viernes, 5 de junio de 2015

LA VACUNA CONTRA LA VIRUELA EN AMÉRICA 1803

La vacuna contra la viruela
Lámina que muestra los diferentes estadíos en la superficie cutánea de las personas vacunadas. Grabados del artista valenciano Juan Ximeno.
Biblioteca y Museo Histórico-médicos. Valencia.


La corbeta militar María Pita partió el 30 de noviembre de 1803, de la Coruña rumbo a América, con una valiosa carga a bordo: La vacuna de la viruela.

Para conservar la vacuna en perfectas condiciones durante el trayecto, en una época donde no existía dispositivos para su refrigeración, se pensó en transportarla en un "recipiente humano", es decir, inyectada en la piel de personas que no hubiesen padecido viruela.

Se contó para ello con 22 niños huérfanos de entre 8 y 10 años del hospicio de la Coruña, quienes fueron los protagonistas de esta empresa.

El método de transmisión consistía en realizar en sus brazos una pequeña incisión con un bisturí, colocándose en la herida el virus sanador; se iba transmitiendo de brazo a brazo, mediante el contacto de las heridas, operación que se hacía cada diez días para mantener en forma activa el virus.

La expedición se completaba con 500 ejemplares de ‘Tratado histórico y práctico de la vacuna’, un manual para enseñar a los médicos locales la técnica antivariólica, así como varias muestras en el portalinfas clásico.

La Expedición Balmis fue la primera campaña médica internacional. Llevada a cabo por mandato del Rey de España, Carlos IV y efectuada por el médico alicantino Francisco Javier de Balmis. Una expedición de carácter filantrópico que dio la vuelta al mundo con el objetivo de llevar la vacuna de la viruela a todos los rincones del mundo que aún no tenían acceso a ella. Fue una hazaña científica jamás antes realizada y que salvó la vida a millones de personas de América y Asia.

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