sábado, 3 de octubre de 2009

INFLUENZA ANIMAL EN CHILE

La influenza en el hombre y animales se caracteriza por su gran difusión y reaparición en diferentes regiones del mundo, provocando enormes pérdidas económicas en la producción aviar y equina, causando inquietud sanitaria y social en la sociedad humana. La emergencia de brotes de influenza en aves y equinos en el país ha planteado interrogantes sobre el origen de estas influenzas que nunca se han develado satisfactoriamente.

INFLUENZA AVIAR (2002)

En mayo de 2002 se detectó por vez primera y única una cepa de virus influenza aviar altamente patógena del subtipo H7 N3. El primer foco infeccioso se detectó en San Antonio con alta mortalidad, situación atribuída inicialmente a intoxicación alimentaria. En el laboratorio de referencia de Ames, USA, se tipificó la cepa actuante como H7 N3 considerada como de baja patogenicidad. Otras cepas aisladas en el país y enviadas a Ames y Weybridge en el Reino Unido, fueron identificadas como de alta patogenicidad. El brote duró tres semanas y tuvo un costo de 32 millones de dólares.

En diciembre de 2002 luego de haber implementado serias y estrictas medidas de control, el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) declaró a Chile libre de la influenza aviar, lo que prontamente fue aceptada por los organismos internacionales relacionados con la salud animal.

¿Cómo llegó a Chile el virus de la influenza aviar? Inicialmente se pensó que provenía del extranjero probablemente en algún producto vacunal. Esta hipótesis le costó el cargo a un médico veterinario y el cierre del laboratorio presuntivamente incriminado. Sin embargo, según SAG 2007, habría llegado al país en aves silvestres, probablemente en el Pato colorado boliviano "Anas cyanopteras orinmous". Hipótesis que se fundamenta en los hallazgos del investigador Spackman y colaboradores, quienes obtuvieron un aislado viral H7 N3 en dichas aves, que sería idéntico al aislado chileno. Dado que se acepta en los medios científicos que las aves silvestre serían portadoras de cepas de virus influenza como ocurriría con la cepa H5 N1 de la gripe aviar asiática, esta explicación sería la más plausible, aunque no 100% segura.

INFLUENZA EQUINA EN CHILE

Grandes brotes de influenza equina han ocurrido en el país, el primero en 1963 sin diagnóstico viral, luego en 1977 causado por la cepa H7 N7 actualmente desaparecida del mundo, y en 1985, 1992, y recientemente en 2006 causdas por el virus H3 N8 que es el que circula en el mundo. Cabe señalar que el H3 N8 sólo había sido detectado en Brasil en 2001 y en Argentina en 1993.

En mayo de 2006, se presentó un brote de influenza en equinos cuyo foco primario ocurrió en la Región Metropolitana y que afectó a 17 planteles abarcando cinco regiones del país. La cepa viral actuante fue la H3 N8 y se denominó A/equi/2/Lonquén/06 perteneciente al linaje americano, presentando una homología de 96% con la cepa argentina A/equi/2/Argentina, 1999. Se acepta que la cepa chilena habría evolucionado del linaje Cono Sur.

Las vacunas utilizadas fueron cuestionadas por su ineficacia para controlar el brote. Sin embargo, estas vacunas preparadas con virus cultivados en embrión de pollo e inactivadas con formalina, han demostrado ser eficientes. Lo más probable es que la mala práctica nacional de no vacunar sistemáticamente haya influido, por su tardanza, en los malos resultados obtenido en el terreno.

La pregunta aún no contestada se refiere a cómo llegó el virus a Chile, sabiendo que el virus H3 N8 sólo había sido detectado en 2003 en un brote de influenza equina en Brasil.

Para un mayor conocimiento sobre la realidad nacional de la influenza en aves y equinos, se recomienda leer:

Berríos P. 2004. Influenza aviar asiática. Monografías Electrónicas de Patología Veterinaria. 1(1) Noviembre.

Berríos P. 2005. Influenza equina en Chile(1963 - 1992). Un posible caso en el hombre. Revista Chilena de Infectología 22 (1): 33 - 36).

1 comentario:

  1. La actual epidemia y pandemia de influenza, grandes lagunas de conocimiento evidenciadas por los encargados de los servicios de atención médica.

    En 1890 como ahora, los ayudantes de laboratorio aprendían trabajando, muchos fueron célebres a la par de sus jefes; así ocurría en Alemania en el laboratorio de Robert Koch, un investigador que a los 50 años de edad estaba en la flor de sus observaciones microscópicas, dio a conocer al mundo las bacterias que causaban ántrax, tuberculosis, cólera.

    En ese marco la influeza epidémica era un reto a enfrentar y resolver, en México por ejemplo Sahagún relata en el Colegio de Tlaltelolco de 1540 se enfrentó una epidemia de influenza, durante la cual él se enfermó. En 1892 ocurría en Europa otra pandemia de influenza, se designó en el laboratorio de Koch a Richard Friederich Pfeiffer para enfrentar la posibilidad de encontrar al agente causal. Con gran dificultad logró aislar a una bacteria en forma de bastoncito corto, un cocobacilo pleomórfico, exigente para aceptar ser cultivado, con afinidad especial por los complementos V y X de la sangre, cuando lo aisló y cultivó, dio nombre taxonómico al bacilo, tomando del griego el vocablo haemo que significa sangre, lo complementó con philos que significa amigo o amor, dando origen a la denominación de género Haemophilus, el paso siguiente fue dar nombre a la especie, entonces agregó el término influenzae para sugerir que este bacilo era el causal de la influenza, así el nombre del bacilo descubierto fue Haemopilus influenzae, cuya observación fue tan importante como el hallazgo mismo y hasta le fecha al bacilo se le conoce como Bacilo de Pfeiffer, el que además fue considerado como el agente causal de la influenza, una enfermedad respiratoria aguda, algunas veces grave, que con mucha frecuencia mostraba al bacilo en los alveolos pulmonares de quienes morían de neumonía.

    La influenza, hoy sabemos la causa, el virus influenza, pero el concepto de causalidad por el bacilo de Pfeiffer fue tan severo que, el error duró más o menos hasta 1930.

    Poco a poco en los muertos de neumonía por influenza se identificaron otras bacterias, estreptococos y estafilococos causando la neumonía, a los que se llamó oportunistas, es decir, que el despulimiento del árbol respiratorio que causa el virus influenza da oportunidad a que bacterias u otros agentes terminen causando la neumonía terminal del paciente con influenza viral.

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