Blog destinado principalmente a entregar información sobre virus y enfermedades virales de los animales domésticos
viernes, 27 de abril de 2012
GUILLERMO CONTRERAS Da SILVA ¡YO LO CONOCI!
ARTÍCULO ESPECIAL
El Dr. Guillermo Contreras Da Silva, una figura señera en la microbiología y la salud pública chilena
Dr Guillermo Contreras Da Silva, a relevant figure in the development of Chilean microbiology
Felipe C. Cabello
Department of Microbiology and Immunology, New York Medical College, Valhalla, NY, U.S.A. Miembro Honorario de la Academia de Medicina y miembro Correspondiente de la Academia de Ciencias, Instituto de Chile.
Dirección para correspondencia
The influence of the work of Dr. Guillermo Contreras Da Silva and his colaborators on the evolution of microbiology in Chile is briefly analyzed. Dr. Contreras was trained in modern virology at Yale University with Dr. J. Melnick under the sponsorhip of the Rockefeller Foundation. During this training, he used serological methods to classify Cocksakie viruses. After his return to Chile, he studied the epidemiology of enteroviruses, including poliovirus. His laboratory, the country's first in modern virology, took an active role in Chile's first Sabin polio vaccination in 1961. Dr. Contreras and his group transformed the teaching and the character of microbiology in Chile from a descriptive medically oriented discipline into an autonomous, quantitative and experimental science. They modernized microbiology with the introduction of molecular biology and microbial genetics and fostered collaborations with allied biological sciences. Dr. Contreras was a Guggenheim Fellow, and until his retirement, was the Chief of the Viral Products Division, Bureau of Biologies, Ottawa, Canada.
(Key words: History, modern, 20th Century; Poliovirus vaccines; Virology).
«A menudo digo que cuando uno puede medir y expresar en números lo que uno está describiendo, uno sabe algo. Si aquello de lo que se habla no puede medirse o ser expresado en números, el conocimiento sobre ello es generalmente escaso e insatisfactorio».
Lord Kelvin, 1891
En una historia popular del Renacimiento italiano un ermitaño caminando en las afueras de una ciudad encontró a una mujer anciana en quien reconoció a la Peste y a quien le preguntó «Por el amor de Dios, dígame ¿a cuánta gente se llevará de esta bella ciudad?». La Peste respondió: «Prometo que no a más de mil». Sin embargo, en la ciudad murieron 10.000 personas a causa de la peste. Cuando el ermitaño se encontró nuevamente con la Peste, la interpeló: «Maldita arpía me engañaste, te llevaste a 10.000 personas de esta hermosa ciudad». Fa Peste respondió: «Yo no te engañé, yo me llevé a mil como te había prometido, el resto se murió de susto»1. Fa lectura de esta historia me trajo a la memoria el miedo cerval que como niños experimentábamos a mediados de los años 50, en Chiloé, al escuchar en la radio y leer en revistas como «Ercüla» y «Vea», los estragos causados en la población infantil de Santiago por las epidemias estivales de poliomielitis en los años 1955-56 y 1959-1960. Temor que era incrementado al ver fotos en la revista norteamericana «Life», con hileras de pulmones de acero conteniendo en su impresionante armadura metálica a decenas de niños de ese país afectados por esta terrible enfermedad. Mi imaginación, adolescente y provinciana, tan estremecida por los estragos de la poliomielitis, era incapaz de prever que quince años más tarde conocería, como alumno, a una de las personas que jugó un rol importante en la introducción de la vacuna Sabin a Chile y me convertiría más tarde en su colega y amigo.
Esta introducción marca el comienzo de la erradicación del flagelo del país, que fue capaz en el verano de los años 1961-62 de abortar la última epidemia de poliomielitis en Santiago, evitando de manera drástica cientos de casos y constituye uno de los grandes triunfos de la historia de la salud pública en Chile (Figura 1)2 . Fa persona en cuestión es el Dr. Guillermo Contreras Da Silva, quien falleció en Canadá en noviembre de 2003, víctima de la enfermedad de Ahlzeimer. El Dr. Contreras fue una de las primeras personas en Chile que manipuló virus polio en cultivo de tejidos en el laboratorio y que estudió, además, la historia natural del virus, de la enfermedad y de la vacunación Sabin en la población infantil de Santiago (Figura 1)2 . Estos estudios determinaron el tráfico de virus polio silvestre tipos 1, 2 y 3 y de los virus vacunales en la población infantil en Santiago, caracterizaron sus relaciones con otros virus entéricos y determinaron la respuesta inmune del huésped humano a ellos.
El Dr. Contreras, se tituló médico-cirujano en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, en 1946, e inmediatamente después, se incorporó a la sección de Virología del Instituto Bacteriológico (Instituto de Salud Pública) bajo la dirección del legendario virólogo chileno Dr. Raúl Palacios (Figura 2). Simultáneamente, el Dr. Contreras, desempeñó labores docentes en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile. El año 1950 viajó a Estados Unidos de Norteamérica, a la Universidad de Yale, para recibir entrenamiento en virología, bajo los auspicios de la Fundación Rockefeller y a su vuelta a Chile, en 1952, fue nombrado jefe de la Sección Poliomielitis del Instituto Bacteriológico hasta el año 1961 y también continuó como docente de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile. Desde 1962 hasta 1974 fue jefe de la Unidad de Virología de la Facultad de Medicina de la Universidad y, durante esa misma época, fue nombrado Profesor de Microbiología de la Facultad de Ciencias. Los años 1968 y 1969 estuvo en Nueva York con una beca de la Fundación Guggenheim, trabajando en el Departamento de Biología Celular del Albert Einstein College of Medicine. El año 1975 viajó al Wistar Institute en Filadelfia y desde 1976 hasta su jubilación en 1991, se desempeñó como jefe de la Division of Viral Products del Bureau of Biologies en Ottawa, Canadá. Durante su vida profesional el Dr. Contreras participó, activamente, en numerosas sociedades científicas incluyendo la Sociedad de Biología de Chile, la Asociación de Microbiología de Chile y la American Society of Microbiology. Tuvo una destacada participación en numerosas actividades relacionadas con las proyecciones de salud pública y social de la virología y de la microbiología, en Chile y en Canadá. El traslado de las actividades del Dr. Contreras y su grupo del Instituto Bacteriológico a la Universidad de Chile, en el año 1962, produjo un cambio dramático y modernizador de la enseñanza de la virología, y más tarde de la microbiología, en el currículo de la Escuela de Medicina y de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile.
Como describí, precedentemente, el trabajo de laboratorio del Dr. Contreras con virus polio en el antiguo Instituto Bacteriológico jugó un rol importante en la decisión del Ministerio de Salud para introducir la vacuna Sabin y consiguió abortar la última epidemia de poliomielitis en Chile, el año 1961, en campañas dirigidas por los Drs. José M. Borgoño y Manuel Zúñiga (Figura 1)4,6. El inicio de este trabajo con esta vacuna contó con la visita de Albert Sabin a Chile y la introducción de la vacuna en Chile generó luego un programa de vacunación que, finalmente, terminó en la erradicación de la poliomielitis en el país, algunos años más tarde6. Similarmente, en su pionero trabajo en enterovirus alternativos al virus polio, fue el primero en describir la presencia y circulación de virus Echo y Cocksakie en la población infantil en Chile y la posibilidad de interferencia de estos enterovirus con los virus atenuados de la vacuna polio. Con estas investigaciones, el Dr. Contreras continuó en Chile el trabajo seminal que había reportado en dos comunicaciones previas sobre la clasificación y el desarrollo de los virus Cocksakie en el ratón, hecho durante su post doctorado en Yale University con el Dr. J. Melnick7-8. El Dr. Contreras y su grupo, tanto en el Instituto Bacteriológico, como también más tarde en la Universidad de Chile, hicieron importantes contribuciones al conocimiento de los virus de la rabia, vaccinia, y de la fiebre añosa en Chile. Sin embargo, creo que el rol más importante que tuvieron en la evolución de la ciencia microbiológica en Chile fue una influencia cultural y en la filosofía de la práctica de esta disciplina. A mi modo de ver, el Dr. Contreras y sus colaboradores introdujeron a la práctica de la microbiología tres conceptos que han sido fundamentales para su desarrollo en Chile y en el mundo, durante los últimos sesenta años. El primero establece a la microbiología como una ciencia experimental e independiente de disciplinas como la medicina y la veterinaria, y por lo tanto capaz de producir conocimiento de manera autónoma sobre diferentes aspectos biológicos de los seres vivientes microscópicos. El segundo concepto es que la microbiología es una ciencia cuantitativa, además de experimental, entendiéndose por esto que sus resultados deben ser medidos y analizados con los métodos de las matemáticas y de la estadística. El tercer concepto es que a pesar de que la microbiología es una ciencia independiente su quehacer tiene proyecciones sociales prácticas como tan bien lo demostró el Dr. Contreras con sus trabajos sobre virus polio y otros enterovirus en Chile y más tarde en Canadá, con sus trabajos sobre atenuación de los virus de la vacuna Sabin y sus ensayos biológicos. Cincuenta años más tarde la introducción de estos tres conceptos a la práctica de la microbiología en Chile pudieran parecer un detalle obvio y mínimo. Sin embargo, ellos crearon en Chile una efervescencia intelectual y una sensación de aventura muy estimulante para muchos jóvenes profesionales como el que escribe este artículo, que veían en la microbiología una disciplina científica con futuro. Hasta esa época la microbiología en Chile había sido un auxiliar respetado de la medicina y de las enfermedades infecciosas, pero carecía de un desarrollo y una dinámica propia y se había quedado en el camino respecto de los adelantos producidos a nivel del estudio genético y fisiológico de macromoléculas como el ADN, ARN y proteínas. Es indudable que estos cambios en la práctica mlcrobiológica, introducidos por el Dr. Contreras y su grupo, fueron posibles por el apoyo de autoridades visionarias de la Facultad de Medicina como los Decanos Hernán Alessandri y Amador Neghme y de la Universidad, como el Rector Juan Gómez Millas, entre otros. Además, convenios internacionales como el Plan Chile-California permitieron el entrenamiento de innumerables profesionales en aspectos desconocidos de la microbiología en Chile, como la genética de bacterias y de los bacteriófagos y la síntesis de macromoléculas. Desgraciadamente, la violencia política del año 1973 y subsiguientes, cortó las alas de este renacer científico de la microbiología en Chile. Numerosos investigadores del grupo del Dr. Contreras sufrieron despidos arbitrarios, persecución, cárcel, el exilio y la asfixia presupuestaria que impedía el desarrollo de estas actividades de investigación. Estos acontecimientos suspendieron bruscamente el desarrollo pujante de la microbiología como ciencia en Chile y fueron un golpe a esta actividad del cual, a mi juicio, aún no se ha recuperado totalmente. Es importante destacar que un número significativo de colaboradores del Dr. Contreras ocuparon más tarde posiciones de relevancia, en diversas instituciones académicas, gubernamentales y privadas en Chile, las Americas y Europa, en los campos de la microbiología e inmunología.
Las limitaciones que la violencia política imponía al desarrollo normal de las actividades académicas e intelectuales en Chile impulsaron al Dr. Contreras y a su esposa, la socióloga Adela Berdichevsky, también profesora de la Universidad de Chile a emigrar el año 1974. El Dr. Contreras trabajó, brevemente, en Estados Unidos de Norteamérica en el Wistar Institute y más tarde como jefe de la Division of Viral Products del Bureau of Biologies, en Ottawa, Canadá, cargo que ocupó durante 15 años hasta su jubilación. En este cargo, el Dr. Contreras tenía potestad para controlar la calidad de todas las vacunas virales usadas en Canadá y aprobar su uso en la población de ese país. Con este objeto dirigía un grupo de, aproximadamente, treinta científicos y técnicos encargados de esta labor de control biológico y de hacer, además, investigación en diferentes aspectos de la ciencia vaccinal y publicar sus hallazgos en la literatura científica. El Dr. Contreras administraba importantes recursos y laboratorios destinados exclusivamente a estas tareas y su trabajo era de gran relevancia y responsabilidad dentro de la estructura del servicio de salud canadiense. Por casi un año, durante el cual yo ocupé el cargo de jefe de la Division of Bacterial Products en el Bureau of Biologies canadiense, me tocó presenciar como colega y de cerca las actividades del Dr. Contreras. Pude apreciar que las mismas cualidades científicas y personales que le sirvieron para cambiar el curso de la microbiología en Chile y que yo apreciara como su alumno, lo hacían ampliamente respetado entre sus colegas y subalternos en su División y en los diversos estamentos del servicio de salud canadiense. Entre estas condiciones se incluían una gran curiosidad científica, gran capacidad de trabajo y pujanza, original habilidad para formular hipótesis alternativas que explicaran hallazgos de laboratorio e epidemiológicos, gran respeto por las opiniones de colegas y subalternos, gran responsabilidad y visión ética de las proyecciones del trabajo científico. Estas cualidades, sumadas a su visión optimista del mundo, su bonhomia, su sentido del humor, su tremenda ecuanimidad y el convencimiento de que los individuos deben ser guiados por la razón más que por la autoridad, lo hacían, sin lugar a dudas, un jefe ejemplar y respetado. En esta posición importante en Canadá su cariño por Chile se manifestaba, por ejemplo, porque a menudo decía ¿»se imagina como podríamos trabajar en el Instituto Bacteriológico con todos los recursos que tenemos aquí»?, ¡«cómo podríamos estudiar la epidemiología de las enfermedades infecciosas con estos recursos en Chile»!, ¡«cómo podríamos mejorar la prevención de las enfermedades infecciosas y el estudio de las vacunas»! El Dr. Contreras sirvió en esa época como consultor de la Oficina Sanitaria Pan Americana y como tal, y en representación del gobierno canadiense, viajó a numerosos países latinoamericanos para asesorar a diversas instituciones en la región en la producción de vacunas virales, en el ensayo de su calidad y en la caracterización de la respuesta inmunológica del huésped a ellas. En las relaciones profesionales que mantenía con los productores privados de vacunas que proveían al mercado canadiense se apreciaban también el alto contenido ético y de salud pública de sus actividades, ya que él siempre tuvo claro que su trabajo era proteger la salud de la población canadiense y no favorecer los intereses tecnológicos y económicos de la industria privada productora de vacunas. En síntesis, el Dr. Guillermo Contreras D. fue una de las figuras señeras de la microbiología y de la salud pública chilenas y su emigración fue una pérdida importante para el país y una ganancia neta para el Canadá y otros países latinoamericanos que se beneficiaron de su experiencia.
AGRADECIMIENTOS
Agradezco a la viuda del Dr. Contreras, Sra. Adela Berdichevsky, por su información, y a la Srta. Jessica Gallardo y el Sr. Santiago Leyton de la Biblioteca de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile por varias referencias. A las Sras. Betty Barría y Harriett Harrison, les agradezco su ayuda en la preparación del manuscrito. Pido disculpas a los innumerables discípulos y colaboradores del Dr. Contreras, por no mencionarlos en este breve ensayo.
REFERENCIAS
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3. Mac Ginty A, Contrera G, Olhbaum A. Influencias del estado immunitario del recién nacido sobre la efectividad de la vacuna atenuada contra la poliomielitis. Rev ChilPediatr 1959; 30: 214-22. [ Links ]
4. Zúñiga M, Kirschbaum A, Sepúlveda A, Roos L, Mosca A, Villalobos M et al. Organización, desarrollo y evaluación del programa de vacunación «Sabin tipo 1» en la provincia de Santiago- 1961. Rev Chil Pediatr 1962; 33: 89-98. [ Links ]
5. Contreras G. Cambios en los enterovirus, sus anticuerpos y la poliomielitis en Chile durante los últimos 20 años. Rev Chil Pediatr 1975; 46: 69-76. [ Links ]
6. Bravo AL, Ristori C, Alvarado R, Boccardo H, Borgoño JM, Bravo J et al. Vacunación antipolio-mielítica oral en Chile con virus tipo 1. Rev Méd Chile 1962; 90: 839-43. [ Links ]
7. Contreras G, Barnett VH, Melnick JL. Identification of Cocksakie viruses by immunological methods and their classification into 16 antigeni-cally distinct types. J Immunol 1952; 69: 395-414. [ Links ]
8. Contreras G, Melnick JL. Complement fixing antibodies against Cocksakie viruses in mice. J Immunol 1953; 70: 473-83. [ Links ]
Recibido el 27 de febrero, 2007. Aceptado el 7 de mayo, 2007.
Correspondencia a: Felipe Cabello, MD. Department of Microbiology and Immunology. New York Medical College. Valhalla, NY 10895. Phone: 914 594 41 82. Fax: 914 594 4185. E mail: cabello@nymc.edu
VIGILANC IA INTERNACIONAL: FIEBRE AFTOSA Y RABIA. SAG 2011
Vigilancia internacional: fiebre aftosa y rabia
Subdepartamento de Defensa Pacuaria
Dentro de las actividades que realiza el Subdepartamento destacan las acciones de
vigilancia internacional, cuyos objetivos son monitorear constantemente las
comunicaciones internacionales provenientes de diversas fuentes y países, relacionadas
con la presencia de enfermedades de relevancia para el ámbito pecuario.
En este contexto, durante el año 2011 destacó el foco de fiebre aftosa (FA) en Paraguay y
los casos de rabia a nivel mundial; estos dos temas se detallan en el presente artículo.
1. Fiebre aftosa – Paraguay
1.1 Antecedentes
El 19 de septiembre de 2011 el director
general del Servicio Nacional de Calidad
y Salud Animal de Paraguay (SENACSA),
notificó a la Organización Mundial de
Sanidad Animal (OIE) la reaparición de
fiebre aftosa en Paraguay,
específicamente en la Estancia Santa
Helena, Localidad de Sargento Loma,
Distrito de San Pedro de Ycuamandiyu,
Departamento de San Pedro (WAHID [en
línea, a]). Ver notificación e informes de
seguimiento.
El foco constó de 13 bovinos afectados
menores de 2 años, los cuales
presentaron signos clínicos compatibles
con FA, de un total de 110 animales
ubicados en el mismo potrero y de 819
animales susceptibles localizados dentro
del área focal establecida. Esta zona se
caracteriza por presentar una alta
densidad ganadera (WAHID [en línea];
SENACSA (2012).
FA: antecedentes generales
Etiología: Aphtovirus (familia Picornaviridae),
siete serotipos (O, A, C, SAT 1, SAT 2, SAT 3 y
Asia 1).
Afectados: biungulados domésticos y
silvestres.
Epidemiología: baja mortalidad, alta
morbilidad.
Signos clínicos: fiebre, aparición de vesículas
en las patas, alrededor de la boca y ubres.
Transmisión: contacto directo con líquido de
las vesículas, aire expirado, saliva, leche, orina,
heces y semen; contacto directo o indirecto con
animales infectados o fomites contaminados.
Portadores: asintomáticos post recuperación y
animales vacunados.
Diagnóstico: aislamiento del virus, detección
de antígenos virales o ácidos nucleicos, y
serología.
Secuelas: disminución de la producción de
leche, daño temporal o permanente de
pezuñas, mastitis crónica, abortos y cuadro
cardíaco que en animales jóvenes puede llevar
a la muerte.
Fuente: CFSPH [en línea].
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Los resultados del análisis filogenético de la cepa O1/San Pedro/PAR/11(277) indican que
es endógena de la región y que pertenece al topotipo euro-sudamericano. El mayor grado
de homología (87 - 95%) se presentó con cepas actuantes en el Cono1 Sur sudamericano
entre los años 2000 y 2006, lo cual fue ratificado por los resultados entregados por el
Laboratorio de Referencia de la OIE, Pirbright, Reino Unido. Hasta la fecha la fuente u
origen de la infección se reporta como desconocida o no concluyente (WAHID [en línea,
a]; SENACSA [en línea, a]).
Paraguay instauró una serie de medidas sanitarias frente al foco: restricción de
movimiento animal, vacunación de animales susceptibles con vacuna inactivada contra
los serotipos A, O y C y muestreo de los predios del área perifocal y de vigilancia o
tampón (mapa 1).
Mapa 1. Zona de foco,
perifoco, tampón y
emergencia sanitaria.
Fuente: SENACSA (2012).
Otras acciones fueron: sacrificio total de los animales susceptibles (819), el cual concluyó
el 25 de septiembre, mantención de la restricción de movimiento de animales e
implementación de puestos de control. Además, se prohibió el movimiento de productos y
subproductos de animales susceptibles a la FA, procedentes de las localidades ubicadas
en el área de emergencia (incluyendo las áreas de foco, perifoco y tampón) (WAHID [en
línea, a]; SENACSA [en línea, a]).
El 30 de diciembre la OIE concluyó que, de acuerdo a los resultados de las pruebas
laboratoriales y de las investigaciones clínico-epidemiológicas, así como de las
evaluaciones realizadas durante el proceso de centinelización, no existe actividad viral en
el predio afectado del Departamento de San Pedro. Por ello, Paraguay da como finalizada
la emergencia sanitaria por FA y dispone el levantamiento de la emergencia sanitaria
animal declarada el 19 de septiembre de 2011 (WAHID [en línea, a]).
El 2 de enero de 2012 el SENACSA notificó oficialmente a la OIE un nuevo foco de FA en
el establecimiento ganadero Nazareth (localidad de Aguaray Amistad), distante solo 14
1 Argentina, Chile, Perú, Uruguay y Paraguay (éste último se incluye o no según el tema a tratar).
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km del anterior (mapa 2), en el cual se realiza la cría y engorde de bovino, por lo cual no
presenta otras especies susceptibles. Este establecimiento cuenta con una población
bovina de 163 cabezas de vacas adultas y animales menores de 24 meses, de los cuales
15 presentaron signos clínicos compatibles con FA (WAHID [en línea, b]; SENACSA [en
línea, a]). Ver notificación e informes de seguimiento.
Mapa 2. Distancia entre los
focos 1 y 2.
De acuerdo a la delimitación del área de emergencia, la población bovina existente es de
108.688 cabezas, distribuidas en 1.133 predios ganaderos (mapa 3) (SENACSA, 2012).
Mapa 3. Zonas del foco 2.
Fuente: SENACSA (2012).
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SENACSA determinó que, durante la investigación epidemiológica del predio afectado, se
contabilizaron 154 cabezas de ganado bovino, cantidad no coincidente con los datos de la
última vacunación oficial (131 animales) realizada el 15 de diciembre de 2011. Esta
diferencia no pudo ser justificada por el productor y el origen de los 23 animales extra es
desconocido (SENACSA, 2012).
El Departamento de Información Zoosanitaria de la OIE estimó que este nuevo foco
podría estar epidemiológicamente vinculado al evento de septiembre de 2011 (WAHID [en
línea, b].
El 9 de enero se completó el sacrificio sanitario de todos los animales susceptibles (163
vacas y 5 cerdos), y se mantuvo la cuarentena de los predios en la zona de emergencia
con aplicación de medidas específicas de vigilancia y control (igual que con el foco
anterior) SENACSA [en línea, a]).
Actualmente2 el SENACSA prosigue con las investigaciones en todas las granjas donde
se produjo el movimiento de animales hacia la granja afectada, así como en todas las
explotaciones donde se realizaron movimientos de animales dentro y fuera de las zonas
restringidas. Las medidas de vigilancia epidemiológica siguen siendo aplicadas en las
zonas alrededor del foco y en la zona de vigilancia; a la fecha, 933 granjas
(pertenecientes a 1.001 propietarios) han sido visitadas e inspeccionadas, y se han
evaluado a más de 11.546 bovinos, 102 ovejas y 706 cerdos sin evidencia clínica de
presencia de la enfermedad. A su vez, continúa la implementación de medidas restrictivas
de movimiento, creación de puntos de control y acciones de desinfección de vehículos,
entre otras acciones. Este evento se encuentra en desarrollo (WAHID [en línea, b].
Es importante destacar que previamente en mayo de 2011, la OIE reconoció la Zona de
Alta Vigilancia (ZAV) como “zona libre de fiebre aftosa con vacunación”, la cual consiste
en una franja de 15 km a lo largo de las fronteras comunes de Paraguay, Argentina, Brasil
y Bolivia (mapa 4). En diciembre de 2011 esta condición fue revocada por dicho
organismo, debido a la ocurrencia del primer foco de FA señalado anteriormente (OIE,
2011a).
Mapa 4. Zona de alta vigilancia, ZAV.
Fuente: DEFRA (2011).
2 Enero de 2012.
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1.2 Impacto en las exportaciones paraguayas
Luego que las autoridades paraguayas informaron del foco y sus características
(principalmente el ocurrido en septiembre de 2011), los países importadores de productos
cárnicos de Paraguay tomaron acciones precautorias (por diversos períodos) frente a la
situación. Brasil y Argentina, limítrofes con Paraguay, instauraron algunas medidas en el
tránsito e ingreso de carne y subproductos de origen animal, así como de forrajes,
raciones y cualquier elemento que pudiera trasmitir el virus. Según la prensa escrita (ver
referencias) Israel, Sudáfrica, la provincia China de Taiwán, Uruguay y Perú también
tomaron medidas restrictivas.
Hasta septiembre de 2011, en Chile las importaciones paraguayas de carne y productos
cárnicos bovinos correspondían a más del 50% del total de las importaciones del rubro
(ODEPA, 2011).
Durante el segundo cuatrimestre de 2011 (antes de la notificación del primer foco),
Paraguay exportó 345 millones de dólares en carnes bovinas, período en que Chile
concentró el 38,6% del total de estas exportaciones, con Paraguay como mercado
principal (SENACSA [en línea, b]).
Considerando el impacto que los brotes de FA implican para los países del Cono Sur,
PANAFTOSA3 y la OPS/OMS4 elaboraron el Plan de Acción del Programa Hemisférico de
Erradicación de la Fiebre Aftosa (PHEFA), para el período 2011-2020, que define las
directrices a seguir para la erradicación de la enfermedad en la región, el cual es
complementario con las recomendaciones establecidas por la OIE para la declaración de
países y zonas libres de FA con o sin vacunación (PHEFA, 2011).
1.3 Situación de Chile frente a los brotes de FA de Paraguay
Chile es libre de fiebre aftosa sin vacunación desde el año 1987; ante esta condición, el
Servicio Agrícola y Ganadero estableció, como medida preventiva, la suspensión de
internación a Chile de mercancías de origen animal procedentes de la República del
Paraguay, que puedan portar el virus de FA. Ver Resolución N° 6.399 , del 23 de
septiembre de 2011.
1.4 Fuentes de información - FA
CFSPH. [En línea]. Fiebre aftosa. The Center for Food Security & Public Health, CFSPH.
lang=es> [Consulta: enero 2012].
DEFRA. 2011. Foot and Mouth Disease in Cattle in Paraguay. 3 pp. [En línea]. Department for
Environment, Food and Rural Affairs, DEFRA.
110920.pdf> [Consulta: enero 2012].
ODEPA. 2011. Boletín carne bovina: tendencias de producción, precios y comercio exterior. 40 pp.
[En línea]. Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, ODEPA. Chile.
[Consulta: enero 2012].
3 Centro Panamericano de Fiebre Aftosa.
4 Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud.
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OIE. 2008. Capítulo 2.1.5. Fiebre aftosa. En: Manual de las Pruebas de Diagnóstico y de las
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http://www.oie.int/fileadmin/Home/esp/Health_standards/tahm/2.01.05.%20Fiebre%20aftosa.p
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paraguay/>
infobae.com. 20-9-2011. Paraguay deberá sacrificar mil animales por un brote de fiebre aftosa.
de-fiebre-aftosa>
ppn.com. 20-9-2011. Brasil, Argentina y Uruguay suspendieron el ingreso de carne paraguaya.
Uruguay-suspendieron-el-ingreso-de-carne-paraguaya>
BOLETÍN VETERINARIO OFICIAL, BVO N°14, II SEMESTR E 2011
Vigilancia internacional: fiebre aftosa y rabia
7/12
SENACSA 18-9-2011. Comunicado de prensa 1.
SENACSA 19-9-2011. Comunicado de prensa 2.
http://www.senacsa.gov.py/v8/index.php?pagina=noticia&idnoticia=717
Links de interés
Fotografías de lesiones de FA: The Center for Food Security & Public Health
2. Rabia – Situación mundial
2.1 Antecedentes
La rabia sigue siendo una de las zoonosis más graves en el mundo que causa
considerables pérdidas humanas, económicas y animales; cada año produce la muerte de
cerca de 55.000 víctimas en el mundo (OIE, 2011a).
Pese a la alta mortalidad, la rabia es una enfermedad controlable mediante medidas
sencillas como la vacunación preventiva de caninos domésticos; sin embargo, la falta de
recursos económicos para sustentar esta medida, junto con la falta de control sobre el
ciclo silvestre, hacen que la enfermedad mantenga sus altas cifras mundiales (GARC,
2011; OIE, 2008).
En consideración al impacto de esta patología, la Organización Mundial de Sanidad
Animal (OIE), durante el año 2010 inició la revisión de las normas aplicadas a la rabia y se
fijó como objetivos fomentar la transparencia en la notificación de la enfermedad y alentar
a los gobiernos a intervenir en los programas de control relacionados (OIE, 2011a).
2.2 Descripción de la enfermedad
La rabia es una enfermedad zoonótica causada por el virus neurotrópico Lyssavirus
(Mononegavirales: Rhabdoviridae), de distribución prácticamente mundial. En este género
se diferencian siete líneas genéticas, consideradas como especies (OIE, 2008; OIE
2011a; CFSPH, 2009):
Rabia clásica: RABV (genotipo 1, serotipo 1; es el único de distribución mundial)
Murciélago de Lagos: LBV (genotipo 2, serotipo 2). 1956
Mokola: MOKV (genotipo 3, serotipo 3). 1968
Duvenhage de murciélago: DUW (genotipo 4, serotipo 4). 1970
Tipo 1 de murciélagos europeos: EBLV-1 (genotipo 5). 1992
Tipo 2 de murciélagos europeos: EBLV-2 (genotipo 6). 1995
Murciélagos australianos: ABLV (genotipo 7). 1996
Recientemente en Asia Central se han aislado otras especies víricas, totalizando once
(OIE, 2008; CFSPH, 2009).
Con referencia a los animales susceptibles, prácticamente todos los mamíferos presentan
esta condición, aunque los hospederos más comunes son los cánidos, mustélidos y
quirópteros. Estos últimos son reservorios de 10 de las actuales once especies
caracterizadas y son vectores exclusivos de nueve de ellas (OIE, 2011a).
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Vigilancia internacional: fiebre aftosa y rabia
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En los individuos afectados, el virus se concentra principalmente en el líquido
cerebroespinal y en la saliva, la cual es el principal factor de contagio a través de
mordeduras o contacto con las mucosas. Entre los animales de granja, los bovinos son
los afectados con mayor frecuencia. El período de incubación puede ser muy variable: de
2 a 3 semanas, hasta 5 a 6 meses (Blood y Radostits, 1992). Los humanos pueden
presentar los síntomas entre 1 a 3 meses, o incluso años (CFSPH, 2009).
Esta enfermedad se puede perpetuar en el tiempo dado que se mantiene en dos ciclos
epidemiológicos: uno urbano o “calle” y otro selvático o “silvestre”. En el primero los
perros son el reservorio natural ya que se encuentran en alta densidad y muchos son
callejeros o semi-domésticos (CFSPH, 2009).
2.3 Situación internacional
De acuerdo a la información proporcionada por la OIE (WAHID [en línea]), durante el año
2011 se notificaron 15 casos en países donde la rabia no es una enfermedad endémica
(cuadro 1).
Cuadro 1.
Notificación de casos de rabia por región, 2011.
* Ex República Yugoslava de Macedonia.
Fuente: Wahid [en línea].
De los casos reportados en Europa destacan los ocurridos en Noruega y Francia. El
primero se caracterizó por afectar a animales silvestres, que habrían tenido contacto con
perros vacunados, lo cual no constituye un peligro para ellos, aunque obliga a establecer
cuarentenas. El caso de Francia tiene relación con la importación de un cánido
proveniente de Marruecos, que habría ingresado al país sin el cumplimiento del protocolo
de vacunación exigido; el animal murió y posteriormente se confirmó el diagnóstico de
rabia. Para evitar la diseminación del foco, en ambos casos se sacrificó a los contactos
animales y se inmunizó a los humanos (Wahid [en línea]; Defra, 2011).
El año 2011 se presentó una serie de otros casos de rabia en países donde la
enfermedad se encuentra presente. Destacan aquellos reportados en Estados Unidos,
referidos a sospecha de rabia en humanos por mordedura de animales silvestres y
domésticos. La mayoría fueron controlados por vacunación post exposición; sin embargo,
en California y Nueva York se describieron dos casos que fueron contagiados fuera del
país, por mordeduras de perro: el primero en Haití y se correlaciona con el gran número
de casos en dicho país, y el segundo en Afganistán. También se registraron otros casos
en humanos en estados que no presentaban registros del cuadro desde hace décadas,
como Carolina del Norte y California (ProMED mail, 2011).
País Susceptibles Casos Muertos Destruidos Sacrificados
Macedonia* - 6 1 3 0
Francia 5 1 1 3 0
Honduras 381 7 5 2 0
Noruega 3 1 1 2 0
Total 389 15 8 10 0
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9/12
En Latinoamérica la mayoría de los casos
informados en 2011 fueron ocasionados por
mordeduras de murciélagos hematófagos,
como Desmodus rotundus, la especie más
común en la región. Estos atacan a equinos,
como sucedió en Argentina, en la provincia
de Corrientes, al igual que a bovinos, como
en los casos reportados en Ecuador
(ProMED mail, 2011).
Además, durante el año 2011 fallecieron
alrededor de 31 personas en las provincias
cercanas a la frontera Perú - Ecuador (19 en
Perú y 12 en Ecuador), incluidos niños y
adultos, a causa de rabia transmitida
principalmente por murciélagos. En este
contexto, las autoridades de dichos países
Desmodus rotundus.
Fotografía: Michael & Patricia Fogden/Corbis
en: National Geographic.
determinaron instaurar programas de control, prevención y vigilancia, a fin de evitar la
diseminación del brote (ProMED mail, 2011).
En Bolivia, el Centro Nacional de Enlace registró, entre enero y noviembre de 2011, 253
casos confirmados por pruebas de laboratorio en perros (CNE, 2011). Con relación al año
anterior, destaca un aumento del 58% de los casos de rabia en esta especie. Los
departamentos que mostraron un mayor incremento fueron Cochabamba (40%, CBB),
Santa Cruz (34%, SRZ) y Chuquisaca (10%, CH) (gráfico 1). En dicho período se
confirmaron tres casos de rabia humana: dos en Cochabamba (Municipio Cercado) y uno
en Chuquisaca (Municipio de Sucre) (CNE, 2011).
Gráfico 1.
Distribución de los focos de rabia salvaje en Bolivia, enero a noviembre, 2011.
CBB: Cochabamba; SRZ: Santa Cruz; CH: Chuquisaca.
Fuente: CNE (2011).
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2.4 Situación en Chile
De acuerdo al informe semestral de notificación de ausencia o presencia de
enfermedades de la lista de la OIE (enero-junio de 2011), se reportaron 27 nuevos focos
de rabia salvaje (en murciélagos insectívoros), con un total de 49 casos, cuya distribución
geográfica se detalla en el gráfico 2 (WAHID [en línea]) (ver informe, pág. 1).
Gráfico 2.
Distribución de los focos de rabia salvaje (murciélagos insectívoros) en Chile,
enero a junio, 2011.
Fuente: Wahid [en línea].
El Programa Nacional de Control de Rabia, implementado en el año 1960 por el Ministerio
de Salud, se enfoca en dos aspectos:
las personas, en términos de educación comunitaria y disponibilidad de atención
médica y de vacunas para los agredidos;
el ambiente, que involucra programas de vigilancia de sospechosos y susceptibles,
campañas de vacunación canina y retiro de perros desde las calles.
La circulación de la variante 1 canina, se encuentra interrumpida desde 1990., por lo cual
todos los casos posteriormente detectados en animales domésticos, corresponden a
variantes antigénicas de murciélagos insectívoros (Favi et al., 2011)
Aún con estas medidas existen factores de riesgo que deben considerarse en futuras
líneas de acción, a fin de mantener el estatus sanitario del país, por ejemplo:
registro de rabia endémica en murciélagos insectívoros (Tadarida brasiliensi);
concentración de casos de rabia en murciélagos de zonas urbanas;
alta tasa de accidentes por mordeduras, asociado al aumento explosivo de la
población canina callejera.
En el año 2003 se oficializó el Reglamento de prevención de la rabia en el hombre y en
los animales (Decreto Nº 89/2002), del Instituto de Salud Pública, donde se señala la
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normativa vigente, las obligaciones de los propietarios de perros y gatos y las
competencias de los entes relacionados con el control de la enfermedad, entre otros
aspectos (ISP [en línea]).
A su vez, el SAG especifica las condiciones para la internación de mascotas y realiza la
vigilancia permanente de las especies susceptibles del país. En animales sospechosos el
diagnóstico es de responsabilidad del Laboratorio de la Sección Rabia del Instituto de Salud
Pública.
2.5 Fuentes de información - Rabia
Berríos, P. 2011. Manual para el control y prevención de rabia animal. [En línea].
de.html> [Consulta: enero, 2012].
Blood, D.C., Radostits,O.M. 1992. Medicina Veterinaria. Vol. II. Interamericana McGraw
Hill. México, D.F. Pp.: 990-1002
CNE. 2011. CNE. 2012. Centro Nacional de Enlace, CNE. [En línea]. Parte
Epidemiológico, 5(152):3.
[Consulta: enero, 2012].
CFSPH. 2009. Rabies. Hydrophobia, Lyssa. 9 pp. The Center for Food Security & Public
Health, CFSPH. [Consulta:
enero 2012].
DEFRA. 2011. Rabies in an imported puppy in France. Preliminary Outbreak Assessment.
3 pp. [En línea]. Department for Environment, Food and Rural Affairs, DEFRA.
110815.pdf> [Consulta: enero 2012].
Favi, M., Bassaletti, A., López, J., Rodríguez, L. y Yung, V. 2011. Descripción
epidemiológica del reservorio de rabia en murciélagos de la Región Metropolitana.
Chile. 2000-2009. [En línea]. Rev Chil Infect, 28(3):223-228.
[Consulta: enero, 2012].
GARC. 2011. Annual Number of Deaths from Rabies Hits 70,000 Worldwide. Global
Alliance for Rabies Control GARC. [En línea].
hits-70000-worldwide.html> [Consulta: enero 2012].
ISP. [En línea]. Reglamento de prevención de la rabia en el hombre y en los animales. 8
pp. [En línea]. Instituto de Seguridad Pública de Chile, ISP.
.
[Consulta: enero 2012].
OIE. 2008. Capítulo 2.1.13. Rabia. En: Manual de las Pruebas de Diagnóstico y de las
Vacunas para los Animales Terrestres. [En línea].
> > [Consulta: enero, 2012].
OIE. 2011a. La rabia: una prioridad para el hombre y el animal. [En línea]. Boletín
n.° 2011 – 3. 68 pp.
ull%202011-3-ESP.pdf> [Consulta: enero, 2012].
OIE. 2011b. Capítulo 8.10. Rabia. En: Código Sanitario para los Animales Terrestres. [En
línea]. Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE. <
http://www.oie.int/index.php?id=169&L=2&htmfile=chapitre_1.8.10.htm> [Consulta:
enero, 2012].
Subdepartamento de Defensa Pacuaria
Dentro de las actividades que realiza el Subdepartamento destacan las acciones de
vigilancia internacional, cuyos objetivos son monitorear constantemente las
comunicaciones internacionales provenientes de diversas fuentes y países, relacionadas
con la presencia de enfermedades de relevancia para el ámbito pecuario.
En este contexto, durante el año 2011 destacó el foco de fiebre aftosa (FA) en Paraguay y
los casos de rabia a nivel mundial; estos dos temas se detallan en el presente artículo.
1. Fiebre aftosa – Paraguay
1.1 Antecedentes
El 19 de septiembre de 2011 el director
general del Servicio Nacional de Calidad
y Salud Animal de Paraguay (SENACSA),
notificó a la Organización Mundial de
Sanidad Animal (OIE) la reaparición de
fiebre aftosa en Paraguay,
específicamente en la Estancia Santa
Helena, Localidad de Sargento Loma,
Distrito de San Pedro de Ycuamandiyu,
Departamento de San Pedro (WAHID [en
línea, a]). Ver notificación e informes de
seguimiento.
El foco constó de 13 bovinos afectados
menores de 2 años, los cuales
presentaron signos clínicos compatibles
con FA, de un total de 110 animales
ubicados en el mismo potrero y de 819
animales susceptibles localizados dentro
del área focal establecida. Esta zona se
caracteriza por presentar una alta
densidad ganadera (WAHID [en línea];
SENACSA (2012).
FA: antecedentes generales
Etiología: Aphtovirus (familia Picornaviridae),
siete serotipos (O, A, C, SAT 1, SAT 2, SAT 3 y
Asia 1).
Afectados: biungulados domésticos y
silvestres.
Epidemiología: baja mortalidad, alta
morbilidad.
Signos clínicos: fiebre, aparición de vesículas
en las patas, alrededor de la boca y ubres.
Transmisión: contacto directo con líquido de
las vesículas, aire expirado, saliva, leche, orina,
heces y semen; contacto directo o indirecto con
animales infectados o fomites contaminados.
Portadores: asintomáticos post recuperación y
animales vacunados.
Diagnóstico: aislamiento del virus, detección
de antígenos virales o ácidos nucleicos, y
serología.
Secuelas: disminución de la producción de
leche, daño temporal o permanente de
pezuñas, mastitis crónica, abortos y cuadro
cardíaco que en animales jóvenes puede llevar
a la muerte.
Fuente: CFSPH [en línea].
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2/12
Los resultados del análisis filogenético de la cepa O1/San Pedro/PAR/11(277) indican que
es endógena de la región y que pertenece al topotipo euro-sudamericano. El mayor grado
de homología (87 - 95%) se presentó con cepas actuantes en el Cono1 Sur sudamericano
entre los años 2000 y 2006, lo cual fue ratificado por los resultados entregados por el
Laboratorio de Referencia de la OIE, Pirbright, Reino Unido. Hasta la fecha la fuente u
origen de la infección se reporta como desconocida o no concluyente (WAHID [en línea,
a]; SENACSA [en línea, a]).
Paraguay instauró una serie de medidas sanitarias frente al foco: restricción de
movimiento animal, vacunación de animales susceptibles con vacuna inactivada contra
los serotipos A, O y C y muestreo de los predios del área perifocal y de vigilancia o
tampón (mapa 1).
Mapa 1. Zona de foco,
perifoco, tampón y
emergencia sanitaria.
Fuente: SENACSA (2012).
Otras acciones fueron: sacrificio total de los animales susceptibles (819), el cual concluyó
el 25 de septiembre, mantención de la restricción de movimiento de animales e
implementación de puestos de control. Además, se prohibió el movimiento de productos y
subproductos de animales susceptibles a la FA, procedentes de las localidades ubicadas
en el área de emergencia (incluyendo las áreas de foco, perifoco y tampón) (WAHID [en
línea, a]; SENACSA [en línea, a]).
El 30 de diciembre la OIE concluyó que, de acuerdo a los resultados de las pruebas
laboratoriales y de las investigaciones clínico-epidemiológicas, así como de las
evaluaciones realizadas durante el proceso de centinelización, no existe actividad viral en
el predio afectado del Departamento de San Pedro. Por ello, Paraguay da como finalizada
la emergencia sanitaria por FA y dispone el levantamiento de la emergencia sanitaria
animal declarada el 19 de septiembre de 2011 (WAHID [en línea, a]).
El 2 de enero de 2012 el SENACSA notificó oficialmente a la OIE un nuevo foco de FA en
el establecimiento ganadero Nazareth (localidad de Aguaray Amistad), distante solo 14
1 Argentina, Chile, Perú, Uruguay y Paraguay (éste último se incluye o no según el tema a tratar).
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3/12
km del anterior (mapa 2), en el cual se realiza la cría y engorde de bovino, por lo cual no
presenta otras especies susceptibles. Este establecimiento cuenta con una población
bovina de 163 cabezas de vacas adultas y animales menores de 24 meses, de los cuales
15 presentaron signos clínicos compatibles con FA (WAHID [en línea, b]; SENACSA [en
línea, a]). Ver notificación e informes de seguimiento.
Mapa 2. Distancia entre los
focos 1 y 2.
De acuerdo a la delimitación del área de emergencia, la población bovina existente es de
108.688 cabezas, distribuidas en 1.133 predios ganaderos (mapa 3) (SENACSA, 2012).
Mapa 3. Zonas del foco 2.
Fuente: SENACSA (2012).
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4/12
SENACSA determinó que, durante la investigación epidemiológica del predio afectado, se
contabilizaron 154 cabezas de ganado bovino, cantidad no coincidente con los datos de la
última vacunación oficial (131 animales) realizada el 15 de diciembre de 2011. Esta
diferencia no pudo ser justificada por el productor y el origen de los 23 animales extra es
desconocido (SENACSA, 2012).
El Departamento de Información Zoosanitaria de la OIE estimó que este nuevo foco
podría estar epidemiológicamente vinculado al evento de septiembre de 2011 (WAHID [en
línea, b].
El 9 de enero se completó el sacrificio sanitario de todos los animales susceptibles (163
vacas y 5 cerdos), y se mantuvo la cuarentena de los predios en la zona de emergencia
con aplicación de medidas específicas de vigilancia y control (igual que con el foco
anterior) SENACSA [en línea, a]).
Actualmente2 el SENACSA prosigue con las investigaciones en todas las granjas donde
se produjo el movimiento de animales hacia la granja afectada, así como en todas las
explotaciones donde se realizaron movimientos de animales dentro y fuera de las zonas
restringidas. Las medidas de vigilancia epidemiológica siguen siendo aplicadas en las
zonas alrededor del foco y en la zona de vigilancia; a la fecha, 933 granjas
(pertenecientes a 1.001 propietarios) han sido visitadas e inspeccionadas, y se han
evaluado a más de 11.546 bovinos, 102 ovejas y 706 cerdos sin evidencia clínica de
presencia de la enfermedad. A su vez, continúa la implementación de medidas restrictivas
de movimiento, creación de puntos de control y acciones de desinfección de vehículos,
entre otras acciones. Este evento se encuentra en desarrollo (WAHID [en línea, b].
Es importante destacar que previamente en mayo de 2011, la OIE reconoció la Zona de
Alta Vigilancia (ZAV) como “zona libre de fiebre aftosa con vacunación”, la cual consiste
en una franja de 15 km a lo largo de las fronteras comunes de Paraguay, Argentina, Brasil
y Bolivia (mapa 4). En diciembre de 2011 esta condición fue revocada por dicho
organismo, debido a la ocurrencia del primer foco de FA señalado anteriormente (OIE,
2011a).
Mapa 4. Zona de alta vigilancia, ZAV.
Fuente: DEFRA (2011).
2 Enero de 2012.
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1.2 Impacto en las exportaciones paraguayas
Luego que las autoridades paraguayas informaron del foco y sus características
(principalmente el ocurrido en septiembre de 2011), los países importadores de productos
cárnicos de Paraguay tomaron acciones precautorias (por diversos períodos) frente a la
situación. Brasil y Argentina, limítrofes con Paraguay, instauraron algunas medidas en el
tránsito e ingreso de carne y subproductos de origen animal, así como de forrajes,
raciones y cualquier elemento que pudiera trasmitir el virus. Según la prensa escrita (ver
referencias) Israel, Sudáfrica, la provincia China de Taiwán, Uruguay y Perú también
tomaron medidas restrictivas.
Hasta septiembre de 2011, en Chile las importaciones paraguayas de carne y productos
cárnicos bovinos correspondían a más del 50% del total de las importaciones del rubro
(ODEPA, 2011).
Durante el segundo cuatrimestre de 2011 (antes de la notificación del primer foco),
Paraguay exportó 345 millones de dólares en carnes bovinas, período en que Chile
concentró el 38,6% del total de estas exportaciones, con Paraguay como mercado
principal (SENACSA [en línea, b]).
Considerando el impacto que los brotes de FA implican para los países del Cono Sur,
PANAFTOSA3 y la OPS/OMS4 elaboraron el Plan de Acción del Programa Hemisférico de
Erradicación de la Fiebre Aftosa (PHEFA), para el período 2011-2020, que define las
directrices a seguir para la erradicación de la enfermedad en la región, el cual es
complementario con las recomendaciones establecidas por la OIE para la declaración de
países y zonas libres de FA con o sin vacunación (PHEFA, 2011).
1.3 Situación de Chile frente a los brotes de FA de Paraguay
Chile es libre de fiebre aftosa sin vacunación desde el año 1987; ante esta condición, el
Servicio Agrícola y Ganadero estableció, como medida preventiva, la suspensión de
internación a Chile de mercancías de origen animal procedentes de la República del
Paraguay, que puedan portar el virus de FA. Ver Resolución N° 6.399 , del 23 de
septiembre de 2011.
1.4 Fuentes de información - FA
CFSPH. [En línea]. Fiebre aftosa. The Center for Food Security & Public Health, CFSPH.
DEFRA. 2011. Foot and Mouth Disease in Cattle in Paraguay. 3 pp. [En línea]. Department for
Environment, Food and Rural Affairs, DEFRA.
ODEPA. 2011. Boletín carne bovina: tendencias de producción, precios y comercio exterior. 40 pp.
[En línea]. Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, ODEPA. Chile.
[Consulta: enero 2012].
3 Centro Panamericano de Fiebre Aftosa.
4 Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud.
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6/12
OIE. 2008. Capítulo 2.1.5. Fiebre aftosa. En: Manual de las Pruebas de Diagnóstico y de las
Vacunas para los Animales Terrestres. [En línea]. <
http://www.oie.int/fileadmin/Home/esp/Health_standards/tahm/2.01.05.%20Fiebre%20aftosa.p
df> > [Consulta: enero, 2012].
OIE. 2011. Capítulo 8.10. Rabia. En: Código Sanitario para los Animales Terrestres. [En línea].
Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE. <
http://www.oie.int/index.php?id=169&L=2&htmfile=chapitre_1.8.10.htm> [Consulta: enero,
2012].
OIE. [En línea]. Fiebre aftosa. Suspensión/restitución del estatus. Organización Mundial de
Sanidad Animal, OIE.
PANAFTOSA. [En línea, a]. Emergencia Sanitaria Animal por Fiebre Aftosa en Paraguay. Centro
Panamericano de Fiebre Aftosa, PANAFTOSA.
PANAFTOSA. [En línea, b]. 2ª COHEFA extraordinaria. Reunión del Comité Hemisférico para la
Erradicación de la Fiebre Aftosa. Centro Panamericano de Fiebre Aftosa, PANAFTOSA.
PHEFA. 2011. Plan de Acción, 2011-2020. 48 pp. [En línea]. Programa Hemisférico de
Erradicación de la Fiebre Aftosa, PHEFA.
[Consulta: enero 2012].
SAG. [En línea]. Importaciones Pecuarias - Exigencias sanitarias específicas - Animales
domésticos.
51)&argTreeNodoSel=1712&argTreeNodoActual=1727&argRegistroId=3607> [Consulta:
enero, 2012].
SENACSA. 2012. Fiebre aftosa. Departamento de San Pedro, Distrito de San Pedro de
Ycuamandiyu, localidad de Aguaray Amistad. Establecimiento “Nazareth”. 10 pp. [En línea].
INFORME N° 1, enero. Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal, SENACSA. Paraguay.
SENACSA. [En línea, a]. Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal de Paraguay, SENACSA.
SENACSA. [En línea, b]. Estadísticas pecuarias 2011. Exportación de carne y menudencia,
segundo cuatrimestre. Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal de Paraguay, SENACSA.
enero, 2012].
Principales artículos de prensa escrita (en línea)
abc.com. 22-9-2011. SENACSA ratifica que la denuncia llegó el viernes 16.
Correo del Orinoco. 21-9-2011. Ocho países cierran mercados por brote de aftosa en Paraguay.
infobae.com. 20-9-2011. Paraguay deberá sacrificar mil animales por un brote de fiebre aftosa.
ppn.com. 20-9-2011. Brasil, Argentina y Uruguay suspendieron el ingreso de carne paraguaya.
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La rabia sigue siendo una de las zoonosis más graves en el mundo que causa
considerables pérdidas humanas, económicas y animales; cada año produce la muerte de
cerca de 55.000 víctimas en el mundo (OIE, 2011a).
Pese a la alta mortalidad, la rabia es una enfermedad controlable mediante medidas
sencillas como la vacunación preventiva de caninos domésticos; sin embargo, la falta de
recursos económicos para sustentar esta medida, junto con la falta de control sobre el
ciclo silvestre, hacen que la enfermedad mantenga sus altas cifras mundiales (GARC,
2011; OIE, 2008).
En consideración al impacto de esta patología, la Organización Mundial de Sanidad
Animal (OIE), durante el año 2010 inició la revisión de las normas aplicadas a la rabia y se
fijó como objetivos fomentar la transparencia en la notificación de la enfermedad y alentar
a los gobiernos a intervenir en los programas de control relacionados (OIE, 2011a).
2.2 Descripción de la enfermedad
La rabia es una enfermedad zoonótica causada por el virus neurotrópico Lyssavirus
(Mononegavirales: Rhabdoviridae), de distribución prácticamente mundial. En este género
se diferencian siete líneas genéticas, consideradas como especies (OIE, 2008; OIE
2011a; CFSPH, 2009):
Rabia clásica: RABV (genotipo 1, serotipo 1; es el único de distribución mundial)
Murciélago de Lagos: LBV (genotipo 2, serotipo 2). 1956
Mokola: MOKV (genotipo 3, serotipo 3). 1968
Duvenhage de murciélago: DUW (genotipo 4, serotipo 4). 1970
Tipo 1 de murciélagos europeos: EBLV-1 (genotipo 5). 1992
Tipo 2 de murciélagos europeos: EBLV-2 (genotipo 6). 1995
Murciélagos australianos: ABLV (genotipo 7). 1996
Recientemente en Asia Central se han aislado otras especies víricas, totalizando once
(OIE, 2008; CFSPH, 2009).
Con referencia a los animales susceptibles, prácticamente todos los mamíferos presentan
esta condición, aunque los hospederos más comunes son los cánidos, mustélidos y
quirópteros. Estos últimos son reservorios de 10 de las actuales once especies
caracterizadas y son vectores exclusivos de nueve de ellas (OIE, 2011a).
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En los individuos afectados, el virus se concentra principalmente en el líquido
cerebroespinal y en la saliva, la cual es el principal factor de contagio a través de
mordeduras o contacto con las mucosas. Entre los animales de granja, los bovinos son
los afectados con mayor frecuencia. El período de incubación puede ser muy variable: de
2 a 3 semanas, hasta 5 a 6 meses (Blood y Radostits, 1992). Los humanos pueden
presentar los síntomas entre 1 a 3 meses, o incluso años (CFSPH, 2009).
Esta enfermedad se puede perpetuar en el tiempo dado que se mantiene en dos ciclos
epidemiológicos: uno urbano o “calle” y otro selvático o “silvestre”. En el primero los
perros son el reservorio natural ya que se encuentran en alta densidad y muchos son
callejeros o semi-domésticos (CFSPH, 2009).
2.3 Situación internacional
De acuerdo a la información proporcionada por la OIE (WAHID [en línea]), durante el año
2011 se notificaron 15 casos en países donde la rabia no es una enfermedad endémica
(cuadro 1).
Cuadro 1.
Notificación de casos de rabia por región, 2011.
* Ex República Yugoslava de Macedonia.
Fuente: Wahid [en línea].
De los casos reportados en Europa destacan los ocurridos en Noruega y Francia. El
primero se caracterizó por afectar a animales silvestres, que habrían tenido contacto con
perros vacunados, lo cual no constituye un peligro para ellos, aunque obliga a establecer
cuarentenas. El caso de Francia tiene relación con la importación de un cánido
proveniente de Marruecos, que habría ingresado al país sin el cumplimiento del protocolo
de vacunación exigido; el animal murió y posteriormente se confirmó el diagnóstico de
rabia. Para evitar la diseminación del foco, en ambos casos se sacrificó a los contactos
animales y se inmunizó a los humanos (Wahid [en línea]; Defra, 2011).
El año 2011 se presentó una serie de otros casos de rabia en países donde la
enfermedad se encuentra presente. Destacan aquellos reportados en Estados Unidos,
referidos a sospecha de rabia en humanos por mordedura de animales silvestres y
domésticos. La mayoría fueron controlados por vacunación post exposición; sin embargo,
en California y Nueva York se describieron dos casos que fueron contagiados fuera del
país, por mordeduras de perro: el primero en Haití y se correlaciona con el gran número
de casos en dicho país, y el segundo en Afganistán. También se registraron otros casos
en humanos en estados que no presentaban registros del cuadro desde hace décadas,
como Carolina del Norte y California (ProMED mail, 2011).
País Susceptibles Casos Muertos Destruidos Sacrificados
Macedonia* - 6 1 3 0
Francia 5 1 1 3 0
Honduras 381 7 5 2 0
Noruega 3 1 1 2 0
Total 389 15 8 10 0
BOLETÍN VETERINARIO OFICIAL, BVO N°14, II SEMESTR E 2011
Vigilancia internacional: fiebre aftosa y rabia
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En Latinoamérica la mayoría de los casos
informados en 2011 fueron ocasionados por
mordeduras de murciélagos hematófagos,
como Desmodus rotundus, la especie más
común en la región. Estos atacan a equinos,
como sucedió en Argentina, en la provincia
de Corrientes, al igual que a bovinos, como
en los casos reportados en Ecuador
(ProMED mail, 2011).
Además, durante el año 2011 fallecieron
alrededor de 31 personas en las provincias
cercanas a la frontera Perú - Ecuador (19 en
Perú y 12 en Ecuador), incluidos niños y
adultos, a causa de rabia transmitida
principalmente por murciélagos. En este
contexto, las autoridades de dichos países
Desmodus rotundus.
Fotografía: Michael & Patricia Fogden/Corbis
en: National Geographic.
determinaron instaurar programas de control, prevención y vigilancia, a fin de evitar la
diseminación del brote (ProMED mail, 2011).
En Bolivia, el Centro Nacional de Enlace registró, entre enero y noviembre de 2011, 253
casos confirmados por pruebas de laboratorio en perros (CNE, 2011). Con relación al año
anterior, destaca un aumento del 58% de los casos de rabia en esta especie. Los
departamentos que mostraron un mayor incremento fueron Cochabamba (40%, CBB),
Santa Cruz (34%, SRZ) y Chuquisaca (10%, CH) (gráfico 1). En dicho período se
confirmaron tres casos de rabia humana: dos en Cochabamba (Municipio Cercado) y uno
en Chuquisaca (Municipio de Sucre) (CNE, 2011).
Gráfico 1.
Distribución de los focos de rabia salvaje en Bolivia, enero a noviembre, 2011.
CBB: Cochabamba; SRZ: Santa Cruz; CH: Chuquisaca.
Fuente: CNE (2011).
BOLETÍN VETERINARIO OFICIAL, BVO N°14, II SEMESTR E 2011
Vigilancia internacional: fiebre aftosa y rabia
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2.4 Situación en Chile
De acuerdo al informe semestral de notificación de ausencia o presencia de
enfermedades de la lista de la OIE (enero-junio de 2011), se reportaron 27 nuevos focos
de rabia salvaje (en murciélagos insectívoros), con un total de 49 casos, cuya distribución
geográfica se detalla en el gráfico 2 (WAHID [en línea]) (ver informe, pág. 1).
Gráfico 2.
Distribución de los focos de rabia salvaje (murciélagos insectívoros) en Chile,
enero a junio, 2011.
Fuente: Wahid [en línea].
El Programa Nacional de Control de Rabia, implementado en el año 1960 por el Ministerio
de Salud, se enfoca en dos aspectos:
las personas, en términos de educación comunitaria y disponibilidad de atención
médica y de vacunas para los agredidos;
el ambiente, que involucra programas de vigilancia de sospechosos y susceptibles,
campañas de vacunación canina y retiro de perros desde las calles.
La circulación de la variante 1 canina, se encuentra interrumpida desde 1990., por lo cual
todos los casos posteriormente detectados en animales domésticos, corresponden a
variantes antigénicas de murciélagos insectívoros (Favi et al., 2011)
Aún con estas medidas existen factores de riesgo que deben considerarse en futuras
líneas de acción, a fin de mantener el estatus sanitario del país, por ejemplo:
registro de rabia endémica en murciélagos insectívoros (Tadarida brasiliensi);
concentración de casos de rabia en murciélagos de zonas urbanas;
alta tasa de accidentes por mordeduras, asociado al aumento explosivo de la
población canina callejera.
En el año 2003 se oficializó el Reglamento de prevención de la rabia en el hombre y en
los animales (Decreto Nº 89/2002), del Instituto de Salud Pública, donde se señala la
BOLETÍN VETERINARIO OFICIAL, BVO N°14, II SEMESTR E 2011
Vigilancia internacional: fiebre aftosa y rabia
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normativa vigente, las obligaciones de los propietarios de perros y gatos y las
competencias de los entes relacionados con el control de la enfermedad, entre otros
aspectos (ISP [en línea]).
A su vez, el SAG especifica las condiciones para la internación de mascotas y realiza la
vigilancia permanente de las especies susceptibles del país. En animales sospechosos el
diagnóstico es de responsabilidad del Laboratorio de la Sección Rabia del Instituto de Salud
Pública.
2.5 Fuentes de información - Rabia
Berríos, P. 2011. Manual para el control y prevención de rabia animal. [En línea].
Blood, D.C., Radostits,O.M. 1992. Medicina Veterinaria. Vol. II. Interamericana McGraw
Hill. México, D.F. Pp.: 990-1002
CNE. 2011. CNE. 2012. Centro Nacional de Enlace, CNE. [En línea]. Parte
Epidemiológico, 5(152):3.
[Consulta: enero, 2012].
CFSPH. 2009. Rabies. Hydrophobia, Lyssa. 9 pp. The Center for Food Security & Public
Health, CFSPH.
enero 2012].
DEFRA. 2011. Rabies in an imported puppy in France. Preliminary Outbreak Assessment.
3 pp. [En línea]. Department for Environment, Food and Rural Affairs, DEFRA.
Favi, M., Bassaletti, A., López, J., Rodríguez, L. y Yung, V. 2011. Descripción
epidemiológica del reservorio de rabia en murciélagos de la Región Metropolitana.
Chile. 2000-2009. [En línea]. Rev Chil Infect, 28(3):223-228.
GARC. 2011. Annual Number of Deaths from Rabies Hits 70,000 Worldwide. Global
Alliance for Rabies Control GARC. [En línea].
ISP. [En línea]. Reglamento de prevención de la rabia en el hombre y en los animales. 8
pp. [En línea]. Instituto de Seguridad Pública de Chile, ISP.
[Consulta: enero 2012].
OIE. 2008. Capítulo 2.1.13. Rabia. En: Manual de las Pruebas de Diagnóstico y de las
Vacunas para los Animales Terrestres. [En línea].
OIE. 2011a. La rabia: una prioridad para el hombre y el animal. [En línea]. Boletín
n.° 2011 – 3. 68 pp.
OIE. 2011b. Capítulo 8.10. Rabia. En: Código Sanitario para los Animales Terrestres. [En
línea]. Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE. <
http://www.oie.int/index.php?id=169&L=2&htmfile=chapitre_1.8.10.htm> [Consulta:
enero, 2012].
Riesgos de Transmisión de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) y la Nueva Variante de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (NvECJ) a través de la Sangre y Productos Sanguíneos
Evidencia para la Formulación de Recomendaciones
Informe Breve
Enero 2001
Ministerio de Salud
División de Inversiones y Desarrollo de la Red Asistencial
Departamento Calidad en la Red
Informe Preparado por: Dr. Miguel Araujo
Unidad de Evaluación de Tecnologías de Salud - Etesa
INDICE
I.- Objetivo .................................................................................... 3
II.- Entidades patológicas .............................................................. 3
1.- Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) .............................................. 3
2.- Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) .................................................. 4
3.- Nueva Variante de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (NvECJ) ........... 5
III.- Evidencia epidemiológica y experimental ................................. 6
a. Posibilidad de tamizaje ................................................................................. 6
b. Estudios en animales ................................................................................... 6
c. Casos de ECJ entre receptores de transfusiones ........................................ 7
d. Casos de NvECJ entre receptores de transfusiones ................................... 8
e. Estudios de Casos y Controles I: ECJ ......................................................... 8
f. Estudios de Casos y Controles II: NvECJ ..................................................... 8
g. Otras consideraciones biológicas ................................................................ 9
IV.- La ECJ en Chile ....................................................................... 10
V.- Políticas y recomendaciones vigentes en otros países ............. 10
VI.- Conclusiones ............................................................................. 11
Alternativas de Intervención ............................................................................... 12
a. Tamizaje de sangre de donantes ................................................................. 12
b. Rechazo de donantes de riesgo ................................................................. 12
c. Identificación de receptores susceptibles ..................................................... 13
d. Leucorreducción ........................................................................................... 13
VII.- Referencias .............................................................................. 14
2
I.- Objetivo
La presente monografía tiene por objetivo resumir la evidencia epidemiológica y experimental disponible sobre la posibilidad de transmisión de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), y de la Nueva Variante de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (NvECJ), a través de la sangre y derivados sanguíneos, para apoyar la toma de decisiones en torno a este tema por parte del Ministerio de Salud.
II.- Entidades patológicas
Las encefalopatías espongiformes transmisibles pertenecen a la categoría de las “enfermedades por priones”, que ocurren en cerca de 20 especies animales, y se caracterizan por un compromiso progresivo del Sistema Nervioso Central (SNC) que lleva invariablemente a la muerte. Su período de incubación puede ser muy largo (se han descrito casos en los que la enfermedad se ha expresado 30 años después del posible contagio) [1][7]. En el caso del ser humano, la muerte se produce a los pocos meses de iniciados los síntomas de enfermedad, y no se dispone de tratamiento conocido. Las entidades que debemos distinguir son las siguientes:
1.- Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB)
A mediados de los años ochenta se reconocen los primeros casos de EEB en ganado vacuno en el Reino Unido. Estos comienzan rápidamente a aumentar, generándose un brote epidémico que tuvo su peak entre 1992 y 1993 (más de 35.000 casos anuales), y que presentó un brusco descenso entre 1994 y 1996 (poco más de 8.000 casos ese último año). Posteriormente se ha producido una paulatina disminución de los casos hasta sumar alrededor de mil en 2.000 [3][4].
3
Existe consenso de que el brote tuvo relación con un cambio en los suplementos nutricionales utilizados en la alimentación del ganado (derivados del reciclaje de cadáveres de otros ganados, incluyendo ovejas, desde las cuales provendría el agente infectante), cuyo procesamiento se modificó permitiendo la supervivencia del patógeno. A raíz de esto, hoy existe prohibición estricta en Europa sobre el uso de proteínas de rumiantes para la alimentación de otros rumiantes [2].
Hasta 1998, el 99% de los casos de EEB había sido reportado en UK, y sólo se habían registrado casos endémicos en otros países europeos. En el año 2.000, UK registró 1.101 casos, y el resto de los países de Europa sumaron 382 casos notificados, la mayor parte de ellos en Francia (138) y Portugal (136). Estos datos deben interpretarse con cautela por las modificaciones que han ido sufriendo los sistemas de vigilancia en los distintos países [3][4].
2.- Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ)
La ECJ es la más conocida y frecuente de las encefalopatías espongiformes humanas. Pese a sus relaciones biológicas con la EEB, apoyadas por estudios experimentales, no existe ningún mecanismo demostrado de transmisión de la ECJ –en sus formas clásicas- a los humanos a partir de animales. De hecho, la ocurrencia de la EEB no ha modificado la epidemiología de la ECJ, cuya incidencia se mantiene más o menos constante en el mundo en torno a 1 caso por millón de habitantes/año [8]. Las formas clásicas de ECJ son:
- Iatrogénica: por exposición a material exógeno contaminado; se han descrito casos por transplante de córnea, preparados de hormonas de crecimiento de origen humano, injertos de duramadre, y uso de instrumental en operaciones neuroquirúrgicas. Estos casos se han hecho evidentes tras prolongados períodos de incubación [1][10].
- Esporádica: sin mecanismo desencadenante conocido (85% de los casos).
4
- Familiar: causada por una mutación del gene de la proteína priónica (10-15% de los casos).
3.- Nueva Variante de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (NvECJ)
A mediados de los años 90 los sistemas de vigilancia implementados ante la ocurrencia de la epidemia de EEB detectaron los primeros casos de una nueva forma de ECJ que afectaba a pacientes jóvenes, de los cuales se han acumulado a Noviembre de 2000, 87 en UK, 3 en Francia, y 1 en Irlanda. [2]
En contraposición a la forma clásica de la ECJ, esta nueva variante aparecida en el Reino Unido afecta a personas menores de 50 años (mediana de edad al inicio de los síntomas: 28 años), se presenta con manifestaciones clínicas atípicas, con prominentes síntomas sensoriales o siquiátricos al comienzo, y un retardo en la aparición de las alteraciones neurológicas, las que incluyen ataxia al cabo de algunas semanas o meses, y demencia y mioclonías en forma tardía. La enfermedad dura a lo menos 6 meses, y el EEG se muestra difusamente alterado, sin carácter diagnóstico. La patología muestra los típicos cambios espongiformes en el encéfalo, placas amiloídeas rodeadas de vacuolas y una alta concentración de proteínas priónicas. [7]
Existe evidencia que apoya la existencia de una relación causal entre la NvECJ y la EEB. De hecho, no se han confirmado casos de NvECJ en áreas geográficas libres de EEB, y los estudios de laboratorio han demostrado idénticas características biológicas y moleculares entre los agentes patógenos aislados desde ganado infectado por EEB y desde pacientes con NvECJ. La transmisión en este caso se produce probablemente por la ingesta de carne “contaminada” con restos o partes de tejidos del SNC del animal. [2]
De acuerdo a la cronología con que se han presentado los casos y a evidencia obtenida de estudios experimentales, el período de incubación de la NvECJ podría
5
encontrarse en el rango de los 5 a 15 años. Esto abre la posibilidad de que, dado el período en el que se produjo el brote de EEB en UK, exista una cantidad importante de personas incubando silenciosamente la enfermedad, y que por lo tanto el riesgo potencial de transmisión iatrogénica humano-humano se real.
III.- Evidencia epidemiológica y experimental
a. Posibilidad de tamizaje
Si bien existen investigaciones orientadas en tal sentido, no se ha desarrollado aún un método que permita detectar la presencia de ECJ o NvECJ en personas asintomáticas, que posea la especificidad y sensibilidad deseables, y que cumpla otras condiciones prácticas indispensables para incluirlo en un programa de tamizaje (costo, simpleza, aceptabilidad y seguridad para el paciente, etc.). A ello se suma que tampoco se dispone de un examen patrón que permita descartar exámenes falsamente positivos (la naturaleza de la enfermedad y su pronóstico hacen que etiquetar erróneamente a un paciente sea particularmente dañino). [12][13][14][15][16][17][18].
b. Estudios en animales
La ECJ ha sido reproducida en animales por inyección intracraneana de tejidos humanos contaminados con el patógeno. Los tejidos humanos de mayor infectividad son el Sistema Nervioso Central, incluido el líquido cefalo-raquídeo, y los globos oculares; más iregularmente también son infectantes los tejidos linfáticos, los órganos ricos en tejido linfático y los linfocitos. Estos últimos se consideran los más probables responsables de la infectividad de la sangre.
La sangre de los animales infectados experimentalmente con ECJ puede a su vez transmitir la enfermedad al ser inoculada por vía intracraneana en otros animales.
6
Finalmente, en los experimentos en los que se ha intentado probar la infectividad de la sangre de pacientes con ECJ esporádica (además de 1 caso transmitido iatrogénicamente por hormona de crecimiento), el contagio sólo se ha producido –nuevamente- con la inoculación intracerebral, y no al administrarla por vía intravascular o intraperitoneal. [1]
c. Casos de ECJ entre receptores de transfusiones
No existe evidencia epidemiológica de que la ECJ se haya transmitido alguna vez a través de sangre. No se han producido casos de ECJ en receptores de sangre donada por personas a las cuales subsecuentemente se les diagnosticó la enfermedad (existen al menos dos estudios al respecto), y tampoco hay casos confirmados de ECJ entre receptores de factores de coagulación (hemofílicos) ni en otras poblaciones de pacientes más expuestos a las transfusiones (talasemia, anemia de células falciformes). [1][7]
En Alemania se logró seguir 35 receptores de sangre de pacientes que murieron de ECJ. De estos 35 receptores, 21 fallecieron por otras causas más de 22 años después de la transfusión, y los restantes se encontraban vivos y sin evidencia de enfermedad 12 (media) años más tarde. [1]
De los únicos dos reportes publicados sobre una posible transmisión, uno de ellos carece de datos suficientes para interpretarlo, y los que entrega nunca fueron confirmados por las autoridades sanitarias del país (Australia); el otro se refiere a un solo caso, que bien pudiera haber sido una asociación aleatoria, y que además ofrece dudas por lo corto del período de latencia entre la transfusión y la aparición de la enfermedad, y porque tampoco hubo confirmación definitiva de la enfermedad en el donante. [1]
7
d. Casos de NvECJ entre receptores de transfusiones
A la fecha no se han notificado casos de NvECJ asociados a la administración de sangre o productos sanguíneos.
e. Estudios de Casos y Controles I: ECJ
Una reciente revisión de Wilson K [5] recopiló los 5 estudios de casos y controles publicados hasta comienzos de 1.999, en los que se analizó la posible asociación entre ECJ esporádica y frecuencia de transfusiones sanguíneas. Estos estudios reúnen un total de 793 casos y 1.686 controles. En todos ellos la asociación fue negativa o “protectora”, con una tendencia a una menor exposición a transfusiones en los pacientes con ECJ (OR entre 0,54 y 0,89), pero en la mayoría estos resultados no fueron estadísticamente significativos (4/5).
Esta asociación aparentemente paradojal fue independiente del tipo de controles utilizados, y por lo tanto la explicación para la dirección de los hallazgos no parece encontrarse allí (3 de los estudios utilizaron como controles pacientes hospitalarios y en 2 fueron extraídos de la comunidad). Tampoco el sesgo de recuerdo parece constituir una explicación plausible para los resultados.
En definitiva, pese a las limitaciones de los estudios analizados, parece poco probable que las transfusiones jueguen un rol en el desarrollo de ECJ esporádica. Por cierto, estos resultados no deben extrapolarse a los casos de NvECJ, los cuales poseen características biológicas y epidemiológicas distintas.
f. Estudios de Casos y Controles II: NvECJ
Un solo estudio de casos y controles sobre factores de riesgo de NvECJ se encuentra disponible en la literatura. Sobre los datos de 35 casos y 25 controles
8
no se encontraron asociaciones significativas para factores iatrogénicos (transfusiones y cirugías), ocupacionales ni dietarios. En ambos grupos hubo 3 pacientes transfundidos, pero entre los casos dos de las tansfusiones ocurrieron 18 y 24 años antes del inicio de la enfermedad, lo que aleja la posibilidad de asociarlas a la NvECJ. [6]
Las limitaciones principales de este estudio tienen que ver con su bajo poder estadístico, y con que la selección de los controles se hizo entre pacientes hospitalizados, cuya prevalencia de factores de riesgo es esperable que sea distinta de la población general, ej., en la exposición a las transfusiones.
g. Otras consideraciones biológicas
Se ha visto que, a diferencia de la ECJ, la proteína priónica puede ser detectada por inmunohistoquímica en el sistema linfático de pacientes con NvECJ (de hecho ha sido aislada de tejido amigdaliano), lo que lleva a suponer que la sangre podría ser un potencial vector para su transmisión en estos pacientes.
En virtud de la infectividad de los tejidos linfáticos y leucocitos desmostrada a través de experimentos en animales, en 1997 el Department of Health de UK adoptó como medida precautoria la leucorreducción de todos los suministros sanguíneos. Esto se apoyó además en algunos beneficios adicionales del procedimiento, tales como prevenir reacciones febriles no hemolíticas, inmunización HLA y transmisión de agentes virales. Este criterio sin embargo ha sido sometido a cuestionamientos: según los resultados de la investigación en animales, no se ha detectado infectividad en el plasma durante la fase pre-clínica de la infección; por otro lado, la infectividad tampoco ha sido reducida por leucorreducción ni ultracentrifugación del plasma de animales enfermos, y además, ésta es 5 a 10 veces más baja por la vía intravenosa que por la ruta intracerebral. Desde un punto de vista teórico, tampoco se puede establecer cuál es el grado de leucorreducción necesario, porque los niveles infectantes de NvECJ
9
en la sangre, si es que existen, no se conocen; tampoco se ha determinado cuáles podrían ser los subtipos celulares que podrían transmitir el agente, y menos aún si los filtros utilizados para leucorreducción son eficaces para remover esos subgrupos [12][18][19][20].
Finalmente, existe evidencia también de una susceptibilidad genética a la NvECJ, que reside en el gen PRNP. Esta característica se ha encontrado presente en todos los casos de NvECJ (genotipo met/met homocigoto en el codon 129 del gen), mientras que en la población general europea sólo existe en un 40% de las personas [1][2][12]
IV.- La ECJ en Chile
En Chile la incidencia de la ECJ podría ascender a 1 a 2 casos por millón de habitantes/año (aproximadamente 30 muertes por año), no obstante, los casos registrados sólo han sido certificados clínicamente y no por anatomopatología. De éstos, alrededor de un 20% corresponden a la forma familiar de la enfermedad. El bajo número de casos no ha permitido extraer diferencias estadísticamente significativas entre regiones, pese a lo cual se observa un exceso de riesgo en el sur del país [8]. A la fecha no se ha notificado ningún caso de EEB ni de NvECJ en Chile.
V.- Políticas y recomendaciones vigentes en otros países
En UK todo el plasma es importado y toda la sangre de donantes locales es filtrada para la eliminación de leucocitos (leucorreducción universal previo al almacenamiento de hemoderivados). La leucoreducción también ha sido introducida recientemente como medida precautoria en Irlanda, Luxemburgo y Portugal.
10
En USA, la FDA recomienda excluir como donantes a todas las persanas que residieron o visitaron UK por 6 o más meses acumulados entre 1980 y 1996 (este período de 6 meses se basó en el hecho de que con él se excluiría más del 80% del total de años-persona de norteamericanos en UK, y que el 2-3% de déficit de donantes podría ser abordado sin problemas por la industria de bancos de sangre local).
La mayoría de los países desarrollados ha formulado políticas similares en esta materia. Canadá agregó recientemente igual restricción para quienes hayan acumulado 6 meses de estadía en Francia durante el período 1980-1996 [1][2][7][9].
Finalmente, para la interpretación de estas medidas es importante tener presente que, a diferencia de la situación chilena, el flujo anual de personas hacia UK desde países como USA y Canadá es considerablemente alto (aproximadamente 600.000 en el caso de Canadá) [11].
VI.- Conclusiones
1.- Pese a que no se ha podido descartar en forma definitiva la posibilidad de transmisión de la ECJ humano a humano por la transfusión de sangre o hemoderivados, toda la evidencia científica disponible a la fecha indica que la infectividad de la sangre inoculada por vía intravascular no existe, y de existir, sería extremadamente baja.
2.- La evidencia en torno a la NvECJ es aún muy escasa. Esto tiene relación con la baja cantidad de casos diagnosticados hasta ahora, y su proximidad temporal. Existen antecedentes experimentales que hacen sospechar que el potencial infectante de la sangre de estos pacientes podría ser mayor, por lo que las precauciones para que los donantes no sean eventuales portadores asintomáticos
11
de la enfermedad tienen por ahora una mayor base racional que en el caso de la ECJ.
3.- Respecto a la ECJ, los factores de riesgo a tener presentes son:
- Historia familiar de ECJ
- Historia de exposición a tejidos intracraniales potencialmente contaminados (la ocurrencia de casos de ECJ asociados a este tipo de exposición ha sido de todas formas extremadamente rara):
- Historia de tratamiento con hormona de crecimiento derivada de pituitaria humana
- Historia de implante intracranial de duramadre
4.- En cuanto a la NvECJ, el factor de riesgo principal es el antecedente de ingesta de carnes en UK durante el período de ventana epidémica de EEB, y en mucho menor grado, en Francia.
Alternativas de Intervención
a). Tamizaje de sangre de donantes: No existe una técnica disponible para ello a la fecha.
b). Rechazo de donantes de riesgo: Como hemos visto, los únicos donantes con algún riesgo –teórico todavía- de transmisión de la NvECJ serían los individuos que hayan estado expuestos a la ingesta de carne y derivados en áreas endémicas de EEB. Dentro de éstos, el mayor riesgo está representado por el período del brote epidémico en UK (1980-1996). Los pocos casos de enfermedad descritos hasta ahora en el mundo (no más de 100, con una incidencia anual aproximada en UK de 3 casos por cada 10 millones de habitantes), su lento crecimiento en estos 6 primeros años, su limitación geográfica, el mínimo nivel de exposición de los habitantes nacionales, y los restantes factores biológicos conocidos hasta hoy sobre la transmisión de la enfermedad hacen suponer que, cualquier medida de precaución activa para una eventual reducción del riesgo de
12
contagio de NvECJ en Chile a través de una transfusión, sería inconducente. En tal sentido, más importante parece ser por ahora asegurar que operen mecanismos de vigilancia, que permitan detectar lo más precozmente posible la aparición de casos de EEB en Chile, y monitorizar el avance del conocimiento científico sobre el diagnóstico precoz y los mecanismos de transmisión de la enfermedad.
En cuanto a los individuos con riesgo de ser portadores de ECJ, a las dificultades para obtener información confiable de parte de los potenciales donantes, sumado a la casi nula evidencia que apoye la posibilidad de contagio transfusional, debe agregarse el eventual efecto negativo que la inclusión de algún criterio de rechazo de este tipo podría tener sobre la disponibilidad de donantes a nivel nacional, y los efectos sicológicos que la exclusión podría acarrear sobre esos individuos. En ese contexto, la efectividad de una medida precautoria destinada a excluir posibles parientes consanguíneos de casos de ECJ, y de receptores de injertos de duramadre o de hormona de crecimiento es incierta. La decisión en esta materia parece depender más de consideraciones de orden práctico y de la opinión de expertos que puedan ponderar adecuadamente los potenciales beneficios y riesgos de la medida.
c). Identificación de receptores de riesgo: La posibilidad de identificar receptores susceptibles y a partir de ello establecer alguna medida adicional de protección permanece todavía en el plano teórico.
d). Leucorreducción: La implementación de una estrategia de leucorreducción universal en nuestro país tendría un sustento extremadamente débil, dada la falta de evidencia concreta sobre la efectividad del procedimiento. Los mismo argumentos esgrimidos en b) en torno al riesgo de contagio transfusional son válidos también en este caso. Dada la ausencia de enfermedad (NvECJ) en Chile hasta la fecha, un programa de este tipo se expresaría exclusivamente a través de su alto costo, sin un beneficio perceptible.
13
VII.- Referencias
1. Conseil d’Évaluation des Technologies de la Santé du Québec: The reuse of single-use catheters and the risk of trasmission of Creutzfeldt-Jacob Disease: Update. Report – September 1997 (CËTS 97-4 RE)
2. Brown P., et al. Bovine Spongiform Encephalopathy and Variant Creutzfeldt-Jakob disease: Background, Evolution and Current Concerns. Emerging Infectious Diseases, Vol.7, N° 1, 2001. CDC.
3. Bovine Spongiform Encephalopathy ("Mad Cow Disease") and New Variant Creutzfeldt-Jakob Disease (nvCJD). Health Information for International Travel, 1999–2000 Centers for Disease Control and prevention
4. OFFICE INTERNATIONAL DES EPIZOOTIES. Número de casos de encefalopatía espongiforme bovina señalados en el Reino Unido. Número de casos de encefalopatía espongiforme bovina señalados en el mundo (con excepción del Reino Unido) http://www.oie.int/esp/info/es_esb.htm
5. Wilson K. Code C. Ricketts MN. Risk of acquiring Creutzfeldt-Jakob disease from blood transfusions: systematic review of case-control studies. BMJ. 321(7252):17-9, 2000 Jul 1.
6. Seventh Annual Report 1998. Creutzfeldt-Jakob Disease Surveillance in the UK. The National CJD Surveillance Unit; Western General Hospital Edinburgh Dept of Infectious and Tropical Diseases, London School of Hygiene and Tropical Medicine. http://www.cjd.ed.ac.uk/rep98.html#casecontrol
7. U.S. Department of Health and Human Services, Food and Drud Administration. Revised precautionary measures to reduce the possible risk of
14
trasmission of Creutzfeldt-Jacob Disease and New variant Creutzfeldt-Jacob Disease by blood and blood products. November 1999
8. Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en Chile, 1985-1998. El Vigía, Boletín de Vigilancia Epidemiológica de Chile, Vol.2 N°10, Octubre-Diciembre 1999.
9. Variant Creutzfeldt-Jakob disease (vCJD) Precautionary measures against the risk of transmission of the agent of vCJD by blood transfusion. Weekly epidemiological record. WHO. N°47, 2000, 75.
10. Brown P., et al. Iatrogenic Creutzfeldt-Jakob disease at the millenium. Neurology 2000 Oct 24;55(8):1075-81
11. Hoey, J. New variant Creutzfeldt-Jakob disease and the blood supply: Is it time to face the music? [Editorial] CMAJ 159(6); 669-670, 1998.
12. Budka H. Prions and Transfusion Medicine. Vox Sanguinis 2000;78(suppl 2):231-238
13. Dorothy B. Future uncertain for reliable vCJD screening tests. The Lnacet 2000. 356(9225):228
14. BMJ Editorials. Early identification of variant Creutzfeldt-Jakob disease. Some promising approaches but no clear answers yet. BMJ 1998;316:563-564.
15. Gottlieb S. US scientists develop a possible test for BSE. BMJ 1999;319:1312
16. Lee DC, et al. Monitoring plasma processing steps with a sensitive Western blot assasy for the detection of the prion protein. Journal of Virological Methods. 84(1):77-89, 2000
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Evidencia para la Formulación de Recomendaciones
Informe Breve
Enero 2001
Ministerio de Salud
División de Inversiones y Desarrollo de la Red Asistencial
Departamento Calidad en la Red
Informe Preparado por: Dr. Miguel Araujo
Unidad de Evaluación de Tecnologías de Salud - Etesa
INDICE
I.- Objetivo .................................................................................... 3
II.- Entidades patológicas .............................................................. 3
1.- Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) .............................................. 3
2.- Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) .................................................. 4
3.- Nueva Variante de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (NvECJ) ........... 5
III.- Evidencia epidemiológica y experimental ................................. 6
a. Posibilidad de tamizaje ................................................................................. 6
b. Estudios en animales ................................................................................... 6
c. Casos de ECJ entre receptores de transfusiones ........................................ 7
d. Casos de NvECJ entre receptores de transfusiones ................................... 8
e. Estudios de Casos y Controles I: ECJ ......................................................... 8
f. Estudios de Casos y Controles II: NvECJ ..................................................... 8
g. Otras consideraciones biológicas ................................................................ 9
IV.- La ECJ en Chile ....................................................................... 10
V.- Políticas y recomendaciones vigentes en otros países ............. 10
VI.- Conclusiones ............................................................................. 11
Alternativas de Intervención ............................................................................... 12
a. Tamizaje de sangre de donantes ................................................................. 12
b. Rechazo de donantes de riesgo ................................................................. 12
c. Identificación de receptores susceptibles ..................................................... 13
d. Leucorreducción ........................................................................................... 13
VII.- Referencias .............................................................................. 14
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I.- Objetivo
La presente monografía tiene por objetivo resumir la evidencia epidemiológica y experimental disponible sobre la posibilidad de transmisión de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), y de la Nueva Variante de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (NvECJ), a través de la sangre y derivados sanguíneos, para apoyar la toma de decisiones en torno a este tema por parte del Ministerio de Salud.
II.- Entidades patológicas
Las encefalopatías espongiformes transmisibles pertenecen a la categoría de las “enfermedades por priones”, que ocurren en cerca de 20 especies animales, y se caracterizan por un compromiso progresivo del Sistema Nervioso Central (SNC) que lleva invariablemente a la muerte. Su período de incubación puede ser muy largo (se han descrito casos en los que la enfermedad se ha expresado 30 años después del posible contagio) [1][7]. En el caso del ser humano, la muerte se produce a los pocos meses de iniciados los síntomas de enfermedad, y no se dispone de tratamiento conocido. Las entidades que debemos distinguir son las siguientes:
1.- Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB)
A mediados de los años ochenta se reconocen los primeros casos de EEB en ganado vacuno en el Reino Unido. Estos comienzan rápidamente a aumentar, generándose un brote epidémico que tuvo su peak entre 1992 y 1993 (más de 35.000 casos anuales), y que presentó un brusco descenso entre 1994 y 1996 (poco más de 8.000 casos ese último año). Posteriormente se ha producido una paulatina disminución de los casos hasta sumar alrededor de mil en 2.000 [3][4].
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Existe consenso de que el brote tuvo relación con un cambio en los suplementos nutricionales utilizados en la alimentación del ganado (derivados del reciclaje de cadáveres de otros ganados, incluyendo ovejas, desde las cuales provendría el agente infectante), cuyo procesamiento se modificó permitiendo la supervivencia del patógeno. A raíz de esto, hoy existe prohibición estricta en Europa sobre el uso de proteínas de rumiantes para la alimentación de otros rumiantes [2].
Hasta 1998, el 99% de los casos de EEB había sido reportado en UK, y sólo se habían registrado casos endémicos en otros países europeos. En el año 2.000, UK registró 1.101 casos, y el resto de los países de Europa sumaron 382 casos notificados, la mayor parte de ellos en Francia (138) y Portugal (136). Estos datos deben interpretarse con cautela por las modificaciones que han ido sufriendo los sistemas de vigilancia en los distintos países [3][4].
2.- Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ)
La ECJ es la más conocida y frecuente de las encefalopatías espongiformes humanas. Pese a sus relaciones biológicas con la EEB, apoyadas por estudios experimentales, no existe ningún mecanismo demostrado de transmisión de la ECJ –en sus formas clásicas- a los humanos a partir de animales. De hecho, la ocurrencia de la EEB no ha modificado la epidemiología de la ECJ, cuya incidencia se mantiene más o menos constante en el mundo en torno a 1 caso por millón de habitantes/año [8]. Las formas clásicas de ECJ son:
- Iatrogénica: por exposición a material exógeno contaminado; se han descrito casos por transplante de córnea, preparados de hormonas de crecimiento de origen humano, injertos de duramadre, y uso de instrumental en operaciones neuroquirúrgicas. Estos casos se han hecho evidentes tras prolongados períodos de incubación [1][10].
- Esporádica: sin mecanismo desencadenante conocido (85% de los casos).
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- Familiar: causada por una mutación del gene de la proteína priónica (10-15% de los casos).
3.- Nueva Variante de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (NvECJ)
A mediados de los años 90 los sistemas de vigilancia implementados ante la ocurrencia de la epidemia de EEB detectaron los primeros casos de una nueva forma de ECJ que afectaba a pacientes jóvenes, de los cuales se han acumulado a Noviembre de 2000, 87 en UK, 3 en Francia, y 1 en Irlanda. [2]
En contraposición a la forma clásica de la ECJ, esta nueva variante aparecida en el Reino Unido afecta a personas menores de 50 años (mediana de edad al inicio de los síntomas: 28 años), se presenta con manifestaciones clínicas atípicas, con prominentes síntomas sensoriales o siquiátricos al comienzo, y un retardo en la aparición de las alteraciones neurológicas, las que incluyen ataxia al cabo de algunas semanas o meses, y demencia y mioclonías en forma tardía. La enfermedad dura a lo menos 6 meses, y el EEG se muestra difusamente alterado, sin carácter diagnóstico. La patología muestra los típicos cambios espongiformes en el encéfalo, placas amiloídeas rodeadas de vacuolas y una alta concentración de proteínas priónicas. [7]
Existe evidencia que apoya la existencia de una relación causal entre la NvECJ y la EEB. De hecho, no se han confirmado casos de NvECJ en áreas geográficas libres de EEB, y los estudios de laboratorio han demostrado idénticas características biológicas y moleculares entre los agentes patógenos aislados desde ganado infectado por EEB y desde pacientes con NvECJ. La transmisión en este caso se produce probablemente por la ingesta de carne “contaminada” con restos o partes de tejidos del SNC del animal. [2]
De acuerdo a la cronología con que se han presentado los casos y a evidencia obtenida de estudios experimentales, el período de incubación de la NvECJ podría
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encontrarse en el rango de los 5 a 15 años. Esto abre la posibilidad de que, dado el período en el que se produjo el brote de EEB en UK, exista una cantidad importante de personas incubando silenciosamente la enfermedad, y que por lo tanto el riesgo potencial de transmisión iatrogénica humano-humano se real.
III.- Evidencia epidemiológica y experimental
a. Posibilidad de tamizaje
Si bien existen investigaciones orientadas en tal sentido, no se ha desarrollado aún un método que permita detectar la presencia de ECJ o NvECJ en personas asintomáticas, que posea la especificidad y sensibilidad deseables, y que cumpla otras condiciones prácticas indispensables para incluirlo en un programa de tamizaje (costo, simpleza, aceptabilidad y seguridad para el paciente, etc.). A ello se suma que tampoco se dispone de un examen patrón que permita descartar exámenes falsamente positivos (la naturaleza de la enfermedad y su pronóstico hacen que etiquetar erróneamente a un paciente sea particularmente dañino). [12][13][14][15][16][17][18].
b. Estudios en animales
La ECJ ha sido reproducida en animales por inyección intracraneana de tejidos humanos contaminados con el patógeno. Los tejidos humanos de mayor infectividad son el Sistema Nervioso Central, incluido el líquido cefalo-raquídeo, y los globos oculares; más iregularmente también son infectantes los tejidos linfáticos, los órganos ricos en tejido linfático y los linfocitos. Estos últimos se consideran los más probables responsables de la infectividad de la sangre.
La sangre de los animales infectados experimentalmente con ECJ puede a su vez transmitir la enfermedad al ser inoculada por vía intracraneana en otros animales.
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Finalmente, en los experimentos en los que se ha intentado probar la infectividad de la sangre de pacientes con ECJ esporádica (además de 1 caso transmitido iatrogénicamente por hormona de crecimiento), el contagio sólo se ha producido –nuevamente- con la inoculación intracerebral, y no al administrarla por vía intravascular o intraperitoneal. [1]
c. Casos de ECJ entre receptores de transfusiones
No existe evidencia epidemiológica de que la ECJ se haya transmitido alguna vez a través de sangre. No se han producido casos de ECJ en receptores de sangre donada por personas a las cuales subsecuentemente se les diagnosticó la enfermedad (existen al menos dos estudios al respecto), y tampoco hay casos confirmados de ECJ entre receptores de factores de coagulación (hemofílicos) ni en otras poblaciones de pacientes más expuestos a las transfusiones (talasemia, anemia de células falciformes). [1][7]
En Alemania se logró seguir 35 receptores de sangre de pacientes que murieron de ECJ. De estos 35 receptores, 21 fallecieron por otras causas más de 22 años después de la transfusión, y los restantes se encontraban vivos y sin evidencia de enfermedad 12 (media) años más tarde. [1]
De los únicos dos reportes publicados sobre una posible transmisión, uno de ellos carece de datos suficientes para interpretarlo, y los que entrega nunca fueron confirmados por las autoridades sanitarias del país (Australia); el otro se refiere a un solo caso, que bien pudiera haber sido una asociación aleatoria, y que además ofrece dudas por lo corto del período de latencia entre la transfusión y la aparición de la enfermedad, y porque tampoco hubo confirmación definitiva de la enfermedad en el donante. [1]
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d. Casos de NvECJ entre receptores de transfusiones
A la fecha no se han notificado casos de NvECJ asociados a la administración de sangre o productos sanguíneos.
e. Estudios de Casos y Controles I: ECJ
Una reciente revisión de Wilson K [5] recopiló los 5 estudios de casos y controles publicados hasta comienzos de 1.999, en los que se analizó la posible asociación entre ECJ esporádica y frecuencia de transfusiones sanguíneas. Estos estudios reúnen un total de 793 casos y 1.686 controles. En todos ellos la asociación fue negativa o “protectora”, con una tendencia a una menor exposición a transfusiones en los pacientes con ECJ (OR entre 0,54 y 0,89), pero en la mayoría estos resultados no fueron estadísticamente significativos (4/5).
Esta asociación aparentemente paradojal fue independiente del tipo de controles utilizados, y por lo tanto la explicación para la dirección de los hallazgos no parece encontrarse allí (3 de los estudios utilizaron como controles pacientes hospitalarios y en 2 fueron extraídos de la comunidad). Tampoco el sesgo de recuerdo parece constituir una explicación plausible para los resultados.
En definitiva, pese a las limitaciones de los estudios analizados, parece poco probable que las transfusiones jueguen un rol en el desarrollo de ECJ esporádica. Por cierto, estos resultados no deben extrapolarse a los casos de NvECJ, los cuales poseen características biológicas y epidemiológicas distintas.
f. Estudios de Casos y Controles II: NvECJ
Un solo estudio de casos y controles sobre factores de riesgo de NvECJ se encuentra disponible en la literatura. Sobre los datos de 35 casos y 25 controles
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no se encontraron asociaciones significativas para factores iatrogénicos (transfusiones y cirugías), ocupacionales ni dietarios. En ambos grupos hubo 3 pacientes transfundidos, pero entre los casos dos de las tansfusiones ocurrieron 18 y 24 años antes del inicio de la enfermedad, lo que aleja la posibilidad de asociarlas a la NvECJ. [6]
Las limitaciones principales de este estudio tienen que ver con su bajo poder estadístico, y con que la selección de los controles se hizo entre pacientes hospitalizados, cuya prevalencia de factores de riesgo es esperable que sea distinta de la población general, ej., en la exposición a las transfusiones.
g. Otras consideraciones biológicas
Se ha visto que, a diferencia de la ECJ, la proteína priónica puede ser detectada por inmunohistoquímica en el sistema linfático de pacientes con NvECJ (de hecho ha sido aislada de tejido amigdaliano), lo que lleva a suponer que la sangre podría ser un potencial vector para su transmisión en estos pacientes.
En virtud de la infectividad de los tejidos linfáticos y leucocitos desmostrada a través de experimentos en animales, en 1997 el Department of Health de UK adoptó como medida precautoria la leucorreducción de todos los suministros sanguíneos. Esto se apoyó además en algunos beneficios adicionales del procedimiento, tales como prevenir reacciones febriles no hemolíticas, inmunización HLA y transmisión de agentes virales. Este criterio sin embargo ha sido sometido a cuestionamientos: según los resultados de la investigación en animales, no se ha detectado infectividad en el plasma durante la fase pre-clínica de la infección; por otro lado, la infectividad tampoco ha sido reducida por leucorreducción ni ultracentrifugación del plasma de animales enfermos, y además, ésta es 5 a 10 veces más baja por la vía intravenosa que por la ruta intracerebral. Desde un punto de vista teórico, tampoco se puede establecer cuál es el grado de leucorreducción necesario, porque los niveles infectantes de NvECJ
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en la sangre, si es que existen, no se conocen; tampoco se ha determinado cuáles podrían ser los subtipos celulares que podrían transmitir el agente, y menos aún si los filtros utilizados para leucorreducción son eficaces para remover esos subgrupos [12][18][19][20].
Finalmente, existe evidencia también de una susceptibilidad genética a la NvECJ, que reside en el gen PRNP. Esta característica se ha encontrado presente en todos los casos de NvECJ (genotipo met/met homocigoto en el codon 129 del gen), mientras que en la población general europea sólo existe en un 40% de las personas [1][2][12]
IV.- La ECJ en Chile
En Chile la incidencia de la ECJ podría ascender a 1 a 2 casos por millón de habitantes/año (aproximadamente 30 muertes por año), no obstante, los casos registrados sólo han sido certificados clínicamente y no por anatomopatología. De éstos, alrededor de un 20% corresponden a la forma familiar de la enfermedad. El bajo número de casos no ha permitido extraer diferencias estadísticamente significativas entre regiones, pese a lo cual se observa un exceso de riesgo en el sur del país [8]. A la fecha no se ha notificado ningún caso de EEB ni de NvECJ en Chile.
V.- Políticas y recomendaciones vigentes en otros países
En UK todo el plasma es importado y toda la sangre de donantes locales es filtrada para la eliminación de leucocitos (leucorreducción universal previo al almacenamiento de hemoderivados). La leucoreducción también ha sido introducida recientemente como medida precautoria en Irlanda, Luxemburgo y Portugal.
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En USA, la FDA recomienda excluir como donantes a todas las persanas que residieron o visitaron UK por 6 o más meses acumulados entre 1980 y 1996 (este período de 6 meses se basó en el hecho de que con él se excluiría más del 80% del total de años-persona de norteamericanos en UK, y que el 2-3% de déficit de donantes podría ser abordado sin problemas por la industria de bancos de sangre local).
La mayoría de los países desarrollados ha formulado políticas similares en esta materia. Canadá agregó recientemente igual restricción para quienes hayan acumulado 6 meses de estadía en Francia durante el período 1980-1996 [1][2][7][9].
Finalmente, para la interpretación de estas medidas es importante tener presente que, a diferencia de la situación chilena, el flujo anual de personas hacia UK desde países como USA y Canadá es considerablemente alto (aproximadamente 600.000 en el caso de Canadá) [11].
VI.- Conclusiones
1.- Pese a que no se ha podido descartar en forma definitiva la posibilidad de transmisión de la ECJ humano a humano por la transfusión de sangre o hemoderivados, toda la evidencia científica disponible a la fecha indica que la infectividad de la sangre inoculada por vía intravascular no existe, y de existir, sería extremadamente baja.
2.- La evidencia en torno a la NvECJ es aún muy escasa. Esto tiene relación con la baja cantidad de casos diagnosticados hasta ahora, y su proximidad temporal. Existen antecedentes experimentales que hacen sospechar que el potencial infectante de la sangre de estos pacientes podría ser mayor, por lo que las precauciones para que los donantes no sean eventuales portadores asintomáticos
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de la enfermedad tienen por ahora una mayor base racional que en el caso de la ECJ.
3.- Respecto a la ECJ, los factores de riesgo a tener presentes son:
- Historia familiar de ECJ
- Historia de exposición a tejidos intracraniales potencialmente contaminados (la ocurrencia de casos de ECJ asociados a este tipo de exposición ha sido de todas formas extremadamente rara):
- Historia de tratamiento con hormona de crecimiento derivada de pituitaria humana
- Historia de implante intracranial de duramadre
4.- En cuanto a la NvECJ, el factor de riesgo principal es el antecedente de ingesta de carnes en UK durante el período de ventana epidémica de EEB, y en mucho menor grado, en Francia.
Alternativas de Intervención
a). Tamizaje de sangre de donantes: No existe una técnica disponible para ello a la fecha.
b). Rechazo de donantes de riesgo: Como hemos visto, los únicos donantes con algún riesgo –teórico todavía- de transmisión de la NvECJ serían los individuos que hayan estado expuestos a la ingesta de carne y derivados en áreas endémicas de EEB. Dentro de éstos, el mayor riesgo está representado por el período del brote epidémico en UK (1980-1996). Los pocos casos de enfermedad descritos hasta ahora en el mundo (no más de 100, con una incidencia anual aproximada en UK de 3 casos por cada 10 millones de habitantes), su lento crecimiento en estos 6 primeros años, su limitación geográfica, el mínimo nivel de exposición de los habitantes nacionales, y los restantes factores biológicos conocidos hasta hoy sobre la transmisión de la enfermedad hacen suponer que, cualquier medida de precaución activa para una eventual reducción del riesgo de
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contagio de NvECJ en Chile a través de una transfusión, sería inconducente. En tal sentido, más importante parece ser por ahora asegurar que operen mecanismos de vigilancia, que permitan detectar lo más precozmente posible la aparición de casos de EEB en Chile, y monitorizar el avance del conocimiento científico sobre el diagnóstico precoz y los mecanismos de transmisión de la enfermedad.
En cuanto a los individuos con riesgo de ser portadores de ECJ, a las dificultades para obtener información confiable de parte de los potenciales donantes, sumado a la casi nula evidencia que apoye la posibilidad de contagio transfusional, debe agregarse el eventual efecto negativo que la inclusión de algún criterio de rechazo de este tipo podría tener sobre la disponibilidad de donantes a nivel nacional, y los efectos sicológicos que la exclusión podría acarrear sobre esos individuos. En ese contexto, la efectividad de una medida precautoria destinada a excluir posibles parientes consanguíneos de casos de ECJ, y de receptores de injertos de duramadre o de hormona de crecimiento es incierta. La decisión en esta materia parece depender más de consideraciones de orden práctico y de la opinión de expertos que puedan ponderar adecuadamente los potenciales beneficios y riesgos de la medida.
c). Identificación de receptores de riesgo: La posibilidad de identificar receptores susceptibles y a partir de ello establecer alguna medida adicional de protección permanece todavía en el plano teórico.
d). Leucorreducción: La implementación de una estrategia de leucorreducción universal en nuestro país tendría un sustento extremadamente débil, dada la falta de evidencia concreta sobre la efectividad del procedimiento. Los mismo argumentos esgrimidos en b) en torno al riesgo de contagio transfusional son válidos también en este caso. Dada la ausencia de enfermedad (NvECJ) en Chile hasta la fecha, un programa de este tipo se expresaría exclusivamente a través de su alto costo, sin un beneficio perceptible.
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VII.- Referencias
1. Conseil d’Évaluation des Technologies de la Santé du Québec: The reuse of single-use catheters and the risk of trasmission of Creutzfeldt-Jacob Disease: Update. Report – September 1997 (CËTS 97-4 RE)
2. Brown P., et al. Bovine Spongiform Encephalopathy and Variant Creutzfeldt-Jakob disease: Background, Evolution and Current Concerns. Emerging Infectious Diseases, Vol.7, N° 1, 2001. CDC.
3. Bovine Spongiform Encephalopathy ("Mad Cow Disease") and New Variant Creutzfeldt-Jakob Disease (nvCJD). Health Information for International Travel, 1999–2000 Centers for Disease Control and prevention
4. OFFICE INTERNATIONAL DES EPIZOOTIES. Número de casos de encefalopatía espongiforme bovina señalados en el Reino Unido. Número de casos de encefalopatía espongiforme bovina señalados en el mundo (con excepción del Reino Unido) http://www.oie.int/esp/info/es_esb.htm
5. Wilson K. Code C. Ricketts MN. Risk of acquiring Creutzfeldt-Jakob disease from blood transfusions: systematic review of case-control studies. BMJ. 321(7252):17-9, 2000 Jul 1.
6. Seventh Annual Report 1998. Creutzfeldt-Jakob Disease Surveillance in the UK. The National CJD Surveillance Unit; Western General Hospital Edinburgh Dept of Infectious and Tropical Diseases, London School of Hygiene and Tropical Medicine. http://www.cjd.ed.ac.uk/rep98.html#casecontrol
7. U.S. Department of Health and Human Services, Food and Drud Administration. Revised precautionary measures to reduce the possible risk of
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trasmission of Creutzfeldt-Jacob Disease and New variant Creutzfeldt-Jacob Disease by blood and blood products. November 1999
8. Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en Chile, 1985-1998. El Vigía, Boletín de Vigilancia Epidemiológica de Chile, Vol.2 N°10, Octubre-Diciembre 1999.
9. Variant Creutzfeldt-Jakob disease (vCJD) Precautionary measures against the risk of transmission of the agent of vCJD by blood transfusion. Weekly epidemiological record. WHO. N°47, 2000, 75.
10. Brown P., et al. Iatrogenic Creutzfeldt-Jakob disease at the millenium. Neurology 2000 Oct 24;55(8):1075-81
11. Hoey, J. New variant Creutzfeldt-Jakob disease and the blood supply: Is it time to face the music? [Editorial] CMAJ 159(6); 669-670, 1998.
12. Budka H. Prions and Transfusion Medicine. Vox Sanguinis 2000;78(suppl 2):231-238
13. Dorothy B. Future uncertain for reliable vCJD screening tests. The Lnacet 2000. 356(9225):228
14. BMJ Editorials. Early identification of variant Creutzfeldt-Jakob disease. Some promising approaches but no clear answers yet. BMJ 1998;316:563-564.
15. Gottlieb S. US scientists develop a possible test for BSE. BMJ 1999;319:1312
16. Lee DC, et al. Monitoring plasma processing steps with a sensitive Western blot assasy for the detection of the prion protein. Journal of Virological Methods. 84(1):77-89, 2000
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martes, 24 de abril de 2012
Javier Bezos Garrido1, Carmen Casal Comendador1, Isabel García Fernández de Mera2 y Ana Mateos García1,3 1Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria (VISAVET), UCM 2Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos IREC (CSIC-UCLM-JCCM) 3Departamento de Sanidad Animal. Facultad de Veterinaria de la UCM Imágenes cedidas por los autores
La
tuberculosis es una enfermedad infecciosa crónica causada por
micobacterias incluidas en el complejo Mycobacterium tuberculosis (MTBC)
que afecta al hombre y a los animales mamíferos. Se transmite
principalmente por vía aerógena y produce tos, fiebre, pérdida de peso y
lesiones granulomatosas en los órganos afectados (The American Heritage
Science Dictionary, 2005).
La tuberculosis en rumiantes está causada fundamentalmente por M. bovis y M. caprae. M. bovis es el principal agente etiológico de la tuberculosis bovina y M. caprae infecta más frecuentemente al ganado caprino, aunque ambas micobacterias pueden infectar indistintamente a bovino, caprino u ovino, a otras especies de mamíferos (domésticos y de vida libre) y al hombre (Aranaz y col., 2003; Aranaz y col., 2004; Crawshaw y col., 2008; Rodríguez y col., 2009; Schiller y col., 2010). En general, como describió la Task Force (Bovine Tuberculosis Subgroup of the Task Force, 2006), se define la tuberculosis bovina como la enfermedad producida en esta especie por cualquiera de las especies bacterianas incluidas en el MTBC, y no a la ocasionada exclusivamente por M. bovis. Igualmente, en los últimos años ha ido incrementándose el número de publicaciones referentes a tuberculosis caprina y en los casos descritos aparecen involucrados tanto M. bovis como M. caprae, que son indistinguibles a nivel clínico y con un patrón de lesiones similar.
A pesar de esto, la tuberculosis caprina no está incluida en la lista de enfermedades de declaración obligatoria de la Organización Mundial de la Sanidad Animal (Office International des Epizooties-OIE) y, por tanto, no está sometida a campañas oficiales de erradicación específica.
En el caso de España, el Programa nacional de erradicación de tuberculosis bovina sólo contempla el análisis obligatorio de caprinos mediante las pruebas oficiales de diagnóstico en aquellos rebaños que conviven o aprovechan pastos comunes con el ganado bovino, en el caso de que alguna de las dos especies se detecte como no libre de la enfermedad, y en aquellos rebaños que, aun no cumpliendo con el requisito de convivencia, se detecte, mediante la realización de una adecuada encuesta epidemiológica o basándose en estudios de caracterización molecular de las cepas implicadas, que el ganado caprino pueda actuar como fuente de infección para los rebaños bovinos del área de explotación (Programa nacional de erradicación de tuberculosis bovina presentado por España para el año 2011). Aun así, determinadas comunidades autónomas (como Castilla y León, Andalucía, Murcia o las Islas Canarias), en las que el censo de este ganado es relevante, han puesto en marcha programas de control y erradicación de la tuberculosis caprina con el objetivo a corto plazo de disminuir la prevalencia de la enfermedad ya que, aunque no se disponen de datos nacionales oficiales, se sospecha que puede ser muy elevada en determinadas regiones o comarcas. Estos programas, que no se han instaurado todavía en todo el territorio nacional, suponen una gran inversión económica y son muy similares a los que se aplican actualmente en ganado bovino.
En ganado ovino, por los pocos datos existentes al respecto, la prevalencia de tuberculosis es mucho menor que en caprino aunque se han descrito brotes de tuberculosis producidos por M. bovis y M. tuberculosis, tanto en España como fuera de nuestras fronteras (Marianelli y col., 2010, Muñoz-Mendoza y col., 2011)
Vías de infección
La mayor parte de los estudios sobre patogénesis y respuesta inmunitaria de la tuberculosis en rumiantes se ha realizado en ganado bovino. A pesar de esto, la similitud entre rumiantes desde el punto de vista fisiológico es elevada y, por tanto, muchos de los hallazgos descritos en la bibliografía son aplicables entre especies. En este sentido, también hay que destacar que la patogénesis de la tuberculosis en animales domésticos no está tan bien definida como en humanos, debido principalmente al menor número de estudios existentes al respecto (Palmer y Waters, 2006).
Las manifestaciones clínicas de la enfermedad, ya sea debida a una infección natural o experimental, están influidas por varios factores: la vía de infección, factores inherentes al hospedador (principalmente el tipo de respuesta inmunitaria desarrollada, que a su vez puede variar según el estado fisiológico), la cepa de microorganismo y la dosis infectiva (Neill y col., 1994).
Salvo en contadas excepciones, la infección natural por M. bovis/M. caprae se suele producir por vía aerógena mediante la inhalación de aerosoles que contienen la bacteria. Así, en la mayoría de los animales en que se detectan granulomas tuberculosos, estos aparecen en linfonodos del aparato respiratorio (bronquiales, mediastínicos y retrofaríngeos) o en pulmón (Daniel y col., 2009; Sharpe y col., 2010). Sin embargo, en ganado bovino algunos estudios científicos han sugerido que la localización del patrón de lesiones no es indicativo de la vía de infección. En este sentido, Palmer y colaboradores (2004) observaron que al suministrar experimentalmente por vía oral diferentes dosis de M. bovis a vacas, las lesiones aparecían circunscritas a pulmones y linfonodos de la cabeza y del aparato respiratorio, y no se observaban lesiones en linfonodos mesentéricos o vísceras abdominales (Palmer y col., 2004).
La infección vía oral de forma natural también se ha descrito, y es más frecuente en animales jóvenes que han ingerido leche de madres con lesiones tuberculosas que afectan a la glándula mamaria (Neill y col., 1994). Además, la vía de infección oral se ha sugerido como más probable en lugares con clima templado, en los que es más fácil que M. bovis sobreviva en los pastos (Goodchild y Clifton-Hadley, 2001). En ganado bovino, el hallazgo de lesiones intestinales no es frecuente en los países en los que los programas de erradicación instaurados aseguran la eliminación de los animales tuberculosos antes de la diseminación del microorganismo. Sin embargo, en ganado caprino, al no existir programas de control en determinadas regiones, es más frecuente encontrar lesiones intestinales, debidas probablemente a infecciones por vía oral, pero también por la diseminación de la infección sistémicamente (Daniel y col., 2009; Sharpe y col., 2010).
Patogénesis
Otros factores como la edad del animal o el sistema de producción influyen en la patogénesis de la enfermedad. En general, los animales que se infectan cuando son jóvenes desarrollan lesiones más severas que los adultos (Martín-Hernando y col., 2007). Además, la diseminación de la infección es más rápida en animales en sistemas intensivos, debido al hacinamiento y a una mayor vida productiva y estrés asociado (Ramírez-Villaescusa y col., 2010).
La virulencia de las cepas depende de una serie de complejas interacciones entre los microorganismos y el hospedador. Los bacilos tuberculosos expresan factores de virulencia, algunos de ellos asociados a los lípidos de la pared celular, que le permiten eludir las defensas del hospedador, multiplicándose en el punto de entrada antes de su diseminación a otros órganos. Cuanto más virulenta sea una cepa, mayor capacidad tendrá para mantener su crecimiento en los órganos diana antes de que los mecanismos de defensa inmunitarios del animal puedan ser efectivos (Collins, 2001).
La dosis de infección también afecta a la distribución y severidad de las lesiones. La dosis mínima de infección depende en gran medida de la ruta de infección. En numerosos estudios realizados en cobayas la infección por vía oral requiere dosis infectivas muy superiores a las requeridas en la infección mediante aerosoles. De hecho, mediante modelos matemáticos se ha establecido que dosis muy bajas (1-5 bacilos) pueden producir infección vía respiratoria, mientras que serían necesarios del orden de 106-107 bacilos para producir la infección por vía oral en ovejas y vacas (Neill y col., 1991; Johnson y col., 2006).
Respuesta celular
La respuesta inmunitaria de base celular (cell mediated immunity-CMI) mediada por linfocitos T es la más importante en el caso de la tuberculosis y la que se establece con mayor intensidad en las primeras fases de la enfermedad (Palmer y Waters, 2006; Pollock y col., 2006; Schiller y col., 2010). De hecho, las pruebas oficiales de diagnóstico contempladas en el programa de erradicación de tuberculosis bovina (intradermotuberculinización y detección de interferón-gamma) tienen como fundamento este tipo de inmunidad (Schiller y col., 2010; Bezos y col., 2011). Además, también existe producción de anticuerpos, aunque en condiciones normales es menos relevante y comienza a adquirir mayor intensidad en fases avanzadas de la infección, cuando la respuesta de base celular va decayendo (figura 1). La dosis infectiva podría estar relacionada con las características de la respuesta inmunitaria desarrollada. Una vez que la bacteria supera las barreras primarias de defensa, la infección puede transcurrir en dos fases: un periodo primario y un periodo secundario (periodo de diseminación posprimario).
Periodo primario
La tuberculosis primaria comprende la lesión inicial en el órgano que actúa como puerta de entrada, éste es el foco primario (ej. pulmón en caso de infección por vía respiratoria). Posteriormente los bacilos son transportados por los macrófagos vía linfática a los linfonodos regionales donde la infección puede ser contenida u originarse nuevamente lesiones. El conjunto de lesiones en el órgano de entrada y linfonodos regionales constituye el denominado complejo primario (ej. lesiones tuberculosas en pulmón y linfonodos bronquiales o mediastínicos). Este complejo primario puede evolucionar hacia la curación, la latencia o, en algunos casos, se produce una generalización precoz, diseminándose la bacteria por vía linfática y sanguínea, dando lugar a la denominada tuberculosis miliar, caracterizada por lesiones granulomatosas en las membranas serosas. En el caso de que la infección en el órgano de entrada quede resuelta sin formación de lesiones, pero sí se observa lesión en los linfonodos regionales, se denomina complejo primario incompleto.
Periodo secundario
El periodo secundario (periodo de diseminación posprimario) ocurre como consecuencia de una segunda infección o por la exacerbación de una tuberculosis latente. En este caso el proceso no se propaga por vía linfática sino por vía canalicular. De esta forma, los linfonodos regionales no están afectados, no existe calcificación en las lesiones y estas quedan limitadas al órgano afectado. Finalmente, puede producirse el periodo de ruptura, debido a una generalización tardía por las vías linfática y hemática, dando lugar a caseificación de los tejidos e incluso de los vasos sanguíneos, pudiéndose afectar diversos órganos.
La enfermedad en los rumiantes
La tuberculosis es una enfermedad crónica y los signos clínicos pueden tardar meses o años en aparecer, como es el caso de infecciones latentes que se reactivan en situaciones de inmunosupresión.
En el caso de la tuberculosis bovina y caprina, la principal vía de infección es la respiratoria y los signos, por tanto, suelen ser respiratorios (principalmente tos seca). Además, a medida que progresa la enfermedad, se produce emaciación, disminución de la producción láctea y anemia (Daniel y col., 2009). Los signos clínicos descritos no son patognomónicos, por tanto, es importante hacer un buen diagnóstico diferencial con otras infecciones para descartar tuberculosis (Crawshaw y col., 2008).
La mastitis tuberculosa en el ganado caprino y otros animales domésticos no es infrecuente y hay que prestarle especial atención debido a las implicaciones que tiene en la transmisión, especialmente en aquellas regiones en las que no se poseen medios para tratar térmicamente la leche o donde se emplea para la elaboración de quesos artesanales. En los casos más graves puede producirse la muerte prematura del animal debido a una septicemia o a la afectación de órganos vitales.
Bibliografía disponible en www.albeitar.grupoasis.com/bibliografias/tuberculosisenrumiantes152.doc
Lesión en pulmón de cabra. |
La tuberculosis en rumiantes está causada fundamentalmente por M. bovis y M. caprae. M. bovis es el principal agente etiológico de la tuberculosis bovina y M. caprae infecta más frecuentemente al ganado caprino, aunque ambas micobacterias pueden infectar indistintamente a bovino, caprino u ovino, a otras especies de mamíferos (domésticos y de vida libre) y al hombre (Aranaz y col., 2003; Aranaz y col., 2004; Crawshaw y col., 2008; Rodríguez y col., 2009; Schiller y col., 2010). En general, como describió la Task Force (Bovine Tuberculosis Subgroup of the Task Force, 2006), se define la tuberculosis bovina como la enfermedad producida en esta especie por cualquiera de las especies bacterianas incluidas en el MTBC, y no a la ocasionada exclusivamente por M. bovis. Igualmente, en los últimos años ha ido incrementándose el número de publicaciones referentes a tuberculosis caprina y en los casos descritos aparecen involucrados tanto M. bovis como M. caprae, que son indistinguibles a nivel clínico y con un patrón de lesiones similar.
A pesar de esto, la tuberculosis caprina no está incluida en la lista de enfermedades de declaración obligatoria de la Organización Mundial de la Sanidad Animal (Office International des Epizooties-OIE) y, por tanto, no está sometida a campañas oficiales de erradicación específica.
En el caso de España, el Programa nacional de erradicación de tuberculosis bovina sólo contempla el análisis obligatorio de caprinos mediante las pruebas oficiales de diagnóstico en aquellos rebaños que conviven o aprovechan pastos comunes con el ganado bovino, en el caso de que alguna de las dos especies se detecte como no libre de la enfermedad, y en aquellos rebaños que, aun no cumpliendo con el requisito de convivencia, se detecte, mediante la realización de una adecuada encuesta epidemiológica o basándose en estudios de caracterización molecular de las cepas implicadas, que el ganado caprino pueda actuar como fuente de infección para los rebaños bovinos del área de explotación (Programa nacional de erradicación de tuberculosis bovina presentado por España para el año 2011). Aun así, determinadas comunidades autónomas (como Castilla y León, Andalucía, Murcia o las Islas Canarias), en las que el censo de este ganado es relevante, han puesto en marcha programas de control y erradicación de la tuberculosis caprina con el objetivo a corto plazo de disminuir la prevalencia de la enfermedad ya que, aunque no se disponen de datos nacionales oficiales, se sospecha que puede ser muy elevada en determinadas regiones o comarcas. Estos programas, que no se han instaurado todavía en todo el territorio nacional, suponen una gran inversión económica y son muy similares a los que se aplican actualmente en ganado bovino.
En ganado ovino, por los pocos datos existentes al respecto, la prevalencia de tuberculosis es mucho menor que en caprino aunque se han descrito brotes de tuberculosis producidos por M. bovis y M. tuberculosis, tanto en España como fuera de nuestras fronteras (Marianelli y col., 2010, Muñoz-Mendoza y col., 2011)
Intradermotuberculinización en cabra. |
La mayor parte de los estudios sobre patogénesis y respuesta inmunitaria de la tuberculosis en rumiantes se ha realizado en ganado bovino. A pesar de esto, la similitud entre rumiantes desde el punto de vista fisiológico es elevada y, por tanto, muchos de los hallazgos descritos en la bibliografía son aplicables entre especies. En este sentido, también hay que destacar que la patogénesis de la tuberculosis en animales domésticos no está tan bien definida como en humanos, debido principalmente al menor número de estudios existentes al respecto (Palmer y Waters, 2006).
Las manifestaciones clínicas de la enfermedad, ya sea debida a una infección natural o experimental, están influidas por varios factores: la vía de infección, factores inherentes al hospedador (principalmente el tipo de respuesta inmunitaria desarrollada, que a su vez puede variar según el estado fisiológico), la cepa de microorganismo y la dosis infectiva (Neill y col., 1994).
Salvo en contadas excepciones, la infección natural por M. bovis/M. caprae se suele producir por vía aerógena mediante la inhalación de aerosoles que contienen la bacteria. Así, en la mayoría de los animales en que se detectan granulomas tuberculosos, estos aparecen en linfonodos del aparato respiratorio (bronquiales, mediastínicos y retrofaríngeos) o en pulmón (Daniel y col., 2009; Sharpe y col., 2010). Sin embargo, en ganado bovino algunos estudios científicos han sugerido que la localización del patrón de lesiones no es indicativo de la vía de infección. En este sentido, Palmer y colaboradores (2004) observaron que al suministrar experimentalmente por vía oral diferentes dosis de M. bovis a vacas, las lesiones aparecían circunscritas a pulmones y linfonodos de la cabeza y del aparato respiratorio, y no se observaban lesiones en linfonodos mesentéricos o vísceras abdominales (Palmer y col., 2004).
La infección vía oral de forma natural también se ha descrito, y es más frecuente en animales jóvenes que han ingerido leche de madres con lesiones tuberculosas que afectan a la glándula mamaria (Neill y col., 1994). Además, la vía de infección oral se ha sugerido como más probable en lugares con clima templado, en los que es más fácil que M. bovis sobreviva en los pastos (Goodchild y Clifton-Hadley, 2001). En ganado bovino, el hallazgo de lesiones intestinales no es frecuente en los países en los que los programas de erradicación instaurados aseguran la eliminación de los animales tuberculosos antes de la diseminación del microorganismo. Sin embargo, en ganado caprino, al no existir programas de control en determinadas regiones, es más frecuente encontrar lesiones intestinales, debidas probablemente a infecciones por vía oral, pero también por la diseminación de la infección sistémicamente (Daniel y col., 2009; Sharpe y col., 2010).
¿Animal infectado o animal enfermo?
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En
el caso de la tuberculosis es importante aclarar los conceptos de
animal infectado y animal enfermo. Un animal infectado se define como
aquel que ha estado en contacto con micobacterias incluidas en el MTBC y
cuyo sistema inmunitario ha permitido controlar la progresión de la
bacteria aunque no eliminarla totalmente del organismo, por lo que se
encuentra en un estado de latencia. El animal enfermo es aquel que
presenta sintomatología o lesiones compatibles con la tuberculosis
debido a la proliferación de la bacteria por una incapacidad del sistema
inmunitario para contenerla y, por lo tanto, está excretando el bacilo y
puede transmitir la infección a otros animales. La reacción de un
animal a las pruebas de diagnóstico indica infección y no necesariamente
enfermedad, aunque, a veces, desgraciadamente, tanto animales
infectados como enfermos pueden no reaccionar a las pruebas diagnósticas
(Pollock y col., 2001)(figura).
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Otros factores como la edad del animal o el sistema de producción influyen en la patogénesis de la enfermedad. En general, los animales que se infectan cuando son jóvenes desarrollan lesiones más severas que los adultos (Martín-Hernando y col., 2007). Además, la diseminación de la infección es más rápida en animales en sistemas intensivos, debido al hacinamiento y a una mayor vida productiva y estrés asociado (Ramírez-Villaescusa y col., 2010).
La virulencia de las cepas depende de una serie de complejas interacciones entre los microorganismos y el hospedador. Los bacilos tuberculosos expresan factores de virulencia, algunos de ellos asociados a los lípidos de la pared celular, que le permiten eludir las defensas del hospedador, multiplicándose en el punto de entrada antes de su diseminación a otros órganos. Cuanto más virulenta sea una cepa, mayor capacidad tendrá para mantener su crecimiento en los órganos diana antes de que los mecanismos de defensa inmunitarios del animal puedan ser efectivos (Collins, 2001).
La dosis de infección también afecta a la distribución y severidad de las lesiones. La dosis mínima de infección depende en gran medida de la ruta de infección. En numerosos estudios realizados en cobayas la infección por vía oral requiere dosis infectivas muy superiores a las requeridas en la infección mediante aerosoles. De hecho, mediante modelos matemáticos se ha establecido que dosis muy bajas (1-5 bacilos) pueden producir infección vía respiratoria, mientras que serían necesarios del orden de 106-107 bacilos para producir la infección por vía oral en ovejas y vacas (Neill y col., 1991; Johnson y col., 2006).
Lesión en linfonodo mediastínico bovino. |
La respuesta inmunitaria de base celular (cell mediated immunity-CMI) mediada por linfocitos T es la más importante en el caso de la tuberculosis y la que se establece con mayor intensidad en las primeras fases de la enfermedad (Palmer y Waters, 2006; Pollock y col., 2006; Schiller y col., 2010). De hecho, las pruebas oficiales de diagnóstico contempladas en el programa de erradicación de tuberculosis bovina (intradermotuberculinización y detección de interferón-gamma) tienen como fundamento este tipo de inmunidad (Schiller y col., 2010; Bezos y col., 2011). Además, también existe producción de anticuerpos, aunque en condiciones normales es menos relevante y comienza a adquirir mayor intensidad en fases avanzadas de la infección, cuando la respuesta de base celular va decayendo (figura 1). La dosis infectiva podría estar relacionada con las características de la respuesta inmunitaria desarrollada. Una vez que la bacteria supera las barreras primarias de defensa, la infección puede transcurrir en dos fases: un periodo primario y un periodo secundario (periodo de diseminación posprimario).
La tuberculosis primaria comprende la lesión inicial en el órgano que actúa como puerta de entrada, éste es el foco primario (ej. pulmón en caso de infección por vía respiratoria). Posteriormente los bacilos son transportados por los macrófagos vía linfática a los linfonodos regionales donde la infección puede ser contenida u originarse nuevamente lesiones. El conjunto de lesiones en el órgano de entrada y linfonodos regionales constituye el denominado complejo primario (ej. lesiones tuberculosas en pulmón y linfonodos bronquiales o mediastínicos). Este complejo primario puede evolucionar hacia la curación, la latencia o, en algunos casos, se produce una generalización precoz, diseminándose la bacteria por vía linfática y sanguínea, dando lugar a la denominada tuberculosis miliar, caracterizada por lesiones granulomatosas en las membranas serosas. En el caso de que la infección en el órgano de entrada quede resuelta sin formación de lesiones, pero sí se observa lesión en los linfonodos regionales, se denomina complejo primario incompleto.
Periodo secundario
El periodo secundario (periodo de diseminación posprimario) ocurre como consecuencia de una segunda infección o por la exacerbación de una tuberculosis latente. En este caso el proceso no se propaga por vía linfática sino por vía canalicular. De esta forma, los linfonodos regionales no están afectados, no existe calcificación en las lesiones y estas quedan limitadas al órgano afectado. Finalmente, puede producirse el periodo de ruptura, debido a una generalización tardía por las vías linfática y hemática, dando lugar a caseificación de los tejidos e incluso de los vasos sanguíneos, pudiéndose afectar diversos órganos.
Lesión en pulmón de cabra. |
La tuberculosis es una enfermedad crónica y los signos clínicos pueden tardar meses o años en aparecer, como es el caso de infecciones latentes que se reactivan en situaciones de inmunosupresión.
En el caso de la tuberculosis bovina y caprina, la principal vía de infección es la respiratoria y los signos, por tanto, suelen ser respiratorios (principalmente tos seca). Además, a medida que progresa la enfermedad, se produce emaciación, disminución de la producción láctea y anemia (Daniel y col., 2009). Los signos clínicos descritos no son patognomónicos, por tanto, es importante hacer un buen diagnóstico diferencial con otras infecciones para descartar tuberculosis (Crawshaw y col., 2008).
La mastitis tuberculosa en el ganado caprino y otros animales domésticos no es infrecuente y hay que prestarle especial atención debido a las implicaciones que tiene en la transmisión, especialmente en aquellas regiones en las que no se poseen medios para tratar térmicamente la leche o donde se emplea para la elaboración de quesos artesanales. En los casos más graves puede producirse la muerte prematura del animal debido a una septicemia o a la afectación de órganos vitales.
Bibliografía disponible en www.albeitar.grupoasis.com/bibliografias/tuberculosisenrumiantes152.doc
martes, 17 de abril de 2012
ROL DE LOS VIRUS EN LA EVOLUCIÓN HUMANA Linda M. Van Blerkom 2003
ROL DE LOS VIRUS EN LA EVOLUCIÓN HUMANA
Linda M. Van Blerkom
(TRADUCCIÓN: Christian Vergara vergaster@gmail.com )
ROLE OF VIRUSES IN HUMAN EVOLUTION
YEARBOOK OF PHYSICAL ANTHROPOLOGY 46:14 – 46 (2003)
© 2003 WILEY-LISS, INC.
Linda M. Van Blerkom
Department of Anthropology, Drew University, Madison, New Jersey 07940
KEY WORDS infectious disease; hominids; paleoepidemiology.
YEARBOOK OF PHYSICAL ANTHROPOLOGY 46:14 – 46 (2003)
© 2003 WILEY-LISS, INC.
Linda M. Van Blerkom
Department of Anthropology, Drew University, Madison, New Jersey 07940
KEY WORDS infectious disease; hominids; paleoepidemiology.
Resumen
El estudio de genética viral molecular ha producido una gama considerable de investigación en las secuencias y relaciones filogenéticas de virus humanos y animales. Una revisión de esta literatura sugiere que los humanos han sido afectados por virus a través de su historia evolutiva, aunque el número y tipos han cambiado. Algunos virus muestran evidencia de una larga y emparentada relación y coespeciación con homínidos, mientras otros más recientes son adquiridos de otra especie, incluyendo monos africanos y simios mientras nuestra línea evolucionaba en aquel continente, por animales domesticados y roedores desde el Neolítico. La selección viral para polimorfismos de resistencia específicos es improbable, pero en conjunto con otros parásitos, los virus probablemente han contribuido a la presión de selección plural de mantenimiento del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) y a una fuerte respuesta inmune.
Ellos también pueden haber desempeñado un papel en la pérdida en nuestro linaje del ácido N-glicolilneuraminico (Neu5Gc), un receptor celular superficial para muchos agentes infecciosos. Los virus compartidos podrían haber afectado la diversidad de especies de homínidos tanto por promover la divergencia, como también por la erradicación de poblaciones hospederas menos resistentes, mientras los virus llevados por humanos y otros animales que emigran de África pudo haber contribuido a declinar en otras poblaciones. Inserciones endógenas retrovirales desde la divergencia entre humanos y chimpancés eran capaces de afectar directamente la evolución del homínido por cambios de la expresión y desarrollo de genes. Yrbk Phys Anthropol 46:14 - 46, 2003. © 2003 Wiley-Liss, In.
Glosario
Estrategia aguda vida: Una estrategia (similar a la selección-r) en el cual un virus incrementa su fitness aumentando su tasa reproductiva (crías producidas por generación paternal). A menudo asociado con enfermedades, es característico de los virus con altas tasas de mutación y la capacidad de infectar múltiples especies hospederas. La transmisión viral tiende a ser horizontal y es más dependiente de la estructura y densidad de población hospedera que los virus usan una estrategia de vida persistente (Villarreal et al., 2000).
Competencia aparente: El proceso por el cual compartir un enemigo común (un depredador o patógeno) puede conducir a consecuencias similares que aquellas interespecies más convencionales que compiten por recursos limitados. (Holt y Lawton, 1994).
Coevolución: Cambio recíproco evolutivo de especias interactuantes (p.ej., hospedero/parásito, depredador/presa, planta/herbívoro, o mutualismo), con cambios en las dos especie causada por presión mutua selectiva.
Coespeciacion: Especiación paralela de dos organismos con una asociación ecológica cercana (p.ej., hospedero y parásito), tal que los cladogramas de ambos son congruentes.
Retrovirus endógenos: Secuencias de ADN, relacionadas con aquellos retrovirus infecciosos, que son integrados dentro del genoma del huésped y han perdido la capacidad de causar infección activa; se piensa que son los remanentes infectivas de células germen antiguas, ellas han proliferado y evolucionado por retrotransposición.
Umbral de catástrofe de error: El nivel fidedigno de copiado critico bajo el cual (p. ej., la tasa sobre substitución de base) la información viral genética no puede ser más mantenido y las secuencias de nucleótidos llegarían a ser aleatorias (Domingo and Holanda, 1994).
Captura génica: De Novo (una nueva) adquisición génica vía recombinación de un genoma viral del hospedero u otro virus.
Evolución unida al huésped: Una forma de coespeciacion, en el cual virus bien adaptados viven en un solo hospedero, por medio de una asociación antigua entre ellos, han divergido y especializado con el tiempo con sus hospederos. El aislamiento de poblaciones de virus y la presión de selección ejercida por el huésped son factores importantes en este proceso, que causa una correlación entre el virus y la filogenia del hospedero (Chan et al., 1997).
Hiperenfermedad: Una enfermedad sumamente mortal introducida a una región por una especie transportadora que es relativamente inocua para esta; al mismo tiempo, es capaz de infectar una variedad de otras especie con altos índices de mortalidad y tiene el potencial de causar su extinción (MacPhee y Marx, 1997).
Evolución modular: Adquisición de nuevos genes activos por una recombinación especifica de secuencias de ácidos nucleicos o dominios funcionales dentro de los genes; común en evolución viral, con recombinación que ocurre tanto entre como dentro de la taxonomía viral.
Competición parasito-mediada: Una forma de competición evidente, por la cual compartir un patógeno por dos especies puede causar la disminución de la población, incluso extinción, de uno de los hospederos, aún en ausencia del recurso de competición (Holt y Pickering, 1985).
Estrategia de vida persistente: Una estrategia en la cual un virus aumenta su fitness incrementando el tiempo de supervivencia de su descendiente, así mejorando la persistencia en un huésped individual y la probabilidad de transmitirla con el tiempo. La característica de los virus genéticamente estables que muestran coespeciacion con sus huéspedes, esta estrategia a menudo es asociada con transmisión vertical o sexual. Infección latente, con la capacidad de reactivar al virus, es un resultado frecuente (Villarreal et al., 2000).
Cuasiespecie: Una población de virus de estrecha relación pero de distintas variantes genéticas que son resultado de un proceso de réplica en posición errónea (típico de virus de ARN, en particular); una población autónoma de secuencias que se reproducen imperfectamente, pero bastante bien para conservar una identidad colectiva con el tiempo, pero que también contienen el potencial para producir cadenas más virulentas (Eigen, 1993).
Zoonosis: Una infección o enfermedad infecciosa transmisible en condiciones naturales por otros animales vertebrados a humanos; la mayoría de las zoonosis son infecciones sin salida con poca o nula transmisión entre hospederos humanos.
Introducción
El estudio de evolución humana se ha concentrado en los humanos y sus antepasados homínidos (1), sin tanta atención a otros organismos que también evolucionaron en el mismo medioambiente. Pero una población constantemente debe interactuar y adaptarse a estos otros organismos si debe sobrevivir y reproducirse. Especies alimentarias, depredadores, y agentes de enfermedades infecciosas han desempeñado un papel en la evolución humana, y entre los últimos, los virus fueron probablemente en particular importantes.
Como significantes causas de morbilidad y mortalidad, y en su capacidad para actuar como "parásitos moleculares genéticos " (Luria, 1959), los virus están en una posición fuerte para influenciar la evolución de sus hospederos (May, 1995; Villarreal, 1999; Balter, 2000). Mientras esto es bien reconocido en los estudios de la evolución de otro organismo (sobre todo plantas, p.ej., Thompson y Burdon, 1992; Simms, 1996), el impacto de enfermedad infecciosa sobre la evolución humana no ha recibido la atención que esto merece (Swedlund, 2000). Incluso parásitos virales probablemente han jugado un papel importante en la evolución humana (de Souza Leal y Zanotto, 2000). El objetivo de este paper es de repasar el reciente trabajo en la genética molecular de virus humanos y evaluar el grado el cual los virus eran parásitos importantes de antiguos homínidos (y así en una posición para haber afectado la evolución humana antes del Neolítico). Esto también especula sobre los roles que ellos pueden haber tenido.
Haldane (1949) estaba entre los primeros en sugerir que la lucha contra las enfermedades infecciosas fue un proceso evolutivo importante, y él describió algunos efectos posibles. Una enfermedad que mata o baja la fertilidad es un probable agente selectivo. Esto puede ser una ventaja o una desventaja para las especies en la competición con otros, aun contribuyendo a la extinción.
La mayor parte de las especies contienen una considerable diversidad genética en su resistencia contra enfermedades, y considerando la velocidad la cual nuevos patógenos evolucionan (en general mucho más rápido que el hospedero), está en lo mejor de los intereses del hospedero en ser genéticamente diverso y altamente mutable en los loci afectados con resistencia a las enfermedades. En la vista de Haldane (1949), la enfermedad aún puede favorecer la especiación, en acoplar esta diversidad y mutabilidad con aislamiento geográfico. Además, las exigencias de transmisión pueden haber contribuido al tamaño y estructura y comportamiento de la población de los hospederos, como la reacción negativa a olores fecales.
Como la comunidad científica se hizo más consciente de la "sorprendente diversidad bioquímica" (Haldane, 1949, p. 329) en prácticamente cada animal investigado, genetistas procuraron explicarlo. Estimaciones de la proporción de loci polimorfos en un rango entre 20 - 40 % en vertebrados y aproximadamente el 30 % en humanos (Selander et al., 1970). Unos sugirieron que las interacciones entre parásitos y hospederos jugaron un papel importante en mantener este grado de polimorfismo (Clarke, 1976). Hamilton et al. (1990) sugirió que la necesidad de diversidad genética en " una carrera armamentista parasito-hospedero" incluso contribuyó a la evolución de reproducción sexual. Ahora sabemos que este nivel de polimorfismo (el 30 %) es probablemente una subestimación, basado en el muestreo incompleto de extrañas mutaciones.
Dadas las frecuencias del polimorfismo del ADN (aproximadamente uno en cada 500 nucleótidos), casi todos los genes pueden ser polimorfos (Cavalli-Sforza et al., 1994). Se estima que el genoma humano ahora contiene entre dos y tres millones de polimorfos de nucleótido simple (SNPs), e incluso cuando menos del 1 % es estimado en causante de la variación en proteínas, esto todavía deja bastante para implicar mucho más del 30 % de los 20,000 a 30,000 genes humanos estimados (International Human Genome Sequencing Consortium, 2003; Venter et al., 2003).
La presión inducida por enfermedad selectiva es ahora considerada una razón probable del asombroso grado de polimorfismo del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC), que codifica para las membranas glicoproteicas [también conocidas como antígenos leucocitarios humanos (HLA) en personas] que juegan un papel importante en el sistema inmunológico por unir los fragmentos de origen infeccioso y presentándolos a Células T (Zinkernagel et al., 1985; Howard, 1991). La importancia de mantener esta primera línea de defensa contra la invasión patógena es acentuado por el descubrimiento de que algunos alelos en el sistema MHC precede la divergencia entre chimpancés y humanos, y han sido transmitido por especiación en forma de cuello de botella vía “selección trans-especies” (Takahata, 1990).
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(1)Este paper usa la nomenclatura tradicional taxonómica, por la cual el término "homínido" se refiere a humanos y a sus parientes bípedos, mientras los simios y humanos son incluidos los hominoides.
TABLA 1. FAMILIA DE VIRUS ANIMALES
Familia Descripción Evolución
Adenoviridae Virus DNA de medio tamaño que causa infecciones Evolucionado junto a animales de sangre
respiratorias y entéricas en aves y mamíferos; numerosos caliente; subtipos divergieron durante la
subtipos en humanos y otros primates evolución de primates (Song et. al., 1996).
Arenaviridae Virus RNA, la mayoría zoonoticos y permanecen en roedores; Co-evolución a largo plazo con roedores
se diseminan vía contacto con secreciones de roedores hospederos; improbable que se hayan
infectados, p.ej., fiebre Lassa y virus de coriomeningitis encontrado antes de la agricultura y en casas
linfocítica. permanentes (Bowen et al., 1997).
Astroviridae Virus RNA con distribución mundial en humanos y otros No se sabe mucho de estos todavía.
animales; transportado en agua y alimento; causa importante
de enfermedades diarreicas en países en desarrollo.
Bunyaviridae Entre los RNA virus más grandes, son zoonoticos y emergentes; Originado en insectos y coevolucionó con ellos;
la mayoría son transportados por artrópodos (p.ej., fiebre del la filogenia del hantavirus muestra coevolución
Valle del Rift, encefalitis de California, fiebre hemorrágica de con roedores y cambios de hospederos (Zhao Crimea-Congo), exceptuando el hantavirus. y Hay, 1997; Vapalahti et al., 1999).
Caliciviridae Virus RNA con distribución mundial en humanos y otros Secuencias muestran similitudes geográficas
vertebrados; causa común de diarrea en niños, transmitido que transcienden relaciones con el hospedero;
por agua o alimentos contaminados o mariscos no cocidos. fácilmente movilizado entre barreras de especies;
estas pasaron atrás y adelante entre humanos y animales domésticos. (van der Poel et al., 2000).
Coronavirus Virus RNA más grandes, infectando humanos, ganado, cerdos, El flujo antigénico y recombinación produce
roedores, gatos, perros, y pollos; causa común de resfriado en constantemente nuevas cadenas; esparcimiento
humanos y una variedad de condiciones en otros animales, entre interespecies conlleva a evoluciones
primariamente entérico y respiratorio; partículas de CV se episódicas (Lai, 1995).
encuentran en fecas de chimpancés adultos, macacos, babuinos,
y monos tití.
Filoviridae Virus RNA que infecta solo vertebrados, contiene dos especies Dos especies estimadas en haber divergido (Ebola y Marburg) que causa enfermedad aguda fatal en 7-8 kya, y subtipos de Ebola diversificados 1-2
humanos y otros primates; se desconocen los reservorios. Kya (Suzuki y Gojobori, 1997)
Flaviridae Virus RNA, incluyendo numerosos arbovirus (ej.: fiebre Virus llevados por mosquitos originados en
amarilla, dengue, West Nile, encefalitis por garrapatas, diarrea África, han afectado primates por mucho tiempo
bovina, cólera del cerdo y virus tipo hepatitis C (HCV, GBV-A también como la presencia de HCV, solo infecta
y C); virus GB ampliamente distribuido en simios. humanos; virus GB muestra coespeciacion con
primates; virus GB-V tienen una antigua
asociación con humanos (Gaunt et al., 2001;
Robertson, 2001)
Hepadnaviridae Virus de hepatitis B se encuentran en primates, roedores Puede tener coespeciacion con primates
del nuevo mundo, y aves, entre los virus más pequeños; cadenas humanas resultan de antiguas
contiene ADN doble hebra circular replicado vía ARN transmisiones entre interespecies en África;
intermediario y transcriptasa reversa. ahora se encuentra aislado en poblaciones
humanas en ambos hemisferios (Simmonds,
2001).
Herpesviridae Gran virus ADN, la mayoría de las especies vertebradas Antigua divergencia de subfamilias con
tienen al menos uno. Tres subfamilias alfa (herpes simplex, especificidad de tejidos fue adquirida
varicela) beta (citomegalovirus) y gammaherpesvirinae tempranamente, por lo menos 200 millones
(Eipstein-Barr, sarcoma de Kaposi). Todos contienen muchas de años, han desde entonces coevolucionado
cadenas encontradas en otros animales, incluyendo primates. en cercana asociación con los hospederos
(McGeoch et al., 2000; McGeoch, 2001)
______________________________________________________________________________________________________________
Familia Descripción Evolución
Orthomixoviridae Subtipos influenza A, B y C, virus RNA con genomas Subtipo A pareciera ser un antiguo parasito
segmentados que rápidamente se reclasifican, produciendo de aves acuáticas, cadenas de virus aviares están
influenza pandémica A; cadenas A silvestres, mantenidos en en “estasis evolutiva”, explosión evolutiva
aves hospederas, también infecta cerdos, caballos, y otros reciente en cerdos y humanos (Webster. 1997)
mamíferos, subtipos B y C solo infecta humanos.
Papoviridae Numerosos virus con un pequeño ADN circular y con gran Las especies de papiloma y tipo de diversidad
distribución, incluye papilomavirus que causa lesiones sugiere un parasito bien adaptado íntimamente
cutáneas o genitales (ej., verrugas, papiloma genital) y asociado con hospederos por un buen tiempo y
polyomavirus (virus JC y BK, virus simio-40) que infecta coespeció con ellos; también coevolucionó con
células renales, altamente especie-especifico; todos los humanos; puede ser usado para rastrear
mamíferos, aves y reptiles bien estudiados llevan VP migraciones (Ong et al., 1993; Van Ranst et al.,
especie-especifico, mayoritariamente infectados por 1995). Virus JC es un patógeno humano ubicuo varios tipos, HPV y JC encontrados en casi toda la población cuyos genotipos divergieron cuando se
humana. Formaron poblaciones humanas. (Hatwell
y Sharp, 2000).
Paramyxoviridae Virus RNA que incluye parainfluenza, paperas, morbillivirus La filogenia del morbillivirus animal concuerda
(ej., sarampión, distemper, peste cristal), y muchos otros virus con las especies hospederas, pero los virus
de humanos y otros animales; incluye virus emergentes Nipah humanos probablemente resultaron de
y Hendra; transmisión primariamente por vía área. transmisión interespecie de animales
domésticos (Norrby et al., 1992)
Parvoviridae Entre los más pequeños y simples virus conocidos, con Muy especie-especifico, evolución viral
genomas de DNA de cadena simple, distribuido en muchos estrechamente unida con la del hospedero
hospederos vertebrados e invertebrados; tiende a infectar (Shadan y Villarreal, 1993), pero sin mucho
rápidamente tejidos en división (generalmente fetal, conocimiento sobre el parvovirus humano.
epitelio intestinal y medula espinal).
Picornaviridae Varios géneros de virus RNA: Aftovirus (fiebre aftosa), Diversos y numerosos virus de simios son todos
Cardiovirus (encefalomiocarditis), Enterovirus (coxsackie, del Viejo Mundo y son los más parientes
echo, polio), Hepatovirus (hepatitis A). cercanos más conocidos de enterovirus humanos; algunos picornavirus pueden estar asociados hace mucho tiempo con humanos (Gromeier et al., 1999).
Poxviridae Genoma DNA, son los virus más grandes y complejos Orígenes de la viruela no son claros, puede ser
Conocidos; subfamilia de vertebrados incluye un gran un antiguo virus homínido (como el molluscum
Numero de poxivirus infectando varios animales (ej., viruela, contagiosum) que recientemente llego a ser vaccinia, viruela bovina, viruela del mono, viruela del camello, más virulento, o tal vez mas evolucionado
Viruela de aves, viruela de cabra y oveja, viruela del cerdo) recientemente de un virus roedor africano
Mas el virus Molluscum Contagiosum de humanos. Muchos (ej., (Fenner et al., 1988; Tucker, 2001).
Viruela bovina, viruela del mono) son mantenidos en
roedores.
Reoviridae Los virus “respiratorio entérico huérfano”, con genoma Rápida evolución, miembro de varios géneros
RNA de doble cadena, ubicuos en la naturaleza, implicando la mayoría virus RNA evolucionariamente
amplio tropismo celular, receptores ubicuos infecta divergentes (Duncan, 1999); transmisión
vertebrados (mamíferos, aves, reptiles, peces), invertebrados interespecies frecuente y reclasificación de
(insectos, moluscos) y plantas; encontrado en todos los de genomas segmentados dan diferentes
excepto ballenas; variedades humanas incluye rotavirus, árboles para diferentes genes y cercana relación
causa común de diarrea severa en todo el mundo; mayor entre rotavirus humanos y no humanos (Cunliffe
causa de muerte de jóvenes de muchas especies; incluye et al., 1997).
muchos virus emergentes que causan fiebre hemorrágica, Gran antigüedad, retrovirus y elementos
encefalitis, fiebre del Colorado por garrapata. retroides se encuentran en todos los eucariontes;retrovirus infecciosos se encuentran solo en vertebrados y pudieron haber evolucionado de retrotransposones; altas tasas
de mutación, pero también pueden ser muy estables (ej., como un provirus integrado): SIVs
muestran evidencias de coespeciacion con
hospederos, mientras otros son el resultado
de recientes transmisión interespecie (HIV-1
a SIVcpz y HIV-2 a SIVsm); HTLV-I y II de la misma manera con STLVs de macacos asiáticos
y bonobos, respectivamente (Holmes, 2001;
Salemi et al., 2000)
Rhabdoviridae Virus RNA que incluye el género Lyssavirus (rabia) Familia muy antigua, contiene miembros que
y virus de estomatitis vesicular; no hay rhabdovirus infectan animales y otros que infectan plantas,
específicamente humanos, pero la rabia es una de la rabia parece derivar de lyssavirus de
de las zoonosis más peligrosas. murciélagos africanos (Amengual et al., 1997).
Togaviridae Virus RNA, la mayoría acarreados por mosquitos y en Evolucionaron de insectos; contienen segmentos
el género Alphavirus, incluyendo un numero de virus de virus de plantas vía recombinación en
zoonoticos mantenidos en roedores y aves reservorios insectos hospederos (Lai, 1995). El origen de
(ej., encefalitis equina del Este y Oeste, virus del Bosque la rubeola no es conocido.
Semliki); también el género Rubivirus (rubeola), el cual
no es llevado por vector e infecta solo humanos.
Mientras tal selección positiva todavía, como se cree, ha mantenido muchos linajes de MHC alélicos, el compartir polimorfismos MHC por órdenes de mamíferos diferentes incluso algunos de los primates (ej., entre humanos y monos del Nuevo Mundo) puede ser el resultado de evolución convergente (Yeager y Hughes, 1999; Kriener et al., 2000).
Zoologistas ahora reconocen que las enfermedades infecciosas puede mediar una “aparente competición” entre especies y un aumento del peligro de extinción (Hudson y Greenman, 1998; Daszak et al., 2000).
Algunos han sugerido un escenario de “hiperenfermedad”, involucrando infecciones traídas por humanos migrantes o sus perros, para explicar las extinciones megafaunales del Pleistoceno (MacPhee y Marx, 1997).
Aun otra forma en la cual los patógenos pueden afectar la evolución de sus hospederos es a través de interacción directa con el DNA del hospedero. Por virtud de su simplicidad y su necesidad de usar la replicación de las células del hospedero y maquinear la transcripción, los virus actúan como “parásitos genéticos celulares” (Luria, 1959) y puede alterar el genoma del hospedero por medio de mecanismos como la recombinación, retransposición y conversión génica.
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