Distemper canino: revisión
Patricio Berríos Etchegaray1
Javier Enciso Gutiérrez2
1 Profesor. Universidad de Chile
2 Laboratorio de Cultivo Celular. Facultad de Medicina.
Universidad Científica del Sur. Lima. Perú
Resumen.
Se acepta
que el distemper canino es una enfermedad viral originada en España en 1760, aun
cuando Hensinger plantea que fue llevado de Perú a España en el siglo XVIII, en
tanto que Laosson considera que la epizootia que arrasó Bohemia en 1028 fue el
distemper canino. La enfermedad fue descrita magistralmente por Edward Jenner
en 1809, mientras que Karle (1844) logró la transmisión experimental de la
enfermedad demostrando que la causa era un agente infeccioso transmisible, y el
agente causal que es un paramixovirus fue
descubierto por Carré en 1905. En 1923, Laidlaw y Dunkin utilizan las
primeras vacunas tratadas con formalina con dudosos resultados en la
protección. Se describen varios biotipos del virus DC (VDC) con diferente
histotropismo, aunque existe un solo tipo antigénico. Además de los cánidos otras nueve familias de mamíferos son
susceptibles al virus DC: Mustelidae, Procyonidae, Ursidae,Viverridae, Hyaenidae, Phocidae y Felidae. Mediante estudios de la secuencia de ácidos nucleicos
del gen H y debido a su gran heterogenicidad (10%), se han identificado 12 diferentes grupos de
genotipos del VDC: American-1 (que incluye la mayoría de las cepas vacunales),
American-2 (Norte América), Arctic (Región Ártica y Europa), Asia-1, Asia-2 y
Asia-3, Europa, Silvestres europeos), Sud África, Argentina, Tipo Rockborn y un
nuevo genotipo de cepas mexicanas. Los aislados de Serengeti son diferentes a
los del resto del mundo. En este artículo, se hace una descripción general de la biología, patogenia, diagnóstico
e inmunización del distemper canino, y luego se revisa la situación de esta virosis en animales silvestres
y en particular la situación en Chile.
Palabras
clave: virus
distemper canino; distemper en animales silvestres; distemper en Chile.
Abstract.
It
is accepted that canine distemper is a viral disease that originated in Spain
in 1760, argues that even if Hensinger was taken from Peru to Spain in the
eighteenth century, while Laosson believes that the epizootic which swept
Bohemia in 1028 was the canine distemper. The disease was described brilliantly
by Edward Jenner in 1809, while Karle (1844) succeeded in the experimental
transmission of the disease by showing that the cause was a transmissible
infectious agent and the causative agent is a paramyxovirus was discovered by
Carré in 1905. In 1923, Laidlaw and Dunkin use formalin-first shots with
dubious results in protection. We describe several virus biotypes DC (VDC) with
different histotropism, although there is only one antigenic type. In addition
to nine other families Canidae mammals are susceptible to viruses DC:
Mustelidae, procyonid, Ursidae, Viverridae, Hyaenidae, Phocidae and Felidae.
Studies by the nucleic acid sequence of the H gene and due to its heterogeneity
(10%), have identified 12 different genotypes groups VDC: American-1 (which
includes most of the vaccine strains), American-2 (North America), Arctic
(Arctic Region and Europe), Asia-1, Asia-2-3 Asia, Europe, European Wild),
South Africa, Argentina, type a new genotype Rockborn and Mexican strains.
Serengeti isolates are different from the rest of the world. In this paper, we
make an overview of the biology, pathogenesis, diagnosis and canine distemper
immunization, and then check the status of this virus in wild animals and in particular
the situation in Chile.
Keywords: canine distemper virus, distemper in wild animals;
distemper in Chile.
Introducción
La
palabra distemper proviene del prefijo de origen griego "dis" que denota anomalía,
dificultad o trastorno, y de la palabra "temper" que en inglés significa genio o humor. En español,
temperamento (del latín temperamentum) significa carácter, manera de ser o de
reaccionar. Distemper significa entonces alteración del carácter.
El distemper canino (DC) también llamado moquillo canino o “hardpad” (cojinetes
plantares duros), se admite que se originó en España en el siglo XVIII. Sin
embargo, según Charles FedericHensinger (1853) el distemper canino fue llevado
desde Perú a España durante el siglo XVIII. La enfermedad había sido descrita
en 1764 por Ulloa en su trabajo “Relación histórica del viaje a América
meridional”. En 1760 la enfermedad fue reportada en España, luego en Inglaterra
e Italia (1764) y Rusia (1770). En 1763, novecientos perros murieron en un solo
día en Madrid. Según Laosson la
epizootia que arrasó Bohemia en 1028
habría sido el distemper canino (Encinas, 1945).Los últimos brotes de
distemper en perros no vacunados han sido descritos en Finlandia (1977), Suiza
(1985), Polonia (2002) y USA (2004).
En 1844, Karle
tuvo éxito en la primera transmisión experimental de la enfermedad mediante el
raspado de los labios de cachorros con la descarga de perros enfermos. El
agente causal sólo fue descubierto en 1905 fecha en que el virus fue descrito
como un virus filtrable por Henri Carré, de allí el nombre de enfermedad de
Carré del DC. Anteriormente el DC había sido descrito magistralmente por Edward
Jenner en 1809.
Carrè comprobó la existencia de un
virus filtrable en las decargas serosas; serosidades con un gran poder patógeno
logrando transmitir la enfermedadinoculando perros jóvenes con exudados
provenientes de de la cavidad nasal, bronquial, pleural, pericárdica y
peritoneal luego de haberlas pasado por filtros Chamberlain (Carrè, 1905).
Las primeras vacunas que se utilizaron
en 1923, contra el distemper fueron preparadas con material de cerebro de
perros muertos y tratadas con formalina (Laidlaw y Dunkin); estas vacunas no
protegían contra la infección y tenían dudosos resultados de protección contra
la enfermedad. En 1984 se empleó la vacuna contra el sarampión que no impedía
la infección con el virus DC pero sí impedía la presentación de la enfermedad.
Las vacunas inactivadas no lograron controlar la enfermedad. La primera vacuna
preparada, en 1945, con virus vivo modificado en hurones producía la enfermedad
y alta mortalidad. Posteriormente, en 1950, se preparó una vacuna en huevos
embrionados y en cultivos celulares de embrión de pollo, utilizando las cepas
Lederle y Onderstepoort. La cepa Rockborn replicada en cultivos de embrión de
pollo producía una buena inmunidad, pero en algunos casos era responsable de
encefalitis post vacunal. Las vacunas (Duramune y Vanguard) que utilizaban la
cepa Rockborn inducían una mejor respuesta inmune, pero eran responsables de un
alto riesgo de enfermedad postvacunal. La vacuna Galaxy que utilizaba la cepa
Onderstepoort inducía una menor respuesta inmune pero una menor posibilidad de
riesgo de enfermedad postvacunal (Green, 2000). El uso de las vacunas
preparadas con virus vivo modificado en la década de los 60 disminuyó la
presencia del DC que, sin embargo, posteriormente reapareció. La última serie
de vacunas preparadas en 1997 utilizando un vector recombinante (Recombitek)
induce una buena respuesta inmunológica y no presenta riesgo de enfermedad
postvacunal.
Agente etiológico. El DC es causado
por un morbillivirus perteneciente a la familia Paramyxoviridae, orden
Mononegavirales. Se describen varios biotipos del virus DC (VDC) con diferente
histotropismo, aunque existe un solo tipo antigénico. Ciertos aislados virales,
como las cepas Snyder Hill, A75/17 y R52, son altamente virulentos y
neurotrópicos. Las cepas Rockborn y Snyder Hill causan polioencefalomielitis,
las otras producen desmielinización. Este virus presenta un estrecho parentesco
antigénico con los virus del sarampión o rubeola y la peste bovina o
rinderpest.
La
aparición de un nuevo grupo de VDC
además de la identificación de una mutación en un aminoácido específico incrementa la
capacidad del virus para replicar en un
amplio rango de huésped (Monne y col, 2011) lo que hace altamente posible su
diseminación en especies silvestres (Nouvellet
y col, 2013).
Este
morbillivirus posee envoltura y un tamaño entre 150 a 300 nm de diámetro, su
genoma está constituido por ácido ribonucleico (ARN) no segmentado, de hebra
simple y sentido de codificación negativo, formado por aproximadamente 15,7 kb
que incluyen 6 genes organizados en unidades transcripcionales separadas y no
traslapadas. En dirección 5' - 3' codifica 7 proteínas: la proteína de la
nucleocápside (gen N; de 1,5 kb), la fosfoproteína (gen P; que con un largo
total de 1,5 kb codifica en las primeras 500 a 1.000 bases de su extremo 5' el
gen C y gen V, de las proteínas C y V, respectivamente), la proteína de la matriz (gen M; de 1 kb), la proteína
de fusión (gen F; de 1,9 kb), la hemaglutinina (gen H; de 1,8 kb) y la
polimerasa grande (gen L; de 6,5 kb) (Sidhu y col 1993). Las proteínas
estructurales corresponden a la proteína de matriz, de la nucleocápside, la
polimerasa, la fosfoproteína y las glicoproteínas de envoltura, hemoaglutinina
y de fusión. Estas últimas son responsables del reconocimiento e ingreso del
virus a la célula blanco, siendo el principal objetivo de los anticuerpos
neutralizantes.
Genotipos del VDC. Se han
clasificado mediante estudios de la
secuencia de ácidos nucleicos del gen H debido a su gran heterogenicidad (10%),
identificándose 12 diferentes grupos de
genotipos del VDC: American-1 (que incluye la mayoría de las cepas vacunales),
American-2 (Norte América), Arctic (Región Ártica y Europa), Asia-1, Asia-2 y
Asia-3, Europa, Silvestres europeos), Sud África, Argentina, Tipo Rockborn y un
nuevo genotipo de cepas mexicanas. Los aislados de Serengeti son diferentes a
los del resto del mundo. La variación de la secuencia de amino ácidos entre los
genotipos es mayor a 4%, y las cepas dentro de cada genotipo tienen menos de un
2% de amino ácido variación (Kapil y col, 2011).
El VDC es muy susceptible al calor y
se inactiva por el tratamiento a temperaturas entre 50 y 60º C durante 30
minutos. Es también susceptible a la luz ultravioleta. En tejidos extraídos de
perros con DC el virus sobrevive por lo menos una hora a 37º C y tres horas a
20º C o 24º C (temperatura ambiente). En climas tropicales el virus no se
mantiene viable en las perreras luego de ser eliminado desde los perros
infectados. La sobrevivencia del virus es mucho mayor a temperaturas frías,
sobreviviendo en el ambiente durante semanas a temperaturas de 0º C a 4º C. En
el laboratorio en congeladores con temperaturas de -70º C, o -192º C (Nitrógeno
líquido) se mantiene infectivo durante años. La liofilización, obtenida a bajas
temperaturas y en alto grado de vacío, es un medio excelente para preservar la
estabilidad y por lo tanto la antigenicidad del virus. En cuanto al pH el virus
es estable en un pH entre 4,5 y 9,0. El VDC es un virus envuelto y por lo tanto
es susceptible al éter y cloroformo, soluciones de formalina diluida (0,5%),
fenol (0,75%) y desinfectantes de amonio cuaternario (0,3%).
La inactivación del VDC ocurre 10 minutos
después de la aplicación con cloruro de
benzalkonium (0,05%) o un compuesto de amonio cuaternario a temperatura ambiente;
el etanol al 10% también es efectivo (Kapil y col, 2011).
Pese a
ser un virus envuelto muy sensible al medio ambiente, su constante eliminación
a través de todo tipo de secreciones, exudados y fluidos corporales a partir
del séptimo día postinfección, y su alta infectividad, permiten que se disemine
rápidamente en el ecosistema gracias a la existencia de animales infectados que
eliminan el virus antes de manifestar signos asociados a la virosis.
Especies
susceptibles.
El VDC cuenta con una amplia gama de huéspedes y la evidencia de la infección
ha sido confirmada en especies de mamíferos pertenecientes a tres órdenes
diferentes, carnívoro, artiodactyla y primates (van Moll y col, 1995;
Martella y col, 2008). In vitro se ha demostrado que una cepa del VDC con la proteína C intacta tiene el potencial
de replicarse en células epiteliales humanas
usando el receptor nectina-4 como
receptor (Otsuki y col., 2013), así
mismo, que el virus adaptado es capaz de usar receptores de células
epiteliales e inmunes humanas, así como
de monos y algunos caninos, sugiriendo que potencialmente puede infectar
humanos (Sakai y col., 2013).
Además de los cánidos otras
nueve familias de mamíferos son susceptibles al virus DC: Mustelidae, Procyonidae, Ursidae, Viverridae, Hyaenidae, Phocidae y Felidae. En animales
acuáticos, se describe, el morbillivirus del delfín
que afectó a delfines rayados del Mediterráneo, además el morbillivirus de la
marsopa fue detectado en marsopa de bahía del noroeste de Europa; el virus del moquillo focino en focas grises y de
bahía del noroeste de Europa, y virus del distemper canino en focas Baikal de
Siberia.
El VDC afecta principalmente a
carnívoros terrestres de las familias Canidae: perros, zorros, lobos, coyotes,
chacales; Mustelidae: nutrias, hurones, martas; Procyonidae: coatí y mapache;
Hyaenidae: hiena; Felidae: félidos salvajes como leones, tigres, leopardos en
cautividad. También afecta a carnívoros marinos como las focas y cetáceos como
el delfín. Se han identificado diversos morbillivirus: virus moquillo canino,
virus moquillo focino, virus moquillo del delfín, virus moquillo de la marsopa.
En el caso específico del virus del moquillo canino éste afectó a focas Baikal
en 1980.
Transmisión. Pese a ser un virus
envuelto muy sensible al medio ambiente, su constante eliminación a través de
todo tipo de secreciones, exudados y fluidos corporales a partir del séptimo
día pos infección, y su alta infectividad, permiten que se disemine rápidamente
en el ecosistema gracias a la existencia de animales infectados que eliminan el
virus antes de manifestar signos asociados a la infección.
El VDC es eliminado a los 7 días
después de la infección y se puede diseminar en casos extremos durante 60 y 90
días, aunque generalmente los periodos de eliminación son menores. La
transmisión ocurre directamente por aerosoles o a través de excreciones
oculares y nasales, orina y heces. El virus es muy sensible en el medio
ambiente y se inactiva rápidamente por lo que la contaminación indirecta es
rara. La persistencia del VDC está asociada con la diseminación de virus
no-citolíticos. Los genes NP y M contienen los determinantes de la persistencia
viral, generalmente asociada con alteraciones en la gemación. El índice de
infecciones es más alto que el de la enfermedad, lo que reflejaría un cierto
grado de inmunidad natural o resistencia inducida por vacunación.
Patogénesis. Luego de la infección por
inhalación, el VDC se multiplica primariamente en los macrófagos alveolares;
entre 24 y 48 horas después el virus se multiplica en macrófagos de los
ganglios bronquiales y tonsilas. El virus se propaga, como consecuencia de la
viremia, a todos los órganos linfoides: bazo, timo, médula ósea y ganglios
linfáticos mesentéricos y cervicales. Los morbillivirus y dentro de ellos el
VDC inducen rápidamente autofagia lo que produce eficiente difusión del virus
célula-célula (Delpeut y col, 2012)lo que explicaría la evolución de la
enfermedad.
En
esta etapa el virus desarrolla una serie de mecanismos rápidos que permiten
neutralizar y evadir la respuesta inmune antiviral innata y adaptativa: (a)
utilización de células del sistema inmune como vehículo de transporte a los
nódulos linfáticos regionales, (b) replicación deletérea en subpoblaciones de
linfocitos entre el primer y tercer día post infección, (c) establecimiento de
la viremia primaria asociada a leucocitos, (d) replicación masiva en órganos
linfoides con agotamiento selectivo de la subpoblación Th1 y (e)
establecimiento del cuadro multisistémico al séptimo día post infección.
Si
los anticuerpos neutralizantes se sintetizan rápidamente, alcanzando antes de
los 10 días post infección, títulos neutralizantes mayores de 100, los síntomas
clínicos son leves y el virus prácticamente no se difunde al resto del
organismo. Si la respuesta inmune humoral es débil o tardía, el VDC invade todo
el organismo, principalmente los epitelios intestinal, urogenital,
respiratorio, y piel, glándulas exocrinas y endocrinas, inclusive el cerebro.
La replicación viral produce destrucción celular que clínicamente se traduce en
vómitos, diarrea, bronquitis, neumonía, dermatitis y alteraciones en el
comportamiento. Las manifestaciones neurológicas son: mioclono, espasmos,
paresia, hiperestesia cutánea y convulsiones. El daño cerebral conduce a
encefalitis precoz o encefalomielitis progresiva con desmielinización y muerte.
Debido a la infección de linfocitos y células
mononucleares periféricas, el VDC bloquea la síntesis y vías de señalización de
interferones y citoquinas, fenómeno que produce agotamiento selectivo de
linfocitos CD4+ y disminuye la proliferación de linfocitos B y T lo que
explica la severa inmunosupresión que caracteriza la infección por el VDC y que
conduce a una enfermedad multisistémica asociada a infecciones oportunistas
deletéreas. En este punto el virus despliega una
serie de mecanismos rápidos que permiten neutralizar y evadir la respuesta
inmune antiviral innata y adaptativa mediante: (a) utilización de células del
sistema inmune como vehículo de transporte a los nódulos linfáticos regionales,
(b) replicación deletérea en subpoblaciones de linfocitos entre el primer y
tercer día post infección, (c) establecimiento de la viremia primaria asociada
a leucocitos, (d) replicación masiva en órganos linfoides con agotamiento
selectivo de la subpoblación Th1 y (e) establecimiento del cuadro multisistémico
al séptimo día post infección (von Messling y col, 2004).
Las principales manifestaciones
incluyen signos respiratorios y gastrointestinales, inmunosupresión y leucoencefalomielitis demielinizante (DL). La función inmune alterada asociada con
deplesión de órganos linfoides, consiste de una pérdida de linfocitos asociada
a viremia, especialmente LT CD4+, debido a apoptosis de células linfoides en
fases tempranas. Después de la eliminación del virus de la sangre periférica
una presentación antigénica disminuida y alterada maduración de linfocitos causa una inmunosupresión en
curso a pesar de repoblación de los órganos linfoides.La fase temprana de DL es
una secuela del daño directo mediado por
el virus y la infiltración de células T CD8 + citotóxicos asociado con una estimulación
de las citoquinas pro-inflamatorias tales como la interleuquina (IL) -6, IL-8,
factor de necrosis tumoral (TNF )-alfa e IL-12 y una falta de respuesta de las
citocinas inmunomoduladoras como la IL-10 y factor de crecimiento transformante
(TGF)-beta. Una hipersensibilidad de tipo retardado mediada por células T CD4+
y LT citotóxicas CD8 + contribuyen a la pérdida de la mielina en la fase
crónica. Adicionalmente la estimulación de IL-1 y IFN-gama puede ocurrir en
lesiones avanzadas.Por otra parte, un balance alterado entre metaloproteinasas
de la matriz y sus inhibidores parece jugar un papel fundamental para la
patogénesis de la DL. Resumiendo, DL representa un proceso bifásico de la
enfermedad que consiste en un proceso inicial con mediación directa del virus y la progresión de la
placa inmune mediada. La inmunosupresión es debido a la temprana linfocitolisis
mediada por virus seguido por mecanismos aún poco conocidos que afectan a la presentación
de antígenos y la maduración de linfocitos (Beineke y col, 2009).
Las cepas virales que inducen infección aguda fatal afectan
principalmente la sustancia gris del SNC y provocan destrucción neuronal e
incluye únicamente la corteza cerebral y cerebelar. Las cepas virales que
causan una enfermedad más leve afectan la sustancia blanca del SNC y provocan
desmielinización del cerebelo, nervio óptico y cuerda espinal, en ese caso la
recuperación o la muerte puede demorarse por 2 ó 3 meses. Se ha demostrado que
el antígeno del VDC tiene un receptor en
las células epiteliales llamado nectina-4 que
a la vez está involucrado en su
neurvirulencia (Pratakpiriya y col, 2012).
Por otro lado es posible la presencia de signos nerviosos sin otros
signos previos de enfermedad generalizada. Después de una aparición retardada
de respuesta inmune, el virus puede desaparecer de los tejidos linfáticos y
epitelios, pero puede persistir en SNC, ojo y almohadilla plantar.
Sintomatología. El período de incubación
es extremadamente variable, entre 9 y 14 días y el de diseminación es entre 60
y 90 días. Los síntomas clínicos generalmente aparecen a las dos semanas de la
infección, dependiendo fundamentalmente de la relación virus- hospedero. Se
pueden observar desde formas inaparentes hasta sobreagudas.La mayoría de las
infecciones por el VDC son subclínicas o agudos leves.
Esta
es una enfermedad multiepitelial. Los
primeros signos en aparecer son: conjuntivitis, rinitis serosa y luego
mucopurulenta, amigdalitis, traqueítis, tos y bronconeumonia. La sintomatología
digestiva inicial es diarrea y vómitos, con dolor hepático y renal. El animal
camina encorvado y se observa caída del tren posterior, además se aprecian
pústulas en la piel del abdomen, hiperqueratosis de los cojinetes plantares
(Hardpad) y del morro. En la forma aguda de la enfermedad se describe una curva
térmica difásica que alcanza su primer máximo entre los 3 y 6 días post
infección: el segundo se presenta entre 7 y 10 días después. Leucopenia
(linfopenia) acompaña a los primeros síntomas: conjuntivitis,
rinitis y anorexia. Los signos gastrointestinales y respiratorios como tos,
diarrea, vómitos, anorexia, deshidratación y pérdida de peso pueden seguir a
continuación. Las infecciones bacterianas secundarias a menudo complican este
cuadro. En las
formas subagudas los síntomas respiratorios y digestivos son discretos,
observándose entre 14 y 21 días después síntomas nerviosos característicos
tales como incoordinación, convulsiones, alteración del carácter, mioclonías,
tortícolis, paresia del tren posterior y problemas visuales. La presentación neurológica incluye: contracciones bruscas
involuntarias localizadas de un músculo o grupo de músculos (Mioclonias o corea
del moquillo), paresia o parálisis que comienzan a menudo en miembros
posteriores (ataxia), convulsiones, sialorrea, movimientos masticatorios,
pedaleo de los miembros, micción involuntaria y/o defecación. Hiperestesia,
vocalización, reacciones de miedo. Ceguera.Pocos animales escapan a la muerte.
Muchos sobrevivientes a esta fase son sacrificados debido a las secuelas que la
infección produce.
La
forma
crónica se presenta en dos formas en perros adultos. Una se presenta a consecuencia de un proceso
inmunomediado que produce una encefalitis multifocal que progresa lentamente.
Esta forma normalmente ocurreen los perros de 4 a 8 años. Se presenta con
debilidad en miembros posteriores, falta derespuesta a la amenaza, parálisis y
temblores de la cabeza. La recuperación de este tipo infección por el VDC puede
ser posible.Y la encefalitis crónica del perro viejo que es un desorden
progresivo que afecta usualmente a perros mayores de 6 años. Se presenta con
ataxia, movimientos encírculo, presión de la cabeza contra objetos y cambios en
la personalidad (no hay respuesta a estímulos externos o no reconoce a los
dueños). La persistencia del virus en el SNC produce una reacción inflamatoria,
instalándose una encefalitis crónica. Estos animales no son infecciosos, pero
su recuperación es muy difícil.
Diagnóstico. Los tres elementos para su diagnóstico son: la reseña y anamnesis, el examen físico y los estudios de
laboratorio. A
nivel de laboratorio se utiliza como muestra de elección el raspado conjuntival,
costra flogística, aspirados de médula ósea y sangre para detectar cuerpos de
inclusión eosinofilicos intranucleares e
intracitoplasmáticos. En animal muerto se utiliza la prueba de
inmunofluorescencia directa en cortes de ganglios linfáticos aumentados de
volumen, bazo, amígdalas, estómago, duodeno, vejiga o cerebro, con el fin de
detectar antígenos específicos del VDC. También se utilizan pruebas de
inmunohistoquímica. Los hurones son muy susceptibles al VDC. El uso de cultivos celulares para el
aislamiento del VDC tiene la limitante del tiempo que demora esta técnica que
puede ser de unas 3 semanas. Sin embargo, nuevas líneas celulares que expresan el receptor canino SLAM como las células VerodogsSLAMtag o Vero-DST permiten obtener
resultados en algunos días (Kapil et al, 2011).
Las pruebas inmunológicas incluyen pruebas de
inmunofluorescencia y ELISA; la prueba
de la reacción en cadena polimerasa (PCR) y el aislamiento viral son otras
técnicas utilizadas en el diagnóstico de esta enfermedad. Inmunofluorescencia se puede realizar
en muestras de conjuntiva, tonsilas, epitelio respiratorio, sedimento urinario
o LCR para detectar el VDC de 5 -21 días
pos infección. En animales con signos neurológicos, la partícula viral puede
ser encontrada en las células del LCR, en el 80% de los casos. Raramente puede
encontrarse falsos positivos en vacunación reciente, por lo que puede ser
necesario más de una muestra para
encontrar e identificar el virus, en otros
casos subagudos o crónicos estas pruebas pueden resultar negativas, sin
embargo no se puede descartar la
presencia del virus.
Las cepas vacunales no se detectan por inmunofluorescencia ya que no se diseminan
desde el tejido linfoide hasta las células epiteliales. Serología, la medición de anticuerpos séricos IgM (contra las
proteínas del núcleo viral NP y P) y las IgG (contra los antígenos de la
cápsula H y F), pueden ayudar enel diagnóstico, sin embargo, la prueba no diferencia anticuerpos maternos,
vacunales o por infección. La detección de anticuerpos neutralizantes o precipitantes no es suficiente para el
diagnóstico, debido a que perros no
vacunados e infectados con presentación aguda pueden morir sin aparición de
anticuerpos neutralizantes mientras que los infectados en forma subagudo a crónica,
pueden tener niveles de anticuerpos comparables con los perros vacunados. ELISA, una prueba de ELISA detecta anticuerpos IgG o IgM para el VDC.Títulos
de IgM altos son específicos para diagnosticar infecciones recientesdel VMC,
sin embargo, la vacunación reciente con VVM puede dar resultados falsos
positivos. El método molecular PCR
permite detectar el ARN viral y puede resultar positiva aun cuando las pruebas
de aislamiento viral y la inmunofluorescencia no logren detectar al virus. También se puede realizar análisis serológico del líquido
cefalorraquídeo. Los signos neurológicos suelen aparecer entre 1 y 3
semanas, luego que el perro se ha recuperado de los signos gastrointestinales
y/o respiratorios. La determinación de anticuerpos específicos contra el virus
en LCR es diagnóstico de encefalitis por distemper (Wheeler, 2007).
Un
"test" de diagnóstico rápido para el virus distemper que se ofrece en
el comercio es: Prueba Rápida para el Antígeno del Virus de Distemper Canino:
La prueba rápida del antígeno del virus de distemper canino,Quicking, es un
ensayo inmunocromatográfico tipo sándwich de flujo lateral para la detección
cualitativa del antígeno del virus de distemper canino (CDV Ag) en las
secreciones o suero de perros. Tiempo de Ensayo: 5 a 10 min. Muestra:
Secreciones o suero.
El virus del Distemper canino puede ser
encontrado en biopsias superficiales de 1 cm de piel normal del cuello dorsal,
es una prueba ante-mortem fiable en cuanto a
sensibilidad y especificidad. La muestra para biopsia puede conservarse en formol al 10% o congelarse,
según la técnica a usar, sea inmunohistoquímica, inmunofluorescencia o PCR.
Esta prueba puede demorar 2-7 días para tener el diagnóstico.
Vacunas. La mayoría de las
vacunas contra el DC utilizadas en USA, Canadá y Europa corresponden al genotipo American-1 (Onderstepoort), con la excepción de la vacuna Vanguard
que corresponde al genotipo
America-2.
Una vacuna ideal contra el distemper canino debe ser capaz de estimular una
respuesta inmune de distribución sérica y de mucosas, previniendo la enfermedad desde la exposición
al virus, e impidiendo el desarrollo de inmunosupresión y de cuadros
patológicos de alta letalidad.
Se ha descrito que los virus atenuados
utilizados actualmente en vacunas polivalentes poseen un cierto linfotropismo y
capacidad de inducir inmunosupresión residual, comprometiendo la respuesta
inmune.Cualquier vacuna preparada con VVM puede ser fatal para especies
exóticas por lo que deben utilizarse vacunas preparadas con virus inactivado.
La estabilidad de las vacunas liofilizadas contra el distemper es de 16 meses
mantenidas entre 0 y 4º C; 7 semanas a 20º C y 7 días con luz solar y a 47º C.
La vacuna reconstituida dura 1 hora en refrigeración.
Los esquemas de vacunación que se
aplican son diferentes según sea el riesgo imperante en la ciudad o zona
amagada. Considerando que los cachorros no son inmunocompetentes antes de los 2
meses de vida y que los anticuerpos maternos (94% en calostro) duran en el
recién nacido aproximadamente entre 8 y 10 semanas, y que entre las 12 y 14
semanas disminuyen a un valor 0, se aconseja el siguiente esquema con vacuna
monovalente: 1ª dosis a los 2 ½ -3 meses; 2ª dosis a los 3 ½ -4 meses; 3ª dosis
a los 6 meses, si hay un notorio aumento de los casos clínicos. Con vacuna
triple (virus distemper, leptospira, y virus hepatitis) o séxtuple (virus
distemper, leptospira, virus hepatitis 1 y 2, parvovirus canino tipo 2 y
parainfluenza tipo 2) se aconseja aplicar la primera dosis de vacuna parvovirus
a los 2 meses; luego a los 2 ½ meses la vacuna séxtuple y a los 4 meses la
vacuna séxtuple o la vacuna triple. La vacuna recombinante óctuple se aplica
desde las 6 semanas de edad y cada 21 días hasta las 12 semanas (3 dosis)
(Mendoza y col, 2005).
Sin embargo en los últimos años la incidencia del moquillo en caninos
parecehaber aumentado, debido a fallas en la vacunación, inmunización
insuficiente ya la posible emergencia de cepas genéticamente distintas.
Considerando que el virus DC afecta
aun amplio rango de carnívoros causando brotes de la enfermedad en una amplia
variedad de poblaciones de carnívoros y a que las vacunas preparadas con virus
vivo atenuado no son seguras en estas especies, se ha producido un virus
quimérico combinando la vacuna Moraten del sarampión con la envoltura de
aislados recientes del virus DC. El virus resultante no causa la enfermedad ni
inmunosupresión en hurones, confiriendo protección frente al desafío con una
cepa letal.
Aplicación de interferón. El rFeIFN
contenido en Virbagen Omega es producido por gusanos de seda infectados por un
baculovirus recombinante. El Virbagen Omega es un producto que cuenta con
propiedades antivirales, inmunomoduladoras y antitumorales.Tanto en perros como
en gatos ha demostrado tener una excelente tolerancia, situación que contrasta
con lo sucedido en medicina humana donde el usode interferón está asociado a
efectos secundarios con grados variables de severidad.El empleo del Interferón
Omega Recombinante de origen Felino dentro de la terapéutica del moquillo
canino se desarrolló en Japón hacia finales de los años noventa. Virbagen Omega
2MU/animal. El tratamiento con Virbagen Omega permite: Disminuir la mortalidad
y severidad de los signos clínicos y disminuir el riesgo de presentación de
signos nerviosos en animales que se infecten de moquillo canino.
Con el fin de minimizar el daño inicial sobre la mielina (causado
principalmente por radicales libres secretados por la microglia), se recomienda
el uso de antioxidantes, vitamina E, vitaminas del complejo B y altas dosis de
vitamina A.
Dos drogas con efecto antiviral
promisorio sobre el VDC son azatioprina
y ribavirina. La primera ha sido utilizada experimentalmente desde el año 2006
en el tratamiento de esta virosis, que además
de controlar la naturaleza inmunomediada del cuadro neurológico, ha
mostrado ser una muy buena alternativa terapéutica, logrando limitar el
progreso del cuadro multisistémico, aumentar la sobrevida y disminuir la
presentación del cuadro neurológico. La
ribavirina se caracteriza por inhibir la replicación viral a muy bajas
concentraciones.
Distemper
canino en animales silvestres
Distemper canino en focas. En 1997, más de 11.000 focas del Caspio fueron
encontradas muertas a lo largo de la costa de Kazakhstan, atribuyéndose esta
mortandad principalmente al VDC y a altos niveles del insecticida DDT. Según
Kuiken et al. (2006), más de 10.000 focas (Phocacaspica) fueron reportadas
muertas en el Mar Caspio, durante la
primavera-verano del año 2000. La infección por virus distemper canino fue
confirmada por análisis filogenético de RT-PCR. Por su parte Harkonen et
al.(2006), señalan que epidemias de distemper focino (PDV) resultaron en muerte
de más de 23.000 focas (Phocavitulina) en 1988 y 30.000 en 2002. En ambas
ocasiones las epidemias se iniciaron en la isla danesa de Anholt.
En 1999 hubo un brote de DC en la Isla Santa Catalina, California
USA, que afectó a los zorros nativos que
disminuyeron desde 1.330 individuos a menos de 100.
Distemper canino en las Islas
Galápagos. Entre febrero y junio de 2001 se presentaron 596 casos de DC, de los
cuales 275 murieron por causa de la enfermedad y 294 fueron eutanasiados. Los
perros enfermos presentaban enflaquecimiento progresivo, secreciones oculares,
salivación profusa, estornudos con secreciones nasales, respiración agitada y
con dificultad, temblores musculares en cualquier parte del cuerpo,
incoordinación de movimientos, entre otros. Las principales medidas tomadas
para evitar que la epidemia se extendiera a mamíferos marinos fueron: prohibición
de perros en las calles y cerca de los muelles y playas, aplicación de
eutanasia a animales enfermos previa solicitud de sus dueños e incineración de
cadáveres. Además se realizó un estudio serológico en lobos marinos de
diferentes colonias e islas, sin encontrarse seropositivos contra el VDC. Se
concluyó que la mejor solución era realizar una campaña masiva de vacunación
para disminuir el riesgo de contagio a lobos marinos.
Distemper canino en leones y tigres. El primer caso de distemper en tigres
ocurrió en California 1980. En 2003 se describe el distemper canino en un tigre
(Panthera tigres) de circo que
presentaba una sintomatología de encefalitis (incoordinación y ataxia),
opacidad corneal inicial y panoftalmitis severa. El diagnóstico se basó en
inmunofluoresencia positiva en muestras de orina y conjuntiva. En leones (Panthera leo) del ecosistema
Serengeti-Mara de África del Este se han descrito epidemias de una enfermedad
semejante al distemper canino y asociada con el VDC. Entre 2003 y 2004 murieron
1000 leones de un total de 3000 de un parque en Serengeti, Tanzania; en un león
enfermo que sufría de ataques epileptiformes se observó salivación excesiva,
mandíbulas contraídas, expresión facial alterada con pupilas contraídas y luego
dilatadas; los leones enfermos no podían comer ni cazar por lo que eran
víctimas de depredadores. Estudios realizados con PCR demostraron que el virus
aislado tenía una estrecha relación filogenética con el VDC. Otros animales
afectados fueron chitas (Acinonyxjubatus)
y perros salvajes africanos (Lycaonpictus).
Anteriormente, entre 1991 y 1992, en un parque de vida silvestre de san
Fernando, California USA, se enfermaron de distemper, además de leones y
tigres, leopardos (Pantherapardus) y
jaguares (Pantheraonca), animales que
presentaban anorexia, enfermedad gastrointestinal o respiratoria y
convulsiones, muriendo 17 de ellos. La tipificación del virus aislado se
realizó mediante anticuerpos monoclonales contra el VDC; el diagnóstico se
corroboró mediante la detección de anticuerpos seroneutralizantes específicos.
En 2013 se describe que un 15% de tigres siberianos se infectaron con el virus
del distemper en el Este de Rusia; anteriormente en Pokrosvka, Rusia, 2003, se
había muerto una tigresa diagnosticada con distemper.
Distemper
en mapaches en Medford y Ashland, Oregon, USA, 2005. Se describen casos de
distemper canino en mapaches que presentan exudado nasal u ocular, andan
desorientados y desinteresados en tomar agua y alimentos. El distemper sería
cíclico y ocurriría cuando las poblaciones de mapaches invaden las ciudades. En
1992 también se presentó la enfermedad matando a un cierto número de mapaches.
En estas circunstancias los zorrillos o mofetas fueron reubicados con el fin de
no sacrificarlos.
Distemper en monos. Un brote de DC
ocurrió en monos (Macaca fuscate) de Japón en 1989. Desde 2006 se han descrito
brotes de DC en monos Rhesus (Macaca
culatta) criados en grandes establecimientos de crianza de China. Alrededor
de 10.000 monos contrajeron la enfermedad muriendo un poco más de 4.250. El
genotipo del VDC correspondía al genotipo Asia.
En Brasil se describe el DC en lessergrison
(Galictis cuja) (Mejid y col., 2013).
Considerando el aumento de casos diagnosticados
en especies silvestres es necesario aumentar la vigilancia del VDC en perros y
poblaciones silvestres con el fin de identificar nuevos genotipos y seguir la
diseminación de las cepas dentro y entre
las distintas especies.
Situación del
distemper canino en Chile
El DC es una enfermedad infecciosa de
alta prevalencia en este país.
Se ha detectado el DC desde hace muchos años, principalmente a través de
diagnóstico clínico y anatomopatológico, y ocasionalmente por
inmunofluorescencia. Históricamente en
1935, se detectó la muerte del 30% de la población canina en el canódromo de
Santiago afectada por el distemper.
En un estudio sobre epilepsia
epizoótica canina en que se analizaron 50 casos atendidos en el policlínico de
animales menores de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de
Chile, entre julio de 1966 y agosto de 1968, los animales presentaban crisis
episódicas de tipo epiléptico caracterizadas por crisis de huida, furor o
espanto, con pérdida de conciencia, sin manifestaciones convulsivas de pequeño
o gran mal, y con o sin relajación de esfínteres. De acuerdo al análisis de los
resultados se plantean tres hipótesis sobre su etiología: a) Una nueva forma
clínica de las entidades del complejo distemper, b) Una mutante del virus
distemper sin inmunidad cruzada, y c) Una nueva enfermedad, de naturaleza
contagiosa, de carácter encefalótropo, posiblemente de origen viral (Román y
col., 1968).
En 1994 se informó del aislamiento del
virus en cultivos celulares de riñón de perro (MDCK) inoculados con secreción
nasal, ocular y traqueal provenientes de un cachorro con signos respiratorios,
disnea respiratoria y estertores bronquiales. El animal enfermo presentaba
además signos nerviosos con mioclonía unilateral, movimientos masticatorios
involuntarios y paresia ascendente del tren posterior. El diagnóstico se
corroboró por microscopía electrónica y estudios histopatológicos que
demostraron la presencia de cuerpos de inclusión intracitoplasmáticos acidófilos
(Cerda y col., 1994).
En perros provenientes de la Región Metropolitana se detectó la presencia de Mycoplasmasp en procesos bronco
pulmonares recidivantes en animales afectados de distemper canino (Abalos y
Berríos, 1980).
Ernst, Metayer y Huber (1987) plantean que variables climáticas explican el
12,11% de la variabilidad de la prevalencia de distemper, especialmente
influido por los parámetros climatológicos de temperatura y humedad.
Al analizar los registros clínicos, entre 1975 y 1984, de la Clínica de
Pequeños Animales del Hospital Veterinario de la Universidad Austral de Chile
en Valdivia, se identificaron caninos con diagnóstico clínico de distemper y
hepatitis infecciosa, encontrándose que los perros menores de 1 año tenían un
alto riesgo de contraer distemper canino y hepatitis mientras que en razas
mixtas (mongrel) el riesgo de contraer distemper era significativamente mayor
(Ernst, Metayer y Martin, 1987).
Luego de inocular un aislado nacional semejante al virus distemper canino en
hembras de ratones Balb-C de 8 semanas de edad y al 5º día de ser cubiertas, se
concluyó que este aislado viral era un buen inmunógeno, comparable con las
cepas vacunales y con la ventaja de ser una cepa nativa actuante en el medio nacional.
Los autores consideran que el período ideal de vacunación sería a partir de los
3 meses de edad en caninos, encontrándose que el máximo nivel de anticuerpos se
obtiene a los 30 días post inoculación. No se presentaron abortos inducidos por
el virus en el primer tercio de gestación, ni malformaciones del sistema
nervioso central en las crías nacidas en este período (Cerda y Quinteros,
1995).
En un estudio pionero utilizando el aislado nacional semejante al virus
distemper canino se determinó en forma comparativa la capacidad inmunogénica de
vacunas comerciales contra el distemper canino, para ello se trabajó con un
universo de 40 caninos de 45 días a 10 años de edad, los que se sometieron a
tres programas de inmunización: Primer programa, vacunaciones a los 45, 55, 65
y 75 días con revacunación al año de edad; segundo programa, vacunaciones a los
30, 90 y 100 días con revacunaciones al año de edad; tercer programa,
vacunaciones a los 45 y 150 días con revacunaciones hasta los 6 meses de edad.
Los resultados obtenidos indican que la respuesta inmune es variable
dependiendo de las condiciones de estrés y edad de vacunación, encontrándose
que frente a situaciones de confinamiento los mayores títulos de anticuerpos se
obtuvieron con el primer programa. En mascotas no confinadas se encontró una
mayor seroconversión al aplicar el tercer programa. Se señala que los animales
bajo la administración de corticosteroides por períodos prolongados presentan
una ausencia total de títulos séricos protectivos. En aquellos animales
provenientes de madres con altos títulos de anticuerpos y que son vacunados
tempranamente se detectó una notoria neutralización de los anticuerpos
maternos. En este trabajo se concluyó que para lograr un mayor nivel
inmunitario pasivo en los cachorros, es necesario vacunar a las hembras al
inicio del celo. Además se establece que se alcanzan niveles protectivos a
partir del primer año de edad, los que permanecen estables en el tiempo
sometiendo a los perros a revacunaciones bianuales. Los animales mayores de 10
años mostraron un descenso en el nivel de anticuerpos específicos (Cerda y
Quinteros, 1996).
En 2002, Navarro et al, informan del aislamiento de una cepa viral
diagnosticada como virus distemper canino por inmunofluorescencia. La muestra
había sido obtenida desde tejido nervioso de un perro adulto con sintomatología
nerviosa.
En el estudio realizado en un total de
535 fichas con diagnóstico de distemper en base a la presencia de
signologíamultisistémica como alteraciones neurológicas, fiebre, signos
respiratorios, signos gastroentéricos, hiperqueratosis y otros, en animales
atendidos en el servicio de clínica menor de la Facultad de Ciencias
Veterinarias y Pecuarias, Universidad de Chile, entre mayo de 1975 y septiembre
de 1991, se encontró un mayor porcentaje de machos (72,15%) que de hembras
(27,85%) y un mayor porcentaje de animales mestizos (84,67%) en relación a
caninos finos (15,33%), y una altísima proporción de consultas en animales
menores de 1 año (83,55%). La sobrevida por distemper canino en el conjunto
total de animales mostró una fuerte pérdida entre el día 1 y día 50. Sin
embargo, la prueba log-rango demostró que no había diferencias significativas
entre edades, sexo, razas ni estaciones (Morales y col., 1997).
En 2003 se describe una mortandad de
zorros Chillas y Culpeos causada por el virus distemper canino en Coquimbo.
Caso índice en chillas en Puerto Velero,
cerca de Tongoy y luego de 5 meses en culpeos a 50 km al sur de caso índice.Se sospecha de
transmisión del VDC desde perros en los
alrededores del parque.
Un posible caso de distemper canino
ocurrió en el Parque Nacional Fray Jorge (Limarí, Ovalle) IV Región, donde se
detectaron perros y zorros con síntomas de esta enfermedad. En 2003 en al menos
dos ejemplares de zorros gris (Pseudalopexgriseus)
se observó sintomatología tipo convulsiones en los días previos a su muerte. Un
zorro moribundo estaba deshidratado, desorientado y presentaba salivación y
mioclonías generalizadas. Otros ejemplares recolectados moribundos presentaban
diversos síntomas como: secreción ocular purulenta, miooclonías, ataxia,
emaciación leve y hemorragias leves. La mayoría de los zorros muertos
correspondían a la especie culpeo (P.
culpeaus). El examen histopatológico reveló neumonitis, depleción
linfocitaria en bazo y presencia de cuerpos de inclusión
eosinofílicosintracitoplasmáticos en vejiga y pulmón. El examen citológico de
frotis conjuntival fue positivo a cuerpos de inclusión de distemper canino. La
determinación de anticuerpos (IgG) contra virus distemper canino reveló un
título de 640 y 160 en dos muestras de dos zorros analizados. Los exámenes arrojaron
serología negativa a leptospira y ehrlichia. El cerebro de un zorro enviado al
Instituto de Salud Pública fue negativo en inmunofluorescencia directa En base
a estos antecedentes los autores concluyeron que el evento correspondió a un
brote de distemper canino, recomendando evitar el contacto de poblaciones de
perros domésticos de turistas y del perímetro del Parque con los zorros (Moreira
y Stutzin, 2005).
En 2007 se describe un brote de DC en
la isla Robinson Crusoe, Archipiélago Juan Fernández, V Región. En 85 perros
enfermos, 83 fueron diagnosticados con DC y 2 con gastroenteritis, con una tasa
de ataque de 66,9 casos de DC x 100 animales. Se describe sintomatología clínica compatible con
distemper canino: anorexia, aumento de
temperatura corporal, decaimiento, postración, gemidos constantes, posición de
xifosis, con evidente paraparesia flácida, deshidratación; secreción mucosa ocular
verde-amarillenta, bilateral y secreción nasal mucopurulenta, bilateral;
disnea, dolor abdominal a la palpación, dolor paralumbar como respuesta a
compresión de zona paravertebral lumbar, aumento de volumen en articulación
carpiana, diarrea acuosa de color café- amarillento. En vejiga se encontraron abundantes cuerpos de inclusión eosinofílicos intracitoplasmáticos
(Jara, Matus y Moreira, 2007).
El DC en el mundo parece haber
aumentado en las últimas décadas (Martella, 2008). En Chile como en muchos
países del mundo el distemper canino se sigue presentando a pesar de la
vacunación.
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