miércoles, 22 de junio de 2011

INTERFERÓN. PERITONITIS INFECCIOSA FELINA

Peritonitis Infecciosa Felina

Introducción
Se cree que la Peritonitis Infecciosa Felina (PIF) es la causa infecciosa más importante de muerte en gatos. La PIF está causada por la infección por el Coronavirus Felino (FCoV).
Los gatos que comparten entorno con otros gatos, como los de un criadero o un refugio, tienen mayor riesgo de desarrollar PIF por varias razones:
- Más oportunidades de infección por coronavirus felino (FCoV)
- Dosis mayores de FCoV
- Más estrés (los gatos son, por naturaleza, animales solitarios)
- Mayor probabilidad de tener enfermedades concurrentes, lo que deprime la función
inmunitaria

La PIF puede presentarse en gatos de cualquier edad, pero un 50 por ciento de los gatos con PIF tienen menos de 2 años de edad. Típicamente, la PIF se presenta unas semanas o meses después de que el gato haya sufrido un estrés, y puede aparecer en su forma efusiva(o "húmeda") o no efusiva (o "seca"). En la primera, se aprecia una acumulación de fluido en el abdomen y/o tórax, mientras que en la segunda no se aprecia fluido, el gato pierde peso, tiene fiebre, linfopenia, y presenta signos en función de qué órganos estén afectados; los ojos, hígado y cerebro son los que se afectan habitualmente. Sin embargo, la mayoría de los gatos infectados por FCoV no desarrollan PIF, aunque se infectan, eliminan virus con las heces transcurridos 2 o 3 días de la infección, seroconvierten a los 18-21 días, dejan de eliminar virus tras 2-3 a 7 meses y, finalmente, pierden los anticuerpos. El 13% de los gatos infectados se convierten en portadores de por vida, eliminando continuamente FCoV en
sus heces y manteniendo un elevado título de anticuerpos.
Poco después de descubrir la PIF en 1963, se observó que había muchos más gatos
infectados por FCoV que los que desarrollaban PIF, y se lanzó la hipótesis de que había dos coronavirus del gato. La hipótesis dice que hay un virus avirulento, o coronavirus entérico felino (FECV), que difiere del virulento virus de la peritonitis infecciosa felina (FIPV). Sea como fuere, actualmente se sabe que la presencia del coronavirus felino significa que hay un riesgo potencial de desarrollo de PIF. Siguiendo las recomendaciones del Grupo de Estudio del Coronavirus, en este capítulo nos referiremos al virus por FCoV y a la enfermedad por PIF.

Etiología
Familia: Coronaviridae
Género: Nidovirales
Coronavirus felino (FCoV)
Virus ARN envuelto
Virus frágil, pero resistente en el ambiente de 3 a 7 semanas cuando lo protegen proteínas (material fecal)
Susceptible al hipoclorito sódico (lejía doméstica común)

Transmisión
Su transmisión es fundamentalmente indirecta - no transplacentaria, y muy pocas veces
directa. El virus se elimina continuamente en las heces (a veces de forma intermitente hacia el final de la infección). El virus sólo se detecta en saliva en las primeras fases de la infección, y sólo por un espacio de horas a 1-2 días (Addie y Jarret, 2001).

Excreción viral del FcoV
✔ Empieza a los 2 días de empezar la infección, en las heces (Pedersen et al., 2004)
✔ Sólo se detecta en saliva en la infección temprana (primeros días) (Addie y Jarret, 2001)
✔ Eliminadores transitorios (normalmente < 3 meses) (Addie y Jarret, 2001)
✔ Gatos portadores (por el resto de sus vidas) (Addie y Jarret, 2001)
✔ Gatos resistentes (3%) (Addie y Jarret, 2001)

Patogenia
No se conoce con exactitud la patogenia de la PIF
No se sabe exactamente por qué mecanismos se desarrolla la PIF. Hay seroconversión a
los 18-21 días de la infección. Puesto que la PIF es una enfermedad inmunomediada, no
puede aparecer antes que la seroconversión: la PIF más temprana aparece hacia los 28 días de la infección, y suele ir acompañada de una historia de estrés, como el hecho de haber cambiado de casa o haber sido esterilizado. La PIF efusiva o húmeda es la forma aguda, y
aparece a las 4-6 semanas de haber habido un estrés. La PIF no efusiva o seca es la forma
crónica y puede aparecer meses a años después de la infección. Una teoría de cómo se
desarrolla la PIF postula que acaece una mutación (para ser más precisos, una supresión,

GATO INFECTADO
Transmisión horizontal indirecta(heces, fómites infectados)
Superficies contaminadas por virus:
- Bandejas de arena
- Partículas fecales microscópicas

GATO SANO

Piogranuloma por PIF en que se aprecia un vaso sanguíneo (BV) en el riñón, rodeado de un infiltrado de neutrófilos y macrófagos. © Diane-D. Addie Vennema et al., 1998) en FCoVs inocuos (a menudo llamados "coronavirus intestinal felino") que cambia el tropismo del virus hacia enterocitos por macrófagos. Sin embargo, también se han hallado FCoVs replicándose en macrófagos de gatos sanos. Los macrófagos infectados salen de los vasos y liberan aminas vasoactivas que atraen a otras células
inflamatorias y forman un piogranuloma perivascular.

Signos clínicos y aproximación al diagnóstico de PIF
Véase el algoritmo de aproximación al diagnóstico de PIF (en la página 113)
No hay test diagnóstico alguno para PIF, el diagnóstico sólo puede confirmarse por
histopatología
La PIF es una de las enfermedades de diagnóstico más difícil en un animal vivo porque puede presentar casi cualquier signo clínico. Los signos clínicos de la PIF reflejan las lesiones vasculares que van sucediendo. En PIF efusiva, la lesión de muchos vasos hace que se extravase sobre todo plasma en la cavidad abdominal o torácica (o en ambas). Los signos de presentación son, por lo tanto, distensión abdominal o disnea. El líquido extravasado tiene la misma consistencia que el plasma y coagula al exponerse al aire. Su volumen puede ir de pocos mililitros o varios centenares de ml en los peores casos (fotografías 3 y 4). Un análisis detallado del fluido puede llevarnos al diagnóstico presuntivo de PIF (véase el
algoritmo). El fluido debe contener más de 35g/l de proteína, con una relación albúmina : globulina inferior a 0,8. Debe haber pocas células nucleadas (menos de 2x10/9, que mayoritariamente serán neutrófilos y macrófagos, no linfocitos. La efusión debe ser estéril.
Un diagnóstico diferencial importante es la peritonitis bacteriana y el derrame pleural, en los que hay un elevado número de leucocitos y bacterias. La alfa 1 glicoproteína ácida (AGP) es un complemento útil para el diagnóstico porque aumenta muchísimo en PIF (más de 1500 µl/ml) y se mantiene normal en miocardiopatías o tumores, que serían diagnósticos diferenciales importantes. Pero la AGP también aumenta tras un traumatismo o cirugía y con las infecciones bacterianas. La serología de FCoV es útil porque la mayoría de los gatos con PIF tienen un título elevado de anticuerpos (aunque en ocasiones los gatos con la forma efusiva tienen un título bajo porque los anticuerpos se pegan a la gran cantidad de virus presente y dejan de estar disponibles para el test de anticuerpos contra coronavirus). La detección de virus replicándose en el fluido de la efusión mediante RT-PCR es indicativa de PIF, igual que la detección de FCoV en macrófagos mediante inmunofluorescencia.
Los gatos con PIF efusiva suelen estar alerta y comer, aunque pasan rápidamente a estar decaídos y anoréxicos. La muerte suele sobrevenir en pocos días.

Diagnósticos diferenciales importantes para PIF efusiva
✔ Tumor (adenocarcinoma, linfoma)
✔ Miocardiopatía
✔ Enfermedad hepática (tumor, cirrosis, colangitis linfocítica)
✔ Peritonitis o pleuresía bacteriana
✔ Gestación / obesidad

En PIF no efusiva se forman menos piogranulomas, aunque mayores, durante largos períodos...


APROXIMACIÓN AL DIAGNÓSTICO DE PIF
HISTORIA MÉDICA
EXPLORACIÓN CLÍNICA
PIF EFUSIVA?
• Gato despierto o decaido
• Pirexia persistente > 4 días
• Distensión abdominal /ascitis
• Disnea /efusión pleural
PIF NO EFUSIVA?
• Pirexia persistente > 4 días
• Anorexia, pérdida de peso
• Animal decaido
• Se palpa ganglio(s) linfático mesentérico agrandado
• Signos intraoculares (uveítis, efecto Tyndall en el
humor acuoso, manguitos vasculares en la retina)
• Signos neurológicos (ataques, ataxia, nistagmo)
• Ictericia
ANÁLISIS DEL FLUIDO
• Suele ser de color heno, claro, y no oloroso
• Nivel de proteínas > 35 g/l
• Relación albúmina:globulina < 0,8
• Recuento leucocitario total < 2x10 g/l
• Identificación de las células: neutrófilos y macrófagos
• Detección del virus en macrófagos, si se puede
Si no es líquido de PIF:
• Se hallan bacterias en la citología
• Recuento leucocitario > 2x10 g/l
• Predominancia de linfocitos
• Células cancerosas
• Proteínas < 30 g/l
• Albúmina : globulina > 0,8
Si es compatible con PIF,
tomar muestra de sangre:
• Anemia no regenerativa
(hematocrito < 30%)
• Linfopenia
• Hiperglobulinemia
• Título de anticuerpos anti-FCoV elevado
• Nivel alto de alfa 1 glicoproteína ácida
• Hiperbilirrubinemia

ECOGRAFÍA / LAPAROTOMÍA
EXPLORATORIA
Buscar:
• Tumor
• Insuficiencia cardiaca
• Enfermedad hepática
• Peritonitis o pleuresía bacteriana
• Hernia diafragmática
Normalmente gatos jóvenes (menos de 2 años)
• De raza (especialmente Persa)
• Han convivido con otros gatos (p.ej. de un refugio)
• Historia de estrés: adopción, residencia, castración


...períodos, y los signos clínicos suelen ser directamente atribuibles a la localización de los mismos: por ejemplo, los piogranulomas en el hígado ocasionan ictericia. Los gatos con PIF seca suelen estar decaídos y presentan pérdida de peso, anorexia, pirexia moderada (39,0- 39,5ºC, no responde y es recurrente), y pelo mate (fotografía 5). La mayoría presenta signos intraoculares, como uveítis, efecto Tyndall en el humor acuoso, precipitados corneales o manguitos perivasculares en la retina. La mayoría de los gatos con PIF seca presentan ganglios linfáticos mesentéricos engrosados y palpables que suelen confundirse con tumores (Kipar et al., 1999). El hemograma revela linfopenia (Paltrinieri et al., 2001) y anemia no regenerativa (hematocrito normalmente por debajo de 30%). La bioquímica revela hipergammaglobulinemia (policlonal) y niveles normales o ligeramente bajos de
albúmina, lo que da una relación albúmina : globulina baja. Una relación A:G por encima de 0,8 descarta PIF, mientras que por debajo de 0,4 sugiere firmemente PIF. Entre 0,4 y 0,8 deben tenerse en cuenta otros parámetros. La bilirrubina suele estar elevada. Los niveles de AGP son superiores a los normales, pero no tan altos como en PIF húmeda. Los títulos de anticuerpos frente a FCoV suelen ser muy altos.

El curso de la PIF no efusiva es crónico, y los gatos suelen superar semanas a meses con tratamiento. Los signos neurológicos (nistagmo, ataxia, convulsiones, parálisis) pueden deberse a meningitis, afección en nervios por piogranuloma, o hidrocefalia. La muerte sobreviene poco después de aparecer los signos neurológicos.

Tratamientos médicos
Un aspecto esencial del tratamiento de la PIF es la seguridad de tener el diagnóstico
correcto: nosotros vimos que el 82% de los gatos diagnosticados clínicamente de PIF
sufrían realmente otras enfermedades. Una vez que tenemos un diagnóstico correcto de
PIF, el tratamiento se dirige a suprimir la respuesta inmunitaria inadecuada, normalmente mediante corticosteroides. La uveítis relacionada con PIF suele responder al tratamiento tópico y sistémico con corticosteroides.
Prednisolona: utilizar dosis inmunosupresoras de prednisolona, y disminuir la dosis:
- Dosis: 4mg/kg/día durante 10-14 días, reduciendo a 2mg/kg/día durante 10-14 días, y así sucesivamente.

Inhibidores de la tromboxano sintetasa (utilizados para el asma en humanos), (Watari
et al., 1998), consiguieron la remisión en dos casos de PIF.
- Dosis: hidrocloruro de ozagrel, 5mg/kg BID

Interferón:
Por sus propiedades antivíricas, pero también por las inmunomoduladoras, se supuso que el interferón podía ser un buen candidato para el tratamiento de PIF. Sólo existe un informe sobre la utilización de interferón omega felino (rFeIFN) en el tratamiento de PIF cuando en el momento de escribir este capítulo (Ishida et al., 2004).
Protocolo Ishida:
Al principio se administró rFeIFN subcutáneo a razón de 1 MU/kg a días alternos, y
posteriormente una vez por semana durante un período variable si se apreciaba remisión.
Glucocorticoides: una sola inyección intratorácica o intraperitoneal de 1 mg/kg de
dexametasona. La prednisona se empezó a dar por vía oral a razón de 2 mg/kg una vez al día para luego disminuir gradualmente hasta los 0,5 mg/kg a días alternos y hasta superar la remisión.
Utilizando este protocolo, 4 de 12 gatos se recuperaron por completo, y dos sobrevivieron 4 y 5 meses. Todos los que se recuperaron completamente tenían la forma efusiva y eran gatos relativamente mayores. Por desgracia, este estudio no disponía de grupo control (es decir, un grupo de gatos con signos de presentación similares a los que se tratara de forma convencional), por lo que la eficacia de tratamiento no puede valorarse de forma completa.
Por otra parte, se demostró mediante histopatología que los que sucumbieron sufrían PIF, y que se aplicaron los mismos criterios de diagnóstico para todos los gatos.
Además, debe proporcionarse una buena nutrición a los gatos, fluidos si están
deshidratados, y cuidados de enfermería.

Monitorización del tratamiento
El nivel de globulinas, relación albúmina : globulina, niveles de alfa 1 glicoproteína ácida y hematocrito son unos buenos indicadores del éxito o fracaso del tratamiento. Si el tratamiento está dando resultados, los niveles de globulinas deberían volver a valores normales, la relación A:G debería aumentar, los niveles de AGP deberían descender hasta alcanzar valores normales (de hasta 500 µg/ml) y el valor hematocrito debería permanecer por encima del 20%. La medición del título de anticuerpos FCoV es menos útil porque tiende a mantenerse elevado.

Referencias seleccionadas
• Addie, D.D., and Jarrett, J.O. (2001) Use of a reverse-transcriptase polymerase chain reaction for monitoring gatos
coronavirus shedding by healthy cats. Vet. Rec. 148, 649-653.
• Addie D.D., Schaap I.A.T, Nicolson L., Jarrett O. (2003) Persistence and transmission of natural type I gatos coronavirus
infection. J. Gen. Virol. 84 (10), 2735-2744.
• Ishida T., Shibanai A.,Tanaka S., Uchida K., Mochizuki M. (2004) Recombinant Gatos Interferon Therapy of Gatos Infectious
Peritonitis. J.F.M.S. 6, 107-109.
• Kipar A., Koehler K., Bellmann S., Reinacher M. (1999) Gatos infectious peritonitis presenting as a tumour in the abdominal
cavity. Vet. Rec. 144, 118-122.
• Paltrinieri S., Grieco V., Comazzi S., Cammarata Parodi M. (2001) Laboratory profiles in cats with different pathological and
immunohistochemical findings due to gatos infectious peritonitis (FIP). J. Gatos Med. Surg. Sep. 3 (3), 149-59.
• Pedersen N.C., Sato R., Foley J.E., Poland A.M. (2004) Common virus infections in cats, before and after being placed in shelters, with emphasis on Gatos Enteric Coronavirus. J.F.M.S. In press.
• Vennema H., Poland A., Foley J., Pedersen N.C. (1998) Gatos infectious peritonitis viruses arise by mutation from endemic
gatos enteric coronaviruses. Virology. 243 (1), 150-157.
• Watari T., Kaneshima T.,Tsujimoto H., Ono K., Hasegawa A. (1998) Effect of thromboxane synthetase inhibitor on gatos
infectious peritonitis in cats. J. Vet. Med. Sci. 60 (5), 657-659.

Para ampliar la información
Páginas Web sobre PIF
www.catvirus.com
www.felinecoronavirus.com
www.gla.ac.uk/companion
www.orionfoundation.com

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