Evolución histórica del conocimiento sobre el virus de
la diarrea vírica bovina
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Josep Soler |
Irod Servet SLP
La diarrea viral bovina se conoce desde los años 40, aunque ha sido desde la introducción en su estudio de la biología molecular en los años 80 cuando se han conseguido los mayores avances eb
En los años 40, en el oeste de Canadá, se describió
por primera vez una enfermedad de origen desconocido que afectaba el ganado
bovino. Se la llamó enfermedad “X” y cursaba con un proceso subagudo en el cual
1ó 2 animales en el rebaño enfermaban y morían, sin aparecer nuevos casos
durante semanas, y mostrando una forma aguda caracterizada por enfermar
animales jóvenes durante 7 a 10 días y morir, y un curso aún más rápido en
ganado adulto. Los signos clínicos incluían pirexia, diarrea acuosa y sanguinolenta,
deshidratación, tenesmo, taquipnea, anorexia, taquicardia, hipersalivación y el
desarrollo de úlceras en el hocico, labio y cavidad bucal. En la necropsia se
apreciaban lesiones erosivas en la nariz y en la tráquea, y también en
todo el sistema digestivo.
El mismo año, científicos de la Universidad de Cornell
en Nueva York describieron el brote de una aparentemente nueva enfermedad
transmisible en el ganado bovino durante la primavera y verano de 1946, similar
a lo que se había descrito en el oeste de Canadá. Esta nueva enfermedad
descrita por Olafson et al. que producía
leucopenia, fiebre, descarga nasal y erosiones gastrointestinales son los
primeros casos de BVDV (virus de la diarrea vírica bovina). Se trata de una de
las mayores y más investigadas enfermedades que han afectado al bovino a
lo largo de más de medio siglo, y que ha tenido una repercusión económica muy
importante por producir pérdidas en todos los estadios de producción, ya sean
asociadas a fallo reproductor o a la inmunosupresión que se produce durante la
infección aguda y que predispone los terneros a enfermedades respiratorias y
digestivas.
En las primeras investigaciones, se consiguió
reproducirla en otros animales usando emulsión de bazo y sangre de animales muy
enfermos, pero con resultados variables en los animales infectados, desde no
aparecer síntomas clínicos a animales muy afectados con diarrea,
deshidratación, caquexia y aparición al cabo a 1 a 3 días de úlceras en la
boca. Como no se pudo cultivar ninguna bacteria del inoculado, se asumió que el
agente causal era un virus y recibió el nombre de virus diarrea (VD) de los
bovinos. La imagen de la necropsia de los animales muy afectados era muy parecida a la descrita en la enfermeda "X", la cual no se había podido reproducir en otros animales.
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En los años 50, ganaderos de Iowa empezaron a sufrir
una nueva enfermedad y, aunque los veterinarios veían similitudes con el virus
de la diarrea bovina, creían que estaban sufriendo una patología diferente,
porque la descarga nasal era mucopurulenta en lugar de mucosa, la enfermedad no
afectaba la misma granja en años sucesivos y los esfuerzos por reproducir la
enfermedad en terneros con inyecciones de sangre, de extractos de tejidos y
líquido cerebroespinal sólo producían una pirexia transitoria. A este síndrome
se le llamó enfermedad de las mucosas (MD del inglés mucosal disease ), ya que producía erosiones y
hemorragias del tracto gastrointestinal.
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Durante 50 años…
En 1957 investigadores aislaron y cultivaron un virus
de un caso de MD, aunque la reproducción de la enfermedad todavía no se había
conseguido. El virus era citopático (cp) en un cultivo celular, causando
cambios morfológicos como vacuolización y muerte celular. El mismo año, investigadores de la Universidad de
Cornell aislaron un virus no citopático (ncp) de casos típicos de diarrea
vírica bovina. La relación entre los dos virus en ese momento era desconocida.
Para descubrir la naturaleza de estos nuevos virus, se
realizaron estudios de propiedades físicas (ultrafiltración, coeficiente de
sedimentación, densidad) y de propiedades antigénicas, que ayudaron a
determinar que el virus de la diarrea bovina y el de la enfermedad de las
mucosas eran muy similares y además relacionados con el de la peste porcina
clásica y el virus de la enfermedad de la frontera (border disease).
En 1961, a partir de una cepa de virus citopático de
un caso de diarrea bovina nombrada C24V que se atenuó por pases en cultivo
celular, se hizo la primera vacuna comercial de BVDV, aunque con numerosos
efectos indeseables.
A finales de los 60, lo que había sido descrito
inicialmente como enfermedad “X” se incluyó dentro del complejo VD-MD, que
consideraron (sin convicción científica) que eran “ la misma enfermedad con
pequeñas variantes” ya que las principales lesiones eran indistinguibles, pero
por el contrario el virus de la diarrea ocurría en casos puntuales con alta
morbilidad pero poca mortalidad y la enfermedad de las mucosas afectaba con
baja morbilidad pero mortalidad cercana al 100%.
Durante las décadas de los 60-70, la investigación en
la patogénesis del complejo diarrea bovina-enfermedad de las mucosas, se
concentró en las infecciones experimentales, sobretodo en vacas gestantes y terneros
neonatos. Abortos y defectos teratógenos se relacionaron con infección
intrauterina por el virus de la diarrea vírica bovina (BVDV). También se
descubrió que terneros neonatos infectados congénitamente tenían retraso en el
crecimiento y usualmente no sobrevivían más de unos meses, muriendo muchas
veces de lo que se había descrito anteriormente como MD. Se descubrió que estos
terneros estaban infectados persistentemente (PI) por BVDV ncp, y que sufrían
una anormalidad que consistía en que no producían anticuerpos contra el BVDV.
Los terneros PI eran inmunocompetentes contra otros
agentes infecciosos a pesar de que no producían anticuerpos contra la cepa de
BVDV que les había infectado durante la gestación, y esto sucedía si habían
sido infectados antes del desarrollo del sistema inmune del feto, ya que cuando
éste se desarrollaba reconocía el virus como propio y no producía anticuerpos
contra esa cepa concreta de BVDV. La capacidad de producir este efecto era
únicamente de cepas no citopáticas deBVDV. Estos animales PI eliminaban el
virus constantemente en grandes cantidades.
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A lo largo de los 70 los casos siempre fatales de MD,
descritos por primera vez en 1953, aún se estaban intentando relacionar con el
BVDV, porque a pesar de ser virus similares no se conseguía reproducir MD. No
fue hasta 1984 cuando se pudo lograr, al inocular virus citopático a un animal
PI, con lo que se determinó que la enfermedad de las mucosas ocurría sólo en
animales PI que se sobreinfectaban con una cepa citopática (cp) de BVDV,
antigénicamente similar a la cepa no citopática (ncp) que producía la infección
persistente. El origen de la cepa cp es una mutación del virus ncp existente.
A finales de los 80 lo que se sabía y lo que se
suponía del BVDV fue revisado. El virus fue clasificado como pestivirus,
conjuntamente con el de la peste porcina clásica y el de la enfermedad de la
frontera, perteneciendo a la familia Togaviridae.
Durante mucho tiempo los casos de enfermedad grave,
con lesiones importantes y lesiones histológicas causadas por BVDV se
designaron arbitrariamente como MD, y los casos de enfermedad ligera en los
cuales se aislaba una cepa no citopática de BVDV se llamaban BVD. De hecho se
pensó que un BVD ncp era solo un reservorio de virus, importante sólo si
infectaba ganado gestante, y que la posibilidad de infección entre animales
inmunocompetentes era mínima.
En 1988 Marc Collett y su grupo, empezaron la
caracterización biológica molecular con la clonación y secuenciación de la
cadena de ARN. Esto abrió la puerta a un mayor entendimiento de estos
virus, se avanzó en el control de la citopagenicidad, la identificación y
función de las proteínas virales y el descubrimiento de la extensión de la
diversidad genética de las cepas de BVDV.
Se descubrió que la diversidad en las secuencias tiene
un papel importante en la inmunidad y cómo eso afecta la capacidad de producir
una inmunorespuesta protectiva con la vacunación.
A finales de los 80 aparecieron los primeros casos de
un síndrome hemorrágico en bovino adulto y terneros jóvenes asociados a un BVDV
ncp (no acompañado de una cepa cp) en los que los animales presentaban fiebre y
marcada trombocitopenia, que resultaban en diarrea sanguinolenta, epistaxis,
petequias y equimosis en las mucosas, y sangrado de los puntos de inyección. Un
aislado de un brote se secuenció genómicamente y apareció la diferenciación del
BVDV en dos genotipos, el BVDV-1 (subdividido en a y b) y el BVDV-2, este
último aislado de los casos de síndrome hemorrágico. También se esclarecen
dudas taxonómicas sobre los pestivirus y se clasifican definitivamente como
pertenecientes a la familia Flaviviridae.
En 1993, en Quebec, en la región de los grandes lagos
y en Inglaterra aparecen brotes de enfermedad similar a MD y con más
variaciones al síndrome hemorrágico que afectan rebaños de vacas lecheras,
bovino de cebo y terneros jóvenes. Los síntomas iniciales más frecuentes fueron
enfermedad respiratoria y diarrea, presentando a menudo lesiones orales y
abortos en vacas. Este tipo de brote, al igual que el de síndrome hemorrágico,
se conoce como BVDV agudo grave y se atribuye a un BVDV ncp más que a la
combinación de cp/ncp que causa MD.
Actualmente…
Los brotes de BVDV grave indican la creencia previa
que el BVD y MD pueden ser diferenciables fiablemente por los síntomas clínicos
y las lesiones. Sugieren que hay más variación en la virulencia de BVDV ncp de
lo que se había creído.
Los avances que se han hecho incluyen una
caracterización más detallada de los animales persistentemente infectados y de
las infecciones crónicas, un mayor conocimiento de la respuesta inmune al BVDV
y cómo el virus inhibe o retrasa la respuesta. Además, se ha adquirido un mayor
conocimiento para la fabricación y uso de vacunas, que son importantes donde la
vacunación se pueda considerar un componente para el control de BVDV, ya que en
países con programas de erradicación de BVDV (Holanda, Alemania) instaurados
desde hace varios años aparecen reinfecciones en explotaciones que habían sido
declaradas libres de BVDV y de PI, que son considerados la principal fuente de
infección para el resto de animales.
Es necesaria más investigación para entender
completamente el mecanismo de inmunotolerancia que permite la infección
persistente, conocer el impacto de la infección fetal en animales que
sobreviven pero que no desarrollan infección persistente, conocer el impacto de
infecciones fetales que provocan disfunciones inmunológicas o perjuicios en la
reproducción.
También es necesario conocer la modulación del sistema
inmune durante una infección aguda, que hace al animal más susceptible a
infecciones secundarias y contribuye a incrementar la gravedad de las lesiones,
como procesos respiratorios.
La interacción entre BVDV y el sistema inmunológico es
única entre los virus que afectan a los bovinos.
Bibliografia
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