1.- De cuando verdaderamente empecé a trabajar en la “U” de Chile. 1976
Si bien es cierto que hice algo en docencia en pasos prácticos de Microbiología en 1969 y 1970; y gané un proyectito de investigación para estudiar micoplasmas bovinos en 1969; de hecho empecé a ejercer en docencia de pre y post grado en Virología e Inmunología en el año 1976. Año lleno de dificultades en Chile…
Les cuento porqué tuve que enseñar inmunología. Me di cuenta que mi querido profesor Carlos Flores del Fierro estaba medio atorado con esas materias ya que su fuerte era la bacteriología, consecuentemente le ofrecí mi ayuda en inmunología. Para mi sorpresa al día siguiente me llegó una nota del decano Santiago Inostroza Hood en la que me nombraba profesor de inmunología en pre y post grado. Obviamente le reclamé, argumentándole que yo venía para virología. Me contestó que los tiempos no estaban para reclamos, y punto. Se lo agradezco porque aprendí harto del fenómeno inmunológico, que es muy vital. Tomé una media docena de cursos de inmunología médica, asistí a charlas y congresos. Y como asistía a las clases de los profesores invitados, amigos de la “U” Católica, “U” de Chile e Instituto de Salud Pública, captaba lo nuevo de un área en eterno progreso! De paso me dí cuenta que los colegas inmunólogos sabían muchísimo de su mini área inmunológica (genética, técnicas diagnósticas), pero, a veces no dominaban las generalidades de la inmunología.
En 1975, casi me fui a la Facultad de Ciencia de la “U”. El Dr. Guido Pincheira me había tentado para hacer una virología netamente básica. Un buen día en la secretaría de la Facultad de Ciencias, vi llorar desesperadamente a una chiquilla, cuando se fue le pregunté a la secretaria qué pasaba, muy sencillo, la chica estaba apenadísima porque su novio que era de la Dina andaba buscando a su hermano izquierdista, y no precisamente para abrazarlo…!!! Ese mismo día un joven de la administración me pregunto porqué me cambiaba, si era por problemas políticos, como realmente era por problemas personales, me insinuó que los pensara dos veces. Volví a mi escuela y le consulté a mi decano Inostroza quien me dijo que no me convenía porque el gobierno militar iba a cerrar a la Escuela de Ciencias que no eran útiles para el país; además me dijo que en esa escuela con uno que dijera que yo era comunista estaría frito, y en veterinaria en que todos me conocían no iba a tener problemas de ese tipo. Y así fue. Todavía no le dejo de agradecer a mi decano Inostroza, que a pesar de todo decía de mí, denle duro que dura más…. Como a las ollas Marmicof…
En docencia no tuve mayores problemas, salvo que la copia era una institución universitaria, incluso en un curso de post grado para colegas, estos copiaban como en sus mejores años juveniles!
En octubre de 1975 vino a Chile el Dr. Mc Kercher. Tuve que traducirle todas sus charlas, en el Ejército de Chile, INIA, Universidad de Chile, Universidad Católica. El programa Chile – California me pasó un Ford (último modelo) con dirección hidráulica y frenos de poder, para llevar al Dr. Mc Kercher a todas partes. El pobre doctor estaba espantado con la manera de manejar de los chilenos… Un día que íbamos a Farellones, en la primera vuelta del camino el profe me hizo volver… parece que yo iba realmente muy rápido…
Quizás es digno de recordar que en esa época separé Virología e Inmunología de los cursos tradicionales de Microbiología. Incluso creé un curso de Virología Animal que sigue hasta el día de hoy!
Recién había ocurrido la separación y en mis apuntes de clases puse Virología en vez de Microbiología, pero, la secretaria del Departamento que era a su vez la secre del deca me volvía a poner Microbiología. Yo rayé el nombre y rompí el extensil que se usaba en aquel entonces. Parece que la Sra. Angelina Soffia me acusó, y el Sr. Decano me mandó llamar urgente a una reunión; le contesté que no podía ir porque estaba trabajando, y que a eso había vuelto a Chile, y no andar perdiendo el tiempo en entuertos. De vuelta recibí una notita en que se me iba aplicar el reglamento 5 párrafo 5 de no sé que cosa 5… y si se repetía, a la segunda con el famoso reglamento me echaban de la “U” y no podría trabajar más en la administración Pública. Cosas del gobierno militar. Póngale charreteras a un civil y se militariza rápidamente…
En esos años hicimos un libro de Virología Veterinaria con la Dra. O. Celedón, libro docente que incluía las materias tratadas en el curso de virología. Fue el primer libro con carácter docente, pero que fue muy adquirido por colegas que no habían tenido virología…También tiene su historia, porque el jefe del departamento Dr. Lautaro Pinochet V. no lo autorizó, dijo que no serviría, que los alumnos no irían a clases… Se basaba en un decreto del gobierno militar en que los docentes universitarios debían pedir autorización para hacer libros. Again… cosas del gobierno militar de la época…
En investigación empecé con una colaboración de $100.000 que me donó la Hípica Nacional. Con ese capital empecé mi primera tesis estudiando la rinoneumonitis equina. Mi alumno inicial fue Víctor Riveros V. Un buen alumno, completo, era bueno para el laboratorio, y le hacía también a la clínica de equinos y de perros. Pero, llevábamos dos meses, y las células no crecían… cambiábamos los medios, el suero, la tripsina, cambiábamos todo y nada. Víctor que era karateca, tenía paciencia. Yo no tanta. Un buen día boté todo el material para cultivos celulares, y empezamos de cero. Y resultó. Pienso que era el agua bidestilada que no era adecuada…
A fines de año gané un proyecto para estudiar virus equinos, con el que dí vamos a la virología animal en Chile. El proyecto duró de 1976 hasta 1982, con una gran cantidad de publicaciones científicas, tesis, y asistencia a congresos nacionales e internacionales. Ya en ese momento había cumplido con el compromiso que tenía con la escuela y con la “U”!!!
Tuve muy buenos estudiantes en tesis, destacan Vicente Muñoz A., Patricio Manzur G., Juan Luis Fabia R., Nelson Acuña B., Gonzalo González R., Francisco Cortes C., Pedro Smith S., Peter Fiegehen C., Conrado Malmus M., entre muchísimos buenos tesistas que se atrevieron a trabajar en virología, área nada de fácil, exigente, y con un profesor como yo, malas pulas y exigente, por decir lo menos…
Al primer Congreso que asistí en el extranjero fue a Río de Janeiro, donde además de las ponencias técnicas tuve que hablar sobre la enseñanza de la virología.
En el intertanto habían ocurrido algunos problemas. Se fue a Brasil la Dra. Mireya Gómez L. magíster en virología de Davis, California con la cual prácticamente no alcancé a trabajar en conjunto. Y quedó la Dra. Ofelia Celedón V. recién egresada. Ella sigue hasta ahora en Virología Veterinaria en la “U”. Y lo ha hecho muy bien!
2.- Viaje a Montevideo, Uruguay. Medicina Veterinaria de la Universidad de la República, 1977
En 1977 fui invitado por IICA (Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas a hacer un apoyo a la Escuela de Veterinaria de la Universidad de La República de Montevideo. Hice un curso de virología e inmunología para graduados, con prácticos y todos, facilitado por el laboratorio Pfizer de Montevideo. Me pasaron cultivos celulares y medios adecuados, y elementos para realizar seroneutralización e inhibición de la hemoaglutinación. Todo resultó bien con 10 alumnos veterinarios. Un día viernes tuve que llamarles la atención porque ya se habían ido de week end (mentalmente) y quedaba todo el práctico de cultivos celulares. Todavía se deben acordar porque parece que nadie antes les había gritado como yo…
Conocí Punta del Este, muy bien acompañado con las chiquilinas del curso…!!!
El día que volvía a Chile, el LAN estaba detenido en el Aeropuerto, leí en el diario el obituario del Dr. Carlos Flores que había fallecido en esos días. Lo sentí muchísimo ya que íbamos a viajar juntos a Montevideo, él en Bacteriología y yo en Virología. Así es la vida…
Mi estadía en Montevideo no estuvo ajena a la problemática política del día. El decano de veterinaria era hermano del presidente de la junta de gobierno. Y en veterinaria roncaba. Al conocerme me pidió que usara delantal y yo me preguntaba para qué. En fin me pasaron uno inmenso de grande, y yo parecía un monje budista o algo así.
Di dos charlas en la Universidad, una de influenza equina y otra de rinoneumonitis equina. Allí empezó mi periplo con la influenza equina! Imprevistamente en una de esas charlas, muy publicitadas en la prensa de Montevideo, el Decano le impidió la entrada a un colega veterinario por la militancia política de su padre…Y él había tenido la gentileza de facilitarme huevos embrionados y virus aviares para el práctico. Ese día me sentí medio incómodo y se lo hice saber el decano, quien me contestó arguyendo que yo era demasiado buena persona. Yo que era izquierdista me la tragué enterita!
Me tentaron para que me quedara en la “U” uruguaya, invitación que no consideré. Mi destino era otro, y en Chile!
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