PRINCIPALES ZOONOSIS VIRALES EN LAS AMÉRICAS
Las enfermedades
zoonóticas son infecciones producidas bajo condiciones naturales, que se
transmiten entre los seres humanos y los animales. La emergencia de estas enfermedades se
debe a múltiples factores, destacando la tendencia que muestra el ser humano
por compartir su hábitat con animales, y por el incremento de la actividad
agrícola y la producción animal.
Según OMS “Debe quedar claro que el cambio climático ha
afectado espectacularmente a la distribución y predominio de enfermedades
portadas por vectores, y que no se pueden ignorar estos cambios”.
Afirmaciones
como ésta, entregadas por organismos internacionales de la salud, las
seguiremos encontrando, dada las interacciones cada día más complejas entre
agentes potencialmente patogénicos, animales susceptibles y un cambiante medio
ambiente. En el ámbito de los virus, siempre ha habido novedades, sea el virus
Hanta, la influenza aviar altamente patogénica, el parvovirus canino, el SIDA
humano, sea la enfermedad de las vacas locas (causada por priones), que han
impactado a la opinión pública.
Un nuevo virus se
descubrió en murciélagos en Malasya en mayo de 2007. Se denominó virus Melaka y
produce enfermedad respiratoria en seres humanos, con fiebre alta, tos, dolor
de garganta y nariz mocosa. Afectó a una familia completa de 4 personas, los
que se recuperaron”.
El virus Hendra,
y el virus Nipah son buenos ejemplos de virosis emergentes que se pueden
considerar como zoonosis virales que marcan hitos en la salud pública. La
erradicación de la viruela y la peste bovino o “rinderpest” constituyen el
norte de las políticas internaciones para el control de las enfermedades
transfronterizas.
En este
capítulo se entrega una visión dinámica
de las principales zoonosis virales que afectan o han afectado a las Américas.
Algunas de ellas casi tienen sólo un valor documental y sirven como ejemplos de
estas interacciones entre animales, seres humanos y vectores, siempre en
actividad, constituyendo un peligro latente para la salud pública.
DENGUE
Sinonimia: Fiebre de Dengue. Dengue clásico. Dengue hemorrágico.
Etiología: Virus
ARN un flavivirus de la familia Flaviviridae, con cuatro serotipos sin
inmunidad cruzada. El virus se transmite por zancudos Aedes
aegypti.
Distribución
geográfica: Asia tropical, África
del Este y Oeste. Polinesia y Micronesia. América central y Sud América.
Frecuente en estaciones lluviosas o durante todo el año.
Vector: el principal es Aedes aegypti (el único en América y Australia); otros: Aedes albopictus en Sudeste de Asia
(introducido accidentalmente en Brasil y EE. UU.); Aedes niveus en Malasia (ciclo silvestre) y Aedes scutellanis. Aedes
aegyptis es muy antropofílico. Aedes
albopticus (Tigre asiático) puede transmitir además del dengue, fiebre
amarilla, encefalitis equina e incluso encefalitis del oeste del Nilo.
Enfermedad endémica o epidémica, desde 1963
cuatro epidemias 1º en Caribe y Venezuela; 2º en Caribe y Colombia (1968); 3º
Jamaica y Caribe (1977) y 4º en Antillas francesas, Caribe, México, América
central y Venezuela. Puerto Rico se infectó en las cuatro epidemias. No se ha
presentado en Bolivia, Paraguay, Ecuador y Perú. En 2006 se presentó dengue en
El Salvador causando 1.697 casos clínicos. En 2015 el número de muertes por una epidemia de dengue subió a 5.000
casos en República
Dominicana con 57 fallecimientos.
Enfermedad en los animales. En primates no
humanos y cíclica en monos. La infección experimental en primates no humanos
produce una enfermedad inaparente.
Enfermedad en el
hombre: Aguda y suave. Período de incubación: entre 5 y 8 días. Aparición
repentina, fiebre, escalofríos, cefalalgia, dolor retroocular, fotofobia, dolor
muscular y articular, dolor de garganta, eritema al principio, rash
escarlatiniforme, aumento de volumen de ganglios linfáticos. Dura semanas con
fatiga y depresión. Es de baja mortalidad.
El dengue
hemorrágico, en Asia y en niños. Cursa con hemorragias, insuficiencia
circulatoria e hipotensión. La mortalidad es mayor. Se ha presentado en
Venezuela, Colombia, Brasil, México, Honduras, Guatemala, Nicaragua y Puerto
Rico.
Fuente de
infección y modo de transmisión. Ciclo
epidemiológico: hombre - mosquitos. El mosquito pica a un hombre virémico y el
virus se multiplica en glándulas salivales. Diez días después el mosquito puede
transmitir la enfermedad. En mosquitos hay transmisión transovárica y el virus
se multiplica en larvas, allí sobrevive en periodos interepidémicos.
Diagnóstico. Se
inocula sangre de humanos con fiebre en cultivos celulares de mosquitos y se
tipifica el virus por IF. La seroconversión se detecta por ELISA o IF.
Control.
Erradicación del mosquito (junto a fiebre amarilla). Fumigación con DDT o
insecticidas organofosforados. Los programas son caros y sólo se reduce la
población del mosquito. En América se han descrito 18 países sin el mosquito.
Situación en
Chile: Desde 1951 Chile se encuentra libre del mosquito A. aegypti. Chile está libre de dengue, fiebre amarilla y malaria.
Actualmente hay brotes graves de dengue en Paraguay y Brasil; también en
Venezuela, Bolivia y Argentina.
En Isla de
Pascua, Rapa Nui, en 2002 se detectó un 16% de casos de dengue, causados por el
virus DEN-1, similar al que se había detectado en la Polinesia. En 2000 se
había detectado la presencia del mosquito A.
aegypti. La enfermedad se presentó en forma benigna. En febrero de 2007 se
presentaron nueve casos de dengue; probablemente la infección provenía de
Tahití. El virus actuante pertenecía al serotipo 1 (DEN-1).
En 2010 se reportan 99.178 casos de dengue
en Venezuela, de los cuales 8.916 corresponden a dengue hemorrágico. Con estos datos se
determinó un aumento de 160%
En Puerto Rico se han reportado 30 fallecidos por dengue
durante 2010.
En Brasil, 2010, las muertes por dengue
(DENV-1) subieron 89,7% entre enero y octubre en relación al cierre del 2009,
cuando se acumularon 312. Del total en lo que va del año, 14.342 casos fueron
clasificados como graves. Seis estados concentran casi el 70% de los casos:
Acre, Rondonia (norte), Mato Grosso do Sul (oeste), Goiás (centro), Minas
Gerais y Sao Paulo (sureste). En los que predominan "condiciones
precarias" de saneamiento y recolección irregular de basura.
En Perú, 2015 se ha informado de un aumento
sustancial de casos de dengue.
La OPS
informa que la enfermedad presenta en 2015 un incremento de casos a nivel
mundial, y que en lo que va del año 1.639.326 casos y 744 fallecimientos se han producido en las Américas.
De un total de 597 casos registrados oficialmente en República Dominicana, el dengue mató a 58 personas el año
pasado, 54 casos menos que en el 2013
cuando el país reportó la muerte de 112 pacientes
afectados por la enfermedad.
FIEBRE
DEL NILO OCCIDENTAL
Etiología: virus ARN, flavivirus, con cinco
grupos antigénicos. En Madagascar se ha detectado variación antigénica en cada
ciclo de transmisión, por intercambio entre aves migratorias. En los brotes
recientes se han encontrado dos linajes, uno asociado con encefalitis en humanos
(en equinos y humanos), y el otro no asociado.
Distribución
geográfica: el virus se ha aislado
desde humanos y otros mamíferos, y en artrópodos en África (Egipto, Nigeria,
África del Sur, Uganda, Madagascar, Mozambique); Asia (India, Paquistán, Israel,
Rusia y Borneo); y Europa (Chipre y Francia)
El brote de la
enfermedad en Occidente, en el verano de 1999, constituyó el primer flavivirus
del viejo mundo en llegar al nuevo mundo. Se ha detectado en 12 estados de EE.
UU., (este y sudeste), abarcando aproximadamente 900 km. Estableciéndose que
existe una estrecha relación genética entre este virus y uno aislado en Israel,
lo que hace pensar que fue importado desde el Medio Oriente a EE. UU.,
posiblemente por aves infectadas, mosquitos, humanos u otros vertebrados.
El virus se ha
diseminado por todo el continente norteamericano alcanzando incluso a Argentina. La alta
incidencia de la infección en humanos es
resultante de una transmisión no por
mosquitos sino a través de transfusión sanguínea y transplante de órganos.
Llama la atención que el virus en Latinoamérica y El Caribe tiene menos
mortalidad y morbilidad a pesar de uque las cepas virales actuantes son
similares a las Norteamérica.
Presentación: endémica y epidémica. En áreas
hiperendémicas los adultos son más resistentes; en áreas menos activas todos se
enferman. Es endémica en el delta del Nilo. El virus ha sido aislado desde
aves, equinos, camellos y Culex
tritaeniorhynchus.
Enfermedad en el
hombre: subclínica o con síntomas de fiebre pasajera a una encefalitis grave.
Período de incubación entre 3 y 6 días. Ocurre en verano por la presencia de
mosquitos infectados. Aparición brusca,
fiebre, cefalalgia, linfoadenopatía y erupción macropapular cutánea en el
tronco. Menos frecuente es la miocarditis, meningitis y encefalitis. Es de baja
mortalidad.
Enfermedad en
animales: Sólo en caballos y
generalmente es asintomática. O con meningoencefalitis. En cuervos (Corvus corone sardonius) se ha logrado
la infección experimental con mosquitos infectados, observándose una alta
mortalidad. Al igual que en el brote de EE. UU., en 1999 en que hubo una alta
mortandad de estas aves.
Fuente de
infección y modo de transmisión: el virus infecta a vertebrados (humanos y
animales domésticos) y a varias especies de aves de corral. Las aves son los
reservorios (con viremia alta y prolongada) y el artrópodo vector las pica y se
infecta. El virus se ha aislado desde
palomas, cuervos en Egipto, “crombec” en Sud África y tortugas “dove” en
Israel.
Los vectores
pertenecen al género Culex. La hembra
se alimenta con sangre de aves virémicas para luego infectar a otras aves y
mamíferos. Culex univittatus en
Egipto e Israel; Cx. vishnui en India
y Paquistán; Cx. molestus en Francia
(Camargue). En EE. UU., Cx. pipiens y Cx restuans.
Rol de los
animales en la epidemiología: es una
zoonosis que se transmite de aves a seres humanos y otros animales por
mosquitos del género Culex. Los
humanos, equinos, ovejas y vacas no están involucrados en el ciclo de
transmisión. En estos animales la viremia es baja y el vector no se infecta.
Las aves silvestres tienen una viremia alta y son los reservorios del virus.
Los mosquitos son reservorios y vectores.
Diagnóstico:
Inoculación de sangre de pacientes en fase aguda en ratones, o por seroconversión
y por PCR.
Control: Vacuna
en etapa experimental. Fumigaciones.
En Chile, SAG
(2009) informa que 366 muestras de aves fueron negativas al virus de la fiebre
del Nilo Occidental. Anticuerpos especificos
se ha encontrado en las aves migratorias, como los flamencos, que vuelan
desde los salares de la I y II Región hasta Coyhaique, pero que cohabitan en
los salares con aves migratorias que vienen del hemisferio norte.
FIEBRES HEMORRÁGICAS AMERICANAS:
FIEBRE HEMORRÁGICA ARGENTINA
Sinonimia:
Fiebre hemorrágica de Junín; Enfermedad O’Higgins.
Etiología: Virus Junín, un arenavirus familia
Arenaviridae. El virus pertenece al complejo Tacaribe (Guanarito, Machupo,
Sabiá, entre otros del Nuevo Mundo). En el Viejo Mundo: Fiebre Lassa (África) y
coriomeningitis linfocitaria.
Reservorios:
Roedores cricétidos con infección persistente y asintomática: Calomys musculinus, C. laucha y Akodón
azarae.
Distribución
geográfica: en pampa húmeda de Argentina (provincia de Buenos Aires, Córdoba,
Santa Fe y La Pampa.
La primera
epidemia ocurrió en 1953. El virus se aisló en 1958. Entre 1958 y 1980 hubo
unos 180.000 casos clínicos en Argentina con una mortalidad entre 10 y 15% en
casos no tratados. Las epidemias eran anuales. El último brote importante
ocurrió en 1964. Se afecta
principalmente la población rural que cosecha trigo y otros granos,
principalmente en otoño; esta distribución estacional coincide con el aumento
de las actividades agrícolas que facilita el contacto con roedores reservorios
del virus. En trabajadores rurales se da una proporción de 4:1 entre hombres y
mujeres. Se acepta que la emergencia y persistencia de la enfermedad ha sido
debida a las alteraciones del medio ambiente causadas por el cultivo de granos
que propician el aumento de la población de Calomys.
Enfermedad en el
hombre: Periodo de incubación: entre 10 y 16 días. Inicio insidioso, fiebre, malestar general,
escalofríos, fatiga, mareos, cefalalgia, dorsalgia, entre otros. La enfermedad
dura unos 6 días. Puede haber hemorragias y síntomas neurológicos como tremores
musculares, confusión mental y excitabilidad.
Ciclo de
transmisión: Horizontal, entre roedores, principalmente por saliva y orina. Al
hombre por contacto entre excretas y lesiones en piel, por ingestión de
materias contaminadas o por aerosoles (por conjuntiva y mucosas nasal y oral).
Enfermedad en animales:
Por infección experimental se ha demostrado que es asintomático. La viremia es
persistente, dura aproximadamente 55 días. El virus se elimina por secreciones
bucofaríngeas y orina.
Diagnóstico: el
diagnóstico clínico no es seguro, debe ser realizado por aislamiento viral y
serología (SN, ELISA, IFI) y PCR.
Control: de
ratones, parece que no sirve, y el uso de vacunas inactivadas, tampoco. Pero se
ha ensayado una vacuna preparado con virus modificado.
FIEBRE HEMORRÁGICA BRASILEÑA
Etiología: Virus Sabiá, un arenavirus del
complejo Tacaribe que tiene 56% de
divergencia con los otros virus del complejo.
El primer caso,
en 1994, en Sao Paulo (pueblito de Sabiá), afectó a una técnica agronómica; el
segundo a un técnico de laboratorio, y el tercero a un laboratorista de la
Universidad de Yale, EE. UU.
La enfermedad en
el hombre se caracterizó en el primer caso por: fiebre, cefalalgia, mialgia,
náuseas y vómito, astenia, dificultad para caminar, tremores y convulsiones,
hemorragia vaginal, coma, shock y muerte. Se encontraron hemorragia focal y
necrosis en hígado y una masiva gastroenteritis hemorrágica. En el segundo caso
que sanó, se presentó con fiebre, escalofríos, malestar general, dolor de
cabeza, mialgia, conjuntivitis, náuseas, vómito, dolor epigástrico, diarrea,
encías sangrantes. El tercero con mucha fiebre pero sanó tratado antivirales experimentales.
El origen de la
infección se desconoce en el primer caso, probablemente fue por ratones. En los
otros, por aerosoles.
El diagnóstico
se realiza por aislamiento viral. Un buen control consiste en aumentar la
seguridad de los laboratorios.
FIEBRE HEMORRÁGICA MACHUPO
Sinonimia:
Fiebre hemorrágica boliviana, o tifus negro.
Etiología: virus
Machupo, un arenavirus.
Distribución
geográfica: provincias de Mamoré, Itenes y Yacuma del departamento de Beni,
Bolivia.
Primeros casos
en 1959, en Mamoré, seguidos de brotes anuales. En los 5 años siguientes
enfermaron 1.100 personas en una población entre 4.000 y 5.000 personas, con
260 muertos (24%). En 1963, en San Joaquín se informó de 160 muertos en un
total de 650 enfermos; luego la enfermedad desapareció, para reaparecer en
1971, en Cochabamba, con alta mortalidad.
En estos lugares existió una estrecha relación con la población de Calomys callosus que estaba infectada en
un 35%, y presentaba esplenomegalia. En estos roedores no se observa enfermedad
aguda, aunque en la infección experimental se apreció esplenomegalia y abortos.
En el hombre la
enfermedad es parecida a la fiebre hemorrágica argentina. Hay hemorragias y
alteraciones del SNC con tremores, convulsiones, coma, hipotensión y muerte. En
patología se apreció adenopatía generalizada y hemorragias focales en mucosa
gastrointestinal, pulmones y cerebro.
El ciclo de
transmisión ocurre por la orina entre roedores virémicos y roedores
susceptibles y el hombre. Se acepta que hubo paso de hombre a hombre por
contacto directo. El Calomys callosus es
el reservorio que mantiene al virus en la naturaleza.; estos roedores con
infección crónica diseminan el virus
a través de sus secreciones y excreciones. El virus se transmite por la orina y
no por vectores (artrópodos, ectoparásitos).
La infección en
el hombre ocurrió por contacto con roedores infectados, dentro de los hogares o
en el campo, a través de del consumo de agua o alimentos contaminados con
excretas o secreciones.
Aparentemente el
inicio de la enfermedad en Bolivia coincidió con una alta mortalidad en gatos
debido al uso de DDT en una campaña contra la malaria, lo que facilitó el
incremento de los roedores.
La infección
experimental en roedores con el virus Machupo permitió detectar animales
inmunotolerantes que hacían viremia y eliminaban el virus por la orina, pero no
producían anticuerpos seroneutralizantes. Además presentaban esplenomegalia.
Diagnóstico:
Sangre de pacientes febriles, y bazo de fallecidos. Se inoculan hámsters o
ratones lactantes vía intracerebral.
Serología: fijación del complemento, IFI y ELISA.
Control: En San
Joaquín se eliminaron aproximadamente 3.000 ratones y bajó la incidencia en
humanos. Se está trabajando en la elaboración de una vacuna que proteja al
hombre contra este virus.
FIEBRE HEMORRÁGICA VENEZOLANA
Es causada por
el arenavirus Guanarito. En 1989 apareció por primera vez en Guanarito, Los
Llanos de Venezuela causando 26 muertos y un 2,6% de seropositividad. Las
epidemias de carácter cíclico se presentaban cada 4 ó 5 años, entre noviembre y
enero, época de actividad agrícola.
En un estudio
realizado en 15 personas sospechosas, se apreció fiebre, postración,
cefalalgia, astralgia, tos, faringitis, náuseas, vómitos, diarrea, epistaxis,
encías sangrantes, melena, y conjuntivitis, adenopatía cervical, edema facial.
De los 15 enfermos 9 fallecieron, y presentaban edema pulmonar, congestión
hepática, esplenomegalia y sangre en tracto gastrointestinal, vejiga y útero.
El virus se aisló en los 15 enfermos, encontrándose 10,5% de seropositividad en los contactos.
Fuente de
infección: En un estudio realizado el virus se aisló desde el bazo de 31
roedores, 19 en el ratón algodón S.
alstoni y 12 en ratones caña Zygodontomis
brevicaudia; aceptándose que el S.
alstoni es el principal reservorio. El hombre se infecta por contacto con
los ratones o sus excretas.
El diagnóstico se
realiza por aislamiento del virus en células Vero y de mosquitos. Este virus mata
a los ratones lactantes. El diagnóstico serológico es por
seroneutralización. Control: su estudio
debe ser realizado en laboratorios de alta seguridad.
CORIOMENINGITIS LINFOCITARIA
Es causada por
un arenavirus. El reservorio es el ratón de casa Mus musculus. Su
distribución es más amplia que el de otros arenavirus; se ha detectado en
América, Europa y Asia. En África y Australia no se ha detectado. Se ha diagnosticado
en Argentina, Brasil, El Salvador y Japón aunque se duda del diagnóstico. La
presentación es focal debido a las colonias de ratones que son bien
circunscritas.
En el hombre la
enfermedad es parecida a influenza. Es benigna, esporádica y común en invierno.
El periodo de incubación es largo: entre 1 y 2 semanas. Raramente se presenta
meningitis.
En animales no
se presentan síntomas clínicos por la infección. Experimentalmente se ha
producido inmunosupresión a nivel de linfocitos T, e inmunotolerancia. Algunas
veces se desarrolla glomerulonefritis Solo en ratones se presenta una larga
persistencia viral. El ratón elimina el virus por secreciones nasales, orina,
semen, heces y leche. En esta especie la infección congénita y neonatal es
importante en la mantención del virus. Los ratones son portadores inaparentes.
En hámster (Mesocricetus auratus) se ha detectado el
virus en Alemania y EE. UU.
Transmisión: De
ratones virémicos a ratones susceptibles por infección congénita, alimentos
contaminados; a hámster y otros animales; al hombre por alimentos contaminados
y mordeduras. La transmisión vertical es la más importante.
Diagnóstico: por
fijación del complemento, ELISA, IFI, Westerimmunoblott, e inoculación
intracerebral en ratones lactantes.
ENCEFALOMIELITIS
EQUINAS:
ENCEFALOMIELITIS EQUINA DEL ESTE
Etiología: La
encefalomielitis equina del este (EEE) es causada por un virus ARN alphavirus
de la familia Togaviridae que pertenece al complejo de virus transmisibles por
mosquitos. El virus EEE presenta una gran variabilidad antigénica con dos
grupos (por IHA): 1. Grupo norteamericano: de América del Norte, Jamaica y
República Dominicana. Grupo 2. Sud americano: Panamá, Trinidad Tobago y América
del Sur 2.1: Cuenca del Amazonas, Perú, y 2.2: Argentina, Ecuador, Guyana,
Trinidad y Venezuela. Algunas cepas del virus EEE son neuroinvasivas y
neurovirulentas.
Distribución
geográfica: Las encefalomielitis equinas solamente se presentan en América. La
EEE en Argentina, Brasil, Canadá (Este), Colombia, Cuba, República Dominicana,
Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, México, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago, EE.
UU. (Atlántico y Golfo) y Venezuela.
En Panamá en
1946 se describió un brote de EEE que mató a 200 caballos. En EE. UU., se
presentaron 136 casos entre 1955 y 1978;
106 casos entre 1977 y 1997, con un 30% de mortalidad. Debido a medidas de
vigilancia epidemiológica y a campañas de control de mosquitos, la incidencia
de la EEE en
humanos ha bajado significativamente. Si en EE. UU., la incidencia es baja, en América del Sur y
Central es menor.
Durante la
epizootia de EEE ocurrida en Panamá en 1973 que afectó a 100 caballos con 40
muertos, no se encontraron reactores positivos en humanos. En 2015 se informa
sobre el diagnóstico de EEE en Darién, Panamá, con 1 caso en humanos y 19 en
caballos. En este país la EEE infecta al caballo, y proviene de
aves migratorias o aves que viven en los pantanos y que luego los mosquitos
pican a estos animales. Mientras, la transmisión de la encefalomielitis equina
venezolana habitualmente tiene lugar entre roedores selváticos y mosquitos, y
afecta a los humanos.
Los brotes
epidémicos en el hombre ocurren generalmente a fines del verano, entre 1 y 2
meses después de las epizootias en equinos. Además se ha descrito que por cada
caso clínico de EEE en humanos hay entre 16 y 23 infecciones clínicamente
inaparentes. Los brotes en equinos generalmente preceden a los del hombre.
En el hombre:
Inicialmente la mortalidad era de 65% para bajar paulatinamente a 30%. El
periodo de incubación es entre 5 y 15 días. Su aparición es brusca, hay fiebre,
cefalalgia, conjuntivitis, vómitos y letargia, con delirio y coma. Los síntomas
clínicos neurológicos son: rigidez del cuello, convulsiones, reflejos
alterados. En niños se ha observado una encefalitis fulminante, y en los que
sobreviven se aprecian frecuentemente secuelas neurológicas como retardo
mental, convulsiones y parálisis.
En animales: La EEE se presenta clínicamente en equinos,
faisanes, pavos y otras aves. En Louisiana, EE. UU., en 1947 se registraron
11.927 caballos muertos por el virus de la EEE. En Argentina, Santiago del
Estero, en 1981, hubo un brote de EEE en equinos con una incidencia de un 17% y
un índice mortalidad de un 61%, sin casos en humanos. En Panamá en 2010
murieron 210 animales infectados por el virus EEE.
La EEE es muy
parecida a la encefalomielitis equina del Oeste (EEO), aunque de menor duración
y mayor mortalidad. En equinos hay fiebre bifásica, y síntomas nerviosos con
depresión, cabeza gacha, se paran con las piernas separadas, y sus labios están
flácidos; hay baja de peso significativa. Algunos animales se presentan
excitados, caminan en círculos y tropiezan con cualquier obstáculo. En los
caballos con encefalomielitis la encefalitis es alta, entre 75 y 90%; en los
animales que sobreviven hay daño cerebral.
En faisanes se
aprecia fiebre, depresión, diarrea, ataxia, tremores, parálisis en piernas, y
movimientos circulares involuntarios, con una mortalidad entre 5 y 75%. Los
patos también se afectan con el virus EEE. En pavos se aprecia una baja de la
postura, con huevos pequeños y de cáscaras débiles. En “emus” o avestruz
australiana se aprecia depresión, diarrea hemorrágica y vómitos sanguinolentos
y una mortalidad de 87%
Ciclo de
transmisión: El ciclo de infección tiene lugar entre aves y mosquitos. Los
vectores se alimentan con la sangre de aves virémicas y el virus se multiplica
en su intestino. Cuando el mosquito pica a un ave susceptible le transmite la
infección y el virus se multiplica en el nuevo hospedero alcanzando la sangre
(viremia). En países tropicales las temperaturas altas favorecen la replicación
del virus.
El virus ha sido
aislado de la sangre de muchas aves silvestre, tanto residentes como
migratorias. La infección es baja en aves silvestres durante los años
interepidémicos, pero es alta durante las epidemias.
Transmisión
entre aves silvestres: las aves virémicas eliminan el virus por las heces y
orina que son ingeridas por las aves susceptibles. En aves de corral el mosquito Culiseta melanura transporta el virus
hacia las aves de corral, que hacen viremia y eliminan el virus, por heces y
orina, que va a infectar aves de corral susceptibles. Mosquitos Aedes spp al picar al hombre y caballos
los que presentarán bajos títulos de virus y son hospederos terminales que no
mantienen el virus en la naturaleza.
En el este de
EE. UU., el virus circula continuamente entre aves (passeiformes) y mosquitos,
especialmente en zonas pantanosas. El vector es Culiseta melanura y ocasionalmente C. morsitans. En la costa atlántica el principal vector es Aedes sollicitans.
En faisanes el
ciclo de infección es similar inicialmente, pero luego la diseminación se hace
horizontal entre las aves (por picotazos y canibalismo), sin la intervención de
mosquitos.
En países
americanos de clima tropical, los principales vectores son: Culex nigripalpus, C. taeniopus y Aedes
taeniorhinchus.
Los humanos,
equinos y faisanes son hospederos accidentales. Las aves silvestre son los
reservorios y los mosquitos los vectores.
Diagnóstico.
Aislamiento viral desde cerebro de animales muertos con encefalitis. En humanos
por seroconversión.
Control. Control
de vectores. Uso de gallinas centinelas. En humanos prevención por ropas y
repelentes. En equinos se dispone de vacunas inactivadas, mono, bi y
trivalentes (con virus EEE, EEO y EEEV). Se recomienda vacunar potrillos a los
3, 4 y 6 meses de edad, y anualmente especialmente en zonas de alto riesgo.
ENCEFALOMIELITIS EQUINA DEL OESTE
Etiología: virus
encefalomielitis equina del Oeste es un
alphavirus de la familia Togaviridae
Distribución
geográfica: Argentina, Brasil, Canadá, Guyana, México, EE. UU., y Uruguay.
En el hombre: En
EE. UU., la encefalomielitis equina del oeste (EEO) es la tercera causa de
encefalitis, después del virus San Luis y virus California. Este virus actúa al
oeste del río Mississippi en caballos y humanos. El mayor brote ocurrió en 1941
en estados del centro y norte de EE. UU., y estados limítrofes de Canadá,
afectando a más de 3000 personas y cientos de miles de caballos. Se ha estimado
que por cada caso clínico existen 1.150 casos subclínicos. En 1982 se presentó
un brote de EEO en Argentina y Uruguay.
En animales: El
gran brote en EE. UU., ocurrió en 1938
con miles de casos de encefalitis. Entre 1966 y 1970 se describen 7.638 casos
de encefalitis equina con 1.773 muertos, principalmente por el virus EEO.
Presentación de
la enfermedad en el hombre: Frecuentemente en verano y en niños menores de 1
año. El periodo de incubación es entre 5 y 10 días. El inicio es brusco, con
fiebre, cefalalgia, rigidez del cuello, letargia y confusión mental. En niños hay fiebre, dolor de cabeza,
malestar general, vómitos, y síntomas nerviosos como convulsiones, rigidez del
cuello, parálisis espástica y flácida, y reflejos anormales. Las secuelas son
comunes en niños, con cambios de personalidad y retardo mental, parálisis
espástica y convulsiones recurrentes, y una mortalidad entre 3 y 14%.
Presentación de
la enfermedad en animales: Sólo se manifiesta clínicamente en equinos. La
enfermedad se presenta esporádicamente a principios del verano y finaliza con el
tiempo frío cuando los mosquitos desaparecen. El periodo de incubación puede
llegar a tres semanas. Primero hay fiebre y luego aparecen los síntomas
neurológicos con intranquilidad, trote corto desequilibrado, falta de
coordinación y somnolencia., embisten a los obstáculos, caminan en círculos y
están totalmente desorientados. En la fase letárgica se paran inmóviles
apoyando su cabeza en cualquier parte. Durante la fase paralítica final, el
animal no se puede parar cuando se cae, su labio inferior está flácido y tiene
dificultad para tragar. Generalmente mueren 2 a 3 días después de aparecer la
sintomatología nerviosa. En animales que se recuperan quedan secuelas como
reflejos anormales. La mortalidad en animales con encefalitis es entre 20 y
30%, hasta un 50%.
Fuente de
infección y modo de transmisión: Los reservorios naturales son las aves de
corral y las aves silvestres. El virus se ha aislado desde aves de paso y
gorriones. El ciclo de transmisión se inicia en aves de corral y silvestres,
virémicas, donde se infecta el mosquito vector, principalmente Culex tarsalis y Aedes dorsalis, que van a infectar a aves susceptibles, y al hombre
y caballos, los que hacen una viremia baja.
En Canadá el
virus se ha aislado desde culebras del género Thamnophis y desde ranas (Rana
pipiens).
Diagnóstico:
Aislamiento viral y serología. Muestra: cerebro de fallecidos.
Control: Medidas
preventivas: control de vectores. Vacunas en equinos. Uso de centinelas,
especialmente equinos.
ENCEFALOMIELITIS EQUINA VENEZOLANA
Etiología: La
encefalomielitis equina venezolana (EEV) es causada por un virus ARN, un alphavirus
de la familia Togaviridae. Presenta diferentes variantes antigénicas que tienen
un gran valor epidemiológico. Son seis subtipos (I a VI); y el subtipo VI tiene
a su vez seis variantes antigénicas. Las variantes AB y C del subtipo I son muy
virulentas para los equinos, y son responsables de epidemias y epizootias. Las
variantes D, E y F del subtipo I, y el subtipo II, III, IV y VI son las cepas
enzoóticas que no son patogénicas para los equinos.
Distribución
geográfica: El virus EEV es propio de las Américas; no ha sido aislado en otros
continentes. Las epidemias/epizootias se han presentado desde Texas, EE. UU.,
hasta Ica, Perú. Han existido muchos focos enzoóticos en Brasil, Colombia,
Argentina, Perú, entre otros países.
Ocurrencia de
EEV en el hombre y animales: El virus se aisló en 1938. Desde entonces se han
presentado numerosos brotes en Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, México y EE.
UU., entre otros. Entre 1935 y 1961 los principales brotes han ocurrido en
Colombia y Venezuela. En general tienden a ser brotes explosivos. La onda
epidémica/epizoótica más grande empezó en 1969, fue causada por el subtipo I-AB
y avanzó desde Ecuador hasta Texas, EE. UU. (1971), pasando por Guatemala y
América Central, cubriendo una distancia de 4.000 km, y causando unos 10.000
casos en humanos, y una alta morbilidad y mortalidad en equinos.
Cabe señalar que
los casos de EEV han disminuido en América Latina, y solamente se han reportado
casos esporádicos en México, América Central, Colombia y Venezuela. En Chiapas,
México, en 1999 ocurrió un brote que fue controlado con vacunación masiva, cuarentena
del área amagada, y fumigación aérea de insecticidas. Hubo 61 muertos en 136
equinos infectados. En 1995, un brote de EEV en Venezuela y Colombia, ocurrió
debido a vacunación insuficiente de los caballos, falta de vigilancia
epidemiológica, a un limitado conocimiento de la ecología de la enfermedad, y a
una alta actividad viral en la población de equinos. En Venezuela hubo 11 390
casos sospechosos en humanos, con 185 casos confirmados y 16 fallecidos; en
equinos hubo 504 casos clínicos con 475 muertos. En Colombia hubo un total de
14.156 sospechosos con 1.258 hospitalizados y 26 fallecidos.
Las epizootias
en equinos son de alto impacto económico debido a la mortalidad que fluctúa
entre 20 y 40%, y al índice de mortalidad que oscila entre 38 y 83%. Se estima
que han muerto entre 38.000 y 50.000 equinos por esta infección. En Ecuador se
ha reportado la muerte de aproximadamente 20.000 caballos con un valor
aproximado de 1,2 millones de dólares.
La enfermedad en
el hombre: El periodo de incubación es entre 2 y 5 días. La gravedad puede ser
la de una fiebre gripal hasta la de un caso serio de encefalitis. Generalmente
aparece súbitamente, con fiebre alta, malestar, escalofríos, mialgia,
cefalalgia, y a menudo con vómitos, náuseas y diarreas. El índice de mortalidad
es bajo entre 0,2 y 1%. Encefalitis es frecuente en niños, se presenta con
parálisis flácida y espástica, reflejos alterados y sintomatologías descritas
para otras arbovirosis.
La enfermedad en
los equinos: El virus EEV se ha aislado al menos en 21 vertebrados domésticos y
silvestres, aunque la enfermedad en animales sólo es detectada clínicamente en
equinos (caballos, mulas y burros) en los que tiene un gran significado
económico. El periodo de incubación es entre 2 y 3 días. Empieza con fiebre,
anorexia, y depresión. Los animales se recuperan sin secuelas. Algunos
presentan encefalitis, con aparición repentina, fiebre alta y profunda
depresión, anorexia marcada y gran pérdida de peso. El resto del cuadro es
similar a las descrita anteriormente, pero con índice de mortalidad de un 80%.
Durante las
epizootias el ganado bovino y porcino se infecta pero sin síntomas y con
viremia que puede infectar a los mosquitos. Los perros presentan la enfermedad
y pueden morir; sus títulos virémicos son bajos pero capaces de infectar a los
mosquitos.
Fuente de la
infección y modo de transmisión: El ciclo de infección ocurre entre roedores y
mosquitos. Los roedores más frecuentes son del género Sigmodon, Peromyscus y Oryzomys. Los mosquitos son del género Culex (Melanoconion), (C. aikenii
y C. porlesi) y participan como
vectores. La infección en roedores es asintomática pero la viremia es
suficiente para infectar a los vectores. Cabe señalar que un caballo infectado
y con títulos altos de viremia puede infectar a miles de mosquitos en un día.
Desde un punto de vista epidemiológico el caballo es un animal amplificador del
virus y son esenciales para la propagación de las epizootias/epidemias, las que
terminan cuando no quedan equinos susceptibles. Los equinos serían los
hospederos primarios.
Rol de los
animales en la epidemiología: En el ciclo silvestre causado por virus
enzoóticos, los principales reservorios son los roedores y para algunas
variantes las aves. El virus circula entre estos animales y los mosquitos vectores
(Culex spp). El ciclo del virus
epizoótico es mantenido entre los equinos por los mosquitos equinófilos. El rol
de los equinos amplificadores es esencial. La enfermedad de otros vertebrados
juega un papel secundario en el ciclo de vida del virus.
Los virus
epidémicos se han aislado desde 34 especies de mosquitos pertenecientes a 8
géneros, entre ellos Aedes aegypti, A. sollicitans, Culex tarsalis y Mansonia
titilan que son eficientes vectores.
Las epizootias
dependen fundamentalmente de los equinos como hospederos primarios, que los
virus sean transportados por mosquitos y que transmitan la infección de un
caballo virémico a un caballo, humano u otro vertebrado susceptible. Los virus
se perpetuarían durante los periodos interepizoóticos mediante pasajes entre
los caballos por un vector. Los cobayos son utilizados como centinelas por su
alta susceptibilidad al virus.
Diagnóstico: Por
aislamiento viral desde sangre o secreciones nasofaríngeas de pacientes
febriles, mediante inoculación de cobayos, ratones lactantes, huevos
embrionados y cultivos celulares. El aislado viral se tipifica por métodos serológicos
como fijación del complemento, SN, IHA y ELISA. En equinos es igual pero con
dificultades debido a que la viremia desaparece rápidamente al igual que el
virus en el cerebro.
Control: A nivel
nacional lo más indicado es la vacunación sistemática de la población equina.
Para así eliminar la principal fuente de virus para los mosquitos, y evitar las
epizootias que causan pérdidas económicas, y las subsecuentes epidemias con
muertes en humanos.
Una vacuna
atenuada (TC-83) está disponible en el comercio. La vacuna se prepara con la
cepa Trinidad 1943 obtenida del cerebro de un burro y se atenúa por pasajes
(83) en cuyes. En humanos, un 25% responde a la vacunación con una grave
reacción sistémica con fiebre, mialgias y leucopenia, y aborto. En 1985 se
aplicó esta vacuna a un gran número de caballos sin provocarles problemas. Se piensa que el virus en el terreno puede
revertir a un estado virulento. Para evitar estos problemas la cepa TC-83 ha sido inactivada con
formalina y como es una vacuna muerta debe ser aplicada anualmente. Sin
embargo, estas vacunas pueden transportar virus infeccioso residual, por lo que
han causado brotes de EEV en Argentina y Ecuador.
Además de la
vacunación, se ha prohibido el transporte de equinos para no diseminar el virus
y se aplica malathion por vía aérea. Como medidas personales para evitar el
contagio se recomienda el uso de ropajes adecuados, repelentes protectivos, y
mallas metálicas en puertas y ventanas.
Siendo el
caballo muy susceptible al virus, se utiliza como centinela lo que permite
tomar rápidas medidas sanitarias preventivas.
OTRAS
ENCEFALITIS:
ENCEFALITIS DE SAN LUIS
Sinonimia:
Encefalitis letárgica
Etiología: Virus
ARN, un flavivirus de la familia Flaviviridae que es parte del complejo que
incluye a los virus de la encefalitis japonesa, encefalitis del Valle de Murray
y encefalitis del Oeste del Nilo. El virus de la encefalitis de San Luis
presenta una considerable variación genética, y se ha propuesto denominar a
estas variantes geográficas como “topotipos”.
Distribución
geográfica: Sólo se ha detectado en América, desde Argentina hasta Canadá.
Ocurrencia en el
hombre: Es endémica y esporádica en el oeste de EE. UU., sin embargo, las
epidemias no son comunes. En 1979 hubo brotes en Canadá y México. Casos
esporádicos en Argentina, Jamaica y Trinidad, en que la enfermedad no cursaba con
síntomas neurológicos. En EE. UU., han ocurrido entre 500 y 1.000 casos clínicos,
uno de gran magnitud en Florida, en 1991, con 226 casos clínicos y 11
fallecidos.
Las enfermedades
inaparentes son muy comunes, lo que se ha demostrado por estudios serológicos.
En 1962, en Clearwater, Florida, EE. UU., se detectaron 4.291 infecciones
inaparentes en 100.000, mientras que los casos clónicos sólo fueron 109,6 por
100.000.
Ocurrencia en
animales: El virus se ha aislado en un gran número de especies de aves
silvestres y mamíferos. Los estudios serológicos han establecido la presencia
de la infección en equinos y otros animales domésticos. Casos clínicos
asociados al virus ESL se han presentado en caballos.
La enfermedad en
el hombre: Tiene un periodo de incubación entre 4 y 21 días. Los síntomas van
entre los de una influenza suave a los de una grave encefalitis. Se distinguen
tres síndromes: enfermedad febril, meningitis aséptica y encefalitis. El febril
es benigno, con fiebre y cefalalgia, y
una total recuperación. La meningitis aséptica se caracteriza por aparición
repentina, fiebre, rigidez del cuello pero sin disfunción neurológica. La forma
encefalítica también es de aparición repentina, y presenta síntomas de
inflamación del cerebro, tales como cambios de personalidad, confusión,
delirio, letargia, paresia y convulsiones. Sólo en EE. UU., se han presentado
casos con sintomatología en el SNC. El índice mortalidad ha sido entre 5 y 10%.
Fuente de la
infección y transmisión: El ciclo básico ocurre entre aves silvestres y mosquitos
ornitofílicos. En EE. UU., son vectores Culex
salinarius, C. Tarsalis. En el oeste de EE. UU., a pesar de existir grandes
concentraciones de vectores hay pocos casos en humanos probablemente debido a
que hay muchas infecciones subclínicas que protegerían contra reinfecciones. En
el sur y norte central de EE. UU., la enfermedad se presenta en áreas urbanas y
semiurbanas, debido a que los vectores C.
quinquefasciatus y C. pipiens son
domésticos y peridomésticos. Estos vectores proliferan en aguas contaminadas
con desperdicios, especialmente en áreas urbanas y suburbanas con pobreza, en
que las condiciones sanitarias ambientales son deficientes. Estas condiciones
favorecen la proliferación de gorriones, palomas y otras aves. Las aves
domésticas y peridomésticas actúan como amplificadores del virus.
Rol de los
animales en la epidemiología del virus: El hombre es un hospedero accidental
del virus y no participa en su mantención en la naturaleza. Las aves silvestres
son los reservorios básicos. Posiblemente las gallinas y aves peridomésticas, y
los mismos mosquitos vectores sean amplificadores del virus que circula entre
los hospederos vía mosquitos. Los mamíferos silvestres o domésticos no
participan en la circulación debido a que la viremia es baja y de corta
duración.
Diagnóstico: Al
igual que en otras encefalitis el diagnóstico de laboratorio es esencial. Las
pruebas serológicas son FC’, IHA, SN y ELISA. La seroconversión es útil.
Control: El
control de los vectores ha dado resultados positivos en EE. UU. No existen
vacunas.
ENCEFALITIS DE CALIFORNIA
Sinonimia:
Enfermedad de La Crosse
Etiología: El
virus es un bunyavirus de la familia Bunyaviridae; comprende 14 virus
antigénicamente relacionados, 10 de los cuales están en EE. UU.
Distribución
geográfica y Ocurrencia: Esta encefalitis es la más prevalente en EE. UU.,
donde causa encefalitis en el hombre. Como en otras arbovirosis las infecciones
subclínicas son más que las presentaciones clínicas.
Enfermedad en el
hombre: Se presenta principalmente en niños y adolescentes menores de 15 años.
Generalmente es benigna. Los síntomas más comunes son: fiebre, dolor de cabeza,
náuseas, vómitos, y rigidez del cuello; en casos graves hay letargia y
convulsiones. Los síntomas nerviosos duran una semana y pueden dejar secuelas
como dificultad en el aprendizaje y cambios en el comportamiento.
Enfermedad en
animales: Los hospederos naturales son la ardilla listada del este y las
ardillas arbóreas. Después de la inoculación experimental desarrollan viremia
pero sin síntomas.
Fuente de la
infección y modo de transmisión: El principal vector es Aedes triseratius que vive en lugares con aguas estancadas y Aedes albopictus. El virus es
transmitido a roedores de bosques de robles.
Rol de los
animales en la epidemiología de la enfermedad: A. triseriatus es también reservorio debido a su transmisión
transovárica. Los vertebrados sirven como amplificadores del virus en el
verano. El hombre es un hospedero accidental.
Diagnóstico: Por
serología.
Control: Uso de
ropas protectivas y aplicación de insecticidas dentro y fuera de lugares para
niños y adolescentes
ENCEFALITIS DE POWASSON
Etiología: virus
ARN, un flavivirus de la familia Flaviviridae (del complejo arbovirus
transmitidos por garrapatas).
Distribución
geográfica: El virus se ha aislado en EE. UU., y Canadá; en Rusia del Este.
Seropositivos han sido detectados en Sonora, México.
Ocurrencia en el
hombre: A pesar de la amplia distribución del virus en el mundo, los casos
humanos son más bien raros, posiblemente debido a que el vector garrapata no muerde
al hombre. Entre 1958 y 1998 se reportaron 27 casos en EE. UU., y Canadá, tres
de los cuales murieron.
Ocurrencia en
animales: El virus circula en animales silvestres y garrapatas en las áreas
enzoóticas. Entre los más afectados están coyotes (Canis latrans), zorillos rayados (Mephitis mephitis), zorros y mapaches (Procyon lator).
Enfermedad en el
hombre: En los pocos casos detectados se ha observado: fiebre, cefalalgia,
postración, meningitis, paresia espástica y pleocitosis.
Enfermedad en los
animales: La infección es subclínica. La inoculación del virus en “woodchucks”
(Marmota monax) y en zarigüeta (Didelphis marsupialis) produjo altos
títulos virémicos. Cerdos, ovejas y cabras no desarrollan la enfermedad.
Fuente de
infección y modo de transmisión: Animales silvestres como marmotas, ardillas,
ratones, conejos y mustélidos, son los reservorios del virus en la naturaleza.
Los vectores son garrapatas del género Ixodes
y Dermacentor. En Canadá I. cookei e I. marxi; en EE. UU., I.
spinipalpis, I. cookei y D.
andersoni. El hombre se infecta accidentalmente por picaduras de ixodes.
ENCEFALITIS DE ROCÍO
Etiología: virus
ARN, un flavivirus de la familia Flaviviridae.
Distribución
geográfica y ocurrencia en el hombre: Es una zoonosis emergente que apareció en
1975 en el estado de Sao Paulo, Brasil. Entre 1975 y 1978 hubo 821 casos
humanos con una mortalidad de 10%. Con posterioridad no se han reportados otros
casos.
Enfermedad en el
hombre: El periodo de incubación tiene un promedio de 12 días. Se inicia
súbitamente con fiebre y cefalalgia, vómitos y dolor abdominal. Las
manifestaciones neurológicas son: rigidez del cuello, confusión mental, y
alteraciones motoras y del equilibrio. Aproximadamente el 20% de los
sobrevivientes tiene alteradas sus funciones mentales.
Fuente de
infección y modo de transmisión: Se asume que Aedes scapularis sería el principal vector, y que las aves
silvestres serían el reservorio natural de la infección.
FIEBRES
CAUSADAS POR BUNYAVIRUS GRUPO C:
Etiología: Los
virus de este serogrupo C pertenecen al género bunyavirus de la familia
Bunyaviridae. Los principales grupos son: Caraparu, Marituba, Oriboca y
Bruconha.
Distribución
geográfica: Sólo se han detectado en América. Son propios de América tropical.
La mayoría se ha aislado en Pará, Brasil. También se han encontrado en América
Central, México, Panamá, Perú y EE. UU. (Florida).
Ocurrencia: Se
han reportado 50 casos causados por virus Caraparu y Oriboca. Las infecciones
inaparentes son comunes en Brasil.
Enfermedad en el
hombre: Fiebre, cefalalgia. Dorsalgia y mialgia; en algunos casos ha habido
escalofríos, malestar general, fotofobia, vértigo y náuseas.
Enfermedad en
los animales: El virus se ha aislado en varias especies de roedores,
marsupiales, perezosos, y murciélagos.
Fuente de
infección y modo de transmisión: Los reservorios son roedores y marsupiales de
la jungla: Proechimys guyannensis y Oryzomys capito. Los vectores son
mosquitos Culex: C. vomerifer y C
portesi. Los roedores tienen altos títulos de viremia y los mosquitos se
infectan fácilmente. El hombre se infecta en forma accidental en la jungla.
Diagnóstico: Por
aislamiento viral desde sangre de pacientes que se inocula vía intracerebral en
ratones lactantes, y por métodos serológicos.
Control: Es
difícil de aplicar en la jungla.
ENCEFALOMIOCARDITIS
Etiología: El
virus causante pertenece al género cardiovirus de la familia Picornaviridae.
Distribución
geográfica: El virus es ubicuo. Se ha aislado en varios países de Europa y
África. En América en Brasil, Canadá, Cuba, Panamá y EE. UU. En Chile se
reportó un caso similar a encefalomiocarditis aunque sin aislamiento viral confirmatorio (Guajardo,
1996).
Ocurrencia en el
hombre: Es poco frecuente, algunos casos esporádicos entre 1945 y 1946. En
Filipinas hubo un brote y se le denominó “fiebre de 3 días”. La infección
subclínica es común, con una seropositividad en adultos entre 3,1% y 50,6%; y
en EE. UU., entre 3,5% y 19,8%.
Ocurrencia en
animales: El virus tiene numerosos hospederos animales, y se ha aislado desde
mangostas, mapaches, caballos, bovinos, cerdos, elefantes, así como de varias
especies de aves silvestres. En Cuba, Panamá y EE. UU. (Florida), Australia y
Nueva Zelanda las epizootias han ocurrido en cerdos, con gran mortalidad. Las
altas seroprevalencias encontradas en varios países indican una amplia difusión
de la infección.
La enfermedad en
el hombre: En niños hay fiebre y alteraciones del SNC, incluso con parálisis, y
pleocitosis linfocítica. En las Filipinas, la enfermedad tuvo un inicio rápido,
con intensa cefalalgia y fiebre que duraba entre 2 y 3 días. Además de
faringitis, rigidez del cuello y reflejos alterados. Los pacientes se recuperan
pronto, sin secuelas. No se observa miocarditis.
La enfermedad en
animales: El cerdo es el más afectado. Se ha descrito en primates no-humanos.
La enfermedad en porcinos se caracteriza por muerte repentina, sin otros
síntomas. A veces puede haber fiebre, anorexia y parálisis progresiva. Los más
afectados son los cerditos lactantes entre 3 y 20 semanas de vida. Las lesiones
anátomo-patológicas corresponden a hidrotórax, hidropericarditis, lesiones en
el miocardio y ascitis. Hay degeneración de la fibra cardiaca, especialmente en
el ventrículo derecho, que presenta necrosis focal o difusa. Otras
manifestaciones clínicas importantes son las alteraciones reproductivas, con
muerte embrionaria, momificación fetal y muerte en el nacimiento. Las lesiones
en cerdos muertos se limitan a los pulmones, con lesiones de neumonía.
La enfermedad en
bovinos y monos se caracteriza por las lesiones en el miocardio. Y encefalitis
en monos. En una colonia de 3.060 “baboons” hubo 80 muertos en forma
repentina. En otros se apreció
dificultad respiratoria asociada con insuficiencia cardiaca, con miocarditis
necrotizante; en infecciones placentales hubo muertes fetales.
La infección
experimental de hámster y ratones lactantes produjo signos de encefalitis y
muerte; además de miocarditis severa.
Fuente de
infección y modo de transmisión: Se postula que ratas y ratones serían el
principal reservorio del virus y que la transmisión sería por vía oral. Cabe
señalar que la mayoría de los brotes han ocurrido coincidiendo con plagas de
ratones. Sin embargo, es necesario realizar más investigaciones para tener una
mayor certeza sobre el modo de transmisión de esta enfermedad.
Diagnóstico: El
virus se puede aislar de diferentes órganos, pero se recomienda el corazón. La
inoculación de la muestra se realiza en cultivos celulares, huevos embrionados
y ratones lactantes. El diagnóstico
serológico utiliza las pruebas de SN e IHA.
Control: De
roedores y prohibición de introducir animales de predios infectados. Existe una
vacuna inactivada que se está probando.
ECTIMA
CONTAGIOSO
Sinonimia: ORF,
estomatitis o dermatitis pustular contagiosa.
Etiología: Virus
ADN, parapoxvirus de la familia Poxviridae
Distribución
geográfica: De preferencia en los países ovejeros. En Chile en caprinos de la
Zona Norte.
Ocurrencia en el
hombre: Es de baja incidencia en el hombre. Es una zoonosis de poca
importancia. Se ha presentado en Nueva Zelanda, afectando a trabajadores en
edificios de embalaje. En un estudio en mataderos se encontró una incidencia de
1,4% con 236 casos, especialmente en trabajadores en contacto con lana y cueros
Ocurrencia en
animales: Se presenta en ovejas, cabras, alpacas, camellos y perros. Y algunas
especies silvestres. Existen zonas enzoóticas donde se presenta anualmente. En
caprinos la mortalidad es mayor que en ovinos.
Enfermedad en el
hombre: El periodo de incubación es entre 3 y 7 días. Las lesiones se presentan
en dedos y manos. La lesión papular ocurre en el punto de la infección que
progresan a vesículas o pústulas; a veces con adenopatía. Si no hay infección
secundaria la lesión sana entre 2 y 4 semanas. Ocasionalmente se aprecia una
erupción vesículo-papular generalizada con intenso prurito. Raramente ocurren
lesiones oculares.
Enfermedad en
animales: Se presenta en ovejas y cabras menores de 1 año. Los animales adultos
son más resistentes debido a infecciones previas. El periodo de incubación es
entre 2 y 3 días. Las lesiones se presentan como pápulas, vesículas y pústulas;
las costras se formas unos 10 días después, y duran entre 1 y 2 semanas, para
luego desprenderse. Las lesiones se presentan en labios, boca, ventanas de la
nariz, párpados y orejas. El dolor que causan puede interferir con la
alimentación. En ovejas madres se han detectado lesiones en las ubres. A veces hay lesiones en las patas. La
morbilidad es alta pero la mortalidad es baja, y es debida a complicaciones por
miasis con larvas de moscas, o por sobreinfección bacteriana.
Fuente de
infección y modo de transmisión: Ovejas y cabras son hospederos naturales del
virus. Durante un brote el virus se transmite por contacto directo o
indirectamente con objetos contaminados. El virus es resistente a la desecación
y sobrevive en las costras secas por varios meses. El hombre se infecta
accidentalmente por contacto directo con animales que presentan lesiones específicas.
Los más afectados son cuidadores de rebaño, trabajadores de matadero,
veterinarios, carniceros y trasquiladores.
Diagnóstico:
Clínico. Serología: en el hombre por fijación del complemento e
inmunofluorescencia directa
Control: Uso de
vacunas vivas virulentas, que inducen una respuesta inmune protectiva durante
unos 2 años, aunque son responsables de perpetuar la infección en la zona donde
se vacuna.
FIEBRE ILHEUS
Etiología: Virus
ARN, flavivirus de la familia Flaviviridae.
Distribución geográfica:
El virus se ha detectado en Argentina, Brasil, Colombia, Guatemala, Honduras,
Panamá y Trinidad Tobago.
Ocurrencia: El
virus se ha aislado desde pacientes con fiebre suave, encefalitis y desde casos
asintomáticos. En áreas endémicas la seropositividad suele ser alta. Las
infecciones clínicamente inaparentes son frecuentes.
Enfermedad en el
hombre: Generalmente es inaparente o presenta un suave estado febril.
Enfermedad en
animales: El virus se ha aislado desde varias especies de aves y de monos
centinelas (Cebus spp.). La
enfermedad tiende a ser asintomática aunque haya viremia.
Fuente de
infección y modo de transmisión: Los principales vectores son mosquitos del
género Psorophora y Aedes. Se ha demostrado
experimentalmente que A. egypti y A. serratus y P. ferox pueden transmitir el virus a ratones lactantes.
El hombre
adquiere la infección por picaduras de mosquitos; y el virus se aisla desde el
suero de pacientes por inoculación en ratones. No se han instaurado medidas de
control por la baja incidencia de la enfermedad.
FIEBRE DE MAYARO
Etiología: Virus
ARN un alphavirus de la familia Togaviridae.
Distribución
geográfica: Se ha detectado en Bolivia, Brasil, Colombia, Guyana Francesa,
Panamá, Surinam y Trinidad Tobago. Posiblemente el virus se encuentre en Costa
Rica, Guyana y Perú.
Ocurrencia: La
infección es endémica en varias regiones tropicales de América del Sur. Brotes
de la enfermedad de cierta magnitud han ocurrido en Bolivia y Brasil. En
Brasil, un 20% de la población de Pará, unos 4.000 habitantes se infectaron y
muchos se enfermaron.
Enfermedad en el
hombre: La enfermedad es similar a otras “fiebres de la jungla”. Se asemeja al dengue y a la fibre de Chikungunya, Es una enfermedad febril suave de corta duración. Los síntomas
pueden ser: fiebre, cefalalgia frontal, congestión conjuntival, fotofobias,
mialgias, y a veces astralgias. En Beleterra, Brasil, en la epidemia 1977 - 1978,
casi todos los pacientes presentaron astralgia principalmente en muñecas,
dedos, tobillos y dedos del pie. El 20% de los pacientes presentaba edema en
las articulaciones.
Fuente de
infección y modo de transmisión: En un estudio realizado en 9.000 insectos de
26 especies diferentes, el virus sólo se aisló en el mosquito Haemagogus janthinomys. Existen
evidencias que aves y roedores son los reservorios del virus. El hombre se
infecta accidentalmente al ingresar a la jungla donde el virus circula entre
vertebrados por medio de los mosquitos.
Diagnóstico: Por
inoculación de sangre de pacientes en el cerebro de ratones lactantes.
Hasta julio de 2015, el estado de Goiás en Brasil, registró
30 casos de la fiebre de Mayaro. En 1987 Goiás experimentó un brote
epidémico de esta enfermedad.
ENFERMEDAD
DE OROPOUCHE
Etiología: Virus
ARN del género bunyavirus (Grupo Simbu), familia Bunyaviridae.
Distribución
geográfica y ocurrencia en el hombre: El virus se aisló en Vega de Oropouche en
Trinidad en un trabajador forestal (1955). Entre 1961 y 1978 hubo siete brotes
epidémicos en el estado de Pará, Brasil, al sur del río Amazonas, con un total
de 165.000 personas afectadas. En Belém, se afectaron 11.000 personas, y en
Manaus de 650.000 habitantes se enfermaron 97.000. La infección viral está
limitada a la zona amazónica del Brasil, aunque también se ha encontrado en
Panamá y Perú; y probablemente en primates no humanos en Colombia.
Ocurrencia en
animales: En Brasil el virus se ha aislado en perezosos (Bradypus
tridactylus). En Trinidad se han encontrado anticuerpos seroneutralizantes
en monos aulladores (Alouatta seniculus
insulares) y en monos de cola larga (Cebus
spp.). Por otra parte, en vertebrados en cautiverio, de la región amazónica
de Brasil, se han detectado anticuerpos inhibidores de la hemoaglutinación en
aves, roedores, primates y perezosos.
Enfermedad en el
hombre: El periodo de incubación es entre 4 y 8 días. La enfermedad se presenta
bruscamente y sus principales síntomas son: fiebre alta (40º C), cefalalgia
intensa, escalofríos, astralgia, astenia y fotofobia. Algunos pacientes
presentan náuseas, vómitos, diarrea y congestión conjuntival.
Enfermedad en
animales: La infección es asintomática.
Fuente de
infección y modo de transmisión: Existen dos ciclos diferentes, uno silvestre y
otro urbano. No se conocen exactamente ni el reservorio ni los vectores en el
ciclo silvestre. Podrían ser reservorios los perezosos, aves y primates. En el
ciclo urbano se acepta que la enfermedad ocurre cuando hay una alta
concentración de mosquitos (Culicoides
paraensis), y este insecto es un buen vector al transmitir
experimentalmente el virus a hámsters; el hombre desarrolla una viremia
suficiente para infectar a los insectos. El contacto entre los dos ciclos es el
hombre que penetra en la jungla y después de infectarse retorna a la zona
urbana en un estado virémico que le permite infectar al C. paraensis. El hombre es el amplificador del virus, además de ser
el único hospedero.
Diagnóstico: Se
utiliza sangre de pacientes febriles y se inocula vía intracerebral en hamsters
y ratones lactantes. Serológicamente se utiliza la seroconversión con las
pruebas de inhibición de la hemoaglutinación y ELISA.
FIEBRE
AMARILLA
Etiología: virus
ARN, un flavivirus de la familia Flaviviridae.
Distribución
geográfica: Solamente se ha reportado en África y América. La fiebre amarilla
urbana, transmitida por el Aedes aegypti
fue un flagelo desde el este de EE. UU., hasta el norte de Argentina.
Actualmente está limitada exclusivamente a la jungla, donde la infección es
enzoótica y el virus circula entre mosquitos y monos. Las áreas más afectadas
son las cuencas de los ríos Amazonas, Magdalena y Orinoco, y las regiones
brasileñas de Iléus y Mato Grosso. Los únicos países en que no se ha presentado
esta enfermedad son Chile, El Salvador y Uruguay.
Ocurrencia en el
hombre y animales: La OMS estima en 200.000 casos al año y 30.000 muertos en
África. Entre 1965 y 1983 se han reportado 2.252 casos en América. En 1982 hubo
368 casos y 183 muertos en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú. En este
último país hubo 176 muertos en un tal de 179 casos. En 1993 hubo en Sudamérica
175 casos con 79 muertos. Actualmente la fiebre amarilla urbana ha desaparecido
en América.
La fiebre
amarilla de la jungla es una enfermedad ocupacional de granjeros, cazadores y
trabajadores forestales. La mayoría de los casos ocurre en la estación de las
lluvias cuando hay una alta densidad de mosquitos Haemagogus, el principal vector. En los últimos brotes en Brasil,
en 1998, se detectaron 47 casos y 16 muertos.
El peligro de
una epidemia de fiebre amarilla permanece latente debido a que el vector A. aegyptis no ha sido erradicado en el
continente. El hábitat del mosquito es doméstico y peridoméstico. La campaña
para eliminarlo empezó en 1947, y en 1980 se había erradicado en el 80% del área infestada, es
decir unos 12 millones de km cuadrados. Desgraciadamente muchas regiones se
volvieron a infestar
En África del
Este la mayoría de los casos es consecutiva a fallas en la vacunación o en el
control de los mosquitos. En América el virus produce una alta mortalidad en
monos aulladores (Alouatta spp.),
mientras que en África se han encontrado muchos reactores seropositivos en
primates no humanos. Es difícil determinar la real frecuencia de la infección
en los monos.
La enfermedad en
humanos: El periodo de incubación es entre 3 y 6 días después de la infección
por los mosquitos; la viremia ocurre durante los primeros 4 días. Se han
descrito cuatro formas de la enfermedad. En el primer caso hay fiebre y
cefalalgia pasajera. En el segundo hay fiebre más intensa y cefalalgia; a
menudo hay náuseas, epistaxis, dolores dorsales y epigástricos, malestar
general, vértigo, vómito y fotofobia. En la tercera forma clínica, algo más
grave, la sintomatología aparece repentinamente, con fiebre alta, cefalalgia,
dorsalgia, escalofríos, postración, náuseas y vómitos. La fiebre es bifásica,
en la segunda parte se acompaña de insuficiencia hepática y renal, y una
tendencia a las hemorragias con vómito negro, melena y hemorragia uterina, y
variados grados de ictericia. La cuarta forma es maligna, en casos fulminantes
el paciente muere entre el sexto y octavo día, después de un par de días en
estado de coma.
Fuente de infección
y modo de transmisión: En la variedad
urbana el único hospedero conocido es el hombre y la transmisión es por vía del
vector biológico A. aegyptis. El
mosquito adquiere la infección al picar a un hombre virémico para luego
trasmitirlo a otros humanos susceptibles.
La fiebre
amarilla de la jungla es zoonótica y los principales hospederos son monos
mientras que el hombre sólo es un hospedero accidental. El virus circula en los
bosques lluviosos y es transmitido de un hospedero a otro por los mosquitos infectados.
Los ciclos urbano y de la jungla son independientes, aunque bajo condiciones
favorables puede haber intercambio.
En América los
vectores principales son mosquitos Haemagogus,
especialmente H. janthinomys y H. spegazzini.
El mono aullador
tiene un rol importante en la epizootiología del virus en la jungla. Estos
monos son muy sensibles a la infección y mueren en gran cantidad durante las
epizootias. Probablemente, y por su mayor resistencia, lo monos capuchinos (Cebus spp.) jueguen un papel importante
como reservorios. Los monos serían amplificadores transitorios del virus.
Diagnóstico:
Desde muestras de sangre de pacientes febriles, se inocula en cultivos
celulares o en ratones o monos Rhesus. En serología se utiliza principalmente ELISA.
Control: En
América del Sur el principal método es la vacunación de las personas que van a
la jungla. Se utiliza preferentemente la vacuna 17D preparada en embriones de
gallina. Desde 1966 se han vacunado unas 250 millones de personas con sólo tres
casos de encefalitis post vacunación.
Tres probables casos de fiebre amarilla en
monos fueron detectados en el estado Anzoátegui, Venezuela, 2010. El brote fue
solamente de carácter enzoótico, según determinó el Ministerio de Salud y sería
evidencia de la posible transmisión del virus en el foco enzoótico de Guayana y
se trataría del segundo reporte de brotes enzoóticos en el estado Anzoátegui.
HANTAVIROSIS
Los
virus Hanta son virus ARN del género hantavirus de la familia Bunyaviridae que
se transmiten por la orina y las heces de los ratones infectados
persistentemente. Estos virus son
estables a pH entre 7,0 y 9,0, y se inactivan a pH 5,0, además son termoestables a temperaturas
entre 4 y 20° C, y termosensibles a 37° C. Se inactivan rápidamente por acción de la luz solar y por
desinfectantes químicos como el cloro al 10%.
Una de las
características principales de estos virus es su asociación específica con
reservorios animales, en este caso roedores de la familia Muridae, y ocasinalme
con otros mamíferos pequeños. Una especie de virus infecta exclusivamente a una
sola especie de roedor, existiendo tres linajes genéticos de Hantavirus que se
asocian a su vez con tres sub-familias de roedores en un proceso de siglos de evolución conjunta
(co-evolución y co-especiación) lo que explica la difícil adaptación del virus a un hospedero
distinto, salvo en forma accidental y transitoria, fenómeno que se conoce como “spill-over”.
Esta estrecha y
específica afinidad del virus con su hospedero determina las características epidemiológicas
de la enfermedad. En el continente Eurasiático se encuentran los Hantavirus que
producen enfermedad renal, mientras que en las Américas se han descubierto los
que producen manifestaciones pulmonares. Esto se correlaciona con la distinta
distribución de las especies de roedores. También se han descrito algunas
especies que no se asocian a una patología humana (Prospect Hill y El Moro
Canyon en EE. UU., y Tula en Europa). Las variaciones temporales en la
incidencia de la enfermedad se correlacionan con las variaciones en la densidad
de poblaciones de ratones y su interacción con los humanos, situación influída
por los cambios climáticos y del medio
ambiente (Berríos y Enciso,
2011).
Desde
un punto de vista epidemiológico la infección por virus hanta es considerada
como una zooantroponosis, en que el ratón es el reservorio y el hombre el
hospedero terminal. El virus hanta no es mortal para el ratón, ellos son
portadores sanos que no mueren por la infección pero eliminan el virus por los
excrementos, orina y saliva.
Existen evidencias que hacen pensar que si la biología del virus Andes es similar a la
del resto de los Hantavirus, su presencia en Chile sería tan antigua como la de las especies de
roedores que los albergan.
Virus
Hanta produce dos tipos de enfermedad: HFRS, fiebre hemorrágica
con sindrome renal, fiebre hemorrágica epidémica o nefropatía epidémica,
causada por virus Hantaan, Seoul y Puumala (En el viejo mundo), y HPS, sindrome pulmonar por hantavirus, causada
por virus Andes, Sin Nombre (En el nuevo mundo).
Virus
Hanta y medio ambiente. Se acepta que
estos virus han reemergido debido a modificaciones del medio ambiente en que
viven los ratones, cambios causados en forma natural o por la acción
desequilibrante del hombre. Un buen ejemplo es el origen de la epidemia de
virus hanta que ocurrió en EE. UU., en 1993, en las regiones montañosas de los
estados de Colorado, Nevada y Nuevo México, postulándose que la abundante
lluvia caída fevoreció la producción de piñones y consecutivamente la
multiplicación del ratón Peromyscus
maniculatus, reservorio del virus hanta, aumentado el riesgo de contacto
entre estos ratones y la población humana, con un total de 24 casos
respiratorios y 11 fallecimientos.
La
distribución geográfica del virus Hanta es mundial. La fiebre hemorrágica con sindrome renal es una antigua enfermedad descrita en Rusia
en 1913. En 1978 se aisló el virus hanta en un roedor silvestre Apodemus agrarius, habitante de zonas aledañas al río Hantaan que
separa Corea del Sur de Corea del Norte. Este virus causaba la enfermedad
hemorrágica coreana en China, Rusia y Corea. En Francia, desde 1977, se ha
detectado la enfermedad hemorrágica (Nefritis del leñador) con un gran número
de casos provocados por el virus Puumala y 5 casos por el virus Seoul.
En
términos generales existe una fuerte asociación entre la cepa de virus
actuante, la especie de ratón portador, la enfermedad que producen y la
geografía afectada.
Virus
Hanta asociados con enfermedad en humanos
1.
HPS
Especies Enfermedad Reservorio Distribución del virus
--------------------------------------------------------------------------------------------
Andes HPS
O. longicaudatus Chile, Argentina, Uruguay
Araraqua “ ¿…? Brasil
Black
Greek C. “ Sigmodon
hispidus EE. UU.
Bayou “
Oryzomys palustris EE.
UU.
Bermejo “ O.
chacoensis Bolivia
Choclo “ O.
fulvescens Panamá
Lechuguans “ O.
flavescens Argentina
Laguna
Negra “ Calomys
laucha Bolivia, Paraguay
Oran “
O. longicaudatus
Argentina
HV
39694 “ (¿…? Argentina
¿…? “ Calomys
laucha Paraguay
--------------------------------------------------------------------------------------------
2. HFRS
Especies Enfermedad Reservorio Distribución del virus
-----------------------------------------------------------------------------------------------
Hantaan HFRS A.
agrarius China, Rusia, Corea
Dobrava-Belgrado
“ A.
flavicltis Balcanes,
Europa
Seoul “
Rattus norvegicus En todo el mundo…
Puumala “
Clethrionomys glareolus
Rusia, Europa, Escandinavia
---------------------------------------------------------------------------------------------------------
Presentación
mundial de virus Hanta
1.
En Asia: Entre 1950 y 1953 (Guerra de
EE. UU. y Corea del Norte), 300 soldados de EE. UU., se enfermaron de HFRS con un 6 a 8% de
mortalidad. En Rusia y China, entre 1978 y 2002, hubo 2.706 casos con un 10 a
15% de mortalidad. En China la incidencia anual es de 0,03 a 13 casos x 100.000
personas y una mortalidad de 7%. En Japón desde 1976 ha habido 100 casos y un
muerto.
2. En América del Sur: Los primeros casos se reportaron en: Brasil (1993)
con 3 casos; Paraguay (1994) con 16 casos; Chile (1995) un caso; Argentina
(1997) con 47 casos; uno en Bolivia y 2 en Uruguay (1997). Entre 1993 y 2001: 310 casos en
Argentina; 204 en Chile; 167 en Brasil; 91 en Paraguay; 27 en Uruguay y 11 en
Bolivia.
3.-
En América Central y El Caribe: En Panamá
(2001) 29 casos por virus Hanta Choclo.
4.
América del Norte: En EE. UU. (1993) se determinó la presencia del virus
Seoul por seroneutralización pero no en
enfermos; sólo se encontró una cierta relación con enfermedad hipertensiva. Se
aisló el virus Sin Nombre en P. maniculatus, y otros virus Bayou, Black Greek Canal, y New York, con un total de 333
casos de HPS y un 38% de mortalidad. En Canadá (1994) hubo 32 casos de HPS y 12
muertos. En México también seha detectado hantavirosis.
5.
Europa: El virus Puumala predomina en
Europa y tiene como reservorio al campañol bank. Entre 1978 y 1992 hubo un
total de 65.906 casos de HFRS en la parte europea de Rusia. En Alemania en 1990
hubo 89 casos. En la región de las Ardenas hubo 133 casos. En los Balcanes, los
virus Hantaan y Dobrava-Belgardo causan fiebre hemorrágica con sindrome renal,
principalmente en Albania, Bosnia, Eslovaquia, Eslovenia y Serbia.
6. África: Sólo se han detectado anticuerpos
en pacientes de Gabón, Madagascar y República África Central.
Enfermedad
en el hombre:
a)
Fiebre hemorrágica con síndrome renal (HFRS): Los cuadros más graves son causados por virus Hantaan y Dobrava-Belgrado.
HFRS se presenta en 5 fases. La fase febril con temperatura de 40º C,
escalofríos, dolores musculares y molestias generalizadas. Hay edema del
peritoneo con dolor abdominal y lumbar; hay petequias en el cuerpo y una
marcada proteinuria. Sigue la fase
hipotensiva, en que hay shock que puede ser irreversible. Luego la fase
oligúrica con hipertensión, náuseas, vómitos y hemorragias. Le siguen la fase
diurética y la fase de convalescencia que puede durar entre 3 y 4 semanas.
b)
Síndrome pulmonar (HPS): Es la más grave, afecta a los pulmones. En la
fase prodrómica hay fiebre, escalofríos, dolores musculares, de cabeza y
abdominal (Similar a una gripe). En la fase pulmonar hay edema y compromiso
pulmonar, aunque puede ser asinstomática.
Hantavirosis
en los animales:
En los roedores que son
los reservorios del virus, la infección es asintomática. En un estudio
realizado en A. agrarius corea, la viremia duró entre 7 y 10 días, y el
virus persistió en algunos tejidos por lo menos unos 100 días post-inoculación.
Fuente
de infección y modo de transmisión: La
enfermedad se presenta en diversos lugares como campos cultivados, bosques,
casas y jardines. El hombre contrae la
enfermedad cuando contacta con los ratones en su hábitat, o cuando los roedores
invaden las residencias, jardínes y lugares de almacenamiento de alimentos. El
hombre contrae la infección por contacto con los roedores o sus excretas, orina
y excrementos, o por vía aerógena (aerosoles); alimentos contaminados
La transmisión por
contacto entre personas no ha sido bien documentada
Entre ratones la
transmisión es por aerosoles y por mordiscos (celo).
En las ciudades las
epidemias se inician cuando los ratones invaden casas y despensas. La principal
puerta de entrada del virus es por el tracto respiratorio, aunque también por
la vía digestiva.
Virus Hanta en Chile
Tres
especies de roedores portan virus Hanta en Chile, ellos son: Oligoryzomys longicaudatus o ratón colilarga o de los espinos
(Desde III R a XI R), Akodon olivaceus o
laucha olivácea y Abrothrix longipillis
o lauchón de pelo largo. Otros ratones ocasionalmente positivos: Akodon longipilis o ratón pelilargo y Phillotis darwini o ratón orejudo
(Berríos y Enciso, 2011). El virus Hanta
Andes se ha identificado en Rattus
norvegicus (Fernández et al, 2008).
En
Chile el primer enfermo con sintomatología respiratoria por virus Hanta se
presentó en Segundo Corral caserío
cercano a Cochamó (X Región) en 1995
(3†/ 7). Otros casos ocurrieron en Castro y Coyhaique en 1996, y en
Concepción y Valdivia en 1997. El
porcentaje de letalidad fue de un 37,5%. El año 2001 fue el de mayor incidencia
con un total de 81 casos, lo que duplicó el récord histórico de 1998,
alcanzando la máxima extensión territorial de la enfermedad, desde la V hasta
la XI Región (Berríos, 1997; Núñez, O’Ryan y Cattán, 1997).
En
Argentina los primeros casos se presentaron en noviembre de 1994 en el pueblo
El Bolsón de Río Negro con 49 fallecimientos en un total de 200 casos, aceptándose
que la infección por virus hanta es endémica en dicha zona.
La
seroprevalencia global en el país es de >1%.
Urbano es de 0,43 (v Seoul) y rural 1,13 (vAndes). Por regiones el virus Andes está entre XI R -
X y III Región, mientras que el virus Seoul ocupa
XI R - II y IV Región. La XI Región presenta el mayor riesgo con una tasa de
9,1 x 100.000 habitantes (MINSAL). La incidencia del virus Hanta en Chile es
baja.
Según
Murúa el virus Hanta se encuentra en glándulas sublinguales y en pulmones y
también en cerebro y el virus se transmite principalmente por saliva. Cuando la saliva se seca el virus se
disemina por aerosoles, aunque no lo
hace por transmisión horizontal por mordeduras, heridas etc. En una experiencia
realizada el virus no se transmitió al contactar ratones infectados separados
por una rejilla, con las heces y orina de otros ratones infectados.
Para
la hantavirosis no hay vacunas ni antivirales. En cuanto a desinfección se recomienda aplicar
una solución de 375 cc de cloro comercial en 5 litros de agua.
La OMS se mantiene en
alerta por casos de hantavirus en las Américas, donde en los últimos años se
han seguido registrando casos en Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile y
Uruguay, entre otros países (2013).
Referencias bibliográficas
Berríos, P.
1997. Hantavirus: una zooantroponosis. Agro-Ciencia 13(2): 129 - 134.
Berríos P., J. Enciso. 2011. Virus Hanta. Un antiguo virus emergente. Científica 8(2): 122 - 126.
Fernández, J., E. Villagra,
V. Yung, J. Tognarelli, P. Araya, J. Mora, P. Cattan and E. Ramírez. 2008: Identificación de Hantavirus Andes en
Rattus norvegicus. Arch. Med. Vet. 40: 295 - 298.
Núñez, F., O. O’Ryan, P. Cattán. 1997. Virus Hanta en Chile. Tecno
Vet. 3(3): 9 - 11.
INFLUENZA
AVIAR ALTAMENTE PATÓGENA
La epidemia de influenza
o gripe aviar asiática ha presentado características poco usuales y se ha
desarrollado con agresividad sin precedentes por lo que se la ha denominado
influenza aviar altamente patógena. El brote de la enfermedad se inició a fines
de 2003 casi en forma simultánea (entre el 17 de diciembre de 2003 y el 6 de
febrero 2004) en Corea del Sur, Japón, Vietnam, Tailandia y Camboya, para
posteriormente diseminarse a Hong Kong (Región Administrativa Especial de la
República Popular China), China (República Popular de China), Indonesia, Laos y
Malasia. En estos países el virus causante corresponde al subtipo H5 N1. En Pakistán el virus es H7. En Taipei China el virus corresponde al subtipo H5 N2. En 2004 algunos países asiáticos asumieron que
la enfermedad estaba controlada y disminuyeron las medidas tomadas. La OMS
desaconsejó dicha actitud previendo la reaparición de la epidemia.
Efectivamente, se detectaron nuevos brotes de influenza aviar en Vietnam,
Tailandia, China, Camboya y Malasia. Los últimos brotes reportados ocurrieron en Camboya, Vietnam y Tailandia (Berríos, 2004).
El impacto económico en
la producción aviar ha sido enorme, se calcula que aproximadamente 1.000.000 de
aves han muerto por la enfermedad o por el sacrificio preventivo. El costo para
Asia ha sido estimado en unos 50 millones de dólares. La eliminación de la
enfermedad en Asia y la reconstrucción de la industria avícola tendrán un valor
estimado, según los expertos, de unos 500 millones de dólares. Hasta noviembre
de 2004 se han presentado 42 casos humanos de enfermedad respiratoria
relacionada con la gripe aviar, de los cual 21 han muerto en Vietnam y 11 en
Tailandia, todos ellos causados por el subtipo H5 N1 y originados por contacto directo con aves enfermas. No se ha establecido
transmisión directa entre humanos. De acuerdo con la Organización Mundial de la
Salud esta emergencia epidemiológica no
tiene precedentes históricos y es particularmente preocupante el hecho que la
circulación de virus de la gripe aviar muy patogénicos, en un gran número de
aves de corral y en un número creciente de países, sumado a la posible
circulación simultánea de estos virus y virus de la gripe de humanos, podría
crear oportunidades para que virus específicos de diferentes especies
intercambien material genético generando un nuevo virus de la gripe frente al
cual el ser humano dispondría de escasa o nula inmunidad protectiva. El
infectólogo estadounidense Michael Osterholm postuló que el virus H5 N1, endémico en Asia, es el principal candidato para
causar una gran pandemia global, si se produjera una mutación por intercambio
genético que le permita adaptarse al organismo humano. Esta potencial situación
epidemiológica sería más incontrolable aún por la falta de vacunas específicas,
ya que solamente se producen 300 millones de dosis anuales lo que alcanza
apenas para el 5% de la población mundial (Pinto y Lubroth, 2006).
Gripe aviar asiática
. La peste aviar clásica es causada por una cepa altamente
patógena del virus de la influenza aviar; es una enfermedad viral aguda, muy
contagiosa y fatal para los pollos y pavos. En el Primer Simposio Internacional
sobre Influenza Aviar se recomendó que la designación de esta enfermedad sea
cambiada por "Influenza Aviar Altamente Patógena".
El virus causante de la
influenza o gripe aviar es un miembro del grupo viral de la influenza tipo A,
perteneciente a la familia Orthomyxoviridae. En aves circulan los 15 subtipos
HA, siendo los principales subtipos aviares: H5 N1, H5 N2, H5 N6, H5 N8, H7 N1, H7 N3, H7 N4 y H9 N2. No existe correlación entre la virulencia y
el subtipo antigénico debido a que las formas virulentas y avirulentas pueden
pertenecer a un mismo grupo. Los subtipos serológicos clasificados con base a
las hemoaglutininas de la superficie viral designados como H5 y H7 corresponden a
los virus que causan la influenza altamente patógena. El primer virus influenza
aviar fue aislado en golondrinas marinas de Sudáfrica en 1961. En la actual
epidemia el virus H5 N1 se ha aislado en aves enfermas y portadoras, principalmente desde
pollos, patos, gansos, pavos, codornices, faisanes, cigüeñas, cisnes, halcón
peregrino, gallina de guinea y aves silvestres.
Estos virus tienen como hospedero natural a
las aves silvestres, circulando entre ellas por todo el mundo. Son muy
contagiosos para las aves y pueden ser mortales al infectar aves de corral como
las gallinas. Las aves infectadas diseminan el virus por saliva, secreciones
nasales y excrementos; la transmisión entre parvadas infectadas se realiza por
contacto directo con secreciones de aves infectadas. La infección también puede
diseminarse por aves silvestres y por el agua, alimento, equipo y personal
contaminado. Los principales hospederos domésticos susceptibles son las
gallinas y los pavos, además de faisanes y aves de ornato.
Según los organismos internacionales FAO, OMS y OIE, los patos domésticos
podrían ser portadores del virus H5 N1 y por lo tanto ser transmisores del virus a
otras especies, incluyendo a los seres humanos. Esta preocupación es mayor en
las zonas rurales de los países afectados donde conviven patos de granja, aves
de corral y animales silvestres, los que frecuentemente comparten las mismas
fuentes de agua. Estudios recientes demuestran que los patos domésticos
expulsan una mayor cantidad de virus durante periodos más largos, sin mostrar
síntomas de enfermedad.
El virus de la influenza aviar puede
permanecer viable durante largos períodos en tejidos infectados. Estos virus
tienen una distribución mundial y con cierta frecuencia son recuperados de aves
marinas clínicamente normales y de especies marinas migratorias, las cuales son
consideradas como la fuente de brotes de la enfermedad.
Una serie de pruebas recientes indican que
el virus H5 N1 ha recrudecido su virulencia en los pollos y en los ratones (un
modelo de laboratorio para los mamíferos), ampliando su radio de acción hasta
llegar a los mamíferos, entre ellos, algunos miembros de la familia de los
felinos que anteriormente no eran considerados como susceptibles a la
infección. Keawcharoen et al (2004) informan que el virus H5 N1 causa una severa
neumonía en tigres y leopardos luego de
que comen carcasas de pollos infectados.
El virus H5 N1 causante de la epidemia de influenza aviar en Asia (2003 - 2004) ha
sido secuenciado genéticamente, encontrándose que todos sus genes son de origen
aviar, lo que significa que no ha adquirido genes de virus influenza humano y
por lo tanto no tiene la capacidad de diseminarse entre seres humanos. Por otra
parte, se han detectado pequeñas variaciones entre los virus H5 N1 circulantes en
esta epidemia, como es el caso de la secuenciación genética de virus de Corea
del Sur y Vietnam que ha demostrado que son ligeramente diferentes. Incluso el
H5 N1 aislado en
Vietnam en 2003, presenta considerables
diferencias con el aislado en Hong Kong en 1997. Además, los virus aislados
desde casos humanos ocurridos en Vietnam y Tailandia han mostrado resistencia
antiviral contra amantadina y rimantadina; resistencia debida a una mutación en
la proteína viral M2. Los antivirales oseltamivir y zanamivir debieran ser
efectivos contra esta cepa de H5 N1 (Fouchier, Osterhaus y Brown, 2003).
Debido a que estos virus generalmente no infectan a los seres humanos, existe
poca o nula protección contra ellos en la población humana. Si un virus de la
influenza aviar fuera capaz de infectar a las personas y adquiriera la
capacidad de diseminarse fácilmente persona a persona, estaríamos a las puertas
de una pandemia de influenza humana.
Gamblin del Instituto Nacional de Investigaciones Médicas de Londres ha
determinado la estructura cristalográfica tridimensional de la proteína HA del
virus de la influenza, encontrándose características
del sitio de unión que lo asemejan al de las aves, lo que podría haber
contribuido al alto grado de infectividad y mortalidad observado en la pandemia
de 1918. Por otra parte, James Stevens del Instituto Scripps de La Jolla en
California, EE. UU., ha determinado la estructura del precursor proteico que
llegó a ser hemaglutinina (HA), sugiriendo que la HA viral de 1918, tiene
rasgos estructurales previamente observados en los virus aviares de la gripe.
El lugar de unión del receptor contiene aminoácidos situados de forma que le
permiten interactuar con proteínas humanas, posibilitando que el virus sea
transmitido entre seres humanos. Muchos autores coinciden en que los virus de
la gripe humana se han originado en las aves y que para generar epidemias
humanas, los virus primero tienen que pasar de las aves al cerdo, donde los
cambios genéticos permiten que las nuevas cepas se propaguen con mayor
facilidad entre los mamíferos.
Los
síntomas varían según sea el subtipo viral actuante. La OIE describe los
síntomas más comunes: depresión, pérdida de apetito, edema y cianosis de la
cabeza, cresta y barbillas. Las lesiones pueden ser muy variadas, desde la
enfermedad hiperaguda con ausencia casi total de signos o lesiones, aunque
altamente mortal, hasta las epidemias caracterizadas por una enfermedad leve
con baja mortalidad. Las lesiones más comunes son hemorragias en todo el cuerpo
especialmente en los tejidos submucosos del proventrículo. Se encuentran
petequias en el corazón, superficies serosas intestinales y en el peritoneo. El
diagnóstico presuntivo se basa en una elevada mortalidad acompañada de los
signos y lesiones descritos previamente. El diagnóstico diferencial se hace con
la enfermedad de Newcastle y el cólera aviar. Las muestras de elección para el
diagnóstico confirmatorio son: tráquea, bazo, pulmones, hígado y sangre. Estos
tejidos deben ser enviados al laboratorio de diagnóstico en hielo seco,
sellando adecuadamente los envases, o en hielo corriente contenido en un termo.
La
OMS recomienda lo siguiente: detección de antígenos, aislamiento viral en
cultivos celulares y detección de ARN específico. La detección rápida de
antígenos (entre 15 y 30 minutos) mediante inmunofluorescencia para virus A y
B, y ensayo inmunoenzimático para nucleoproteína A (NP-A). El aislamiento en
cultivos celulares (entre 2 y 10 días) MDCK y Hep-2, y posterior identificación
por inmunofluorescencia con anticuerpos monoclonales específicos para el virus
A/H
5, o por inhibición de la hemoaglutinación. La
reacción en cadena de la polimerasa-transcriptasa inversa permite la identificación
del genoma y de genes HA de virus influenza.
Los
animales han jugado un papel importante en la generación de las grandes
pandemias de gripe humana. Aves silvestre migratorias y cerdos han sido
involucradas, específicamente patos silvestres en la gripe española de 1918
causada por la cepa H
1 N
1, en la
gripe asiática de 1957 (H
2 N
2), en
la gripe de Hong Kong de 1968 (H
3 N
2), sin contar la incierta relación del cerdo en la gripe de 1918. Y en la
oscura reaparición de la cepa H
1 N
1 en la
gripe rusa de 1977. Los cerdos se infectan fácilmente con cepas de influenza
aviares de patos y de origen humano. Cabe señalar que la cepa H
9 N
2 del virus de la influenza aviar pasó de aves
silvestres a aves de corral, intercambiando genes con las cepas aviares, para
luego volver a los patos. Además de los cerdos, las ballenas y focas, visones y
hurones son susceptibles a la infección con el virus de la influenza aviar. Los
gatos solo se infectan en experiencias de laboratorio, sin sufrir la
enfermedad. En Tailandia se informó que dos gatos y un tigre blanco de
zoológico habían muerto por el virus H
5 N
1. En Bangkok miles de cigüeñas migratorias murieron en las afueras de la
ciudad. Un cisne negro del zoológico de Shenzhen murió por la influenza aviar.
En China, Guanxi Zhuang, se confirma la muerte de patos de granja por el virus
H
5 N
1. En Hong Kong un halcón
peregrino portaba el virus; faisanes en Taiwán y leopardos en Tailandia. Es
decir, además de los pollos son varios las especies animales que han sido
infectados por virus de la influenza aviar, aumentando el riesgo de propagarse
al hombre.
En 2001 se informó que en China, se
había aislado la cepa H
5 N
1 desde
cerdos de Fujian. Posteriormente en 2003 se analizaron 1936 muestras de cerdos
provenientes de 14 provincias chinas, aislándose una cepa H
5 N
1 derivada de patos. No se encontró variaciones en
el virus por lo que se acepta que la infección en cerdos no produjo una
evolución viral importante que pudiera comprometer a la salud humana.
En Holanda, el equipo de Thies Kuiken, infectó 3 gatos con virus H
5 N
1 por vía respiratoria, y a otros tres se les dio a
comer carne de pollo afectado por la gripe aviar asiática. Adicionalmente dos
gatos fueron colocados en la jaula con los gatos infectados por vía
respiratoria. Todos ellos enfermaron, muriendo uno, asumiéndose que existiría infección
gato a gato y del pollo a mamíferos.
En Hong Kong, en 1997,
murieron 6 personas de un total de 18 contagiados con el virus H5 N1 lo que causó alarma mundial ante la posibilidad
de una epidemia humana de carácter global. No obstante, esto no ocurrió. Sin embargo, 6 años después
la gripe aviar asiática apareció casi en forma simultánea en 8 países del
sudeste de Asia, empezando en Corea del Sur a mediados de diciembre 2003, luego
en Vietnam y Japón a fines de diciembre, y Camboya, Indonesia, Tailandia, China
y Laos, todos ellos afectados por la cepa H5 N1. Taiwán y Pakistán reportaron tener el virus H7. En julio la influenza aviar reapareció en China, Vietnam, Tailandia y
Malasia. El último brote fue reportado en Tailandia, en noviembre de 2004. En Hong Kong, a fines de 2010, se confirmó un caso de gripe aviar en una
persona.
La aparición simultánea
de la gripe aviar en estos países asiáticos es una situación epidemiológica no
observada con anterioridad. Esta epidemia sin precedentes por su virulencia y
amplitud geográfica alcanzada, ha resultado en la muerte por la enfermedad o
por el sacrificio preventivo de unos 100 millones de aves, y el fallecimiento
de 32 pacientes humanos.
El control de la epidemia
ha consistido fundamentalmente en el sacrificio de los contactos y su posterior
incineración. Primero se procede a la cuarentena de los contactos y se
establece una estricta vigilancia médica. El movimiento de las aves en las
áreas afectadas debe ser controlado con extrema severidad. Junto con el
sacrificio "in situ" de las aves enfermas o contactos, despoblamiento
de los establecimientos afectados y su limpieza y desinfección, debe ser
seguido por una vigilancia epidemiológica activa en todos los establecimientos
de la zona, y seguimiento epidemiológico y la comunicación inmediata a los
países con los que se comercie y a la OMS. Por ejemplo, en China se
sacrificaron todos los patos de la explotación, poniendo en cuarentena a los
existentes en un radio de 5 kilómetros. Japón estableció una cuarentena de 30
kilómetros. En Alemania se estableció que se deben cerrar todas las fronteras
no solo a la importación de alimentos sino a todo lo que tenga plumas (Erhard
Kaleta, Instituto de Investigaciones Aviarias de Gessen, Alemania). China debió
prohibir el sacrificio de aves en mercados públicos, medida muy bien recibida
por los organismos internacionales.
Con respecto al posible uso de vacunas contra la influenza aviar no existe
consenso; según Capua y Marangon (2004) si la vacunación contra la influenza
aviar no es utilizada y manejada apropiadamente como parte de una amplia
estrategia de control, la erradicación no será alcanzada.
La OMS ha indicado que los trabajadores avícolas que proceden al sacrifico de
las aves se han estado exponiendo de manera arriesgada a la infección con el
virus aviar, al no emplear máscaras, guantes y otros implementos protectores,
al manipular los restos de las aves sacrificadas o muertas por la enfermedad.
En 2015 se describen
graves brotes de influenza aviar en diversos estados de EE. UU. Brotes causados
por cepas H5 N1, H5 N2 y H5 N8 (OIE, 2015). Se describieron 133 brotes que han afectado a 5 millones de pavos y a 20
millones de gallinas, causados por el virus H5 N2.
Referencias
bibliográficas
Berríos,
P. 2004. Influenza aviar asiática. Monografías Electrónicas de Patología Veterinaria. 1 (1). Noviembre.
Capua I., S.
Marangon. 2004.
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CDC.
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CHILE. 2004. Ministerio de Salud. Plan de enfrentamiento de pandemia de
influenza, Chile 2004. Documento preliminar. Febrero.
FAO. 2004. Update on the avian influenza
situation. Issue Nº 7. Marzo
FAO. 2004. Avian influenza A(H5 N1). Weekly epidemiological
record. 7: 65 - 76.
Fouchier,
R., A. Osterhaus, I. Brown. 2003. Animal
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OIE. 2015. Update on highly pathogenic avian influenza in
animals (Type H5 and H7).
Pinto,
J., J. Lubroth. 2006. Sinopsis
mundial de la epidemia de influenza aviar altamente patógena tipo H5 N1 en aves de
corral y aves silvestres. Bol.
Vet. Of. SAG. 6.
RABIA EN LAS AMÉRICAS
La rabia continúa
siendo un desafío para la salud pública y una limitante para la industria
ganadera en América Latina. Caninos silvestres y domésticos, así como
murciélagos hematófagos son las principales especies transmisoras y reservorios
de la enfermedad. Actualmente, se observa variaciones en el perfil
epidemiológico de la rabia, donde la especie de murciélago hematófago Desmodus rotundus se constituye en la principal especie
transmisora (Escobar et al, 2015).
Rabia paralítica bovina en las Américas, al comparar la información epidemiológica de 1968,
1978 y 1985, se puede apreciar una importante reducción de la enfermedad en
Bolivia, Brasil, Guatemala, México, Nicaragua y Panamá, debido al uso de
vacunas y a la aplicación de una nueva tecnología para reducir la población de
los murciélagos vampiros, vector de la enfermedad.
Los casos de rabia
transmitida por perros disminuyeron en
un 95% desde 1980 en las Américas, a partir de un programa implementado por los países
de la región y coordinado por la Organización
Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), que
incluye la vacunación masiva de
perros y la tenencia responsable de animales, la aplicación oportuna de
profilaxis pre y posexposición, la vigilancia epidemiológica y diagnóstico de
laboratorio, y la educación sanitaria a la comunidad.
Cada año se registran entre 5 y 15 casos de rabia humana transmitida por perros, y unos 17 casos causados por
murciélagos. Entre 45 y 50
millones de perros son vacunados anualmente en la región y un millón de personas que están expuestas al
riesgo de rabia reciben profilaxis posexposición.
Desde enero
hasta septiembre de 2012, en América Latina y el Caribe se registraron
sólo 6 casos de rabia humana
transmitida por perros en cuatro países de la región: Bolivia (1),
Brasil (2), Haití (2) y República Dominicana.
Durante los últimos 100 años, la
presentación de la rabia en EE. UU., ha
cambiado drásticamente. En la actualidad, más del 90% de todos los casos que se
notifican anualmente a los CDC corresponden a animales salvajes, mofetas,
mapaches, zorros y murciélagos; antes de 1960, la mayoría de los casos ocurría
en animales domésticos. Hoy en día, los principales animales portadores de la
rabia son los animales carnívoros salvajes y los murciélagos. También se han descrito casos de rabia en bovinos,
equinos y linces.
En
EE. UU., el número de muertes en seres humanos relacionadas con la rabia se ha
reducido a uno o dos casos por año en los años 1990, en comparación con más de
100 casos anuales a comienzos del siglo XX.
En
Brasil el último caso de rabia en humanos se produjo en 2010 en Frutuoso Gomes.
En 2015 se han diagnosticado por laboratorio 26 casos de rabia animal en 14
municipios; los animales afectados fueron bovinos (12) y murciélagos no
hematófagos (9), otros animales afectados fueron cerdos, caballos y zorros y un
caso en un canino. Y un niño de 1 año y 8 meses falleció de rabia en Río Grande
del Norte en agosto de 2015.
En
América los países que más presentan rabia en humanos son Perú, Colombia,
México y Brasil (Escobar et al, 2015).
Referencias bibliográficas
Escobar,
L., A. Townsend Peterson, M. Favi, V. Yung, G. Medina-Vogel. 2015. Bat-borne rabies in Latin
America. Rev. Inst. Med. Trop. Sao Paulo 57(1): 63 -
72.BAT-BORNE
RABIES IN LATIN AMERICA
OTRAS ZOONOSIS VIRALES
Estomatitis papular bovina. Es causada por un parapoxvirus de la
familia Poxviridae. Se ha observado en Argentina, México, Canadá y EE. UU. Su
distribución es mundial. En el hombre son escasos los casos confirmados; la
enfermedad es suave y pasa desapercibida. Las lesiones ocurren en dedos y
manos, donde se formas pápulas o nódulos verrucosos que desaparecen en un mes.
Estas lesiones son semejantes a las de ectima contagioso y pseudocowpox. En
bovinos se presentan lesiones de “estomatitis erosiva”que ocurren generalmente
en el y alrededores del hocico. No es una enfermedad de importancia económica,
aunque se puede confundir con enfermedades vesiculares como la fiebre aftosa.
El bovino es el único hospedero susceptible. El hombre se infecta directa o
indirectamente.
Fiebre aftosa. En América
los últimos brotes han ocurrido en Argentina (tipo A), Bolivia (tipo A), Brasil
(tipo A), Colombia (tipo 0), Ecuador (tipo 0), Perú (tipo 0), y Venezuela. Chile y Guyana están libres de fiebre
aftosa., junto a los países de América Central y del Norte. El hombre ha
demostrado ser bastante resistente a la infección, a pesar de estar expuesto
con frecuencia en el campo y en laboratorios. Se admite que es necesario una masiva
cantidad de virus para causar la enfermedad en seres humanos. Alrededor de 60
casos de fiebre aftosa han sido diagnosticados en el hombre, con aislamiento y
tipificación viral. Las lesiones se presentan preferentemente en dedos y manos,
con síntomas de fiebre, dolor de cabeza, anorexia y taquicardia. Las lesiones
se pueden confundir con las causadas por virus Coxsackie A y virus enterovirus
71 que causan lesiones en manos, pies y boca (China, 2008). Dada la similitud
de los síntomas y lesiones con las de otras enfermedades vesiculares, el
diagnóstico clínico es insuficiente sin la confirmación del laboratorio. La
mayoría de los casos confirmados han ocurrido en personas que han estado en
estrecho contacto con animales enfermos o con el virus en laboratorios
especializados. En Chile, Meléndez (1961) describió un caso de fiebre aftosa en
un asistente de laboratorio del Instituto Bacteriológico, que cursó con
lesiones vesiculares típicas de las cuales se aisló el virus tipo “0”, diagnóstico que fue
confirmado por serología. Los casos en niños chilenos diagnosticados como
fiebre aftosa, no fueron estudiados desde el punto de vista virológico.
Estomatitis vesicular. Es
causada por un vesículovirus de la familia Rhabdoviridae. Son cuatro los virus
que actúan: virus Cocal, virus Alazoas de la estomatitis vesicular, virus
Indiana de la estomatitis vesicular, y virus New Jersey de la estomatitis
vesicular. Otros vesículovirus (Piry, Carajas y Maraba) han sido aislados en
Brasil. La enfermedad sólo ocurre en América., donde hay áreas enzoóticas,
especialmente en América Central, México, Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú.
En Argentina la enfermedad clínica en equinos fue diagnosticada en 1939, y el
virus se aisló en 1963. En el hombre la enfermedad es benigna, como una gripe,
y la mayoría de los casos han ocurrido en laboratoristas. No se ha establecido
con certeza su situación en trabajadores agrícolas. El virus es endémico en
áreas tropicales y subtropicales de América, donde persiste en animales
silvestres. La sintomatología es similar a la de la fiebre aftosa, con la que
puede confundirse. La infección ocurre en bovinos, equinos, porcinos, y ovinos.
Raramente en caprinos. La mortalidad es baja. En cuanto a su transmisión que no
es bien conocida, se ha sugerido un ciclo viral entre artrópodos y animales. El
virus se ha aislado desde Culicoides
variipennis y otros insectos, pero no existe certeza sobre su papel como
vectores. El hombre contrae la infección por contacto con animales, por
aerosoles o por abrasiones de la piel. Los últimos brotes han ocurrido entre
1995 y 2005, en caballos de New Mexico, Texas, Arizona y Colorado, EE. UU.
Pseudocowpox. Es causada
por un parapoxvirus de la familia Poxviridae. Su distribución es mundial,
afectando esporádicamente a seres humanos y bovinos. En El Salvador, en 1981,
se detectaron 46 casos en una sola lechería. En EE. UU., es de amplia
distribución y es probable que clínicamente sea inaparente. En el hombre la
enfermedad se denomina “nódulos de las lecheras”, y se inicia con una pápula
eritematosa pruriginosa que se ubican en las ubres y pezones; las costras se
secan y caen entre 1 y 2 semanas. Hay recurrencia de las lesiones. El hospedero
natural es la vaca lechera. La infección se disemina por las manos de las
lecheras o por las máquinas de lechería. El hombre contrae la infección
mientras ejecuta la extracción de la leche. La enfermedad se puede confundir
con viruela bovina, infección por virus vaccinia y mamilitis herpética. No
existen vacunas para esta infección.
En Canadá se
describió un brote de pseudocowpox en focas (Halichoerus grypes) que se transmitió a tres cuidadores. Las
lesiones se ubicaron en aletas, cabeza y cuellos de las focas.
Virus Pox de los monos. Es un orthopoxvirus que solamente se encuentra en África. Desde
1958 se han registrado 10 brotes en monos cautivos en EE. UU., y Europa. Los
síntomas en el hombre son similares a los de la viruela. En los monos las
lesiones, múltiples pápulas, se ubican preferentemente en la palma de las
manos, en el tronco y en la cola.
Un buen ejemplo de emergencia de una virosis animal en humanos
debido al transporte de animales fue el caso de la viruela de los monos que se
presentó en Indiana, Illinois EE. UU., en junio 2003, cuando murieron 4 de 37
personas infectadas con el virus pox de los monos que pasó de la rata de Gambia
a perros de la pradera (Cynomys sp.), de éstos a monos y finalmente al
hombre. En África la mortalidad por la viruela del mono es de un 10%. Se acepta
que el virus pox de los monos, se introdujo en Wisconsin en el envío de ratas
gigantes de Gambia (Cricetomy sp.) que fueron importadas del
África del Este para el comercio de mascotas que tiene escasas restricciones
comerciales. Gracias a un minucioso estudio de retroinvestigación se logró
determinar la secuencia epidemiológica del virus pox de los monos que alcanzó
al hombre viniendo de África a EE. UU., un país sanitariamente desarrollado.
Virus herpes Simiae
(Herpes B). Los primates del género Macaca son los hospederos naturales del
virus. El hombre es un hospedero accidental. La infección se presenta
naturalmente en Asia y no en las junglas americanas. La enfermedad en humanos
es rara pero con alta mortalidad. Generalmente se presenta en personas que
manejan monos o cultivos celulares especialmente de macacos rhesus. Desde que el virus se aisló en 1934, más de 25
casos han sido reportados e identificados. En 1987 se infectaron cuatro
personas del Laboratorio de Investigaciones Aeroespaciales de Pensaloca,
Florida EE. UU., de las cuales murieron dos. En 1989 hubo dos casos y uno
fatal, en un Instituto de Investigaciones en Michigan, EE. UU. En 1991, un caso
en un centro de primates en Texas, EE. UU. La infección se presenta en macacos
asiáticos: (M. mulatta; M. arctoides, M.
ciclopis, M. fuscata, M. radiata, y M. fascicularis). En el hombre la
enfermedad generalizada se caracteriza por: fiebre, cefalalgia, náuseas, dolor
abdominal y diarrea. La sintomatología neurológica empieza con dolor muscular o
insensibilidad, vértigo, espasmos del diafragma y dificultad al tragar;
posteriormente hay parálisis flácida en las extremidades inferiores, que
progresa a las superiores y al tórax, terminando con colapso respiratorio. En
los monos la enfermedad es benigna, a veces totalmente asintomática. Puede
haber lesiones vesiculares en lengua y labios. Los principales reservorios son
el macaco rhesus (M. mulatta y el
macaco de cola larga M. fascicularis). La infección es transmitida dentro de una
colonia de monos por contacto directo, agua o alimentos contaminados,
mordiscos, arañazos, y posiblemente por aerosoles. El hombre se contagia por la
mordida de un mono infectado; por la saliva contaminada y posiblemente por
aerosoles.
Herpes simplex tipo 1. Causa una dermatitis vesicular, el virus causante es el Herpes
simplex tipo 1 de la subfamilia Alphaherpesvirinae familia Herpesviridae. Se
estima que entre 70 y 90% de la población tiene anticuerpos específicos. En
animales el virus se ha aislado en monos lechuza (Aotus trivirgatus) llevados desde Colombia a EE. UU. (Meléndez et
al, 1969), en gibón (Hylobates lar),
zorrillos, lemures y musarañas (Tupaia
glis). En gibones se presentaron lesiones cutáneas y encefalitis; en monos
lechuzas se produjo una enfermedad generalizada y fatal. El hombre es el
reservorio del virus, que se transmite a los animales por seres humanos
portadores.
Enfermedad de Newcastle. Neumoencefalitis
aviar. Peste aviar. Conjuntivitis de Newcastle en el hombre. Es causada por el virus parainfluenza
aviar tipo 1 un avulavirus de la familia Paramyxoviridae. El virus se ha
clasificado en cuatro tipos patogénicos o “patotipos”: lentogénicos de baja
virulencia; mesogénicos de virulencia intermedia; velogénicos de alta
virulencia, y velogénica viscerotrópica, exótica o asiática. La clasificación
de las cepas según su virulencia se basa en: el tiempo en que mata al embrión de
pollo; el índice de neuropatogenicidad en pollitos de 1 día de edad; el índice
de patogenicidad en pollitos de 6 semanas de edad inoculados por vía
intravenosa; patogenicidad en la cloaca después de la inoculación en pollitos
de entre 6 y 8 semanas de vida
La enfermedad de
Newcastle es de distribución mundial. En el hombre se conoce como
“Conjuntivitis de Newcastle” y ocurre principalmente en trabajadores de
mataderos de aves, personal de laboratorio especializado y en vacunadores. La
conjuntivitis causada por este virus es benigna y puede pasar desapercibida. La
infección puede se subclínica presentando un alto número de seropositivos. En
animales se presenta en aves domésticas, semidomésticas y silvestres.
La forma
viscerotrópica fue probablemente la enfermedad detectada en Indonesia en 1926 y
en Newcastle, Inglaterra en 1927. La panzootia más importante apareció en el
Este Medio en 1966 - 1968, en Sud América y Europa en 1970, y en Canadá y EE.
UU., en 1970 - 1971. En EE. UU., su erradicación costó 56 millones de dólares.
En 1991 hubo un brote en loros del Amazona, “double yellow-headed” (Amazona achrocephala orathrix), en
Illinois, Indiana, Michigan y Texas, que fue controlado antes que se difundiera
a las aves domésticas. En el mismo año hubo un brote de Newcastle neurotrópico
en palomas europeas. Entre 1990 y 1992 se presentó un brote con alta mortalidad
en aves acuáticas en Canadá y EE. UU., en que la especie más afectada fue el
cormorán de doble cresta (Phalacrocorax
auritas) y el pelícano blanco americano (Pelecanus erythrorhynchos), los que presentaron tremores nerviosos
y parálisis parcial. El 20% de los cormoranes jóvenes murieron en sus nidos. El
virus fue clasificado como velogénico neurotrópico altamente patógeno para las
gallinas. En Dakota del Norte se afectaron 26.000 pavos. En Paraguay, en 1970,
ocurrió el primer brote del patotipo velogénico viscerotrópico, que causó la
muerte de un millón de aves. En el mismo año, ocurrió un brote similar en
Europa que causó pérdidas estimadas en más de cien millones de libras
esterlinas.
El hombre es
susceptible a todas los patotipos del virus incluyendo las cepas lentogénicas
utilizadas en las vacunas. La enfermedad tiene un periodo de incubación entre 1
y 2 días. El cuadro clínico se caracteriza por conjuntivitis unilateral,
congestión, lagrimación, dolor e inflamación del tejido subconjuntival. En
casos de infección por aerosoles, los síntomas son similares a una influenza,
con fiebre, escalofríos y faringitis. La conjuntivitis es suave y la enfermedad
es una zoonosis de poca importancia.
Las aves son el
reservorio del virus. Probablemente el reservorio original fueron las aves
silvestres del Sudeste asiático. Actualmente las aves domésticas son el
reservorio de virus de baja patogenicidad. El virus se transmite por aerosoles,
por contacto directo o indirecto, por vía respiratoria. La diseminación es
favorecida por la enorme cantidad de aves concentradas en planteles avícolas.
Las aves inmunizadas con vacunas preparadas con cepas mesogénicas y lentogénicas
B1, eliminan el virus vacunal y lo diseminan. Aves esviceradas y congeladas
portan el virus y lo transmiten de una región a otra. El virus sobrevive en
pulmones y piel durante 90 días, y en médula ósea unos 300 días. El virus ha
sido transmitido de un país a otro por el transporte de faisanes y perdices. El
virus viscerotrópico ha sido diseminado por psitácidos, y gallos de pelea. En
una investigación realizada en EE. UU., se aisló el virus en gorriones (Passer domesticus) y cuervos (Corvus brachrhynchos); en psitácidos,
pittas y tucanes en cautividad.
El control
depende fundamentalmente de medidas de higiene y programas de vacunación con
vacunas preparadas con virus lentogénicos. Los trabajadores de laboratorio
deben impedir la producción de aerosoles, y evitar contaminar sus ojos con las
manos infectadas. Los vacunadores deben utilizar máscaras protectivas.
En Chile, en
1975, se erradicó el virus velogénico y el país se considera internacionalmente
como libre de la Enfermedad
de Newcastle. En agosto de 2007 se detectó el virus mesogénico en aves marinas
como cormoranes y picachos de la costa de Constitución. Luego de la
tipificación viral el SAG determinó la vacunación de los planteles avícolas de
la zona con el fin de prevenir la diseminación del virus al resto del país
(Moreno, García y Mathieu, 2009)
Referencias bibliográficas
Moreno, V., A. García,
C. Mathieu. 2009. Caracterización
molecular y patogenicidad del virus de la enfermedad de Newcastle (ENC) aislado
en cormoranes. Chile, 2007. En:
Boletín Veterinario Oficial, BVO N° 9. Servicio Agrícola y Ganadero Santiago,
Chile. 13 pp.
Lectura complementaria
WHO, PAHO. 2003. Zoonoses and Communicable Diseases Common to Man and
Animals. Volume II. Chlamydioses,
Rickettsioses and Viroses. Scientific and Technical Publication Nº 580. Washington, D.C. USA.