jueves, 31 de marzo de 2011

LA MEDICINA VETERINARIA Y YO (5) Patricio Berríos Etchegaray Viajes a Suiza, Italia, Francia y Brasil

Viajes a Suiza, Italia, Francia y Brasil


Una vez que volví de Uruguay me dediqué a trabajar como en los mejores tiempos de mi vida o sea en la U. de California, EE.UU., (1970 1974). Impartiendo numerosos cursos, dictando seminarios, asistiendo a Congresos, y lo más importante llevando a cabo varios proyectos de investigaciones en virus animales.

El primer proyecto de investigación fue sobre: Aislamiento y tipificación de mycoplasmas de origen bovino. Proyecto SA-B4 (1969-1970). Comisión de Investigación. Facultad de Ciencias Pecuarias y Medicina Veterinaria. Universidad de Chile. Investigador responsable.

Los dos grandes proyectos de investigación que me permitieron iniciar la investigación sobre virología animal en forma sistemática fueron:

Estudio virológico de enfermedades respiratorias de mamíferos y aves. Proyecto A 147 (1976 - 1982). Y Estudio virológico de enfermedades digestivas en animales de importancia económica. Proyecto A 1648 (1983 - 1990). Departamento de Desarrollo de la Investigación. Universidad de Chile. Investigador responsable.

Ambos proyectos fueron aprobados en su informe final, y sus resultados publicados en revistas científicas nacionales e internacionales, y presentados en diversos congresos. Debo señalar que siempre pensé que los trabajos de investigación, en lo posible, deberían ser publicados en revistas nacionales, debido al tenor de ellos, y a la posibilidad cierta de que los lectores chilensis tendrían más acceso a las revistas nacionales.

En 1979 asistí al primer congreso internacional Latino Americano de Microbiología en Viña del Mar…


1.- VIAJE A SUIZA (Lausanne), 1979

Este fue un viaje de estudios!!!

Logré conseguir una beca para asistir a un curso de inmunología en Lausanne debido a una sumatoria de casualidades:

En el área de clínica mayor en veterinaria de la "U" leí un aviso de beca de la OMS. Me di cuenta que estaba hecho para mi. Exigían dominio de inglés, trabajar o hacer docencia en inmunología y ser Ph.D o tener algún otro título de post grado. Listo. Fui al centro a las oficinas de la OPS y me atendió un Dr. de apellido Condón o algo así… quien me expresó fríamente que esa beca no era para veterinarios. Le entregué mis antecedentes, pero, NO, no era posible, incluso porque estaba fuera del plazo para postular, lo que no era verdad. Así que postulé, llené un pesado formulario, con 7 copias y lo entregué. Felizmente tuve una buena idea, hice una copia extra y se la envié directamente al Dr. P.H Lambert con una notita escrita a mano, en que le expresaba que todo lo que estaba escrito era verdad, entre paréntesis, no pedían documentación alguna… y le agregué la dirección de tres personajes destacados que podían dar fe de ello. Uno de ellos era Mc Kercher! Pasaron los meses y no recibí respuesta.

Un buen día mi cartero, del cual era amigo, me preguntó si mi apellido era Berríos-Etchegaray porque había un paquete en rezagos de correos de Chile. Lo fui a buscar, y era un libro de inmunología de Roitt, que me enviaban para ser leído y estudiado antes del curso. Inmediatamente pedí confirmación por escrito, la que nunca había recibido… Cuando me llegó a mi domicilio fui inmediatamente a la oficina del Dr. Condón o algo así, quien me espetó que ya había pasado el plazo y que por ende no me iba firmar el pase de la OPS que era necesario para iniciar el trámite. Le mostré la carta de aprobación de Lambert y NO., definitivamente NO! Entonces apareció el vasco que llevo adentro, y grité que no me iba de la oficina mientras no tuviera firmada la aprobación por parte de la OPS en Chile… además di un puñetazo en el escritorio de la secretaria y seguí gritando. En cosa de minutos tuve en mis manos la autorización. Los pasajes me llegaron al viejo estilo de estas instituciones una semana antes que se iniciara el curso. Viajé en Air France hasta Paris. Desde allí a Ginebra en un viejo avión Carabelle casi ya en desuso. A Lausanne arribé en un hermoso y moderno bus. Al día siguiente me tomé un tour por el lago Lemán en un barquito de turismo. El lunes estaba en el curso de inmunología con unos 40 compañeros de todo el mundo, africanos, asiáticos y sudamericanos.

Alojé en un recinto universitario mixto. Mi departamento era contiguo al de una argentina. Más allá una venezolana. Pero, cada uno por su lado… Ah! Y los baños eran mixtos también, lo que era una incomodidad para los latinos, que no estábamos acostumbrados a este tipo de promiscuidad…

Saliéndome un poco del curso, tuve oportunidad de subir con todos los compañeros a Le Diablerette que estaba a unos 3.500 metros de altura en los Alpes. Para llegar tan arriba había que utilizar tres tipos de funiculares. En el tercero llegaba a dar miedo, pero en fin, desde las alturas se veía el valle tan chiquito que nos parecía ir en un avión. Y los altos picachos se veían tan cerca y tan hermosos…Inolvidable. Otro día fuimos a un pueblito cercano en que estaban en plena fiesta tradicional. Yo bailé en una tarima con una señora suiza, que me dijo que los chilenos eran lo mejor de Sudamérica, delante de los otros… y cuando supo que mi apellido materno era Etchegaray tuvo una explosión de alegría porque ella era descendiente de vascos… Muy bonita la fiesta, con trajes llenos de colorido pero con bailes más bien fomes… Otro día fui a Avon en la frontera con Francia, acompañado con mi amiga Elena que era de Caracas y obviamente hablaba español… Con un grupo, que no era del curso, comimos "fondue" de queso y cerveza, en cantidades como lo podía hacer en aquellos años, en que no me preocupaba ni el colesterol ni la hipertensión…

Conocí Ginebra, sede de la OMS, Berna y la Bayer, Zurich una hermosísima ciudad, Lucerna una ciudad de origen italiano, y Montreaux con su hermoso casino a orillas del lago. En Lausanne subí a las torres de un par de iglesias protestantes, y desde allí observé el lindo panorama de la ciudad. Una anécdota fue encontrarme en la zona de las campanas, con unas gringas que estaban orinando obviamente a calzón quitado…Increíble pero cierto!

Incluso un fin de semana fuimos a Italia en un auto arrendado, un amigo africano y dos doctoras de Nigeria, a las que no dejaron entrar en Italia por no tener visas. De Suiza a Italia pasamos los Alpes por abajo, por el túnel San Bernardino de unos 20 kilómetros de largo. Impresionante. Así como en Suiza no había una hoja seca ni caca de vacas en los campos, al otro lado en Italia, la mugre hacía nata en los bordes de la carretera. Muchos castillos a lo largo del camino y muchos puentes y túneles. Una hermosa carretera. En Italia conocí Milán con su catedral de los mil picos, Venecia con sus casas y puentes sobre el mar, sus góndolas y la Plaza de San Marcos. ¡Los italianos llenos de cordialidad, y el vino y la comida exquisitos…!

Vuelvo al curso. Demasiado bueno el curso. Muy básico. Hecho por investigadores. Y muy médico… Nada de veterinaria. Incluso un señorón de la OMS se refirió de mala manera a la simbiosis de Calmette y Guérin, uno médico el otro veterinario, diciendo que el vete Guérin sólo le había servido para sostener a los animales. ¡Qué equivocado estaba! Guérin tiene unos 40 trabajos científicos publicados. En todo caso el curso me sirvió bastante para actualizar la enseñanza de inmunología en el post grado!

No puedo dejar de recordar la fobia que había en Europa contra Pinochet. Cuando conversé con algunos exiliados, ellos me dijeron que evitara hablar con los "cabezas calientes" que no me iban a perdonar mi manera de ver las cosas en Chile, y eso que yo era izquiedista... Un día que entramos a un laboratorio de inmunología me encontré con un poster que presentaba una calavera, con el clásico casco alemán de Hitler y como trasfondo la cara de Pinochet. Sin comentarios.


2.- De Suiza (Zurich) pasé a Italia (Roma)

Estuve un día en Zurich una hermosísima ciudad casi perfecta. Desde allí me fui a Roma. Lo primero que vi fue el Coliseo Romano, lleno de gatos; estuve en el lugar donde los leones se comían a los cristianos... Aprecié La Piedad y Moisés extraordinarias esculturas de Miguel Angel! Y el monumento a Giuseppe Garibaldi, unificador de Italia. Roma respira antiguedad, sus iglesias, sus calles y monumentos, todo digno de verse! Tomé un tour y me metí en la inmensa catacumba de santa Catalina, tan impresionante era que me llegó a dar claustrofobia. No lo olvidaré jamás! Un buen día me fui caminando al Estado del Vaticano, aprecié la belleza imponente de la Catedral de san Pedro, estuve en la Capilla Sixtina, y en la tumba de los papas; como no tenía plata me colaba en los pequeños tours para escuchar aburridas historias de arquitectos, duques y otros. Lo mejor que hice fue subir hasta la cúpula y andar entre los apóstoles que están muy arriba en el techo. Verdad. Ah! el papa andaba de viaje en EE.UU., lo que era todo un acontecimento! Aburrido de caminar tomé un tour barato y me fui a la Isla de Capri con sus cuevas marinas y un mar hermoso de color azul violáceo. Antes habíamos pasado por Napóles, la casa donde nació la Sofía Loren, y lo mejor el volcán Vesubio, imponente en el horizonte... Desafortunadamente no pude ir a Florencia, la ciudad del arte...


3.- De Roma a Paris

Lo primero que hice en Paris, fue bajarme del avión e ir a la Catedral Sacre Coeur ubicada cerca del barrio latino. Esa catedral es imponente de grande. De allí "bajé" al centro de Paris apreciando la belleza de las francesas y su gusto por la moda. En esos años se llevaba el color morado. Toda la ropa femenina eran matices de este color. No cabe la menor dudad que los franceses tienen buen gusto para vestirse. Después conocí la catedral de Nótre Dame con su bello estilo románico. Obviamente me di una vuelta por el Sena en un moderno barquito para turistas. Conocí también la tumba de Napoleón. Subí hasta lo más alto de la torre de Eiffel con más de 300 metros de altura. Todo un espectáculo, la torre en si, y el paisaje que se apreciaba desde arriba.

Lo mejor del viaje fue mi visita al Museo del Louvre. Tuve el acierto de ir primero al área de esculturas donde aprecié la Venus de Milo, hermosísima, no pude evitar la tentación de tocarle una pierna; el código de Hammurabi grabado en una estela de diorita, de un negro azabache. Y las tumbas de los faraones egipcios, bajorrelieves egipcios y un montón de antiguas reliquias del imperio egicio. Realmente gocé con todas estas esculturas y antiguedades que sólo están en ese museo francés. Al día siguiente visité la extraordinaria pinacoteca con su máximo exponente la pintura de Leonardo da Vinci "La Mona Lisa" también llamada "La Gioconda". No olvido su misteriosa sonrisa que parece reirse de quien la mira... Después vi tantos retratos de diferentes escuelas, que sencillamente me cansé y no aprecié su belleza...

Algo de veterinaria. Un buen día tomé el metro y me fui a visitar la Escuela de Veterinaria de Alfort. El edificio de estilo francés del siglo XVIII, bien antiguo, que me recordó la escuela de veterinaria de la Quinta Normal. Logré conversar con algunos profesores, pero mi francés no era bueno, y ellos no hablan inglés por principio. Eso si, me regalaron algunos trabajos impresos.


4.- De Paris a Rio de Janeiro

No debí haber gastado mi tiempo ni mi poca plata en esta escala. Sentí el golpe de la pobreza al viajar en bus desde el aeropuerto al centro de Río. Lo que contrastaba con lo que aprecié en Suiza, Italia y Francia... Años después viajaría varias veces a Brasil. En fin, fui al Centro Panamericano de Fiebre Aftosa invitado por el Dr. Vicente Astudillo, chileno, quien me había asesorado en estadística en mi tesis. Grande el Instituto y con muy buenos laboratorios. Todos dedicados exclusivamente a la fiebre aftosa, y al estudio epidemiológico de esta enfermedad en Sudamérica. El Dr. Roberto Goic M. asesor de la OPS me invitó a almorzar a su casa, una espléndida mansión con hermosos patios llenos de exuberantes flores. Al otro día volví a Chile y a mi trabajo en la universidad.

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