aparecen solamente 116 casos humanos relatados en la literatura.
Si bien el cuadro clínico se ha caracterizado por parálisis, también
se ha encontrado el signo típico de la hidrofobia, con espasmos de
la glotis provocados por la presencia de agua. Además, se ha
descrito aerofobia. En base a toda la evidencia clínica,
epidemiológica y de laboratorio, se tiende a admitir que esta rabia
transmitida por vampiros o murciélagos es absolutamente idéntica a
la forma transmitida por el perro.
Soy mèdico-cirujano y esty gratamente sorprendido por esta excelente y muy completa descripciòn del diagnòstico y eventual tratamiento de esta terrible enfermedad infecciosa.Tambien valoro el anàlisis epidemiológico.Gracias por este Blog y su inteligente y autorizado expositor.
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