Coordinador nacional Educación 2020:
Mario Waissbluth: "Si no rescata la educación pública, el gobierno vivirá en conflicto"
El coordinador nacional de E2020 analiza el conflicto estudiantil y las posibles vías de solución. Llama a los sectores más intransigentes a deponer sus posturas.
por Elizabeth Simonsen, Santiago
El miércoles, una inserción, a página completa, de E2020, hacía notar la "profunda preocupación" del movimiento con el estado actual del conflicto estudiantil. Entre otros, el grupo llamaba a salvar la educación pública, a terminar con las expresiones descalificatorias y a retomar las clases lo antes posible. En entrevista, el coordinador nacional del movimiento, Mario Waissbluth, ahonda en el diagnóstico sobre el conflicto y las posibles vías de solución.
Se cortó el diálogo. ¿Cómo se soluciona ahora?
Acá hay dos grupos en pugna: los estudiantes, que cuestionaron el modelo educativo, y el gobierno. Y en los dos hay una tremenda heterogeneidad: personas pragmáticas y conscientes, que buscan una salida negociada, y ultras. Los ultras en el movimiento estudiantil tienen lo que yo llamaría la enfermedad infantil del izquierdismo revolucionario, que Lenin cuestionó: adelante sin compromisos y sin apartarse del camino.
El gobierno dice que el movimiento estudiantil está cooptado por los ultras.
En este momento, aparentemente, son los más ultras los que predominan. Hay dirigentes más pragmáticos, como Giorgio Jackson y Camila Vallejo, pero hay otros sectores que están en el infantilismo revolucionario. El otro sector, el del gobierno y su coalición, comenzó hace cinco meses en posición tajante: lo que inventamos, hace 30 años atrás, no se toca. Ese fue su grave error: no se quiso sentar a discutir lo fundamental, entendiendo que lo que están pidiendo los estudiantes, salvo algunos infantiles, es un modelo parecido a la Ocde. En el proceso, ha comenzado a surgir un bloque de miembros de la Alianza más sensatos o pragmáticos. Pero hay otros que piensan como el Tea Party norteamericano. Para ellos, subir los impuestos es un sacrilegio.
¿Y hay que subirlos?
E2020 no plantea si hay que subir el impuesto A o B, pero sí sabe que si quieres hacer los cambios en educación necesitas subir la carga tributaria dos puntos más. Y medio punto más si se incluye educación superior. La carga tributaria total de Chile es del 19% del PIB. No se puede, con ese 19%, satisfacer demandas sociales propias de un país Ocde, que tiene demandas sociales de impuestos del 35% del PIB.
¿Cómo se soluciona esto y quién debe dar el primer paso?
No podemos pedirle más a un movimiento estudiantil. Y menos aún a un movimiento que, como reacción al gobierno, se ultraizquierdizó. Con altura de miras, el próximo paso lo debiera dar el gobierno.
¿De qué forma?
Primero, pronunciándose. ¿Quiere rescatar la educación pública o quiere dejar que se termine de desmoronar? No basta con una ley que cambie la administración de las escuelas. Primero, hay que resolver la quiebra de algunos municipios. El gobierno, si no toma actitud cristalina de defensa y de rescate de la educación pública, va a vivir en conflicto en los próximos dos años. Lo segundo, es la profesión docente. Está anunciado el proyecto de ley para un año de elecciones: habría que gastar 2 mil millones de dólares anuales, para que un tercio de los profesores tenga sueldos de 500 mil pesos adicionales y acercar remotamente sus remuneraciones a las mejor pagadas de Chile. El costo central de la reforma educativa es ese y no otro. El tercer punto es pronúnciense sobre el financiamiento compartido. Al menos, acepte ponerlo en discusión.
¿Eso no implicaría cerrar esos colegios, como plantean algunos?
No. A medida que se aumenta la subvención, debería disminuir el financiamiento compartido. El efecto más profundo de la segregación económica es el financiamiento compartido.
¿Las propuestas del Mineduc bastan?
No. Falta un pronunciamiento sobre el financiamiento compartido, carrera docente, que se rescate la educación pública. Dar becas o bajar la tasa de interés del CAE no es arreglar la educación superior, es tapar el sol con un dedo.
¿Los estudiantes deberían deponer las tomas y los paros?
Les suplicamos a los estudiantes que, sin abandonar sus legítimas reivindicaciones, lo hagan volviendo a clases, porque si no, van a demoler lo que ellos dicen defender.
¿Cómo ve el escenario futuro?
Veo tres escenarios: la agudización brutal del conflicto. El segundo es el que corresponde al gobierno, y es el de combatir el infantilismo con una serie de propuestas en las que tiene que transar. El tercero y según mi diagnóstico, el más probable: conflicto de mediana intensidad hasta el fin del período presidencial. Los estudiantes ya corrieron el cerco, ya no es posible el escenario de la vuelta atrás. En cualquiera de los tres, la educación pública resulta gravemente perjudicada.
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