El Dr. ENRIQUE AMION LIGARDES, primer mártir de la Medicina Veterinaria en Chile, falleció el 28 de febrero de 1926, víctima de la rabia, infección que contrajo al examinar el cadáver de una vaca infectada.
Según el Dr. Rogelio Montero otro pionero de la medicina veterinaria chilena, el colega Enrique Amion L. era un hombre de apariencia juvenil, de complexión robusta, fisonomía agradable y continente enérgico.
En 1911 su nombre aparece ligado a trabajos de investigación sobre la etiología de la hemoglobinuria infecciosa, junto a los médicos veterinarios franceses Julio Blier y Adrien Lucet contratados por el Gobierno de Chile.
Hacia 1916 estuvo a cargo de la preparación de la vacuna anticarbunclosa de Chaveau en el Instituto de Vacuna Animal anexo a la nueva Escuela de Medicina Veterinaria que sustituyó a la del Ejército en 1915. En 1917 es nombrado jefe de Clínica Menor donde ejerció la docencia hasta sus últimos días.
En 1926, su carrera docente y brillante trayectoria clínica se vieron tronchadas por el sino de la fatalidad al contraer una mortal infección rábica!
El profesor H.K Sievers, discípulo y colaborador, le asistió en tan terribles momentos y cooperó en la ratificación del diagnóstico de su mal, describiendo la situación en estas palabras:
"Contrajo la enfermedad al examinar el cadáver de una vaca, en diciembre de 1925. En enero de 1926 después de visitar al criadero Duhalde de ganado Dirham, se quejó de haber sufrido insolación. El día 22 de febrero acusa dolores en el brazo izquierdo (con la mano izquierda separó el maxilar del bovino muerto, para examinar las fauces) acentuándose su malestar en la noche del 23. El día 24 tiene un incidente con un pasajero en el tranvía y en la noche sufre un síncope en su casa. Reconocido por un médico que lo atendió la misma noche, le diagnosticó un cuadro de delirio agudo y le prescribió sedantes (bromuros). El día 25 se muestra agitado, se queja de insomnio y es presa de accesos periódicos (le asisto personalmente); en la noche presenta nuevos accesos rabiformes, deseos de fuga, respiración anhelosa e irregular, con dificultades faringeanas, alucinaciones, deseperación, hidro y aerofobia, y ataque de furia. El día 26 el médico le prescribe sedantes más poderosos (Cloral, muthanol, somnyfene), pero se resiste a admitir la existencia de rabia. Fallece el día 27 a horas avanzadas de esa noche, con parálisis progresiva que se inicia en las piernas. Autorizado por la familia, procedo a la trepanación del día 28. El diagnóstico de rabia se confirma en el laboratorio por inoculación en cámara anterior del ojo y subdural en conejos y cobayos".
Esta es la breve y conmovedora trayectoria del profesor Amion, en su doble condición de docente y clínico práctico. Su inquietud científica y fuerte personalidad le valieron la admiración y afecto de sus colegas y discípulos.
Su dramático fin lo singularizó como el primer mártir de la Ciencia Veterinaria chilena.
Referencia bibliográfica
Eulalio Fernández Navas. 1994. Medio Siglo de Medicina Veterinaria. Semblanzas y Recuerdos. Capítulo X. El primer mártir de la Medicina Veterinaria chilena. Páginas 61 - 63
Mi nombre es Enrique Amion Etcheverry. El profesor
ResponderEliminarAmion es mi abuelo paterno. He leído con gran orgullo y emoción este artículo y por cierto lo guardaré como un gran documento familiar.
Ha sido hermoso constatar en la referencia histórica lo que me contó mi padre un día: la persona valiosa y especial que había sido su padre, mi abuelo. Muchas gracias
Estimado Enrique: ojalá tuvieras una foto de tu abuelo, la necesito para una publicación!!!!! Gracias de antemano
Eliminarun abrazo