RABIA.
Actualización 2016
Patricio Berríos Etchegaray
Médico Veterinario
Ph.D
La rabia o hidrofobia es la enfermedad infecciosa viral
más antigua que ha sido descrita, el mérito es de Aristóteles quien se refirió
a la rabia furiosa canina como un mal que se transmitía a los animales sanos
por mordeduras de animales enfermos (400 a.C.). La rabia afecta a todos los
animales de sangre caliente, con una mortalidad de 100%.
La rabia o hidrofobia se conoce como rabia paresiante o
mal de caderas bovino en Argentina; derriengue en México, peste das cadeiras en
Brasil; rabia paralítica en Venezuela; le rage en Francia; wut en Alemania, y
en algunos países “lyssa”. En sánscrito
“rabhus” significa agredir.
La rabia es una antigua enfermedad infecciosa zoonótica
descrita por Aristóteles (384 – 322 a C). Anteriormente algo se sabía de la
rabia. En el 2.300 a. C. en que los perros cazadores eran muy importantes para
las culturas mesopotámicas, se estableció en el Código de Eshunna qué hacer
ante un perro con rabia, y en el caso de que un perro mordiera a una persona y
ésta moría, se multaba fuertemente al dueño del animal rabioso. En la época del
rey babilónico Adad-apla-iddina (1.068 a 1.047 a. C.) se aceptaba que la
diosa-perra Nin-isina protegía a las personas con rabia.
El perro y el gato son los principales transmisores de la
rabia al hombre (rabia urbana). Los animales silvestres más importantes en el
ciclo epidemiológico de la rabia silvestre son: zorros, lobos, mapaches y
murciélagos hematófagos. En el caso de los murciélagos se piensa que las
infecciones rábicas persistentes o subclínicas son más comunes de lo pensado, y
que pueden conducir a brotes de rabia condicionados por un estrés adicional
como transporte, nuevas habitaciones o altas temperaturas ambientales (Ronsholt
et al, 1998). La transmisión se realiza por mordeduras (saliva); ocasionalmente
por aerosoles o más raramente por ingestión de material contaminado. Y también
por actos quirúrgicos como trasplantes de córnea.
La rabia se ha distribuido prácticamente en todo el
mundo. No existe en Australia, Nueva Zelanda, Inglaterra y otras islas. La
rabia paralítica bovina, transmitida por vampiros, solamente se presenta en
América, en países como México, Argentina, Brasil y Uruguay.
Ciclos de rabia canina fueron detectados en Argentina y
Paraguay. Los ciclos estacionales ocurrieron a fines del invierno y primavera.
Estos ciclos ocurren cada 4 años. En Chile se ha informado de la desaparición
de los ciclos epidémicos con posterioridad a la fase inicial de control (Ernst
y Fábrega, 1989; Scortti, 1995; Scortti et al, 1997).
Una excelente revisión epidemiológica sobre la rabia en
Chile que cubre un periodo que va desde 1929 hasta 1988 fue publicada por Favi
y Durán (1991).
Agente etiológico
El virus de la rabia es un virus ARN helicoidal con forma
de bala. El ARN es de una hebra y está asociado a una nucleocápside proteica,
cubierta por una envoltura de fosfolípidos y glicoproteínas. La glicoproteína G
de la envoltura es el antígeno responsable de la producción de anticuerpos
seroneutralizantes y de la unión del virus a las células; esta glicoproteína
está asociada a la infectividad y virulencia.
Se denomina como virus calle al virus rábico aislado
desde animales con rabia, se caracterizan por presentar una gran variabilidad
en el período de incubación. Virus fijo corresponden a virus rábico adaptado a un animal de
laboratorio (conejo), tienen un período de incubación constante, replicación
rápida, inducen la producción de altos títulos de anticuerpos específicos, y
que ha perdido su patogenicidad, aunque son patógenos sólo al ser inoculados
por vía intracerebral.
El virus causante de la rabia se clasifica en el género
Lyssavirus familia Rhabdoviridae., orden Mononegavirales. Los serotipos
actualmente se conocen como genotipos.
Genotipos del virus rábico:
1. Virus de la
rabia (Rabia clásica). Cepa prototipo CVS24
2. Murciélago de
Lagos (LBV)
3. Mokola (MOKV)
4. Duvenhange de
murciélago
5. Lyssavirus tipo
1 de murciélagos europeos (EBLV-1)
6. Lyssavirus tipo
2 de murciélagos europeos (EBLV-2)
7. Lyssavirus de
murciélagos australianos (ABLV)
8. Aravan
9. Khujand Central
10. Irkut
11. Virus de murciélago occidental caucásico (WCBV)
12. Virus del murciélago Shimoni. África del Este
13. Lyssavirus del murciélago Bokeloh. Europa
14. Virus Ikoma. África
En América todos los aislados de virus rábico
corresponden al genotipo 1.
Variantes
antigénicas del virus rábico:
1. Biotipo 1
(V1) Asociado a perros y mangostas
2. Biotipo 2
(V2) Asociado a perros
3. Biotipo 3
(V3) Asociado a murciélagos
hematófagos (Desmodus rotundus)
4. Biotipo 4
(V4) Asociado a murciélago no
hematófagos (Tadarida brasiliensis)
5. Biotipo 5
(V5) Asociado a murciélagos insectívoros
y fructívoros (T. brasiliensis
mexicana)
6. Biotipo 6
(V6) Asociado a murciélagos insectívoros
y fructívoros
7. Biotipo 7
(V7) Asociado a murciélago insectívoro
(Laciurus cinereus)
8. Biotipo 8
(V8) Asociado a zorrillos
9. Biotipo 9 (V9)
Asociado a murciélago (T. brasiliensis)
10. Biotipo 10 (V10) Asociado a zorrillos
11. Biotipo 11 (V11) Asociado a murciélagos hematófagos
Las variantes antigénicas del virus rábico se pueden
considerar como ecotipos; estas
variantes se han determinado con anticuerpos
monoclonales fluorescentes dirigidos a las proteínas de la nucleocápside. En
América del Sur se han aislado las variantes 1, 2, 3, 4, 6, 7 y 8.
Patogénesis: El virus rábico entra por una solución de
continuidad producida y alcanza al SNC por los axones de los nervios
periféricos (vía centrípeta) y luego se disemina al resto del organismo (vía
centrífuga). El virus se multiplica en las terminaciones nerviosas cercanas a
la herida, en el ganglio nervioso regional y en el SNC. Se elimina
principalmente por la saliva.
Penetración del virus. Después de la inoculación
intramuscular el virus replica localmente en tejido no nervioso y penetra en
uniones neuromusculares después de un período variable. El virus se disemina
por flujo intra axonal en nervios periféricos a una velocidad de 100 mm al día
tanto en fibras motoras como sensoriales.
El período de incubación es muy variable. En el perro
puede durar entre 10 y 16 días, a veces entre 6 y 12 meses. En el hombre 15
días, ocasionalmente 5 meses. En la fase prodrómica, que dura entre 2 y 4 días,
aparecen los primeros síntomas: anorexia, cefalea, respiración polipneica;
cambios de conducta, los animales se esconden, presentan ansiedad y recelo, hay
dificultad en la deglución. En la fase drómica en que hay destrucción de tejido
nervioso, el animal se presenta muy agresivo, muy excitable, con fotofobia,
pérdida del sentido de orientación, parálisis laringofaríngea y espasmos. El
animal tiene sed pero no bebe.
En la rabia furiosa en que se afectan las neuronas
sensitivas, los signos son: salivación acentuada, intranquilidad, anorexia,
gran agresividad, el animal muerde cualquier cosa, no reconoce a sus amos,
camina en forma tambaleante, emite ruidos extraños por la parálisis de las cuerdas
vocales, hay parálisis y mueren entre 3 y 4 días después que la sintomatología
se ha iniciado. En la rabia muda en que se afectan las neuronas motoras, se
aprecia un corto período de excitación, seguido por incoordinación motora,
parálisis, caída de la mandíbula, deshidratación y muerte.
Diagnóstico
En Chile, existe un solo laboratorio para el diagnóstico
de rabia, perteneciente a la Sección
Rabia del Instituto de Salud Pública, lo que ha permitido visualizar en forma
global el comportamiento epidemiológico de esta enfermedad a través de los años
y como han influido los programas de control de la rabia en el descenso de los
casos.
La rabia se reconoce fundamentalmente por las
alteraciones neurológicas que presenta un animal enfermo. En términos generales
se debe considerar la posibilidad de rabia en cualquier animal que presente
súbitamente un profundo cambio de conducta, o que presente las características
de parálisis de NMB, o ambos síntomas. La muestra de elección es el cerebro
(Cuerpos de Amón). En caso de sospecha se debe enviar sólo el cerebro al ISP de
Chile. El diagnóstico de rabia se realiza a través de la técnica de
inmunofluorescencia directa que tiene una alta sensibilidad y
especificidad, y los resultados se
entregan en máximo 48 horas, por lo tanto permite el control de foco en caso de
animales positivos a rabia en forma oportuna
y tomar las medidas necesarias en caso de personas mordidas. Además
permite realizar el aislamiento de virus rábico para identificar las variantes
virales que están circulando en el país y determinar títulos de anticuerpos
antirrábicos para el ingreso de mascotas a países de la Comunidad Europea, a
través de la técnica de inhibición de focos fluorescentes (RIFFT).
El diagnostico no se hace en el animal vivo., sólo se
puede sospechar por la sintomatología. Al animal sospechoso que ha mordido a
una persona se le debe aislar y confinar para que no escape. Avisar
inmediatamente al Servicio Nacional de Salud y mantenerlo en observación
durante 10 días. Si en este tiempo no hay síntomas, no habrá posibilidad que la
persona mordida sufra de rabia, debido a que "el virus se encuentra en la
saliva solamente entre 3 y 7 días antes de la aparición de los síntomas de
rabia". El animal sospechoso no debe ser sacrificado antes de la aparición
de los síntomas porque no habrá virus en el encéfalo (Cerebro: Cuernos de Amón)
que es la muestra de elección para el diagnóstico de laboratorio. En el caso de
animal muerto y sospechoso de rabia, debe enviarse al laboratorio de diagnóstico
el animal entero o sólo la cabeza.
Las leyes de Salud Pública requieren un período de
observación de 10 días después de una mordedura por un perro o gato sospechoso
debido a que el período de eliminación viral antes de los signos neurológicos
en animales infectados naturalmente suele ser de entre1 y 5 días, sin embargo,
algunos estudios demuestran que los perros infectados con rabia eliminan virus
por su saliva hasta 13 días antes del inicio de los signos neurológicos, por lo
que habría que extender los 10 días de observación.
Técnicas diagnósticas: Inoculación en ratones lactantes
que es muy sensible pero demorosa mientras que la inmunofluorescencia es más
rápida (Favi y Durán, 1991).
Vacunas y
vacunación
Existen vacunas inactivadas preparadas en embrión de pato
(Cepa Flury), en cultivos celulares y en ratones lactantes En Chile se usaba
una vacuna nacional, inactivada con LUV, y preparada en ratones lactantes
(Fuenzalida - Palacios, 1955). Se recomendaba aplicar la 1ª dosis a los 6 meses
y la 2ª al año de edad y revacunar anualmente.
Vacunas antirrábicas ofrecidas actualmente en Chile:
Imrab® preparada en una línea estable de células de riñón de hámster recién
nacido, inactivada con β-propiolactona y que lleva hidróxido de aluminio como
adyuvante. Se utiliza en perros, gatos y hurones por vía subcutánea, y en
caballos, vacas y ovejas por vía intramuscular. Nobivac® Rabia preparada con
cepa Pasteur clonada, con una potencia de al menos 2 UI, el doble de lo exigido
por la OMS.
El Reglamento de Prevención de la Rabia en el Hombre y
Animales (Decreto del 22 de enero de 2013)
establece que perros y gatos deben ser vacunados contra la rabia a los 2 meses
de edad, revacunar al año y revacunar posteriormente de acuerdo a lo prescrito por el laboratorio
productor de la vacuna. Es lícito sugerir una vacunación permanente en las
zonas en donde se hayan detectados murciélagos positivos al virus rábico. El
ideal sería una vacunación masiva, gratis y obligatoria.
Vacunas contra la rabia: Vacuna Pasteur. El virus rábico
denominado virus calle mata al conejo entre 21 y 25 días; Pasteur lo adaptó
mediante pasajes sucesivos hasta que mataba al conejo en 6 ó 7 días, en ese
momento el virus fijo presenta su máxima virulencia para el conejo habiendo
perdido su patogenicidad para otras especies. Esta vacuna se prepara con médula
ósea de conejos inoculados con virus fijo y desecada con potasa cáustica (KOH).
Las vacunas preparadas con médula ósea desecada durante 13 días son las más
atenuadas. El programa de vacunación consistía en aplicar esta vacuna como
dosis inicial, para seguir administrando diariamente dosis de vacunas
preparadas con un menor tiempo de desecación, hasta terminar con vacunas
preparadas con médula ósea de entre 1 y 2 días de desecación.
Vacunas inactivadas. El virus rábico obtenido de tejido
cerebral de diferentes especies animales se inactiva con fenol (Método Semple),
cloroformo o luz ultravioleta. La inmunidad que producen estas vacunas es
aceptable, dura un año, pero presentan el peligro de trastornos postvacunales
derivados de la presencia del factor encefalitógeno. Por este motivo se han
discontinuado en Chile.
Vacunas avianizadas de Koprowsky. Estas vacunas son de
virus vivo modificado y generalmente contienen inmunopotenciadores. Son
preparadas con la cepa Flury adaptada al embrión de pollo y que no produce la
enfermedad en conejos y perros. La cepa Flury provenía del cerebro de la
señorita Flury que en 1939 murió de rabia al ser mordida por un perro. La preparación
de la vacuna se inicia con 136 pasajes en pollitos de 1 día para en seguida
adaptar el virus en huevos embrionados; luego de entre 40 y 45 pasajes se denominó LEP (Low
egg passages), pero aún era virulenta para el hombre, ratones, hámsters, cobayos,
gatos, bovinos y “chiots” menores de 3 meses. A veces producía rabia en gatos.
La vacuna LEP se utiliza para vacunar perros mayores de 3 meses por vía IM.
Luego de una segunda dosis la inmunidad dura 3 años. Esta cepa luego de
entre180 y 200 pasajes en huevos embrionados disminuye su virulencia y se
denomina HEP (High egg passages). Se utiliza para vacunar perros, gatos y
bovinos produciendo una inmunidad por un año, considerándose una inmunidad
sólida. Estas vacunas no producen accidentes postvacunales debido a que tienen
el factor encefalitógeno. Actualmente las vacunas Flury HEP se preparan en
cultivos celulares. La cepa KELEV con 100 pasajes en huevos embrionados se
utilizó para vacunar perros mayores de 3 meses y bovinos.
Las vacunas preparadas con VVM pueden producir
encefalomielitis en perros y gatos, y otras complicaciones como molestia local,
cojera y linfoadenomegalia regional en el miembro afectado.
Vacunas preparadas en cultivos celulares. La cepa canina
canadiense denominada cepa SAD (Street Alabama Dufferin) se fijaba mediante
pasajes en ratones para luego ser adaptada a cultivos celulares de riñón de
cerdo, ahora llamada cepa ERA que se utilizaba para inmunizar bovinos, equinos
y perros. La cepa UNUKOVO 32 se utilizó en Europa del Este. Las vacunas de
cultivos celulares como la ERA y Roxane, pierden su neurotropicidad para
mamíferos y mantienen su capacidad inmunizante. Pueden inducir fiebre y signos
sistémicos; sarcomas en gatos.
Algunas vacunas comerciales contra la rabia paresiante o
derriengue. Cepa Roxana, Derri A Plus, Derriengue (Cepa SAD-2), Nobi Vac
Derriengue (Cepa clonada Pasteur RIVM/PTA, elaborada en células BHK 21 clon CT,
inactivada con β-propiolactona y con adyuvante fosfato de Al), Vacuna
Derriengue (Cepa Acatlán V-319), Derri Pier con cepa PV obtenida en BHK-21
inactivada y adsorbida en AlOH), Derrisan (Cepa ERA, VVM obtenido en cultivos
celulares de porcino) (Mendoza, Berríos, Ciprián y Hernández, 2005).
Vacunas antirrábicas comerciales para perros y gatos.
Antirrabic (Cepa V319 Acatlán), Antirrábica (Cepa SAD HP), Defensor (Cepa
PV-Paris, Pasteur), Endurall-K, Endurall-R, Inrab (Cepa PV-11), Inmunorab (Cepa
Pasteur), Nobivac (Cepa RIVM/PTA inactivada), Rabguard, Rabigen® Virbac,
Rabimune (Cepa CVS-11), Rabipet (Cepa PV en BHK e inactivada), Rabisan (Cepa
ERA) y Rabi-Vac®Gotier (Cepa PV inactivada). (Mendoza, Berríos, Ciprián, y
Hernández, 2005). Otras vacunas comerciales son: Trimune, Annumune, Dura RAB
1-3, Rabcine 3, Champion P Protector, Endurall-P, Rabguard-TC, Defensor,
Rabdomun 1, Sentryal 1, Ravbac 1-3, Prorab-1, RM Imrab 3, entre otras.
Raboral (Recombinante). Se eliminó el gen TK del virus
vaccinia y en su lugar se insertó el gen que codifica para la glicoproteína G
del virus rábico. Esta vacuna no está disponible comercialmente, solamente se
ha utilizado en campañas de vacunación antirrábica en animales de vida
silvestre, mediante cebos.
Vacuna antirrábica tipo Fuenzalida-Palacios. (Preparada
en México en el Instituto de Higiene de la Secretaría de Salud). Esta vacuna es
una suspensión de virus rábico fijo, cultivada en cerebro de ratón lactante de
entre 1 y 3 días de edad, e inactivado con luz ultravioleta. Una dosis contiene
tejido nervioso de cerebro de ratón lactante infectado con virus rábico fijo
con un 40% de CVS, 40% de cepa 51 y 20% de cepa 91.
Vacunación contra la rabia en la pequeña mangosta
asiática (Herpestes javanicus). La pequeña mangosta asiática se distribuye
desde Iraq hasta la península de Malasia. Alrededor e 1850 fue introducida en
el Caribe con el fin de controlar la sobrepoblación de ratones en las zonas
productoras de azúcar, sin embargo, y debido principalmente a sus hábitos
diurnos que contrastan con los hábitos nocturnos de los ratones, las mangostas
no cumplieron con el objetivo para el que fueron llevadas, Pero, además del
impacto sobre las poblaciones de aves nativas y reptiles, se detectó rabia en
las mangostas en Cuba, República Dominicana, Granada y Puerto Rico. Las
mangostas son el principal reservorio del virus rábico en el Caribe, causando
rabia en el hombre y otros animales. Los intentos por reducir la población de
mangostas han fracasado.
Actualmente se está incentivando el uso de la vacunación
oral antirrábica en algunas especies como el mapache (Procyon lotor), zorros
grices (Urocyon cinereoargentus) y otros carnívoros.
Blanton et al (2006) estudian la eficacia de una vacuna
antirrábica en mapaches, utilizando la vacuna recombinante Laboral V-RG ® que
contiene glicoproteínas inmunogénicas del virus rábico, y una nueva vacuna
genética (SPBNGA-S) La vacunación oral se realizó mediante jeringas, aplicadas
en mapaches sedados. El virus rábico de desafío fue la variante californiana
mofeta. Ante el primer signo clínico de rabia los animales sedados fueron
eutanasiados con barbiturato. La nueva vacuna antirrábica SPBNGA-S fue
superior. No se observó rabia en los animales vacunados después del desafío.
Los 5 animales en experiencia desarrollaron anticuerpos antirrábicos a los 14
días. Los animales no vacunados presentaron sintomatología de rabia a los 16
días después del desafío con virus rábico.
Situación de la
rabia en Chile
Históricamente Darwin describió una epizootia de rabia en
Chile en 1843 con un gran número de casos en perros y algunas decenas de casos
en humanos.
Los primeros casos de rabia en Chile fueron descritos
por A. Durán en 1929.
La situación epidemiológica de la rabia en Chile se
caracteriza por no registrar casos humanos de rabia transmitida por perros
desde 1972. El último caso reportado en la Región Metropolitana data de
1969 y el último caso de rabia humana en
el país ocurrió el año 1996, causado por
la variante 4 del murciélago Tadarida brasiliensis.
La fuente de infección fue encontrada en los juguetes del niño. El murciélago cumplió con el papel de
reservorio del virus. En cuanto a la
rabia en animales se describe que las variantes canina V1 y V2 no han circulado
en Chile desde 1990, de hecho Chile se
declara libre de circulación de las variantes V1 y V2 ante OMS y OIE en 2010.
La rabia silvestre es endémica en murciélagos insectívoros. Se han presentado
casos esporádicos, sin capacidad epidémica en animales domésticos por la variante V4. Los últimos casos de
rabia en caninos y felinos fueron causados por la variante 4. Actualmente la
rabia animal está circunscrita exclusivamente a la presentación de casos en
murciélagos
La rabia en Chile ha disminuido significativamente en los
últimos años, pasando de una situación endémica a la presentación de casos
esporádicos. Registros históricos nacionales del Instituto de Salud Pública, de
muestras enviadas para el diagnóstico de rabia entre 1929 y 1988, indican 7.017
casos positivos de un total de 41.191 muestras, en que el 96,6% correspondió a
animales domésticos, 6% a animales silvestres y 0,4% a humanos.
Entre 1943 y 1955, la rabia urbana tuvo un carácter
cíclico produciéndose brotes epidémicos y epizoóticos cada 4 ó 5 años, con 58
casos de rabia humana y 3.482 casos de rabia animal. Entre 1935 y 1954 la
frecuencia de los casos de rabia fue muy superior en el perro, en relación con
las demás especies, diagnosticándose 4.317 (86%) casos de rabia en perros, 256
(5%) en gatos, 284 (6%) en vacunos, 108 en otras especies (2%), y 57 (1,1%) en
humanos. Hasta 1955 la rabia se presentaba de preferencia en el perro, así las
estadísticas de los últimos 20 años lo señalaban como el responsable del
mantenimiento de la enfermedad con el 86% de los casos controlados. La
propagación de la enfermedad era favorecida por el gran número de perros vagos,
los que estaban expuestos a enfermar por mordeduras de animales rabiosos y
transmitir a su vez la enfermedad (Ministerio de Agricultura y Servicio
Nacional de Salud, 1955).
En Chile la presentación de la rabia fue endémica entre
1950 y 1960 con numerosos casos en animales y en el hombre, cifras que se
redujeron en 1970 hasta detectarse el último caso en humanos en 1972 y la
presentación de casos esporádicos en animales y años silentes en el último
decenio. Este logro sanitario fue posible debido a la aplicación de un programa
masivo de vacunación canina, un adecuado control demográfico de esta especie y
una vigilancia epidemiológica permanente, programa mantenido hasta 1962. En los
casos esporádicos de rabia diagnosticados en los últimos años, un caso en
perros y un caso en gatos en 1997, generalmente no fue posible determinar sus
cadenas epidemiológicas, sugiriéndose que la fuente de contagio podría
encontrarse en la fauna silvestre.
En enero de 1985 fue detectado el primer brote en
quirópteros que afectó a 13 murciélagos insectívoros (Tadarida brasiliensis) en
V y VI Regiones y Región Metropolitana.
Durante el año 1998, en el Laboratorio de Diagnóstico de
Rabia, Instituto de Salud Pública de Santiago, Chile, en un total de 2.800
muestras, 808 remitidas como sospechosas y 1992 como muestras de vigilancia se
registraron 9 muestras positivas a rabia (0,32% del total) las que
correspondieron a murciélagos de la especie T. brasiliensis, provenientes de la
VII y VIII Regiones y Región Metropolitana. En 1997 se registraron 32 muestras
positivas correspondientes a 30 murciélagos, 1 perro y 1 gato (Favi y Young,
1999).
La identificación genética de los virus rábicos
nacionales se realizó reactivando 119 cepas aisladas entre los años 1977 y 1997
desde animales domésticos, que corresponden a 13 caninos, 4 felinos, 3 bovinos,
1 porcino y 97 murciélagos (95 T. brasiliensis, 1 Myotis chiloensis y 1
Lasiurus borealis). Esta investigación permitió identificar 6 variantes
genéticas del virus rábico, una corresponde a la variante canina y las cinco
restantes a variantes de murciélagos insectívoros. Todos los virus obtenidos
desde murciélagos no hematólogos fueron VAg4. En 7 de 10 caninos los virus
aislados correpondieron a VAg4 y en los otros 3 fue VAg1 cuyo reservorio es el
perro. En bovinos se encontró la variante 4 en 1977 y 1987; en 1983 fue la
variante 1. La variante canina (VAg1) se encontró en muestras de perros
aisladas en 1977, 1981, 1990. Esta variante canina no se encontró en ninguna de
las muestras recibidas en años posteriores, lo que permite afirmar que esta
variante no se encuentra circulando entre las poblaciones animales en Chile, lo
que en último término ha hecho posible afirmar que el país se encuentra libre
de rabia canina causada por la variante canina desde 1990 (Favi y Young, 1999).
Desde 1990 todos los virus aislados desde animales
domésticos corresponden a la variante del virus rábico AgV4, propia de los
murciélagos. El último caso de rabia en seres humanos descrito en Chile ocurrió
en 1996 y el patrón de reactividad del virus aislado es compatible con el
correspondiente al virus rábico de murciélagos T. brasiliensis. Anteriormente
el último caso de rabia en seres humanos ocurrió en 1972 y fue causado por un
perro (Favi y Catalán, 1986).
De las cinco variantes que circulan entre los murciélagos
insectívoros, se determinó el reservorio de dos de ellas correspondiendo a T.
brasiliensis y Lasiurus spp, respectivamente. Un tercera variante, aislada de
un murciélago de la especie Myotis chiloensis, corresponde a una variante nueva,
no identificada anteriormente, similar a la variante de vampiros. A partir de
estos antecedentes se puede concluir que aparte de la especie T. brasiliensis,
principalmente de importancia en los hábitat urbanos, existen otros murciélagos
reservorios de virus rábico, más comunes en áreas no urbanas, de los cuales se
debe precisar su ecología para determinar los posibles ciclos de circulación
del virus rábico en la naturaleza y el posible riesgo que ello represente para
el hombre (Favi y Young, 1999).
Los programas de control de la rabia en Chile han
demostrado gran eficacia y se han basado en el tratamiento antirrábico de
personas mordidas, programas de vacunación canina, diagnóstico clínico y de
laboratorio, vigilancia en perros y otros animales, controlando a los perros
mordedores, eliminación de perros vagos, y educación sanitaria.
A partir de la década del 60 el programa de control de la
rabia en Chile se realizó utilizando la vacuna nacional Fuenzalida-Palacios,
con un efectivo control poblacional de perros urbanos y rurales, aumento de la
vigilancia y envío de muestras al laboratorio. En 1982, debido a la situación
epidemiológica de presentación esporádica de la rabia, se suspende la
vacunación masiva, manteniéndose una vacunación periódica sólo en la 1ª Región
debido a que Perú presenta una enzootia persistente; en el resto del país en
casos de presentación de un brote se procede a la vacunación focal o perifocal,
con la eliminación de los contactos animales y la vacunación de animales
involucrados.
La realización de campañas masivas de vacunación en
perros, cada 5 años, sería de baja eficiencia en Chile debido a los siguientes
aspectos: La duración de la inmunidad de masa no es mayor a 3 años, el alto
índice de reproducción y la taza de reemplazo de la población canina que se
renueva cada 5 años; la gran cantidad de perros vagos, del orden del 60% en
Santiago, con menor grado de confinamiento en comunas periféricas de menor
nivel socio-económico donde aumenta la densidad de perros y se reduce la relación
hombre-perro de 6:1 a 4:1; las bajas tasas de inmunidad antirrábica en
localidades rurales pequeñas que presentan un bajo nivel de confinamiento
permanente de perros y a la falta de vigilancia de rabia silvestre.
Rabia en Chile en
el siglo XXI
Los últimos casos de rabia en bovinos y porcinos fueron
diagnosticados en 1987, en humanos en 1996 y en caninos y felinos ocurrieron
por última vez en 1997; todos correspondieron a la variante antigénica 4. Según
Favi la rabia canina ha sido controlada en Chile (Favi et al., 1997).
En cuanto a vigilancia de animales silvestres realizada
entre los años 2000 y junio de 2003, la gran mayoría corresponde a murciélagos
insectívoros. Un 5,6% fue positivo al virus rábico. El 98,4% corresponde a
murciélago T. brasiliensis, el resto de las especies (Myotis chiloensis,
Lasiurus spp, Histiotus macrotus y Mormopterus kalinowsky) representa un
porcentaje mínimo (Favi, 2004).
Entre 1985 y 2006 el virus de la rabia ha sido aislado en
murciélagos: Tadarida brasiliensis (95%), Myotis chiloensis (1,7%), Histiotus
macrotus (1,5%), Lasiurus borealis (1,4%) y Lasiurus cinereus (0,3%), en las
regiones V, VI, VIII y RM.
A fines de diciembre de 2007 se informó a la OMS de un
caso de rabia en un perro y un gato en la zona de Curicó. El caso anterior de
rabia canina había ocurrido en 1977. Esta reemergencia de la rabia en el país
está asociada a la presencia del virus rábico principalmente en los murciélagos
T. brasiliensis. El último caso de rabia
canina ocurrió en Concepción en 2015, causado por la variante 4.
El último caso de rabia en humanos ocurrió en Quilpué en 2013 (Berríos, 2014).
El último caso de rabia en humanos ocurrió en Quilpué en 2013 (Berríos, 2014).
Chile no puede ser declarado libre de rabia debido a la
presencia del virus rábico en murciélagos.
Dos situaciones
históricas relacionadas con la rabia en Chile
Una relaciona a la rabia con la Guerra del Pacífico. La
primera comunicación sobre rabia en Chile fue realizada por el cirujano de la
Armada don Pedro Videla Órdenes en su memoria para obtener el grado de
Licenciado en Medicina y Farmacia (abril 14, 1879). En dicha memoria se
concluía además, que el chamico (Datura stramonium) podía aliviar los síntomas
más molestos de la rabia. Cabe consignar que el cirujano Videla asignado a la
corbeta Covadonga fue alcanzado por un proyectil de 300 libras disparado por el
monitor Huáscar que le amputó las dos piernas, falleciendo por una hemorragia
incoercible el 21 de mayo de 1879 (Laval, 2003).
El segundo hecho se relaciona directamente con nuestra
profesión y se refiere al primer mártir de la Medicina Veterinaria chilena,
doctor Enrique Amion Ligardes, docente y clínico práctico, quien falleció el 28
de febrero de 1926 víctima de la rabia contraída al examinar el cadáver de una
vaca infectada con el virus rábico (Fernández, 1994).
Vacuna antirrábica Fuenzalida - Palacios
Eduardo Fuenzalida Loyola. En el año 1931 ingresó a la Facultad de
Medicina Veterinaria de la Universidad de Chile. Egresó en 1935 titulándose
como Médico Veterinario. Su máxima dedicación era investigar la
inmunoprofiláxis de la rabia, estudios que lo llevaron a presentar en 1954, en
la 3a Jornada de la Sociedad Chilena de Salubridad del Instituto Bacteriológico
de Chile, junto al médico cirujano Raúl Palacios R., un método nuevo de
elaboración de la vacuna antirrábica. Vacuna que superaba sin discusión a la
vacuna original de Pasteur y a las existentes en el mundo en ese momento,
debido principalmente a que no producía accidentes postvacunales de tipo
neuroparalítico y también a su alta potencia inmunológica. Todo un logro para
la actividad científica de Chile. En consideración al éxito de la nueva vacuna
y a su gran experiencia, la Oficina Panamericana de la Salud lo incorporó, en
1966, como Investigador y Consultor de la Rabia en el Centro Panamericano de
Zoonosis con sede en Buenos Aires, Argentina. En el año 1973 regresó a Chile.
Don Eduardo falleció el 19 de julio de 1976 a los 64 años de edad a causa de
una afección renal.
La vacuna de cerebro de ratón lactante (VCR) denominada
"Vacuna Fuenzalida - Palacios" es bien conocida. En 1954 Eduardo
Fuenzalida L. junto a Raúl Palacios R. dieron a conocer esta nueva vacuna
antirrábica la que inicialmente fue aplicada solamente en perros. En 1958 fue
probada en el hombre, específicamente en 64 voluntarios del Politécnico de San
Bernardo, demostrando que los vacunados producían, a los 21 días de la
experiencia, suficientes anticuerpos para obtener una buena protección contra
el virus rábico; así se confirmó que la nueva vacuna de cerebro de ratón
lactante era entre 50 y 100 veces más eficiente que la vacuna tradicional. En
1960 el Servicio Nacional de Salud de Chile autorizó su aplicación en seres
humanos. En 1963 se permitió su uso en Uruguay, en 1964 en Argentina y Perú;
Brasil y Venezuela lo hicieron en 1965, Cuba y México en 1967, Ecuador y
Guatemala en 1969.
Eduardo Fuenzalida recibió el reconocimiento a su obra en
vida, así México y Brasil le otorgan las máximas distinciones por
"Servicios al país" y en Colombia la Condecoración al Mérito
Asistencial del Ministerio de Salubridad. El Instituto Pasteur de París le
honra con su Medalla de Honor por su importante aporte a la ciencia y a la
salud de los pueblos.
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