“DETECCIÓN Y ANÁLISIS DE LOS PRINCIPALES RIESGOS PROFESIONALES
QUE AFECTAN A MÉDICOS VETERINARIOS DEL ÁREA DE ANIMALES
MAYORES EN LA PROVINCIA DE MALLECO, IX REGIÓN DE LA ARAUCANÍA”.
JAVIER IGNACIO PIZARRO RECKMANN.
TEMUCO - CHILE
2004
UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TEMUCO
FACULTAD DE ACUICULTURA Y CIENCIAS VETERINARIAS
ESCUELA DE MEDICINA VETERINARIA
Desde sus inicios, la Medicina Veterinaria ha sido descrita como una profesión riesgosa, con el transcurso del tiempo en nuestro país, son numerosos los profesionales afectados en el ejercicio de sus funciones; los riesgos a los que se
ven expuestos los Médicos Veterinarios son múltiples, destacando ergonométricos,
agentes físicos, químicos, biológicos, lesiones traumáticas, etcétera; como
consecuencia de su actuación se generan diversas enfermedades profesionales.
Los factores anteriormente señalados, nutrieron la inquietud de conocer y
estudiar los riesgos a los que se ven expuestos los Médicos Veterinarios; como
consecuencia de aquello, se llevo a cabo esta investigación, con el objetivo general,
detectar y analizar los principales riesgos profesionales que afectan a Médicos
Veterinarios del área de animales mayores en la provincia de Malleco, IX Región de
la Araucanía e indicar, los procedimientos y beneficios establecidos en la Ley Nº
16.744 sobre Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales.
En la elaboración de este estudio, se encuestaron personalmente a veintidós
Médicos Veterinarios, dedicados al área de animales mayores y que desarrollan sus
actividades profesionales en distintas comunas de la Provincia de Malleco, IX
Región de la Araucanía.
De esta investigación, se obtuvo información relevante sobre los riesgos y
enfermedades profesionales a los que con mayor frecuencia se ven expuestos los
Médicos Veterinarios, del área de animales mayores, se logro conocer el nivel de
percepción y comprensión que poseen los profesionales sobre la Ley Nº 16.744
sobre Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales; además se indican los
procedimientos y beneficios establecidos en la Ley anteriormente señalada y las
medidas preventivas utilizadas durante la realización de las actividades en terreno.
La presente investigación, tiene el mérito de descubrir y estudiar los
principales riesgos a los que se ven expuestos los Médicos Veterinarios;
contribuyendo de esta manera, a la elaboración de propuestas tendientes a atenuar,
evitar y prever los riesgos tanto presentes como futuros, evitando así la aparición de enfermedades asociadas.
II. SUMARY.
Since its beginning the Veterinary Medicine has been described as a risky
profession, with the course of the time in our country, there is a big number of
professionals affected in the exercise of their functions; the risks that are exposed
are multiple, emphasizing ergonometric, biological, chemical, physical agents,
traumatic wounds, etc; as a result of their diverse actions, professional illnesses are generated.
The factors previously indicated, nourished the anxiety to know and to study the risks that the Veterinary Doctors are exposed; as a result of that, this investigation was carried out, with the general objective, to detect and to analyze the main professional risks to Veterinary Doctors of the area of big animals in the province of Malleco, IX Region of the Araucanía and to indicate, the procedures and benefits established in the law N° 16.744 on Work Accidents and Professional Illnesses.
In the elaboration of this study, twenty-two Veterinary Doctors were questioned,
dedicated on the area of greater animals and that develop their professional
activities in different communities of the Province of Malleco, IX Region of the
Araucanía.
From this investigation, a prominent information on the risks was obtained and
professional illnesses with greater frequency Veterinary Doctors are exposed, of the
area of big animals, this investigation also shows the knowledge an the level of
perception and comprehension professionals posses on the Law N° 16.744 on Work
Accidents and Professional Illnesses; besides are indicated the procedures and
benefits established in the Law previously indicated and Preventive they utilized
during the execution of the activities in land.
The present investigation has the merit to discover and to study the main risks the
Veterinary Doctors are exposed to; contributing in this way, to the elaboration of
proposals tending toward reducing, to avoid and to predict the present and future
risks, avoiding the apparition of associated illnesses.
III. INTRODUCCIÓN
En cuanto a la relación del hombre con los animales, es difícil descubrir un
momento preciso en que ésta se inicia, bástenos con señalar que comienza en la
prehistoria; la vida del hombre desde los inicios de los tiempos y hasta la actualidad, ha estado y continúa estrechamente vinculada a otros animales; ya sea, debido a la necesidad alimenticia del hombre, como en la ayuda en el desarrollo de labores agrícolas, en periodos de guerra y también dándole un sentido religioso a ciertos órganos de los animales; así por ejemplo, en pueblos de religión politeísta se realizaban ciertos ritos para agradar a los dioses en los cuales se ofrecían el
corazón de un animal u otro órgano adecuado a la divinidad correspondiente.
En relación al hecho de que el hombre pueda curar a otros animales, los
primeros antecedentes se encuentran en Babilonia en el Código de Hammurabi
conocido por la regla del “ojo por ojo diente por diente”, así: “si el médico de
animales ha tratado un buey de un mal grave, el dueño de dichos animales dará al
médico a título de salario, un sexto ciclo de plata, pero si el animal muere el médico de animales debía pagar la cuarta parte del precio al dueño de éste”(Rosende,
2001). Este tipo de relación continúa en Egipto, en la civilización israelita en donde regían importantes normas sanitarias sobre el consumo de carne animal, reglas
supuestamente escritas por Moisés; luego en la cultura Helénica –Grecia- se
realizan remedios basados en plantas destinadas a sanar personas y animales
enfermos; quienes se encargaban de la salud de los caballos eran los “hippiatros” lo
que derivó en la palabra hipiatra.
Después de la caída de Roma la cultura Grecolatina, fue conservada por los árabes, se produjo aquí un fenómeno de vulgarización en todo tipo de aspectos, con ello, el abandono de las ciencias, tomando su lugar en la medicina la superstición e
invocación de santos, de tal modo, las plegarias, hechizos y encantamientos fueron
la medicina para personas y animales.
En la época medieval el Señor Feudal recurría a curanderos quienes trataban de prevenir y curar enfermedades, además el noble pastor en sus labores, recurría a las plantas como medicina; especial importancia adquieren en este período los perros de caza. Durante el período medieval fueron los árabes quienes volviendo a la ciencia, desarrollaron prácticas de diagnóstico y tratamiento de enfermedades; adquiere gran relevancia el caballo, animal de vital importancia en las cruzadas y también para difundir la doctrina de Mahoma -como podemos apreciar continúa la relación de tipo religioso entre el hombre y el animal-. El cuidado de los caballos, quedaba a cargo de especialistas quienes fueron llamados “Albéitares” cuyo significado en árabe era Médico de caballos, luego se traduce al idioma español como albéitar por extensión “Veterinario”.
La primera Escuela de Medicina Veterinaria se estableció en Francia en el
año 1761; época desde la cual se establecieron centros de este tipo en todo el
mundo, con diferentes orientaciones según la actividad desarrollada en cada país;
siendo el mayor aporte de todas ellas el control de las enfermedades, la economía
ganadera y la prevención de la zoonosis, esto último mediante técnicas de higiene
ambiental y el control de alimentos (Rosende, 2001).
Como hemos señalado anteriormente, el perro y el caballo adquirieron vital
importancia sobre todo el caballo en el aspecto militar, debido a este factor es que
los principales centros de formación veterinaria en la mayoría de los países, se
establecen en centros militares. Chile no es la excepción, es así como en los
albores de nuestra República sólo existen veterinarios militares, formados en la
primera Escuela Veterinaria Militar del país, bajo el gobierno del Presidente Bulnes.
En 1915 quedó de manifiesto, la necesidad de impartir civilmente las ciencias
veterinarias, debido, principalmente, al explosivo desarrollo de la ganadería del
país, donde los veterinarios militares, en bajo número, no eran suficientes para la
atención del gran mercado ganadero naciente; luego de dieciocho años de enseñanza militar comienza la enseñanza de la Medicina Veterinaria Civil. Así, por Decreto Supremo de 10 de noviembre de 1915 se crea en la Quinta Normal la primera Escuela de Medicina Veterinaria Civil dependiente de la Dirección General de Servicios Agrícolas.
En el año 1928 entra en funcionamiento la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Chile, reemplazando a la escuela antes mencionada, hecho que da inicio a la enseñanza Médico Veterinaria de origen universitario; le sigue la Universidad Austral de Chile fundada en 1954 posteriormente, la Universidad de Concepción y, en 1980 se da libertad y derecho a impartir la enseñanza veterinaria tanto a instituciones de educación superior dependientes del Estado como a Privados, creándose variadas escuelas de medicina veterinaria; destacando en la IX
Región la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Católica de Temuco.
Desde sus inicios la Medicina Veterinaria ha sido descrita como una profesión riesgosa, con el tiempo, en nuestro país son numerosos los afectados en
el ejercicio de la profesión; incluso los registros se remontan a 1926 época en que el doctor Enrique Amión, perteneciente al Laboratorio de Investigaciones Veterinarias, muere a consecuencia de Hidrofobia (Rabia) tras ser contagiado por un vacuno enfermo, transformándose así, en el primer mártir de la profesión.
Los Médicos Veterinarios se ven afectados por múltiples tipos de riesgos
profesionales, entre los que destacan: malas posturas corporales, agentes físicos,
químicos, biológicos, lesiones traumáticas, etc; riesgos que originan diversas
enfermedades ocupacionales.
Frente a esta realidad que no sólo afectaba a los Médicos Veterinarios, el
Estado de Chile comienza a preocuparse de la salud de los trabajadores y
profesionales, es así, como en 1968 es promulgada la Ley 16.744 “Ley de
Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales”.
El presente trabajo, pretende descubrir y estudiar los principales riesgos a
los que se ven expuestos los Médicos Veterinarios dedicados al área de animales
mayores, y que desarrollan sus actividades profesionales en la Provincia de
Malleco, IX Región de la Araucanía, todo ello con el fin de contribuir en la
elaboración de propuestas tendientes a atenuar, evitar y prever los riesgos
presentes y futuros, así evitando la aparición de enfermedades asociadas.
3.1. Salud Ocupacional.
La Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.), define la Salud
Ocupacional como “la disciplina que tiene por finalidad, promover y mantener el más
alto grado de bienestar físico, mental y social de los trabajadores en todas las
profesiones; evitar el desmejoramiento de la salud causado por las condiciones de
trabajo; protegerlos en sus ocupaciones de los riesgos resultantes de los agentes
nocivos; ubicar y mantener a los trabajadores de manera adecuada a sus aptitudes
fisiológicas y sicológicas; y en suma, adaptar el trabajo al hombre y cada hombre a
su trabajo.” (Glosario Básico de Salud Laboral, 2003).
En ésta disciplina participan equipos multidisciplinarios, en los que se
relacionan múltiples profesionales, Médicos, Higienistas, Expertos en Prevención de
Riesgos, Sicólogos, Sociólogos, Asistentes Sociales, Ingenieros, Constructores
Civiles, Médicos Veterinarios, etc; todos ellos, contribuyen desde sus particulares
puntos de vista al establecimiento de las condiciones óptimas para desarrollar
labores profesionales.
La Salud Ocupacional se desarrolla a través de dos grandes áreas:
La Higiene Industrial.
La Seguridad Industrial.
La Higiene Industrial, es la disciplina que tiene por objeto, el reconocimiento,
evaluación y control de aquellos factores ambientales o tensiones que se originan
en el lugar de trabajo, y que pueden causar enfermedades, perjuicios a la salud o al
bienestar, incomodidades e ineficiencia entre los trabajadores o entre los
ciudadanos de la comunidad. (Glosario Básico de Salud Laboral, 2003).
El objetivo principal de la Higiene Industrial, es lograr que los trabajadores se
vean libres de contraer enfermedades ocupacionales por la manipulación de
sustancias, maquinarias, equipos o herramientas que son utilizadas, o por las
condiciones ambientales en que se desempeñan.
La segunda área de la salud ocupacional es la Seguridad Industrial, ésta se
dedica a evitar los accidentes en los lugares de trabajo, manteniendo condiciones
laborales (SESMA, 2003).
Como se puede apreciar, estas disciplinas deben ser asumidas como un
punto básico para el establecimiento de medidas concernientes a asegurar el
bienestar del profesional Médico Veterinario, en un área que presenta notables
riesgos para la realización de sus actividades habituales.
3.2. Clasificación de los Riesgos Profesionales.
Como se describe anteriormente, los trabajadores y por consiguiente los
Médicos Veterinarios, se ven expuestos a diversos riesgos durante la realización de
sus actividades laborales.
Estos riesgos, pueden generar Accidentes del Trabajo asociados o no al
establecimiento de Enfermedades Profesionales. Como indica el Glosario Básico de
la Salud Laboral (SESMA, 2003), se considera Accidente del Trabajo, “toda lesión,
que una persona sufra a causa o con ocasión del trabajo y que le produzca
incapacidad o muerte, son también accidentes del trabajo los ocurridos en el
trayecto directo, de ida o regreso, entre la habitación y el lugar del trabajo” (Artículo
N° 5, Ley 16.744).
Así entonces, los riesgos se pueden clasificar en: Riesgos Químicos, Físicos,
Biológicos, Ergonomètricos. (GIL, H. 2002).
Consecuentemente, el Servicio Metropolitano del Ambiente (SESMA, 2003),
determina los riesgos laborales típicos como: Riesgos Eléctricos, Mecánicos, por
Vibración, Biológicos, por Incendios, Físicos, Químicos y por Movimientos Repetidos
y Malas Posturas.
3.2.1. Riesgos Químicos.
Los Agentes Químicos, son sustancias presentes en el aire, que al ingresar
al organismo por la vía respiratoria, cutánea o digestiva, pueden generar una
enfermedad profesional. (Glosario Básico de la Salud Laboral, 2003).
La intoxicación con metales pesados, es un riesgo generado por agentes
químicos, estos pueden causar daño por la acumulación crónica en el organismo;
algunos metales pesados susceptibles de causar daño son: Cromo, Arsénico,
Plomo, Mercurio, Manganeso, etc.; varios de estos metales son componentes
habituales de productos que están al alcance de los profesionales.
La intoxicación con Pesticidas, presenta mayores probabilidades de causar
daño al corto y largo plazo, además su manipulación arrastra peligros, no sólo al
que los manipula, sino también, a la familia que se ve expuesta a la sustancia al
trasladar ropas contaminadas al hogar.
El Código Sanitario Chileno, en su artículo 92, define como pesticida a “todo
producto destinado a ser aplicado en el medio ambiente, con el objeto de combatir
organismos capaces de producir daño al hombre, animales, plantas, semillas y
objetos inanimados”.
Esta definición, por ser tan amplia, envuelve a diferentes tipos de sustancias,
entre las que destacan, Insecticidas, Acaricidas, Funguicidas, Herbicidas,
Nematicidas, Molusquicidas, Raticidas, Fumigantes, etc.
Existen más de 10.000 presentaciones comerciales referidas a estas
sustancias, varias se encuentran normalmente en las actividades del Médico
Veterinario.
Los órgano fosforados, encontrados habitualmente en insecticidas,
herbicidas y funguicidas, son la principal causa de intoxicación y de accidentes
mortales en nuestro país; son absorbidos por vía cutánea o inhalación (Carvajal,
2001).
El Trichlorfon, Phoxim, Fenthión, son solo algunos de los órgano fosforados
utilizados habitualmente por los Médicos Veterinarios (Bayer, 2002).
Los síntomas de intoxicación aguda por Órgano Fosforados son: sudoración
abundante, hipersalivación, miosis, hipersecreción bronquial, colapso respiratorio,
tos, vómitos, cólicos, diarrea, fasciculaciones musculares, hipertensión arterial
transitoria, confusión mental, convulsiones, depresión de centros
cardiorrespiratorios, coma y muerte. (Carvajal, 2001).
3.2.2. Riesgos Físicos.
Los Agentes Físicos, son manifestaciones de la energía, que pueden causar
alteraciones en el organismo. Tales manifestaciones son principalmente: Energía
Acústica en forma de Ruido, Energía Mecánica en forma de Vibración, Energía
Calórica en forma de Calor o Frío, Energía Electromagnética en forma de
Radiaciones y la Energía Lumínica en forma de Luminosidad.(SESMA, 2003).
En Medicina Veterinaria, la energía electromagnética presente en forma de
radiación Gamma y X, es la que presenta mayor cercanía de producir alteraciones,
sin embargo, el equipo generador de rayos X, es un instrumento escasamente
utilizado en el área de animales mayores, debido a su elevado costo; sin embargo,
cuando se tiene la posibilidad de contar con uno, se producen graves incorrecciones
en la protección radiológica del profesional que lo opera, constituyéndose en un
importante foco de riesgo de producir enfermedades profesionales por exposición
crónica a la radiación X.
Las consecuencias que genera la exposición a los rayos X, se pueden dividir
en efectos genéticos, afectando las gónadas provocando mutaciones cromosómicas
de carácter recesivo, éstas secuelas pueden manifestarse después de varias
generaciones; efectos somáticos como: alopecia, eritema, radiodermatitis crónica,
cancerización; efectos determinísticos, probablemente debidos a mutaciones
celulares como leucemias, cáncer, etc. (Gil, 2002).
Dentro de los riesgos físicos, se encuentran también los riesgos Mecánicos,
es aquel que puede producir lesiones corporales traumáticas tales como: cortes,
abrasiones, punciones, contusiones, atrapamientos, golpes por objetos proyectados,
quemaduras, etc. El riesgo puede producirse en toda operación donde se utilicen
herramientas de mano, maquinarias, etc.(Carvajal, 2001).
3.2.3. Riesgos Ergonométricos.
Según la International Ergonomics Society, Ergonomía es tanto la disciplina
científica relacionada con la comprensión de las interacciones entre humanos y
otros elementos de un sistema, así como la profesión que aplica teoría, principios y
métodos para diseñar a fin de optimizar el bienestar humano y el rendimiento global
del sistema. (Ergonomía en español, 2003).
La Sociedad de Ergonomistas, define la Ergonomía cómo un enfoque, que
pone las necesidades y capacidades humanas como el foco del diseño de sistemas
tecnológicos. Su propósito es asegurar que los humanos y la tecnología trabajen en
completa armonía, manteniendo los equipos y las tareas en acuerdo con las
características humanas (Ergonomía en español, 2003). Los Ergonomistas
contribuyen al diseño y evaluación de tareas, trabajos, productos, ambientes y
sistemas en orden de hacerlos compatibles con las necesidades, habilidades y
limitaciones de las personas.
Los desórdenes músculo-esqueléticos, incluyen un grupo de condiciones que
involucran a los nervios, tendones, músculos, y estructuras de apoyo como los
discos intervertebrales. Representan una amplia gama de desórdenes que pueden
diferir en grado de severidad desde síntomas periódicos leves hasta condiciones
debilitantes crónicas severas. (NIOSH, 2003).
3.2.4. Riesgos Biológicos.
El Riesgo Biológico es el daño causado por cualquier microorganismo (virus,
Bacteria, Hongos, Protozoos), cultivo celular, endoparásito o ectoparásito capaz de
producir enfermedades, infecciones, alergias o toxicidad. Las personas que pueden
verse expuestas a agentes biológicos son principalmente campesinos, Médicos
Veterinarios y trabajadores de hospitales.
Las vías de entrada de los agentes biológicos son: vía respiratoria, por
inhalación de micropartículas en el medio de trabajo, que son producidos por la
centrifugación de muestras, agitación de tubos, aspiración de secreciones, toser o
estornudar; vía digestiva, por ingestión accidental, al pipetiar con la boca, al comer, beber o fumar en el lugar de trabajo; vía sanguínea, piel o mucosas, como
consecuencia de pinchazos, cortes, erosiones, salpicaduras, etc. (SESMA, 2003).
3.2.5. Riesgos por Accidentes.
Los choques automovilísticos relacionados con el tráfico son la causa
principal de la muerte ocupacional por lesión.
Sin embargo, el ambiente en el que ocurren estos choques es complejo y
podría no ser tan fácil controlarlo como en otros lugares de trabajo. Los factores
difíciles de controlar incluyen conductores agresivos o que no están en plenas
facultades para manejar o que ignoran los peligros de compartir la carretera con
vehículos comerciales. (NIOSH, 2003).
3.3. Enfermedades Profesionales.
Según la Ley 16.744 sobre Accidentes del Trabajo y Enfermedades
Profesionales, en su Artículo N° 7, las Enfermedades Profesionales son las
causadas de manera directa por el ejercicio de la profesión o el trabajo que realice
una persona y que le produzca incapacidad o muerte.
Las enfermedades zoonóticas merecen una especial mención por la mayor
predisposición de los Veterinarios a estas, las que pueden ser de origen viral,
bacteriano o parasitario (Merck, 2000).
Como lo manifiesta Gil (2002), las Enfermedades Profesionales se pueden
clasificar por el agente causal, o sea, por Virus, Bacterias, Ricketsias y Clamidias,
Hongos, Parásitos y por otras causales.
Dentro de las principales Enfermedades Profesionales a considerar en
Medicina Veterinaria de animales mayores, se pueden mencionar: Carbunco, Rabia,
Brucelosis, Leptospirosis, Tuberculosis y Listeriosis.
3.3.1. Carbunco.
La enfermedad Ántrax, es mejor conocida en nuestro país por los Médicos
Veterinarios como Carbunclo o Carbunco Bacteridiano y por la gente de campo con
el nombre de “la Picada”. El Carbunco Bacteridiano es una enfermedad propia de
los animales, cuyo ciclo natural se da en animales silvestres y agrícolas y donde el
hombre puede adquirirla transformándose en una importante zoonosis.
El responsable del Carbunco Bacteridiano, Bacillus anthrasis, es una
bacteria que se encuentra distribuida ampliamente a nivel mundial, de lo cual no
está excluido Chile y cuyo efecto, aunque esporádico, es bien conocido por las
personas que trabajan con animales del campo.
Los herbívoros y especialmente los rumiantes son los más afectados.
Aquellos animales que se infectan, tienen un período corto de incubación de 1 a 3
días y presentan luego una cuadro clínico de carácter sobreagudo a subagudo
dependiendo de la susceptibilidad de la especie, para sucumbir en 1 a 5 días como
consecuencia de una septicemia.
Los cadáveres entran rápidamente en proceso de putrefacción, sin embargo,
las secreciones sanguinolentas que escapan de las aberturas naturales de estos
cadáveres son ricas en bacterias que esporulan y contaminan el terreno. Cualquier
ruptura temprana del cadáver como los producidos por animales carroñeros,
favorecen la eliminación de bacterias al medio ambiente, por ello se en sospecha de
Carbunclo, se recomienda no realizar la necropsia.
Las lesiones son las típicas de una septicemia, dominada por hemorragias,
edema subcutáneo del cuello y generalmente un aumento de tamaño del bazo que
aparece de consistencia friable y su interior con aspecto de “mermelada de moras”.
La ocurrencia de Carbunco en el hombre dice relación con el contacto que se
tenga con animales enfermos o sus productos. Se describen tres tipos de Carbunclo
humano: cutáneo, digestivo y respiratorio.
La forma Cutánea de infección corresponde a la introducción de esporas en
heridas o pequeñas escoriaciones de la piel de personas que hayan tenido contacto
con animales o productos contaminados (gente de campo, de mataderos, Médicos
Veterinarios, etc.). Esta es la forma más corriente de la enfermedad a nivel mundial
y en Chile.
La lesión se conoce como “Pústula maligna” y se presenta generalmente en
brazos, manos, cara y cuello, aparece luego de unos 6 a 10 días del contacto.
Inicialmente se manifiesta una mácula o pápula prurítica que deriva en una
úlcera redondeada al segundo día. Luego se desarrollan vesículas con líquido
serosanguinolento rico en bacterias y continúa con una costra indolora, cóncava y
negra asociada a un extenso edema local. En una a dos semanas la costra se seca
y cae, a veces dejando una cicatriz permanente. Puede existir una linfangitis y
linfoadenopatía local y dolorosa asociada a síntomas sistémicos.
El tratamiento con antibióticos no limita la lesión, pero disminuye la
probabilidad de una enfermedad sistémica. Sin tratamiento se estima una mortalidad
del 20%, pero con este tratamiento, la muerte por Carbunclo cutáneo es rara.
(Abalos, 2002).
La forma gastrointestinal es rara y se da en lugares empobrecidos donde
escasea el alimento y sobreviene por consumo principalmente de carne de animales
recién muertos o sacrificados durante el curso de la enfermedad. Las esporas
germinan en el tracto digestivo superior o inferior dando origen a dos cuadros, uno
a nivel de la orofaringe con compromiso de nódulos linfáticos, edema y septicemia y
otro que resulta de al infección a nivel de íleon y ciego con síntomas de nausea,
vómito y malestar general para luego desarrollar diarrea sanguinolenta, abdomen
agudo y septicemia. A menos que se haga un diagnóstico precoz y un tratamiento
agresivo de antibióticos, la letalidad es alta. (Abalos, 2002); la letalidad varía entre un 25 a un 75%.(Acha, 1997)
La forma reconocidamente más grave es el Carbunclo Respiratorio, que es
escaso, siendo los trabajadores de manufacturas de lana y pelo de cabras y ovejas
los más expuestos a inhalar esporas en forma accidental y Médicos Veterinarios que
han estado expuestos a micropartículas de esporas liberados durante la realización
de necropsias en terreno a animales infectados.
Una vez que la bacteria se desarrolla, la enfermedad cursa rápida y
fatalmente. No se describe un cuadro típico de bronconeumonía y los casos
descritos se caracterizan por una linfoadenitis torácica hemorrágica y mediastinitis
hemorrágica con 50% de probabilidad de derivar en una meningitis hemorrágica. En
la fase clínica se distinguen dos etapas, donde la primera sólo hay síntomas
inespecíficos como fiebre, tos, cefalea, vómitos, escalofríos, debilidad, dolor
abdominal y del pecho. Esto dura de horas a pocos días y luego sobreviene una
aparente mejoría para luego progresar directamente a una etapa fulminante de
enfermedad respiratoria con shock terminal, en horas. La letalidad de esta forma
alcanza cerca del 90%. (Abalos, 2002).
3.3.2. Rabia.
La Rabia, también llamada Hidrofobia o Lissa, es producida por un rabdovirus
del género Lyssavirus, se puede describir como encéfalomielitis vírica aguda, casi
siempre mortal. El cuadro en humanos suele ser precedido por una sensación de
angustia, cefalalgia, fiebre, malestar general, y alteraciones sensitivas indefinidas, que a menudo guardan relación con el sitio de una herida anterior, provocada por la mordedura de un animal, esto debido a que la saliva conteniendo el virus del animal rabioso, se introduce por la mordedura o por rasguño ó excepcionalmente por alguna lesión reciente en la piel, o a través de las membranas mucosas intactas. (Benenson, 1997).
La enfermedad evoluciona hasta la aparición de paresia o parálisis, con espasmos de los músculos de la deglución, lo que provoca “miedo al agua” (Hidrofobia); después surge delirio y convulsiones. La enfermedad suele durar de 2 a 7 días, o un poco más, y a menudo la muerte sobreviene a consecuencia de parálisis respiratoria. (Benenson, 1997).
En bovinos la enfermedad puede ser transmitida por murciélagos, el período
de incubación es largo (25 días a más de 150 días), los síntomas predominantes
son del tipo paralítico, por tanto, la enfermedad es denominada como Rabia bovina
paresiante o paralítica; los animales afectados se alejan del grupo, algunos
presentan las pupilas dilatadas y pelo erizado, somnolencia y depresión, se pueden
observar movimientos anormales en extremidades posteriores, lagrimeo y catarro
nasal, éste cuadro se agrava hasta llegar a contracciones tónico clónicas en todo el
cuerpo, aparece dificultad en la deglución y dejan de rumiar, adoptan la posición
decúbito y se mantienen así hasta la muerte. (Acha, 1997).
3.3.3. Brucelosis.
En la Brucelosis, se reconocen actualmente seis especies del género Brucela: Brucela melitensis, Brucela abortus, Brucela suis, Brucela neotomae, Brucela ovis y Brucela canis. (Acha, 1997). Las especies afectadas son: bovinos,
porcinos, caprinos y ovinos.
El hombre es susceptible a la infección por B. melitensis, B. suis, B. abortus
y B. canis. La especie más patógena para el hombre es la B. melitensis. El período
de incubación es de una a tres semanas, prolongándose a veces, a meses. Es una
enfermedad septicémica de principio repentino, con fiebre continua, intermitente o
irregular. La sintomatología de la brucelosis aguda consiste en escalofríos, sudores
profusos y elevación de la temperatura corporal. Un síntoma casi constante es la
astenia y cualquier ejercicio produce fatiga, se manifiesta sudoración generalmente
en la noche y con un olor característico. Los síntomas comunes son: insomnio,
impotencia sexual, constipación, anorexia, cefalalgia, artralgias y dolores
generalizados. A su vez, produce un fuerte impacto en el sistema nervioso, el cual
se traduce en irritación, nerviosismo y depresión. (Acha, 1997).
3.3.4. Leptospirosis.
Las leptospiras patógenas que producen la Leptospirosis, pertenecen a la especie Leptospira interrogans, que se han subdivididos en serovariedades.
El modo de transmisión de la leptospira, es mediante el contacto con la piel,
especialmente si se encuentra escoriada, o de las membranas mucosas, con agua,
tierra húmeda o vegetación contaminada con orina de animales infectados, o
contacto directo con la orina.
En humanos el cuadro frecuentemente incluye fiebre de comienzo repentino,
cefalalgia, escalofríos, mialgia intensa (en las pantorrillas y en los muslos).
Asimismo, se puede presentar fiebre difásica, meningitis, erupciones (exantema del
paladar), anemia hemolítica, hemorragia en la piel y las mucosas, insuficiencia
hepatorrenal, ictericia, confusión y depresión mental, miocarditis y afección de los
pulmones, con o sin hemoptisis. (Benenson, 1997).
3.3.5. Listeriosis.
La Listeriosis es causada por un bacilo Gram positivo aerobio, móvil, parásito
facultativo intracelular del sistema retículoendotelial llamado Listeria
monocytogenes, existiendo una gran heterogeneidad antigénica, se reconocen siete
serotípos, a su vez dividido en subtipos.
Un síntoma importante en la mujer es el aborto en la segunda mitad del
embarazo, los síntomas que preceden este aborto suelen ser: escalofríos, aumentos
de la temperatura corporal, cefalalgia y ligero mareo. Si no hay aborto, después del
parto la madre no presenta síntomas de la enfermedad, sin embargo, se puede
aislar L. Monocytogenes de la vagina, cuello uterino, y de la orina durante algunos
días o semanas; si el niño nace vivo muere al poco tiempo de septicemia listérica.
La meningitis o meningoencefalítis es la forma clínica más común en adultos, sobre
todo en mayores de 50 años, complicándose en individuos debilitados, alcohólicos,
diabéticos o en pacientes con neoplasias. En Médicos Veterinarios que habían
manipulado fetos infectados se describió una erupción cutánea.
Los animales más afectados son principalmente son ovinos, caprinos y
bovinos, mas raramente cerdos, perros y aves. (Acha, 1997).
3.3.6. Tuberculosis.
La tuberculosis tiene como agentes etiológicos al Mycobacterium tuberculosis
(el principal causante de tuberculosis humana), Mycobacterium bovis (bovinos), y
Mycobacterium africanum (humanos en África tropical), el principal causante de la
tuberculosis zoonótica es M. bovis.
El M. bovis en los humanos puede causar las mismas formas clínicas y
patológicas que M. tuberculosis. La localización extrapulmonar del bacilo, se debe al
modo de transmisión más común, que es por ingestión de leche y productos lácteos
crudos. La tuberculosis pulmonar por el bacilo bovino ocurre con menos frecuencia,
pero su incidencia es significativa en grupos ocupacionales que están en contacto
con vacunos infectados, o sus canales. La transmisión es aerógena (por gotitas de
pocos micromilímetros). El hombre que sufre de tuberculosis pulmonar por M. bovis
puede retransmitir la infección a los bovinos (Acha, 1997).
3.4. Ley 16.744, “Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales”.
En nuestro país, aunque hubo iniciativas que estaban destinadas a proteger
a los empleados de diversas ocupaciones (Ley de la Silla de 1914, Ley sobre
Descanso Dominical de 1907, Ley sobre Accidentes del Trabajo de 1916), el primer
cuerpo legal que abordó más extensamente este tema se dictó en 1924 y se llamó
Ley de Seguro Obrero Obligatorio. Esta normativa dio origen a la Caja de
Accidentes del Trabajo, organismo que otorgaba atención médica gratuita a los
accidentados del trabajo y enfermos con afecciones profesionales. Entregaba,
además, subsidios, indemnizaciones y pensiones. Al amparo de esta caja se
crearon institutos traumatológicos, centros especializados en el tratamiento de
diversas lesiones originadas en los lugares de trabajo, que permitieron el desarrollo
de esta especialidad médica en Chile. (SESMA, 2003).
En 1968, la Ley 16.744 buscó corregir los errores del sistema anterior y puso
todo el acento en la prevención de riesgos. Se incorpora, entonces, el criterio
preventivo, exigiendo y promoviendo acciones tendientes a evitar que ocurran los
accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales; obligando a participar a
todos los sectores involucrados en la materia: empresarios, trabajadores y los
órganos administradores de esta Ley.
La Ley contempla también el otorgamiento de prestaciones médicas para curar o
sanar al trabajador. Estas prestaciones consideran atención, intervenciones
quirúrgicas y dentales, hospitalización y medicamentos, prótesis y aparatos
ortopédicos, rehabilitación física y reeducación profesional.
La ley 16.744, es el Sistema del Seguro Social en Chile en materia de Accidentes
del Trabajo y Enfermedades Profesionales, que entró en vigencia el 1 de mayo de
1968.
Esta normativa protege a todos los trabajadores dependientes del sector
público y privado, cuyos empleadores efectúen la cotización establecida en el
Instituto de Normalización Previsional (I.N.P) o en las Mutuales de Seguridad.
También pueden acceder a este beneficio los trabajadores independientes
que estén al día en el pago de sus cotizaciones previsionales (campesinos
asignatarios de tierra en dominio individual, suplementeros, conductores de taxis,
camiones y de transporte escolar, pirquineros, comerciantes, profesionales hípicos,
pescadores artesanales que se desempeñen en labores propias), (Artículo N° 2, Ley
16.744).
Asimismo, están protegidos todos los estudiantes de establecimientos fiscales o particulares por los accidentes que sufran mientras realizan sus estudios o
su práctica profesional (Artículo N° 3, Ley 16.744).
Este Seguro Social es Obligatorio y su financiamiento es de cargo del
empleador, quien cotiza directamente a Instituto de Normalización Previsional o a la
mutual que elija.
La Ley 16.744 otorga sus beneficios en los siguientes casos: Accidente del
trabajo, que se define como toda lesión que una persona sufra a causa o con
ocasión del trabajo y que le produzca incapacidad o muerte (Artículo N° 5, Ley
16.744).
Enfermedad profesional: aquella causada de una manera directa por el
ejercicio de la profesión o el trabajo que realice una persona y que le produzca
incapacidad o muerte (Artículo N° 7, Ley 16.744).
La administración del Seguro recae en los organismos que deben otorgar
las prestaciones y beneficios que la ley determina. Estos son: Instituto de
Normalización Previsional (INP), organismo estatal que entrega los beneficios a
trabajadores del sector público o privado que estén afiliados. Las Mutualidades, son
instituciones privadas sin fines de lucro administradas por un directorio paritario
(empresarios y trabajadores). Tienen la obligación legal de invertir en infraestructura
para atención a sus afiliados (hospitales, centros de rehabilitación) y reservas de
pensiones. En Chile existen tres: La Asociación Chilena de Seguridad, el Instituto de
Seguridad del Trabajo y la Mutual de la Cámara Chilena de la Construcción. Las
empresas con administración delegada, en estos casos, son las propias empresas
quienes asumen la responsabilidad de las prestaciones médicas y las acciones
destinadas a la prevención de enfermedades profesionales y accidentes laborales
para sus trabajadores, ya que poseen patrimonio e infraestructura (centros médicos,
hospitales) que les permite adquirir estas funciones.
Los beneficios que otorga esta Ley son los siguientes: Acceso gratuito del
trabajador accidentado o enfermo hasta su curación completa o mientras subsistan
los síntomas de las secuelas causadas por el accidente o la enfermedad a las
siguientes prestaciones: atención médica, quirúrgica y dental en establecimientos
externos o a domicilio; hospitalización si fuese necesario; medicamentos y
productos farmacéuticos; prótesis y aparatos ortopédicos y su reparación;
rehabilitación y reeducación profesional; los gastos de traslado y cualquier otro
necesario para el otorgamiento de estas prestaciones. Además la Ley 16.744
establece para sus afiliados prestaciones económicas por incapacidad temporal o
permanente originada por algún accidente del trabajo o enfermedad profesional
(subsidios, indemnizaciones, pensiones). (Artículo N° 29, Ley 16.744).
Existen diferentes procedimientos necesarios para obtener los beneficios que
confiere la Ley, como ejemplo, nos referiremos a los indicados por el Instituto de
Normalización Previsional (2004), estos son: en caso de sufrir un accidente de
trabajo, en caso de accidente de trayecto y en caso de enfermedad profesional.
De acuerdo a la información entregada por el Instituto de Normalización
Previcional (I.N.P), el procedimiento a seguir en caso de un accidente de trabajo es:
1. El empleador, trabajador o cualquier persona que tenga conocimiento de los
hechos deberá denunciar el accidente dentro de 24 horas de ocurrido en la
sucursal del I.N.P. más cercana al domicilio del empleador o del lugar donde
se produjo el accidente. Para esto, se le proporcionará el formulario
“Declaración Individual de Accidente” (DIAT), debiendo completar sólo las
letras A, B y C de ese formulario y presentar, según corresponda:
· Carnet de Identidad.
· Copia del contrato de trabajo.
· Anexo DIAT para funcionarios públicos.
· Tres últimas planillas de pago de cotización I.N.P.
2. Recibida la denuncia, la sucursal u oficina del I.N.P., extenderá la Orden de
Atención, que da acceso gratuito a las prestaciones médicas proporcionadas
por el I.N.P. a través de convenios médicos con las siguiente instituciones en
la IX Región:
· Red de Sistema Nacional de Servicios de Salud.
· Mutual de Seguridad.
· Asociación Chilena de Seguridad (A.Ch.S.).
En casos de urgencia, la institución de salud prestará la atención médica sin
la Orden de Atención, la que deberá ser presentada por el trabajador, familiar o
empleador dentro de un plazo máximo de un día hábil después de efectuada la
atención. En estos casos, y si la institución de salud así lo exige, deberá firmar un
documento de garantía por los gastos involucrados hasta la presentación de la
Orden de Atención. Esta declaración es válida sólo con la firma del empleador, en
caso contrario, los costos de las prestaciones serán de cargo del trabajador.
3. Si el médico tratante establece una incapacidad laboral temporal, extenderá
licencia médica al trabajador, quien la deberá presentar a su empleador
hasta las 48 horas siguientes al accidente, con el fin que éste la curse dentro
de un plazo de tres días ante la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez
(COMPIN) para su visación.
En el caso de accidente de trayecto deberá seguir los pasos anteriormente
mencionados y acreditarlo con un parte policial, constancia de Carabineros o
cualquier otro medio de prueba igualmente fehaciente. Este documento deberá
anexarlo a la “Declaración Individual de Accidentes del Trabajo”.
Si el médico tratante otorga licencia médica por cualquiera de los casos de
accidentes anteriormente mencionados, el trabajador deberá presentar dicha
licencia a su empleador hasta las 48 horas siguientes al accidente y a continuación
su empleador tendrá tres días para tramitarla ante la COMPIN.
En el caso de una enfermedad profesional, si el trabajador se encuentra en uno
de los siguientes casos:
· Tiene síntomas que le hacen sospechar que su molestia es de origen
profesional y el médico tratante le emite licencia tipo 6 (enfermedad
profesional).
· Existe dictamen de COMPIN que decrete que el trabajador padece una
enfermedad profesional.
· Su empleador solicita al organismo administrador de la Ley 16.744
correspondiente, evaluación por enfermedad profesional.
· Tiene certificado médico que diagnostica enfermedad profesional.
El procedimiento a seguir en estos casos es:
1. Solicite orden de atención.
2. Una vez autorizada la orden de atención, el trabajador debe dirigirse a
alguno de los establecimientos médicos que mantienen convenio con el
I.N.P. para recibir las prestaciones médicas y tratamiento
correspondiente.
3. Continué con el tratamiento indicado. En caso que se establezca cierto
grado de invalidez solicite las respectivas prestaciones económicas.
V. MATERIALES Y MÉTODO.
5.1. Antecedentes Generales de la Provincia de Malleco.
La Novena Región de la Araucanía, con capital la ciudad de Temuco, está
ubicada entre los 37° 35’ y 39° 37’ de latitud Sur y desde el límite con Argentina
hasta el Océano Pacífico.(Atlas geográfico para la educación, 2002).
La superficie regional alcanza los 31.858,4 Kms2, situándola en el noveno
lugar del país en cuanto a extensión, su población total es de 869.535 personas.
Limita al Norte con la Región del Bío-Bío y al Sur con la Región de Los Lagos.
Se divide en dos provincias, Malleco con capital la ciudad de Angol y Cautín,
con capital la ciudad de Temuco.
La Provincia de Malleco se organiza en 11 comunas, las cuales son: Angol,
Renaico, Collipulli, Lonquimay, Curacautín, Ercilla, Victoria, Traiguén, Lumaco,
Purén y Los Sauces.
Entre las actividades de la Provincia, destacan principalmente la actividad
ganadera, donde existe un elevado número de profesionales Médicos Veterinarios
del área de animales mayores. Otras actividades de la región son: forestal, agrícola
(cultivo de cereales), industrial (mueblería) y turística, actividad que inicia
recientemente su apogeo.
5.2. Recopilación de la Información y Análisis de Datos.
La recopilación de la información, se realizó mediante la aplicación de
encuestas referentes a riesgos profesionales, que afectan a Médicos Veterinarios
del área de animales mayores.
Para la elección de los profesionales a encuestar, se utilizaron registros del
Colegio Médico Veterinario Malleco-Cautín, de Médicos Veterinarios acreditados
ante el Servicio Agrícola y Ganadero (S.A.G), e información de Médicos Veterinarios
asesores de farmacias veterinarias, entidades gubernamentales y municipalidades.
La encuesta, ha sido diseñada tomando como base algunos elementos
estipulados en el D.S. N° 109 “Reglamento para la calificación y evaluación de los
accidentes del trabajo y enfermedades profesionales”, de acuerdo a lo dispuesto en
la Ley 16.744. Conjuntamente con la valiosa colaboración de profesionales del área
de animales mayores.
Asimismo, se usaron elementos contenidos en estudios efectuados
anteriormente por la Universidad Católica de Temuco, referentes al ejercicio de la
profesión de Médicos Veterinarios del área de animales menores.
La información obtenida al efectuar las encuestas, fue analizada mediante el
uso de estadística descriptiva univariada.
La encuesta abarcó los siguientes tópicos: Identificación, Accidentes,
Riesgos Químicos, Riesgos Biológicos, Riesgos por posturas anormales
(Ergonométricos) y Riesgos Físicos.
Se encuestaron personalmente, un número de veintidós Médicos
Veterinarios que ejercen ó han realizado labores en el área de los animales
mayores, de la provincia de Malleco; de estos profesionales, cuatro corresponden a
la comuna de Curacautín, cinco a Victoria, cinco a Lonquimay y ocho a la comuna
de Angol.
Las encuestan fueron efectuadas desde Febrero hasta el mes de Mayo del
año en curso.
VI. RESULTADOS Y DISCUSIÓN.
La encuesta estaba constituida por sesenta y cuatro preguntas, organizadas
en seis secciones.
Las secciones son las siguientes:
6.1. Identificación,
6.2. Accidentes,
6.3. Riesgos Químicos,
6.4. Riesgos Biológicos,
6.5. Riesgos por posturas anormales y
6.6. Riesgos Físicos.
6.1. Identificación.
La primera sección, está compuesta por diez preguntas las cuatro primeras,
se refieren a la identificación personal del profesional, año de egreso, universidad y
especialización de post grado. La quinta pregunta, inicia la materia sobre riesgos
profesionales propiamente tal.
Trece de los profesionales encuestados estudiaron en la Escuela de
Medicina Veterinaria de la Universidad Austral de Chile, cuatro en la Universidad de
Chile, tres en la Universidad de Concepción y uno en la Universidad Católica de
Temuco. La edad de los Médicos Veterinarios fluctúa entre los veintisiete y los
cincuenta y nueve años; los años de egreso desde 1970 al 2002. Solamente dos
encuestados manifestaron tener especialidad ó post-grado por más de dos
semestres, en el área de Salud Pública.
Como lo indica la Tabla Nº 1, en esta primera sección queda reflejado el
escaso conocimiento que tienen los Médicos Veterinarios sobre la Ley 16.744
concerniente a “Accidentes del trabajo y enfermedades profesionales”; sólo un
36,4% de los encuestados conoce la Ley, principalmente los profesionales que
trabajan para organismos gubernamentales, como son el Servicio Agrícola y
Ganadero (S.A.G.) y el Servicio de Salud Araucanía Norte. Así mismo,
primordialmente son estos profesionales los que cotizan de acuerdo a lo establecido
en la mencionada Ley; ya que es un requisito obligatorio para los funcionarios
públicos. En concreto, sólo un 22,7% de los encuestados, manifestó realizar el
procedimiento establecido por la Ley 16.744, en relación a sus cotizaciones.
6.2. Accidentes.
La segunda sección es la referida a accidentes, en esta se consultó sobre la
ocurrencia de accidentes y lesiones durante el ejercicio de la profesión; además se
adquirió información sobre visita a servicios asistenciales y días no trabajados
debido a las lesiones ocasionadas en estos accidentes; por ultimo, se recabaron
datos sobre medidas de prevención utilizadas por los Médicos Veterinarios durante
el contacto con animales en terreno.
Como lo indica la Tabla Nº 2, son variados los accidentes y el grado de
lesiones a los que se ven expuestos los Médicos Veterinarios del área de animales
mayores, de la provincia de Malleco.
De los profesionales sometidos a esta investigación, un 81,8% manifestó
haber recibido golpes durante la realización de sus labores en terreno, estos golpes
fueron de carácter leve en el 100% de los casos; las heridas superficiales
alcanzaron el 72,7% y de estas, un 93,7% fueron leves y un 6,3% catalogadas de
graves; los cabezazos y las lesiones por patadas presentaron un 63,6% de
ocurrencia, estas ultimas fueron en todos los casos leves y en el caso de los
cabezazos, un 7,2% fue de carácter grave; las cornadas se presentaron en el 59,1%
de los casos, todas ellas de carácter leve; un 54,5% de los encuestados manifestó
haber sufrido heridas cortantes o punzantes, un 91,6% fue de carácter leve y un
8,4% graves; las mordeduras estuvieron nombradas por un 50% de los
profesionales encuestados, estas fueron un 90,9% de carácter leve y un 9,1%
graves; un 31,8% de los encuestados revelo haber sufrido accidentes de tránsito, de
estos un 71,4% fueron leves y un 28,6% graves; las fracturas y las lesiones oculares
producto de cuerpos extraños, se presentaron en un 13,6% de los casos, las
fracturas fueron un 33,4% leves y un 66,6% graves, por otra parte, las lesiones
oculares fueron en su totalidad catalogadas como leves; un 4,5% manifestó otros
accidentes, específicamente caídas siendo todas de carácter leve.
Gráfico Nº 3
Fuente: Encuesta sobre riesgos profesionales.
Debido a los accidentes ya mencionados, un 45,5% de los Médicos
Veterinarios encuestados recurrió a un centro de asistencial (Posta, Hospital,
Clínica); de estos, un 50% siguió trabajando sin complicaciones, un 30% estuvo
alejado de su trabajo por un período que oscila de 1 a 5 días, y un 20% estuvo más
de 5 días impedido de efectuar sus labores habituales, producto de las lesiones
causadas.
La causa de la mayoría de los accidentes, obedece a la deficiencia
observada en cuanto a medidas de protección y prevención utilizadas por los
Médicos Veterinarios, un gran número de profesionales sufren lesiones ocasionadas
en la manipulación de los animales; así entonces, la optima y adecuada sujeción de
los animales cobra una importancia fundamental, transformándose en conjunto con
los elementos de protección personal, en la gran medida de prevención de
accidentes laborales. Un 95,5% de los encuestados reveló tener conocimientos
acerca de las técnicas de sujeción, y un 81,8% revisa periódicamente la calidad de
sus lazos, sin embargo, un 59,1% manifestó que no posee personal que sepa
amarrar adecuadamente a los animales. Asociado a esto, un 68,2% siempre trabaja
con manga, el resto ocupa cercos, árboles y cualquier sitio que les permita
mantener al animal quieto. Por último, diez de veintidós profesionales manifestó
haberse inyectado accidentalmente algún producto como por ejemplo vacunas,
sueros, hormonas etcétera; esto representa un 45,5% del total y se relaciona con las
deficientes medidas de protección establecidas por lo Médicos Veterinarios,
referidas principalmente a la no utilización de técnicas de sujeción de animales, no
trabajar en corrales con mangas apropiadas y lazos que no se encuentran en
condiciones óptimas.
De la totalidad de los Médicos Veterinarios que revelaron haber sufrido estas
lesiones, ninguno recurrió a algún centro de atención hospitalaria, además, estas
lesiones no tuvieron como consecuencia días no trabajados.
Los aerosoles son suspensiones de partículas en aire (polvos < 0,5 micrones
y humos > 0,5 micrones); o líquidos en aire (neblinas < 0,5 micrones y rocíos > 0.5
micrones). (Glosario Básico de la Salud Laboral, 2003). El contacto con estos
aerosoles, se produce al ingresar a recintos cerrados con poca ventilación, como es
el caso de las bodegas y durante la aplicación de productos químicos, como es el
caso de fármacos de presentación pour-on. Estas partículas ocasionan irritación en
las vías respiratorias y mucosas. Por ello es indispensable, establecer barreras
físicas de protección como por ejemplo mascarillas y antiparras. La encuesta reveló
que solo un 31,8% toma medidas para evitar el contacto de aerosoles al ingresar a
bodegas y demás recintos cerrados.
Hoy en día el ingreso a bodegas sin protección respiratoria conlleva un
riesgo adicional, el contagio con el virus Hanta. Las medidas para evitar el contacto
con el virus recomendadas por el Ministerio de Salud, son ventilar las bodegas y
esperar treinta minutos como mínimo para hacer ingreso a ellas.
Dentro de las medidas preventivas que se deben realizar en las acciones de
terreno, destacan la utilización de agua limpia, de preferencia corriente ó potable,
esto prevé la posible contaminación por coliformes y otros agentes presentes en las
aguas. Un 81,8% de los encuestados revelo la utilización de agua corriente, un
59,1% de agua en balde, que proviene principalmente de pozos, y un 18,2% de
otras fuentes, entre las que destaca el agua potable. Se evidencia además, que son
variadas las ocasiones donde se utiliza conjuntamente, agua en balde y corriente.
Durante la palpación rectal, el Médico Veterinario se encuentra en contacto
con materia fecal lo que eleva el riesgo de contagio de enfermedades profesionales,
este contagio puede ser ocasionado por el contacto directo con heridas presentes
en la piel y caída de pequeñas partículas en mucosas oculares, nasales y/o labiales.
Las medidas preventivas son: utilización de protector respiratorio, protector ocular,
protector bucal y guantes o mangas de palpación. La encuesta revela, que la
Durante el ejercicio de la profesión, ¿Ha sufrido
contagio con enfermedades zoonóticas?
81,8 %
18,2 %
Sí
No
totalidad de los profesionales entrevistados, utiliza guantes o mangas de palpación;
sin embargo, sólo un profesional utiliza protector ocular (antiparra), asociado a los
guantes. Las otras medidas de prevención, no son utilizadas por ninguno de los
Médicos Veterinarios.
La atención de partos es otro evento riesgoso para los Médicos Veterinarios,
el contagio con agentes presentes en los líquidos placentarios puede generar serias
complicaciones a la salud de los profesionales; destaca el contagio con la Brucela
abortus, que fue el caso de una persona encuestada. La medida preventiva más
importante, consiste en la utilización de guantes de látex durante la atención de
partos, sin embargo, un 59,1% la lleva a cabo y de estos un 68,2% mantiene un
stock suficiente de guantes para suplir las necesidades durante la atención. La
utilización de los guantes de látex no se ve comprometida por razones
dermatológicas, ya que ninguno de los encuestados manifestó ser alérgico a ellos,
por lo tanto, su baja utilización se debe solo a descuido y una mínima conciencia
preventiva.
Otro de los aspectos importantes en la prevención de enfermedades
profesionales, es el uso de ropa de trabajo, la cual además de brindar una
protección mecánica, adquiere vital importancia al evitar exponer a las familias de
los Médicos Veterinarios; es por esto, que las recomendaciones son siempre utilizar
ropa de trabajo, la cual se debe reemplazar y dejar en un lugar seguro, en donde
los otros integrantes de la familia no tengan contacto alguno con los posibles
residuos presentes en ésta.
6.5. Riesgos por Posturas Anormales.
Tal como se indica en la Tabla Nº 5, concerniente a los riesgos profesionales
causados por posturas anormales, existe un alto porcentaje de Médicos Veterinarios
aquejados por problemas posturales. Entre estos, destacan los problemas
ocasionados en la zona lumbar, que llegaron a presentarse en un 86,4% de los
casos, le siguen los problemas cervicales con un 50% y por último los problemas en
extremidades presentes en un 50% de los encuestados. Debido a estos problemas,
ocho (36,4%) profesionales debieron concurrir a un centro asistencial, de estos dos
no tuvieron que dejar de trabajar, cinco tuvieron que estar alejados de su trabajo
entre 1 y 5 días y una persona tuvo que ausentarse por más de 5 días.
Gráfico Nº 6
Nº PREGUNTA RESPUESTA
SI NO
d) ¿Utiliza guantes? 22 (100%) 0
4.8 Cuando atiende partos
¿Usa guantes?
13 (59,1%) 9
(40,9%)
4.9 En el parto, ¿cuenta con la
cantidad suficiente de
guantes para evitar contacto
con secreciones?
15 (68,2%) 7
(31,8%)
4.10 ¿Es alérgico a los guantes
de látex?
0 22
(100%)
4.11 ¿Se cambia ropa para
trabajar en terreno?
20 (90,1%) 2 (9,1%)
Presencia de Riesgos Posturales en el
ejercicio de la profesión
Fuente: Encuesta sobre Riesgos Profesionales.
Un 68,2% de los encuestados manifestó que durante las acciones realizadas
en terreno, deben realizar esfuerzos de gran envergadura como por ejemplo, tirar
terneros durante el parto, derribo de animales, entre otros. Un 36,4% relato tener
que caminar grandes distancias para llegar a los animales, principalmente distancias
entre 500 y 2000 metros.
Durante la realización de la pregunta número 5.4, que dice ¿Cuál es la
postura que Usted considera más inadecuada en su labor?; existió consenso en que
la postura más inadecuada y que atrae más complicaciones es semi-sentado o “en
cuclillas”, esta sin embargo, es muy utilizada durante operaciones cesáreas,
castraciones, despalmes, etcétera.
Lo anteriormente señalado; esfuerzos desmedidos, largas caminatas,
posturas anormales, trae asociado problemas posturales que en un 6,7% de los
encuestados trajo consigo no poder ejercer normalmente su trabajo, además de
visitas constantes al médico, como el 45,5% de los profesionales que estimó que
había asistido una cantidad que varía entre una y tres veces a los centros
asistenciales por dolores posturales.
Una de las formas de disminuir los problemas ocasionados por malas
posturas, es la realización de ejercicios relajatorios programados, sin embargo, son
muy poco utilizados por lo Médicos Veterinarios, por ejemplo, solamente una
persona manifestó realizarlos, además de esto, se requiere adoptar las posiciones
de una manera correcta, utilización de fajas lumbares, trabajar sentado y no “en
cuclillas”.
Fuente: Encuesta sobre Riesgos Profesionales.
El 31,8% de los encuestados manifestó haber sufrido alguna enfermedad a causa de bajas temperaturas, de estos, un 85,7% de carácter leve y un 14,3% catalogada como grave. Como contrapartida un 9,1% ha sufrido alguna enfermedad
producto de altas temperaturas, en su totalidad de carácter leve.
Las medidas de prevención para los riesgos físicos por baja temperatura,
consiste en la utilización de ropa térmica, calzado resistente al frío, guantes y gorros térmicos. En el caso de las altas temperaturas destacan la utilización de gorros o sombreros, gafas, ropa liviana y de colores claros, realizar labores a la sombra, tener disponible abundante agua y en la actualidad principalmente el uso de
bloqueadores solares en zonas expuestas.
La adecuada protección para bajas temperaturas es utilizada por el 86,4% de
los Médicos Veterinarios, en el caso de las altas temperaturas, un 68,2% manifestó
utilizar una adecuada protección.
Otro de los riesgos físicos, son los efectos causados por el fuego y/o objetos
incandescentes, las lesiones por fuego en Medicina Veterinaria del área en
comento, son generadas principalmente durante la realización de descornes y
marcaje de animales. Un solo profesional (4,5%) manifestó haber sufrido lesiones
leves por acción del fuego.
Afortunadamente, ningún profesional tuvo que recurrir a asistencia
hospitalaria como consecuencia de este tipo de lesiones, por tanto, no se registró
ausentismo laboral por esta causa.
Otro factor que se define dentro de los riesgos físicos es la luminosidad o
luminiscencia, el déficit de iluminación puede predisponer a errores y ocurrencia de
accidentes laborales, problemas a la vista y dolores de cabeza. En las labores
Médico Veterinarias es común atender situaciones durante la noche, en lugares
donde la luminosidad no es la adecuada; es así como, la mitad (50%) de los
encuestados manifestaron contar con iluminación apropiada, que permite realizar
las acciones de buena forma, se considera que unos niveles de iluminación
correctos permiten realizar el trabajo de manera segura y cómoda. No existe
evidencia que asegure que los niveles de iluminación causen alguna enfermedad
profesional (Asociación Chilena de Seguridad, 2004).
El área de animales mayores en Medicina Veterinaria, lleva consigo ejecutar
manejos en zonas de mucho polvo agravadas por el constante movimiento del
ganado en los corrales, especialmente durante la temporada estival. La exposición a
grandes cantidades de polvo genera irritación de las vías respiratorias superiores,
con la presencia de estornudos y tos además, de irritación de mucosas oculares y
nasales. Las medidas de prevención contra el polvo, son simplemente utilizar
protectores respiratorios y oculares, sin embargo solo un 13,6% utiliza protección
respiratoria y un 27,3% protección ocular.
La energía ionizante en forma de rayos X, es otro de los riesgos a los que
están expuestos los Médicos Veterinarios, sin embargo, este es casi mínimo por el
escaso número de profesionales que tienen acceso a un equipo de rayos X,
llegando sólo al 4,5%, ósea solo un encuestado; este reveló que si bien tiene
acceso al equipo jamás lo ha ocupado. De los veintidós entrevistados, dos
manifestaron estar inscritos en el Servicio de Salud. Ninguno ha realizado el curso
de protección radiológica dictado por la Comisión Nacional de Energía Nuclear,
requisito fundamental para la utilización de estos equipos y por lo tanto, las
preguntas 6.14, a la pregunta 6.18, no arrojaron mayor información por no tener
respuestas.
VII. CONCLUSIONES.
1.- En el ambiente de los Médicos Veterinarios del área de animales mayores,
no existe una conciencia preventiva, las medidas de seguridad instauradas por los
profesionales durante sus labores son mínimas y básicas, lo que se ve reflejado en
los altos índices de accidentes ocurridos en las acciones de terreno.
2.- Los riesgos a que están expuestos con mayor frecuencia los Médicos
Veterinarios del área de animales mayores, son los producidos por accidentes, los
que conllevan a lesiones traumáticas, esto coincide con las mínimas medidas
preventivas, que se tornan insuficientes para lograr una optima seguridad para el
profesional.
3.- En cuanto a los riesgos químicos, el contacto dérmico con sustancias
químicas originó las lesiones más frecuentes, siendo todas catalogadas de leves,
sin embargo, no fue necesario concurrir a los centros de atención hospitalaria y por
ello no generó ausentismo laboral. La baja ocurrencia de estas lesiones, no se
relaciona con las medidas de prevención adoptadas. La irresponsabilidad,
despreocupación y descuido, observadas en el desarrollo de esta investigación en lo
que se refiere a la utilización de sustancias químicas corrosivas e irritantes por parte
de los profesionales, lleva a reflexionar que en este punto y en atención a lo antes
señalado, la regla general debiera ser lo contrario.
4.- Con respecto a los riesgos biológicos, al realizar un paralelo entre las
medidas de prevención y los contagios con enfermedades zoonóticas, el bajo
porcentaje de contagio es prácticamente fortuito, y no se debe a las medidas de
seguridad instauradas, siendo estas escasas y en algunas ocasiones inclusive
inexistentes, evidenciando nuevamente la falta de preocupación. Las enfermedades
profesionales causadas de manera directa por el ejercicio de la profesión, que con
mayor frecuencia se presentan, son las ocasionadas por bacterias específicamente
Brucelosis, además de las que se producen por contacto con hongos y ácaros de la
sarna, generando dermatitis y lesiones cutáneas.
5.- Una mención especial requieren los riesgos por posturas anormales,
provocando lesiones que inhabilitan al Médico Veterinario para ejercer normalmente
su trabajo y que reaparecen cada vez que el profesional se ve expuesto a esfuerzos
desmedidos o a posiciones incomodas, generando molestias y gran dolor. Como es
recurrente, las medidas preventivas son insuficientes; existiendo un grave
desconocimiento de las mismas. Existe consenso en que la posición anatómica que
genera las mayores complicaciones es semi-sentado o “en cuclillas”; sin embargo,
esta posición es utilizada frecuentemente en terreno (cesáreas, castraciones,
despalmes).
6.- Los riesgos físicos que provocaron mayores problemas a los Médicos
Veterinarios, fueron los causados por la temperatura y fuego; la luminiscencia en
Medicina Veterinaria genera efectos mínimos y no se encuentra demostrada su
relación con la aparición de enfermedades profesionales. En torno a las radiaciones
ionizantes, los rayos X se presentan como un riesgo solo en potencia, puesto que
en el área de los animales mayores, en la provincia de Malleco, simplemente los
profesionales tienen un acceso mínimo a estos equipos.
7.- El bajo ausentismo laboral observado, luego de haber sufrido lesiones por la
exposición a alguno de los riesgos descritos en la presente investigación, se debió
principalmente, a que los Médicos Veterinarios por ser en su mayoría trabajadores
independientes no pueden permanecer en recuperación por períodos prolongados,
es así como, en la mayoría de los casos fue comentario habitual por parte de los
profesionales, la compleja situación de tener que seguir con sus labores habituales,
inclusive con enfermedades en curso y lesiones que inhabilitaban al profesional para
desempeñar su trabajo de manera óptima.
8.- Queda en evidencia, el escaso conocimiento que tienen los Médicos
Veterinarios del área de animales mayores de la provincia de Malleco, sobre la Ley
16.744, concerniente a “Accidentes del trabajo y enfermedades profesionales”;
tanto de los deberes, beneficios y procedimientos para la obtención de estos.
Además el escaso número de cotizaciones, se debe a que los profesionales que
ejercen en forma particular, deben cotizar voluntariamente, lo que en la practica no
ocurre; siendo solamente los funcionarios de servicios públicos (S.A.G., Servicio de
Salud., INDAP) quienes realizan este trámite.
9.- Este desconocimiento sobre la Ley, también se ha visto reflejado en dos
estudios realizados el año 2000 y 2002 en Médicos Veterinarios, que desempeñan
sus labores en el área de animales menores, en las ciudades de Temuco y Valdivia
por la Universidad Católica de Temuco, lo que indica que es un problema común en
todas las áreas de la Medicina Veterinaria.
10.- Los organismos que se relacionan intrínsecamente con estos profesionales,
Colegio Regional de Médicos Veterinarios, Universidades, a través de sus Escuelas
de Medicina Veterinaria, etcétera., tienen un papel fundamental en la divulgación de
la información acerca de los riesgos inherentes en las labores del profesional del
área de animales mayores, medidas de prevención de estos mismos y aspectos
legales relacionados con los accidentes del trabajo y enfermedades profesionales,
colaborando con la creación de una conciencia preventiva por parte de los
profesionales, que traerá consigo una mayor responsabilidad al emprender sus
labores, manteniendo un ambiente de trabajo seguro, mejorando la calidad de vida,
permitiendo trabajar más tiempo y por ende recibir mayores ingresos económicos.
11.- La educación continua, mediante charlas dirigidas a los Médicos Veterinarios
en ejercicio y la inclusión de estos temas en el calendario académico de las
universidades que dictan la carrera de Medicina Veterinaria, serían un aporte en
torno a minimizar los riesgos y enfermedades profesionales.
12.- Así también, una participación más activa de las instituciones
administradoras de la Ley (I.N.P., A.Ch.S., Mutual de Seguridad), enviando
información mediante folletos, vía e-mail, contribuirá a tener información actualizada,
oportuna y veraz por parte de los profesionales.
VIII. BIBLIOGRAFÍA.
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Veterinario. Universidad Católica de Temuco. Facultad de Acuicultura y
Ciencias Veterinarias, Escuela de Medicina Veterinaria. 31 pp.
Dr. Angel Patitucci.
Director
Escuela de Medicina Veterinaria
Universidad Católica de
Temuco
Javier Pizarro Reckmann
Alumno Tesista
Universidad Católica de
Temuco
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