Reporte
Preliminar Brote de Ebola África Occidental
Comité
Infecciones Emergentes SOCHINF
Cecilia
Perret y Jeannette Dabanch
Agosto 2014
Declaración del Brote de Ebola como Emergencia de
Salud Pública de importancia internacional.
La OMS declaró el brote al actual brote de Ebola que
afecta a África occidental como una “Emergencia
de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII)”·, basado en el número de
casos, extensión geográfica, duración y la severidad del brote.
El brote está afectando a África occidental por
primera vez e incluye a Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria, este último
país con un menor número de casos.
Epidemiología
y agente responsable
El brote actual se habría iniciado en diciembre del
2013, en la aldea de Guéckédou, Guinea, cercano a la frontera de Sierra Leona y
Liberia. El caso primario se presume habría correspondido a un niño de 2 años
de edad.
El agente responsable de la enfermedad es el virus
Ebola perteneciente a la familia Filoviridae, cepa Zaire, relacionada a la del
brote de 1976 cuando es identificado por primera vez en la
República Democrática del Congo (ex Zaire). Se han
descrito 5 especies distintas de virus Ebola, 4 de ellas causan enfermedad en
los humanos, Zaïre, Sudan, Tai Forest y Bundibugyo y Reston como causa de
enfermedad en primates y cerdos.
Hasta la segunda semana de agosto se han notificado
más de 2200 casos con aproximadamente 1200 muertes (tasa de letalidad de 55%).
El 99% de los casos se concentran en los países del África Occidental, siendo
el país más afectado Sierra Leona seguido de Liberia permaneciendo el epicentro
en la frontera entre los tres países. Se trata del brote más intenso y de mayor
extensión territorial que se haya registrado. El brote no ha logrado ser controlado
y se espera que persista por un periodo prolongado.
Ha contribuido al rápido incremento de casos las
precarias condiciones sanitarias y servicios básicos, el movimiento de las
personas entre las fronteras, prácticas culturales del manejo de cadáveres,
desconfianza en los equipos de salud con preferencia de tratar a los enfermos
en sus domicilios y el desconocimiento de la enfermedad en esta zona de África.
El reservorio natural del virus se presume al
murciélago de la fruta pero no está claramente establecido. Luego de producirse
la trasmisión desde el reservorio al humano, se establece la transmisión
persona a persona a través del contacto breve con secreciones y fluidos
corporales de un enfermo o cadáver como sudor, saliva, orina, deposiciones,
sangre, vómitos, semen, leche materna o contacto con superficies o equipos
contaminados. La infección es altamente transmisible, la carga infectante
necesaria es baja. La excreción viral puede ocurrir hasta 8 semanas en el semen
de los sobrevivientes.
El virus se mantiene estable en el ambiente por
varios días pero es fácilmente inactivado por soluciones cloradas (hipoclorito
de sodio 1000ppm) o productos basados en alcohol gel. No se ha descrito
trasmisión por vía aérea pero existe riesgo en procedimientos que generan
aerosoles. No se ha descrito trasmisión
durante el periodo de incubación (2 a 21 días) y es bajo en las fases iniciales
de la enfermedad.
Cuadro
clínico y laboratorio
Después de un período de incubación entre 2 a 21
días, el cuadro clínico se caracteriza por el inicio súbito síntomas
inespecíficos como fiebre, malestar general, mialgias, cefalea, odinofagia
yartralgias. Alrededor del 5° día aparece diarrea severa, vómitos y dolor
abdominal, en algunos casos exantema maculo papular que compromete cara cuello
y tronco y sólo en algunos se presentan hemorragias internas o externas como
petequias, equimosis, sangramiento de mucosas e inyección conjuntival. La
muerte se produce por falla multiorgánica y shock séptico entre el 6° y 15° día
de evolución. La mortalidad descrita es de un 50% a 90%.
El laboratorio se caracteriza por leucopenia,
principalmente linfopenia y trombocitopenia en el hemograma, elevación de
transaminasas, amilasa y alteraciones de la coagulación.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico clínico es complejo en las etapas
iniciales de la enfermedad por lo inespecífico de los síntomas y similares a
muchas otras enfermedades.
Entre los diagnósticos diferenciales debe considerarse
malaria, fiebre tifoidea, meningococcemia, leptospirosis y otras enfermedades
bacterianas.
Manejo terapéutico y medidas de control
No existe terapia específica. El tratamiento
consiste en terapia de soporte en unidades de cuidado intensivo según la
gravedad del paciente.
El Ebola es una enfermedad altamente contagiosa,
rápidamente fatal pero puede ser prevenida. Las medidas de control de
infecciones asociadas a la atención de salud son efectivas y fundamentales para
evitar la trasmisión nosocomial. Estas consisten en habitación individual,
aplicación de precauciones estándar, gotas y contacto con equipo de protección
personal (EPP) incluyendo: mascarilla (de preferencia N95), protección ocular
con antiparras o escudo facial, guantes, delantal y protector de calzado
impermeable. El personal de salud a cargo de la atención clínica debe estar
adecuadamente capacitado en el uso de EPP.
Reducir el desplazamiento del paciente a lo
absolutamente necesario. Los equipos utilizados en la atención clínica deben
ser de uso exclusivo (esfigmomanómetro, estetoscopio, termómetro, etc.).
La higiene de manos debe ser realizada siempre antes
y después de la atención clínica y después del retiro del EPP. Los exámenes
generales requeridos para la evaluación clínica de paciente deben ser
adecuadamente rotulados y enviados según normas bioseguridad de muestras
biológicas, con triple embalaje.
En el laboratorio local las muestras deben ser
procesadas en gabinete de bioseguridad II. El personal de laboratorio debe ser
informado sobre la sospecha diagnóstica.
El virus es generalmente detectable por RT-PCR entre
3-10 días después de la aparición de los síntomas, especialmente fiebre.
Riesgo
para Chile
En Chile no hay riesgo de casos autóctonos de Ebola
pero si la posibilidad, aunque baja, de importación de la enfermedad.
La detección de posibles casos puede estar
relacionada con viajeros provenientes de las zonas afectadas o que hayan tenido
contacto con un enfermo sospechoso o confirmado de infección por virus Ebola.
Es necesario que los clínicos mantengan una alta sospecha en personas que
provenientes de las zonas afectadas que consulten por fiebre iniciada dentro
los 21 días de salido de las zonas de riesgo.
Frente a la sospecha clínica se debe realizar:
Notificación inmediata a la SEREMI de Salud local
por la vía más expedita. Informar al comité de IAAS local e implementar de
forma inmediata las medidas de control ya mencionadas: mantener en habitación o
box individual con las precauciones necesarias y supervisar el cumplimiento de
estas.
En lo posible considerar evaluación por infectólogo
para descartar diagnósticos diferenciales.
Para confirmar o descartar la infección por virus
Ebola, tomar 2 muestras de sangre total de 5 ml en tubo estéril tapa roja y
tubo estéril tapa lila. Las muestras deberán ser derivadas al Instituto de
Salud Pública lo antes posible, en triple embalaje, refrigeradas (en contenedor
térmico con Ice Pack), con toda la información requerida y según norma de
bioseguridad para el traslado de muestras biológicas.
El ISP enviará las muestras positivas a un Centro
Colaborador de la OMS establecido para la región para la confirmación
definitiva.
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