lunes, 20 de febrero de 2012

VIRUS SCHMALLENBERG 2012


Un nuevo virus llamado Schmallenberg


ALEMANIA : En verano-otoño del año pasado, ganaderos y veterinarios de la región alemana de Renania-Westfalia, en particular de algunas granjas en la localidad de Schmallenberg, detectaron que algo no iba bien en sus vacas lecheras: tenían fiebre y diarrea, y producían menos leche.
Enviaron muestras de los animales enfermos al laboratorio de referencia dentro de su red nacional de vigilancia sanitaria veterinaria (que corresponde al Friedrich Löeffer Institute, de Riems), para que investigaran qué podía estar ocurriendo. Tras descartar enfermedades conocidas y que podían tener consecuencias graves para el ganado (pestivirosis, lengua azul, fiebre aftosa, fiebre del Valle del Rift, etc) decidieron estudiar el caso en mayor profundidad. Si esto hubiera ocurrido hace tan solo 3 ó 4  años, habría pasado lo siguiente: el laboratorio de referencia habría aplicado todas las técnicas disponibles para los agentes infecciosos más probables, o incluso no tan probables, que pudieran afectar al ganado. Habrian podido también emplear pruebas “genéricas” que permiten detectar la presencia de grupos de patógenos relacionados a nivel genético. Podrían incluso haber aplicado pruebas de aislamiento vírico y técnicas de microscopía electrónica, y con suerte podrían haber detectado algún virus con una morfología característica que podría haber sido asignado a un grupo concreto de virus con los que compartiera esa morfología. En este último caso, prosiguiendo esos estudios, quizá durante varios meses, o incluso más tiempo, se podría haber llegado a alguna conclusión sobre la identificación de un “nuevo virus”. Sin embargo, lo más probable es que de estas investigaciones se hubiera obtenido un resultado  ”no concluyente” (por no obtener resultados tras las pruebas genéticas y el aislamiento vírico, por ejemplo, algo muy probable en este caso), y salvo que la enfermedad persistiera en gravedad y/o se extendiera, el caso se “archivaría” hasta encontrar más pruebas.
Pero estamos en 2012, y lo que ha ocurrido es esto: el Friedrich-Löeffer Institut (FLI) es un centro dotado con los ultimos avances tecnológicos. Entre ellos posee desde hace poco tiempo una tecnología realmente novedosa, que se conoce como metagenómica y que no vamos a explicar aquí (hay bonitos vídeos en YouTube, como el del siguiente enlace que explican cómo funciona). Esencialmente consiste en “leer” las secuencias de nucleótidos de los ácidos nucléicos (ADN y ARN) presentes en la muestra. Ya sé que esto ya lo hacían otras máquinas, pero la novedad de esta es que lee TODAS las secuencias de nucleótidos que encuentra en la muestra, de una sola vez. Para que se hagan una idea, si con las tecnologías convencionales de la época se tardó aproximadamente 13 años en secuenciar el primer genoma humano completo (unos 6000 millones de nucleótidos), y costó unos 2000 millones de €, en la actualidad, esto es, 11 años después de ese hito, la metagenómica permite hacer ese trabajo en una semana por unos 2000 €. Pues bien, con esta maravillosa máquina los científicos del FLI  examinaron las muestras de las vacas enfermas. La máquina da como resultado algo un poco abstracto (cientos de miles de lecturas de secuencias cortas solapantes que hay que ir empalmando, como si se tratara de un auténtico rompecabezas). Para entendernos, nos da un “ovillo” y de ahí hay que sacar el “hilo”, es decir, la secuencia del agente patógeno que podría causar la enfermedad. Unas secuencias peculiares llamaron la atención de los investigadores alemanes: en el ovillo había secuencias de un tipo de virus, de la familia de los Ortobunyavirus, que no es habitual en Europa, y del que se sabe que algunos representantes pueden infectar a las vacas y producirles una enfermedad. Con todas las secuencias obtenidas lograron “tirar del hilo” y reconstruir la secuencia completa de ARN del virus, y las compararon con las secuencias similares que había disponibles en las bases de datos públicas. Se trataba de un virus muy parecido al virus Shamonda, otro ortobunyavirus dentro del serogrupo Simbu, que afecta a bovinos y que fué aislado en Japón. El saber a qué virus se parece ayuda mucho en las investigaciones: estos virus al parecer son transmitidos por picaduras de artrópodos, probablemente Culicoides (como la lengua azul) o mosquitos. También parece que se transmite por la vía  transplacentaria. Del mismo modo, los conocimientos sobre la secuencia del nuevo virus y su parecido con otros ortobunyavirus del mismo serogrupo han ayudado en el aislamiento del mismo en cultivo, que se ha conseguido en células derivadas de un posible vector Culicoides. El virus aislado o tomado de muestras de animales infectados ha sido inoculado en vacas, que han desarrollado la infección y los signos clínicos de la enfermedad, lo que da cumplida cuenta de los postulados de Koch para este virus y la enfermedad que produce.

Este nuevo virus ha recibido el nombre provisional de virus Schmallenberg por la localidad alemana donde ha sido descrita su presencia por primera vez. Decimos “provisional” porque no sería la primera vez (ni será la última) que los habitantes de una localidad se niegan a que un virus tome el nombre de la misma, porque no les gusta verse asociados a algo tan negativo como una enfermedad infecciosa, una “peste”, en definitiva (pueden encontrar más información acerca de la dificultad de nombrar a los virus en el siguiente enlace).

Una vez se ha reconstruido la secuencia del virus emergente es posible avanzar muy rápido: desarrollar pruebas que permitan su diagnóstico rápido es coser y cantar. De este modo en pocas semanas los científicos del FLI pudieron investigar con técnicas específicas la presencia del nuevo virus en otras granjas cercanas, así como en casos de enfermedad compatible con la clínica observada. En pocos meses se ha podido investigar la expansión de la enfermedad en Europa. En esto ha ayudado bastante el que los investigadores del FLI han compartido la información y puesto a disposición de la comunidad científica todas las herramientas desarrolladas, de un modo muy rápido y eficaz. Actualmente la práctica totalidad de los laboratorios nacionales de referencia de los países de la UE, incluyendo el nuestro, tienen ya las herramientas que permiten la detección rápida del virus, lo cual permite una vigilancia efectiva. Hasta el momento se ha detectado el virus en Alemania, Holanda, Bélgica, Reino Unido y Francia. Se ha comprobado que no solo infecta a bovinos, sino que también las ovejas y las cabras son susceptibles a la enfermedad, produciendo en ellas abortos y malformaciones congénitas.

Seguramente a estas alturas se estarán haciendo muchas preguntas: ¿de donde ha salido este virus? ¿por qué ha aparecido en Alemania? ¿que hubiera pasado si no se hubiera empleado la metagenómica? ¿en los países donde no se emplea aún esta tecnología, pasan desapercibidos muchos virus? Creo que, para no extendernos mucho, estas preguntas las podemos dejar para otros post. Únicamente me gustaría acabar remarcando el ejemplo que constituye el descubrimiento de este virus por la poderosa tecnología metagenómica. En los ultimos años se han descubierto un gran número de virus nuevos empleando esta tecnología, y seguramente los años venideros aguardan el descubrimiento de muchos más virus hasta ahora desconocidos, y que pasarán al bando de los “virus emergentes” en el momento que sean descubiertos.

1 comentario:

  1. OIE scientists review knowledge on Schmallenberg virus

    Paris, 16 February 2012 - Following the emergence of Schmallenberg virus in Western Europe, the OIE convened a meeting of experts to review existing knowledge of the new virus and provide information to its Members and to stakeholders. The conclusions of the meeting have been submitted to the OIE Scientific Commission for Animal Diseases (SCAD) for discussion and endorsement.

    The Schmallenberg virus is at the origin of an emerging animal disease that has been found in several Western European countries since the second half of 2011. Identified hosts so far are cattle, sheep, goats and bisons.

    Based on current available information, experts concluded that the risk for human health is negligible. The experts also determined that the viraemic period (the time during which the virus circulates in the bloodstream of an infected animal) of Schmallenberg virus is short and that virus transmission most likely occurs by vectors such as mosquitoes or biting midges, with apparent similarity to the transmission of the bluetongue virus.

    The experts identified areas of priority for research and collection of scientific data which will assist the development of appropriate prevention and control methods of the disease.
    The experts also assessed the risk of the possible spread of the disease through trade. They concluded that the risk of disease spread from trade in meat and milk is negligible. For semen, embryos and live animals the experts made recommendations for safe trade.
    Although information is still limited and more evidence will become available in coming months, the experts collated all up-to-date scientific knowledge of Schmallenberg virus in a new OIE Technical Factsheet that includes epidemiology, guidance on diagnosis and preliminary advice on prevention and control methods and the recommendations for safe trade: http://www.oie.int/en/our-scientific-expertise/specific-information-and-recommendations/schmallenberg-virus/

    The OIE will continue to collect available epidemiological and scientific information, and regularly update guidance to its Members and the public on this emerging disease.


    Background

    Schmallenberg virus was first officially characterised in November 2011 in Germany from samples collected in summer/autumn 2011 from diseased dairy cattle. It was also initially detected in dairy cows and in newborn lambs in the Netherlands where the presence of the virus was confirmed in December 2011.
    In February 2012, the Netherlands, Germany, Belgium, the United Kingdom and France have reported Schmallenberg virus outbreaks to the OIE as an emerging disease.

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